A MODO DE INTRODUCCIÓ N SRI YUKTESWAR HABLA DEL CONOCIMIENTO REVELADO. Año 2001

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1 A MODO DE INTRODUCCIÓ N SRI YUKTESWAR HABLA DEL CONOCIMIENTO REVELADO Año 2001 maestros_espirituales@uol.com.ar 1

2 A MODO DE INTRODUCCIÓN SRI YUKTESWAR HABLA DEL CONOCIMIENTO REVELADO Tal vez resulte sorprendente en una civilización que permanentemente se plantea una información y un conocimiento masivos, transmitir mensajes y enseñanzas que de antemano se sabe van dirigidas a unos pocos receptores. No resulta esto ilógico? No atenta contra el sentido común? Si nos instalamos en lo que Occidente considera conocimiento y el proceso a través del cual el mismo es transmitido, tanto por escuelas y universidades como por los denominados medios de comunicación de masas, éstas objeciones resultan legítimas. Sin embargo estamos hablando de otro tipo de conocimiento al que podemos calificar, por darle algún nombre, como sabiduría. Cuál es entonces la diferencia con el modo de conocer tal como es concebido en esta época? En que el conocimiento pensado por la filosofía y la ciencia tiene por origen una construcción del sujeto, cuyos resultados inevitablemente provisorios se continúan en un infinito temporal, mientras que lo que nombramos como sabiduría es un saber que proviene de otro plano, de una realidad que está más allá de la dimensión sensible, que nace en aquello que podemos conceptualizar como divino, y su modo de transmisión es la revelación. Ahora bien, por qué esta sabiduría tiene un acceso tan restringido? Acaso no hay una condición natural por la cual todo ser humano tiene acceso al conocimiento? Esto es cierto, por lo menos en alguna medida, si nos referimos a una enseñanza que debe ser comprendida de modo intelectual, pero ocurre que una revelación apunta más allá de lo mental, esto es, tiene que llegar a una fibra interna de la conciencia que despierte un 2

3 substrato que existe en todo hombre, donde moran el amor, la fe, el discernimiento, y que lamentablemente basta observar los acontecimientos del mundo, está profundamente bloqueado en la mayor parte de la humanidad. Cabe la pregunta, cuál es el sentido de esta transmisión? Ayudar, mediante la vibración que las palabras encierran, a quienes intuitivamente se abran a las mismas, a desbloquear esos enormes obstáculos mentales y a poder reencontrarse en la propia intimidad del Ser. En otros términos esta sabiduría, potencialmente abierta a todos, sólo puede llegar a quienes quieran que les llegue. La dificultad de su captación radica en que el hombre está distraído en cuestiones que trata de resolver a nivel científico, y se pierde en la infinidad de preguntas que se diluyen en el sin sentido, en vez de formular esa única pregunta que encierra todas las respuestas. Esta imposibilidad del hombre occidental de reflexionar sobre sí mismo es muy fuerte, y esto lo imposibilita a sentir que él es el canal por donde fluyen todas las acciones y respuestas, precisamente por esa distancia que tomó de su propia conciencia. La consecuencia práctica de este tipo de vida la podemos ver todos los días, y no se necesita más que mirar alrededor. Esta simple observación sería una forma de saber cuál es la conducta que no conviene tener porque a pesar de todos los adelantos materiales el hombre continúa sufriendo, ignorante del sentido profundo de su existencia. De ahí que el ser humano tenga todavía una deuda pendiente con su propio ser, y esta es plantearse la pregunta esencial que dará las verdaderas respuestas. Sin duda hay una gran negación para este enfrentamiento con la propia realidad, pero también en la manifestación dual de todo lo que ocurre en este planeta, existen personas que lentamente van abriendo su conciencia, y empiezan a interrogarse. A esas personas van dirigidas estas revelaciones. 3

4 El conocimiento revelado fue la base esencial de todas las cosmovisiones tradicionales, entendiendo por revelar quitar el velo de la mente y abrirla a la experiencia del Ser. En la India se habla de los sruti, que significa he oído, textos considerados productos de la revelación, a diferencia de los smritis, o comentarios de los tratadistas. También esta revelación aparece en las culturas americanas, como en el Popol-Vuh de los mayas, o en las palabras de los profetas bíblicos que encerraban la Palabra de Jehová, como los oráculos griegos revelaban por boca de la pitonisa, los mensajes de los dioses; y tanto Heráclito como Parménides, los más reconocidos filósofos presocráticos, muestran a sus escritos como fruto de la revelación. Del mismo modo místicos cristianos, entre los cuales puede mencionarse al Pseudo Dionisio, Meister Eckhardt o San Juan de la Cruz, escriben sus obras desde este modo de conocimiento. El iluminismo, fundamento del saber de la modernidad, que si bien por un lado buscó despegar a la conciencia de oscuras supersticiones, también desacreditó esta sabiduría revelada considerándola como uno de los modos de la ignorancia contemplada a la luz de la razón. La ironía que Emmanuel Kant, el más relevante filósofo del siglo XVIII ejerce contra el místico sueco Emmanuel Swedenborg, que habla de sus visiones en las que conversaba con los ángeles y otros seres celestes, es un ejemplo de esto. El siglo XXI no es una época de rishis ni de pitonisas, ni de profetas, ya no son visibles esos personajes que podían ser escuchados por esas comunidades que centraban su vida en las creencias religiosas y buscaban estar en contacto con revelaciones de origen trascendente. Sin embargo el Plan Divino ha dispuesto que estas revelaciones vuelvan a manifestarse y puedan ser difundidas por los maestros y seres espirituales a todas aquellas almas que estén dispuestas a recibirlas, hombres y mujeres que han comprendido que la 4

5 experiencia interior es lo único importante aunque las apariencias y preocupaciones del mundo sean otras y digan otra cosa. 5