Perspectivas desde el Barómetro de las Américas: 2013 Número 85 La cultura política de la democracia en las Américas, 2012: hacia la igualdad de oportunidades Resumen ejecutivo Por Nicole Hinton nicole.l.hinton@vanderbilt.edu Vanderbilt University Amy Erica Smith aesmith2@iastate.edu Iowa State University y Elizabeth J. Zechmeister liz.zechmeister@vanderbilt.edu Vanderbilt University Resumen ejecutivo. En 2012, el Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina entrevistó a más de 41.000 personas en 26 países. Este informe de la serie Perspectivas presenta el resumen ejecutivo del informe regional recientemente publicado, La cultura política de la democracia en las Américas, 2012: hacia la igualdad de oportunidades. En el informe completo, se analizan las respuestas a las nuevas preguntas y a los módulos estándar de preguntas con el objetivo de desarrollar un retrato de la opinión pública en las Américas. En la ronda de 2012, se puso un énfasis especial en los temas relacionados con la igualdad de oportunidades. Los lectores interesados pueden encontrar el informe completo en la página web (www.americasbarometer.org). Todos los datos del Barómetro de las Américas están también disponibles en dicha página. La serie Perspectivas es co-editada por Jonathan Hiskey, Mitchell A. Seligson y Elizabeth J. Zechmeister con el apoyo administrativo, intelectual y técnico del equipo de LAPOP en Vanderbilt University.
En la ronda de 2012 de la encuesta del Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), se examinan las desigualdades que afectan la calidad, y en algunos casos la estabilidad de la vida social, económica y política en las Américas 1. Se parte de un extenso grupo de preguntas de la encuesta de 2012 del Barómetro de las Américas de LAPOP. El estudio cubre 26 países, lo que lo convierte en un proyecto de entrevistas verdaderamente regional 2. El informe, la cultura política de la democracia en las Américas: hacia la igualdad de oportunidades 3, complementa la serie de informes por país del Barómetro de las Américas de 2012 ofreciendo una perspectiva comparada sobre las desigualdades en las experiencias y las actitudes entre los individuos y entre países. En la primera parte del informe, se presta especial atención a las desigualdades por género, raza/etnicidad (incluyendo el tono de piel), la educación de los padres y el estatus social, así como las actitudes hacia las personas homosexuales, hacia aquellas que reciben asistencia pública y los discapacitados. Más allá de medidas objetivas de desigualdad, se consideran las actitudes hacia la participación política y económica de grupos históricamente marginalizados así como las 1 Números anteriores de la serie Perspectivas pueden encontrarse en: http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php Los datos en los que están basados pueden encontrarse en http://www.vanderbilt.edu/lapop/survey-data.php 2 El financiamiento de la ronda 2012 del Barómetro de las Américas fue proporcionado principalmente por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Otras fuentes importantes de apoyo fueron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Vanderbilt University. 3 El informe fue escrito por un equipo de investigadores: Ryan E. Carlin (Georgia State University), Fred Batista Pereira (Vanderbilt), Mollie Cohen (Vanderbilt), Nicole Hinton (Vanderbilt), Gregory J. Love (University of Mississippi), Mason Moseley (Vanderbilt), Mariana Rodriguez (Vanderbilt), Matthew M. Singer (University of Connecticut), Amy Erica Smith (Iowa State University), Elizabeth J. Zechmeister (Vanderbilt), y Daniel Zizumbo- Colunga (Vanderbilt). El informe fue editado por Mitchell A. Seligson, Amy Erica Smith, y Elizabeth J. Zechmeister. Gráfico 1. Cobertura del Barómetro de las Américas en 2012 políticas para remediar las desigualdades. También se examinan cómo las desigualdades se relacionan con las actitudes hacia el sistema político. En la parte final del informe, se amplía la perspectiva para considerar temas relativos al desempeño del gobierno en áreas clave (la economía, la delincuencia y la corrupción); el gobierno local y la legitimidad democrática. En la Parte I, se examinan las (des)igualdades de oportunidades en las Américas. En el primer capítulo, se describen las desigualdades económicas y sociales según las características demográficas. Esta mirada al Barómetro de las Américas de 2012 revela importantes desigualdades en los niveles de educación, riqueza, ingreso e inseguridad alimentaria. Las personas con tonos de piel más oscuros, en promedio, tienen menos años de educación y menores ingresos que aquellos con tonos de piel más claros. Las mujeres que trabajan tienen ingresos personales más bajos en promedio que los hombres, incluso después de tener en cuenta la educación. Además se encuentra que LAPOP 2013, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas Página 1
tanto las personas de piel más oscura y las mujeres tienen un mayor riesgo de inseguridad alimentaria en las Américas. Adicionalmente, se encuentra que los antecedentes familiares (medidos por los años de educación de la madre) están fuertemente relacionados con qué tan bien o qué tan mal les va a los ciudadanos en las Américas. Al analizar la opinión pública, se encuentra que muchas personas en las Américas apoyan la acción del Estado para reducir la desigualdad. Con la excepción de los Estados Unidos, el ciudadano promedio en todos los países de las Américas está muy de acuerdo con que el Estado debería implementar políticas que reduzcan las desigualdades de ingreso. Pero, por otro lado, cuando se pregunta sobre las políticas diseñadas para grupos particulares se encuentran opiniones más diversas. Por ejemplo, el apoyo promedio para políticas de acción afirmativa basadas en la raza o el tono de piel, se sitúa justo por debajo del punto neutral en el conjunto de las Américas. El ciudadano promedio apoya significativamente estas medidas en ocho países, mientras que el ciudadano promedio se opone de alguna manera a la acción afirmativa en siete países. También se encuentra evidencia de un estigma hacia la asistencia pública, que se observa en las percepciones negativas hacia aquellos que reciben asistencia social en varios países. Por lo tanto, existe cierta tensión en la opinión pública en las Américas: mientras algunos están a favor de la intervención estatal para reducir la desigualdad, otros adoptan una visión negativa de las políticas dirigidas a ciertos grupos raciales así como de aquellos que reciben asistencia estatal. Además, se encuentra evidencia de que las actitudes discriminatorias conducen a la desigualdad en las Américas. Por ejemplo, en 13 países al Cultura política de la democracia en las Américas, 2012 El Barómetro de las Américas de 2012 contiene entrevistas con 41,632 personas de 26 países. Cada muestra nacional consiste de un mínimo de 1,500 entrevistados y los márgenes de error son de +/- 2.5%. menos el 20% de la población cree que la pobreza de las personas piel oscura se debe a su cultura. Además, aproximadamente el 30% de los ciudadanos de las Américas está algo de acuerdo con la idea de que los hombres deberían tener prioridad sobre las mujeres en el mercado laboral. Al mismo tiempo, hay una variación significativa en las experiencias y actitudes a lo largo de las Américas. El Capítulo Uno, proporciona las percepciones sobre la noción de que los gobiernos y los ciudadanos en las Américas que desean crear más igualdades de oportunidad para sus ciudadanos enfrentan tanto niveles de apoyo como limitaciones que varían de país a país. En el Capítulo Dos se mide la participación entre diferentes grupos en la política electoral y la sociedad civil. Se encuentra que los niveles de voto autorreportados por género han convergido a lo largo del tiempo: en 2012, no hay evidencia de una brecha de género en la participación electoral. Se encuentra, sin embargo, que los roles de género están relacionados con otras formas de participación cívica y política. En las Américas en su conjunto, las amas de casa participan más que los hombres y que las mujeres que no son amas de casa en asociaciones religiosas y de padres, aunque esta participación no siempre se refleja en posiciones de liderazgo en éstas u otras organizaciones. Los hombres, por otro lado, tienen una mayor probabilidad de participar en organizaciones de mejoras de la comunidad tanto como miembros y como líderes, tienen también una mayor probabilidad de intentar convencer a otros sobre las opiniones políticas, y de trabajar en campañas políticas. Más allá de la brecha de género, se examinan las desigualdades en la participación entre los diferentes grupos socioeconómicos y las diferentes líneas raciales. La buena noticia es LAPOP 2013, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas Página 2
que en promedio se encuentra escasa evidencia de diferencias en participación entre diferentes grupos raciales, aunque en un número de países los ciudadanos con piel más oscura tienen mayor probabilidad de participar más que otros en campañas políticas. Sin embargo, las noticias no tan buenas son que las desigualdades son mucho mayores y más persistentes entre líneas de clase social: aquellos que son más ricos y con mayor nivel de educación participan mucho más en la mayoría de formas de participación política que los que tienen menores niveles de educación y que los ciudadanos más pobres. Dado que las actitudes pueden crear barreras a la participación en las actividades políticas y cívicas, se examina también la opinión pública con respecto a la participación de diferentes tipos de personas. Aunque las opiniones en promedio tienden a situarse en contra de la discriminación, no obstante se encuentra que aproximadamente uno de cada cuatro personas en las Américas cree que los hombres son mejores líderes políticos. Sin embargo, al mismo tiempo, entre aquellos que distinguen entre géneros, los individuos tienen a reportar que las mujeres políticas son menos corruptas y más capaces de manejar la economía. Adicionalmente, se encuentra que el 10% de los ciudadanos expresan actitudes discriminatorias hacia los líderes políticos de piel más oscura, mientras el 20% está en desacuerdo con permitir a las personas con discapacidad postularse para un cargo político, y el 51% desaprueban que los homosexuales se postulen. En el Capítulo Tres, se relacionan las diferencias sociales, económicas, y políticas en las Américas con medidas de satisfacción pública y de estabilidad democrática. Se evalúa como las experiencias con la discriminación están asociadas con la eficacia interna (las evaluaciones de la capacidad propia de entender los asuntos de la política) y con la eficacia externa (la creencia que los políticos se preocupan por los intereses de uno). Los niveles promedio de la discriminación autorreportada en las oficinas gubernamentales o en lugares públicos son bajos. Sin embargo, la gente que se autoidentifica como negra o indígena tiene una probabilidad mucho mayor de reportar haber sido discriminados. Las mujeres no tienen una probabilidad mayor a la de los hombres de reportar discriminación. Los análisis revelan que las experiencias con la discriminación están asociadas con una mayor eficacia interna y con una menor eficacia externa. Es más, aquellos que reportan mayores niveles de discriminación tienen menores niveles de apoyo al sistema y de apoyo a la democracia. Mayores niveles de discriminación autorreportada están también asociados con mayores niveles de protesta niveles de protesta que son casi el doble de los de aquellos que dicen no haber sido víctimas de la discriminación. La Parte II amplía el enfoque de la ronda 2012 de la encuesta del Barómetro de las Américas de LAPOP. En esta sección, se examinan temas relativos a la gobernabilidad, al desempeño del gobierno local y al apoyo a la democracia en las Américas. La introducción a la Parte II, escrita por los autores de esa sección, proporciona un detallado resumen. Aquí se discuten solo alguno de los hallazgos. El Capítulo Cuatro examina el desempeño del gobierno en la economía, la delincuencia, y la corrupción, todos los cuales se espera que influyan sobre los niveles de satisfacción con la vida. En general, los ciudadanos de las Américas perciben que el desempeño económico del gobierno está mejorando: las evaluaciones de la economía personal y nacional continúan mejorando en 2012. Los niveles de delincuencia han bajado en promedio en las Américas en 2012 (comparado con 2010), pero las experiencias varían significativamente por país. Lo mismo se puede decir cuando se consideran las preocupaciones sobre la corrupción. Por ejemplo, el 32% de los hondureños reportan que los temas relacionados con la corrupción y el gobierno constituyen los problemas más importantes que afronta el país, mientras que menos de un 5% LAPOP 2013, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas Página 3
de la población en Nicaragua, Uruguay y El Salvador expresan la misma preocupación. En general, en las Américas, las percepciones de corrupción han disminuido algo pero permanecen en niveles altos. Las experiencias reales con la corrupción (que se haya pedido un soborno para acceder a servicios públicos) han aumentado algo en comparación a los niveles encontrados en la encuesta del Barómetro de las Américas de 2010. Sin embargo, y probablemente debido en parte a los constantes resultados económicos positivos, la satisfacción con la vida en las Américas está aumentando. El Capítulo Cinco, se centra en el gobierno local, y examina la participación ciudadana y las percepciones de su efectividad y desempeño. Los datos revelan niveles muy bajos de participación y de interacción con el gobierno local así como niveles mediocres de satisfacción. Hay una gran variación entre países: en Haití, el 21% de los entrevistados reportan haber participado en reuniones municipales en los últimos doce meses, mientras que solo el 4% de los chilenos reportan lo mismo. Mayores niveles de participación están asociados con mayores peticiones de solicitud de ayuda al gobierno local, pero solo un número limitado de ciudadanos siente que esas solicitudes fueron atendidas. Se encuentra bastante consistencia en estas mediciones de 2012 cuando se comparan con periodos temporales anteriores. También se encuentra que menores niveles de confianza en el gobierno local se asocian con niveles de desempeño y niveles de participación bajos. El Capítulo Seis aborda las actitudes democráticas en las Américas. Los análisis de los datos del Barómetro de las Américas revelan que las siguientes actitudes han mejorado a lo largo del tiempo: confianza en las instituciones democráticas, apoyo al Estado de derecho, y apoyo al sistema político. La tolerancia política y el apoyo a la democracia han permanecido altos durante la mayor parte del tiempo. Los niveles de apoyo a la democracia más altos se encuentran en Uruguay, Venezuela y Argentina, y los más bajos en Honduras. Es más, los análisis revelan que aquellos que se benefician del sistema actual lo apoyan; sin embargo, son también los menos tolerantes al disenso (es decir, a los derechos de los críticos del régimen para participar en política). Los análisis afirman que mejorar la capacidad de las instituciones estatales con respecto al desempeño económico, reducir la delincuencia, eliminar la corrupción, y mantener la transparencia mejorará las bases actitudinales y normativas de la democracia. El informe comparado completo del Barómetro de las Américas de 2012, y todos los informes específicos por país, y todos los informes de la serie Perspectivas, están disponibles de manera gratuita en www.americasbarometer.org. Del mismo modo, los datos de la ronda 2012 del Barómetro de las Américas están disponibles sin costo alguno en la misma página web. Las personas e instituciones pueden también subscribirse para recibir un acceso Premium a los datos, códigos y apoyo técnico. LAPOP 2013, Perspectivas desde el Barómetro de las Américas Página 4