9/11/2011 EL SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874): INTENTOS DEMOCRATIZADORES. Cuarto tema del siglo XIX. José Manuel Roás Triviño.
2 EL SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874): INTENTOS DEMOCRATIZADORES 123. El Sexenio revolucionario es el periodo comprendido entre el destronamiento de la reina Isabel II (1868) y la restauración de la monarquía borbónica (1874). Entre ambas fechas tuvo lugar la experiencia de la Primera República. Con el reinado de Isabel II se había dado un paso de gigante que no admitía vuelta atrás: la construcción de un estado liberal. Pero ya en la década de los 60 el régimen se encontraba en un callejón sin salida. Las tareas de gobierno quedaban restringidas a tan solo dos partidos (moderados y progresistas) de todo el abanico existente y el respaldo social de ambos estaba en franca recesión. La sociedad española estaba en disposición de intentar dar un paso adelante: la democratización de la vida política. Así pues, a la revolución se llegó por el agotamiento y la impopularidad del moderantismo y de la monarquía de Isabel II: la represión ejercida por el Gobierno, la marginación hacia los progresistas y a las Cortes, la corrupción del sistema electoral con la compra de votos, los pucherazos y la creación de caciques locales que, a cambio de cargos, controlaban las elecciones. El año 1866 resultó clave. Por una parte, se iniciaba una crisis económica que acrecentó el descontento de la población y, por otra, los progresistas, dirigidos por el general Prim, y los demócratas, partidarios del sufragio universal, se proponen precipitar los hechos con la firma del llamado Pacto de Ostende, por el que se comprometían en el objetivo de derrocar a Isabel II. La muerte de O'Donnell 4 en 1867 propició la adhesión al Pacto de la Unión Liberal, ahora encabezada por el general Serrano. Este apoyo resultó fundamental para el triunfo de la revolución, ya que la mayoría de los altos mandos militares pertenecían a la Unión Liberal, por lo que la reina Isabel perdía el respaldo que el ejército había prestado siempre a la corona. 1 Selectividad: opción a (siglo XIX), tema 4. 2 En la elaboración de este tema, se ha partido de los apuntes de Historia de España de Soledad Pérez, de la que he tenido la suerte de ser alumno y compañero en el IES San Pablo de Sevilla. 3 Básicos también los apuntes de las páginas de Historia del siglo XX El sexenio democrático: de la revolución a la I República y El sexenio democrático: la I República. El sexenio revolucionario. 4 O`Donnell tuvo que dimitir en 1866, debido a la aversión que se granjeó por sus actuaciones autoritarias y fallecía un año después, en 1867.
Finalmente, la muerte de Narváez en la primavera de 1868 descabezó al partido que había detentando durante tantos años el poder en España. 3 La revolución de 1868: movimientos de las tropas sublevadas y de las gubernamentales. La revolución comienza en Cádiz con el alzamiento de la armada dirigida por el almirante Topete. La sublevación se generaliza desde Andalucía hasta el resto del país sin oposición alguna. El gobierno y la corona se encuentran completamente aislados, sin otra salida que la dimisión del gobierno y el exilio hacia Francia de la reina. Había triunfado la revolución, llamada La Gloriosa. Se constituyen juntas revolucionarias que dan el poder a un gobierno provisional a cuyo frente se sitúan los firmantes del Pacto de Ostende: el general Prim, progresista que actúa como jefe de gobierno, y el general Serrano, unionista que actúa como regente. El proceso duró apenas dos semanas, lo que ponía de manifiesto el estado de descomposición en el que realmente se encontraba el sistema. La regencia de Serrano. Serrano y Prim se propondrán, como primer objetivo, controlar la revolución, por lo que el gobierno estará compuesto exclusivamente por unionistas y progresistas, dejando fuera a los demócratas, el sector más revolucionario. Así, la revolución adquiría un talante claramente burgués, aunque se atendería a una serie de reformas con las que se pretendía dar respuesta a algunas peticiones populares: Reconocimiento de libertades: religiosa, de enseñanza, de imprenta, reunión y asociación.
Sufragio universal masculino, que se pone en práctica por primera vez en España. Democratización en ayuntamientos y diputaciones. Reorientación de la política económica: implantación de la peseta como moneda única, liberalización del comercio que acaba con el proteccionismo clásico, Convocatoria de elecciones a Cortes constituyentes, con el triunfo de progresistas y unionistas, pero con la aparición de nuevas minorías políticas: demócratas, republicanos, carlistas e isabelinos. Redacción de la Constitución de 1869, considerada la primera Constitución demócrata de nuestra historia, inspirada en las de 1812 y 1837. Proclama la división de poderes con total independencia del poder judicial y mantiene la monarquía como forma de gobierno. 4 Con estas reformas el avance en la democratización del país resultaba evidente. Pero durante el periodo de regencia la realidad española se fue complicando con una serie de problemas internos y externos: a) En el exterior hubo que hacer frente desde 1868 a una guerra colonial en Cuba. b) En el interior, surgió una importante oposición que no haría sino crecer a lo largo del tiempo, tanto desde los sectores más conservadores (carlistas y alfonsinos) como desde los más radicales (republicanos y clases populares), proporcionando una cierta sensación de soledad al gobierno. A todo esto había que sumar la cuestión de la monarquía, planteaba un grave problema, ya que la familia real española se encontraba en el exilio y era necesario encontrar a un rey que sustituyese a los desacreditados Borbones. El general Prim, como jefe de gobierno, será el encargado de encontrar un consenso internacional sobre el candidato, ofreciendo el trono a Amadeo de Saboya, que pertenecía a la casa real que había llevado a cabo la unificación italiana y que tenía un marcado carácter liberal. En noviembre de 1870 es nombrado rey de España, pero antes de su llegada a nuestro país, es asesinado Prim, quedando el monarca sin su valedor y consejero y con el rechazo de los carlistas, republicanos federales y movimiento obrero. Asesinato de Prim.
5 REINADO DE AMADEO I DE SABOYA (1871-1873). Su nombramiento no era sino una maniobra para evitar la proclamación de la República, que era defendida por los sectores más radicales y, por tanto, formaba parte de aquella estrategia por la que se pretendía controlar la revolución. Pero durante su reinado, Amadeo I adolecerá del apoyo suficiente y necesario para estabilizar el país. Ejerce como monarca constitucional (reina pero no gobierna) y su etapa de reinado se caracteriza por los numerosos problemas políticos y una permanente inestabilidad, que vendrá desde todos los sectores: El primer problema partía del partido progresista, el único que apoyaba al rey, que se encontraba dividido entre: o Los constitucionalistas dirigidos por Sagasta; contaban con el apoyo de la Unión Liberal de Serrano. o Los radicales dirigidos por Zorrilla y con el apoyo de los cimbrios 5, provenientes del partido demócrata. Esta división debilitaba la posición del rey. Las fuerzas sociales y económicas se suman a la oposición política, ya que las esperanzas que habían puesto en el proceso revolucionario de 1868 no estaban respondiendo a sus expectativas: la crisis económica y la situación de las clases populares no mejoraban. Los sectores políticos más radicales tampoco ven satisfechas sus peticiones. Anarquistas y republicanos pretendían la constitución de un estado mucho más 55 Facción del partido demócrata que aceptó que el gobierno estuviera formado por unionistas y progresistas y que se el Estado se definiera como un reino. Otras facciones se oponían a la monarquía y se adhirieron al partido republicano.
descentralizado. Se producen insurrecciones de carácter federalista y, aunque fueron reprimidas, hicieron aumentar la inestabilidad del régimen. Durante los dos años de reinado la inestabilidad política y la incapacidad de poner orden en el país se pusieron de manifiesto con la rapidez con la que se sucedían los gobiernos, que hacía imposible la gobernabilidad del país. En un primer momento Amadeo I encargará la formación de gobierno a Serrano con el que nunca se entendió-. Pero el enfrentamiento entre las dos facciones debilitaba la acción de gobierno hasta hacerla imposible. Esto conduce a la crisis política de 1871 y se le encarga formar gobierno a Zorrilla. La agitación sociopolítica irá en aumento hasta el punto que se temerá el estallido de una revolución proletaria, se adoptarán medidas represivas y se sucederán los cambios de gobierno. 6 Finalmente, además a esta falta de apoyos políticos y de vaivenes en las tareas de gobierno, hubo que sumar la convergencia de dos conflictos bélicos: La rebelión en la isla de Cuba, que no solo no remite, sino que se convierte en una grave situación para el gobierno. Una nueva guerra carlista estallaría en 1872 y no terminaría hasta 1876. La guerra se desarrolló en la zona norte-nordeste de la península. Tres son las razones de fondo que explican la persistencia del conflicto carlista a lo largo del XIX: la resistencia del mundo rural, del campesinado, a la modernización de la producción, la resistencia de los territorios forales 6 a la pérdida de los privilegios que suponía la extensión del centralismo liberal y la resistencia de algunos sectores católicos al proceso de secularización. En tales circunstancias, y privado de todo apoyo, el 10 de febrero de 1873 presenta su renuncia al trono y abandona España. Las Cortes someten a votación la proclamación de la República, que es apoyada el 11 de febrero de 1873 por una amplia mayoría. 6 Los fueros locales o fueros eran los estatutos jurídicos aplicables en una determinada localidad o región cuya finalidad era, en general, regular la vida, estableciendo un conjunto de normas, derechos y privilegios, otorgados por el rey, el señor de la tierra o el propio consejo. En el siglo XIX Navarra y el País Vasco aún mantenían peculiaridades forales (régimen fiscal y monetario propio, aduanas, exención del servicio militar, etc.) que se resistían a perder. Esa resistencia afloraba bajo las formas de las guerras carlistas.
LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874). Se extendió tan solo a lo largo de 11 meses y, en tan corto periodo de tiempo, se acentuarán los problemas que aquejaban a la España del momento, como la brevedad de los gobiernos, que se sucederán con extrema celeridad. Así la presidencia será ocupada por cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. 7 El desorden público heredado del reinado de Amadeo I, se acentuará y será una constante durante el transcurso de la República. Y es que la solución de optar por esta nueva forma de Estado polarizó aún más la sociedad: los sectores conservadores temían que estallase una revolución social y los republicanos más radicales y los anarquistas, con este logro veían la Alegoría de la Primera República. oportunidad de llevar las reformas mucho más lejos. Reflejo de esto será el movimiento cantonal, auténtica pesadilla para los gobiernos republicanos. Durante su existencia, se ensayaron varias fórmulas de gobierno, destacando, sobre todo, dos de ellas: la República federal y la República presidencial. La República federal. Poco después de proclamarse la República, se convocan elecciones generales para las Cortes constituyentes, que ganaron los republicanos por abrumadora mayoría (pero con el 60% de abstención de votantes). El nuevo presidente, Pi y Margall, era partidario de un estado federal constituido por una nación, España, compuesta por 17 Estados federales (incluyen Cuba y Puerto Rico). Se pretendía alcanzar un alto grado de descentralización, encontrándose repartido el poder político entre la nación, regiones y municipios, contando estas dos últimas entidades con una amplia autonomía de gobierno. Pero desde el principio, surgieron múltiples problemas: Al amparo de la inercia generada por la revolucionaria forma que había tomado el Estado, se multiplican las revueltas populares que solicitan reformas radicales que les afectan directamente: en el mundo rural, los campesinos piden el reparto de tierras y en las ciudades, las masas reclaman la abolición de los consumos (impuesto sobre artículos de primera necesidad) y los reclutamientos de las quintas 7 y el sistema de redención 8. 7 El 17 de febrero de 1873 la República abolía el servicio militar obligatorio y profesionalizaba el ejército. 8 Posibilidad de librarse del llamamiento a filas a cambio de una cantidad en metálico. Evidentemente, se trataba de una medida que favorecía a los burgueses y a la que se oponían las clases populares.
La hostilidad de los políticos conservadores y la jerarquía eclesiástica, que rechazaban el nuevo Estado neutro frente al anterior confesional. El recrudecimiento de las Guerras Carlistas. La incapacidad de acabar con el conflicto de Cuba. El nacimiento del cantonalismo, que surge entre los republicanos más exaltados e intransigentes, decepcionados con la nueva República. El movimiento cantonal tuvo arraigo en la zona mediterránea, desde Valencia a Andalucía, declarándose cantón independiente en Cartagena, Sevilla, Cádiz, 8 El movimiento cantonalista evidenció la debilidad del gobierno republicano: Pi y Margall dimite por negarse a reprimir por las armas la revuelta cantonal. Fue sustituido por Salmerón, que será quien comience la acción militar, actuando con dureza contra los cantonalistas y contra el movimiento obrero, con el apoyo del ejército. Al dimitir, por no firmar las penas de muerte a dirigentes cantonales, le sucede Castelar, representante de la línea conservadora del republicanismo. La República presidencial. El presidente, Emilio Castelar, representa un viraje conservador, actuando con autoridad para reprimir y conseguir el orden público, suprimió el principio de Estado Federal, reforzando el poder del Estado. Su actuación, considerada autoritaria y dictatorial, provoca la reacción de los diputados de las Cortes, que se reúnen para forzar la dimisión del gobierno. Se produce un golpe de estado, protagonizado por el general Pavía, que invade el hemiciclo con fuerzas de la guardia civil y disuelve por la fuerza la Asamblea. Apenas hubo resistencia ni política ni popular, lo que pone de manifiesto la debilidad de la República. El poder pasó a manos de una coalición de unionistas y progresistas, proclamando al general Serrano presidente de la República del 74. Serrano, con una actuación altamente dictatorial, se empeñó en recuperar el orden social. Así, puso fin a la guerra carlista, disolvió la AIT 9, acabó con el movimiento cantonal y reforzó el ejército. Pero durante los doce meses de gobierno de su gobierno, se vive en el país un proceso de transición, en el que hay que destacar un movimiento de restauración monárquica, que surge por el cansancio provocado por las experiencias revolucionarias entre las clases medias y altas, que confían en la monarquía como medio para alcanzar el orden social y la propiedad privada. El proyecto de 9 Asociación Internacional de los Trabajadores, sindicato transnacional de tendencia anarquista.
restauración de la dinastía borbónica está encabezado desde varios años atrás por Cánovas del Castillo y triunfa definitivamente con el pronunciamiento militar de Martínez Campos, en Sagunto, proclamando a Alfonso XII, hijo de Isabel II, rey de España. En esta turbulenta época, España perdió su gran oportunidad democrática del siglo XIX, pues fueron los años más caóticos de la Historia de la España Contemporánea. Pero a pesar de la Restauración Borbónica, la construcción del Estado liberal y la democratización del país estaban consolidadas, e implantadas las libertades conseguidas hace tiempo en otros países de Europa. 9
EXÁMENES DE SELECTIVIDAD DE AÑOS ANTERIORES. Año 2010. Examen nº 6. 10
Junio 2009: examen 1, opción a. 11
Junio 2008; examen 3 opción a. 12
Junio 2005; examen 4 opción a. 13