PARQUE NATURAL DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS

Transcripción

1 PARQUE NATURAL DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS DÓNDE ESTA SITUADO? El lugar que vais a visitar, el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, se sitúa en la provincia de Jaén al noreste de Andalucía, formando parte de las Cordilleras Béticas. Se trata del espacio protegido de mayor extensión de España, con una superficie de más de hectáreas (podéis haceros una idea de lo grande que es sabiendo que un campo de fútbol tiene una superficie de 1 hectárea, pues juntad más de campos de fútbol e imaginaros el enorme tamaño de este lugar). Se encuentra situado al Este de la provincia de Jaén y colinda con las provincias de Albacete y Granada. En este Parque Natural podemos encontrar, debido a su gran tamaño y sobre todo, a su larga e intrigante historia, numerosos tipos de paisaje que engloban una biodiversidad muy importante de la que podréis disfrutar. Pocos lugares quedan en España donde esto lo podamos encontrar, por ello es un privilegio poderlo conocer y una necesidad cuidarlo para que se pueda conservar en estas condiciones durante mucho tiempo. CÓMO ES SU RELIEVE? El relieve es bastante abrupto, presentado numerosas cimas montañosas que se elevan por encima de los 2000m de altitud, en contraste con los grandes valles por los que discurren los ríos más destacados de esta zona que se encuentran a unos 600m sobre el nivel del mar. Cabe destacar el río Guadalquivir, cuyas aguas vierten en el océano Atlántico, y el río Segura cuyas aguas drenan en el mar Mediterráneo, como los más representativos del Parque. No obstante, la presencia de abundante agua caracteriza a estas sierras, discurriendo por numerosos ríos superficiales o por abundantes sumideros subterráneos. EL HOMBRE HA VIVIDO EN ESTE LUGAR? Es muy interesante la historia de los asentamientos humanos que han tenido lugar en estas sierras. Existe un extraordinario patrimonio arqueológico, etnográfico y

2 un aspecto socio-cultural muy importante. Se han encontrado restos de pobladores prehistóricos, romanos, musulmanes y de la posterior conquista cristiana, viéndose reflejadas las diferentes culturas en los monumentos presentes en los poblados de la zona como Cazorla, La Iruela, Quesada o Segura de la Sierra entre otros. Durante los siglos XV y XVI las principales fuentes económicas de esta región se centraban en la ganadería y la explotación maderera. A comienzos del siglo XVIII se produjo una gran demanda de madera procedente de estas sierras para la construcción naval española y la edificación de la Fábrica de Tabacos de Sevilla. Actualmente, gracias a la belleza de sus paisajes naturales y el enorme atractivo de sus pueblos, se está potenciando el turismo en esta zona. CÓMO ES SU HISTORIA GEOLÓGICA? El singular interés del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas no queda sólo en su valor ecológico y sociocultural, sino que, además, posee una historia geológica propia muy cautivadora. El Parque Natural forma parte de un sistema montañoso que ocupa gran parte de Andalucía conocido como Cordilleras Béticas. Estas cordilleras se extienden desde la provincia de Cádiz hasta la provincia de Jaén, una vez en el Levante de la península se adentran en el mar Mediterráneo y vuelven a emerger originando el archipiélago Balear. Este gran sistema montañoso ha experimentado grandes cambios durante su historia geológica y continúa sometido a nuevos cambios en la actualidad. Sería interesante destacar pequeñas pinceladas de la larga historia de estas montañas. Nos podríamos remontar hasta 220 millones de años atrás, durante el Triásico, cuando aún permanecían los continentes unidos formando un supercontinente llamado Pangea. Durante el Jurásico, se extendía un enorme mar llamado Tethys, quedando el sur de la Península Ibérica como una gran plataforma marina donde vivían numerosos organismos marinos que nos han dejado recuerdos de su existencia en forma de fósiles y otros restos. Para que podáis haceros una idea, la línea de costa entonces se encontraba en lo que actualmente es Sierra Morena. Son los famosos fósiles Ammonites, abundantes en este Parque, un ejemplo muy característico de la existencia de este grandioso mar. Más tarde, en el Jurásico, comienza a separarse el supercontinente Pangea formando Europa, Asia y América, al mismo tiempo se produce el nacimiento del océano Atlántico. Es a finales del Cretácico ( millones de años) cuando se produce el choque de una pequeña placa tectónica, procedente del norte de África, con la parte sur de la Península Ibérica que da lugar al levantamiento de estas sierras.

3 Finalmente, a lo largo del Cuaternario tienen lugar los últimos procesos que originan el paisaje tal como lo conocemos, mediante la elevación, la actividad tectónica (proceso por el que se resume el complejísimo y lento proceso por el que los continentes se empotran o se separan unos de otros) y los procesos erosivos (por agua, viento ). FORMACIONES GEOLÓGICAS PECULIARES El Parque está principalmente formado por rocas de naturaleza caliza cuyo origen es sedimentario, por lo que se formaron en el seno de mares a lo largo del tiempo y ascendieron debido al empuje de las masas continentales durante la llamada Orogenia Alpina. La roca caliza se disuelve muy fácilmente con el agua, dando lugar a formaciones muy peculiares en aquellas zonas en que el paso de la misma es constante. Aquí se pueden encontrar algunas de estas peculiares formaciones como el lapiaz, relieves irregulares resultantes de la erosión del agua sobre superficies de roca caliza. También existen torcas o dolinas, depresiones en forma de embudo o redondeadas que suelen contener agua en su interior sirviendo de sumideros para las lluvias. Podrás observar numerosas pedreras o derrubios formados por la fragmentación de la roca de las zonas más altas, parecen ríos de piedra que se deslizan con cierta frecuencia. Además, podréis disfrutar de las llamadas cerradas, se trata de profundos cañones estrechos excavados por la acción del agua sobre montañas calizas. QUÉ PLANTAS PODEMOS ENCONTRAR? Uno de los aspectos por el que Cazorla se ha hecho famosa son sus extensos pinares y montes cubiertos de árboles que alcanzan hasta donde se pierde la vista. Sin embargo, el paisaje que observamos actualmente no tiene nada que ver con el que existió hace 300 años. Cuando surgió la gran demanda de madera para la Armada española, los bosques de encinas, robles, quejigos, arces y serbales fueron sustituidos por los pinares, siendo el paisaje predominante en la actualidad. No obstante, existen numerosas y abundantes formaciones boscosas con una gran diversidad de especies vegetales. Se conocen cerca de 2000 especies de plantas superiores que corresponde con algo más del 25% de la flora vascular de toda España (es decir, en algo menos del 0,5% del país se concentra el 25% de las plantas de España). A continuación vamos a describir algunos de estos bosques para que os hagáis una idea de los que vais a conocer. PINARES

4 El pinar, como ya hemos comentado, es el bosque predominante en estas sierras, cubriendo cerca del 70% del Parque. Aunque han sido favorecidos por la acción del hombre, los pinos son árboles autóctonos desde hace, al menos, años. Principalmente están representadas tres especies de pino: el laricio o salgareño, el carrasco, y el negral o resinero. Cada uno de ellos ocupa territorios con matices ecológicos diferentes, dependiendo de la altitud en la que se encuentra, las precipitaciones que recibe y el tipo de suelo en el que se soporta, entre otras cosas. Las partes más bajas de la montaña están ocupadas por el pino carrasco, desde los 600m hasta los m de altitud aproximadamente. En las zonas más húmedas y algo más elevadas aparece el pino resinero. Y en las zonas más elevadas aparece el pino laricio llegando a los 1800m de altitud. Podemos encontrar otros árboles y arbustos que conviven con los pinos, las especies pueden variar dependiendo de las condiciones ecológicas del lugar, pero éstas suelen ser escaramujos, majuelos, enebros, sabinas rastreras, madreselvas, arlos, lentiscos, romeros, durillos, y otras. ENCINARES Los encinares en sentido amplio, seguramente ocuparan buena parte de la superficie del Parque, principalmente en altitudes inferiores a 1000m. La intervención humana, mediante las cortas para leña, el carboneo y la expansión artificial del pinar han disminuido estas extensiones boscosas. Los encinares son bosques en los que predominan especies de hoja perenne, es decir, en las que la hoja no se pierde en ninguna época del año, siendo la encina el árbol más abundante. Estos bosques suelen estar formados por plantas capaces de resistir la sequía que existe en la región mediterránea durante el verano. Para ello, tienen unas hojas duras y presentan determinadas adaptaciones que evitan la pérdida de agua. Además de encinas, están presentes otros árboles como el espino blanco, el enebro, los agracejos, mostajos y madroños. Entre los arbustos que puedes encontrar están el rusco, el torvisco, el lentisco, el jazmín silvestre o la coscoja. Cuando los encinares son densos las copas de los árboles dejan pasar muy poca luz al interior del bosque, por tanto, en ellos es común encontrarse con lianas capaces de trepar hasta las copas de los árboles en busca de luz. Entre estas plantas trepadoras podrás encontrar zarzaparrillas, rubias, clemátides y madreselvas. QUEJIGARES Y ACERALES

5 Al igual que ha ocurrido con los encinares, estos bosques han sufrido una importante reducción como consecuencia de la intervención humana. En el pasado debieron de representar grandes extensiones entre los 1000 y 1500m de altitud. Los quejigares y acerales son bosques en los que predominan especies de hoja caduca (las hojas se pierden durante el invierno) en los que predominan los quejigos, arces, cerecinos, serbales y tejos entre las especies arbóreas. Los arbustos y herbáceas que suelen acompañar son las peonías, eléboros y Daphne. Al tratarse de especies de hoja caediza, en otoño muestran una increíble gama de tonalidades ocres, amarillos pálidos, rosáceos y rojos intensos que maravillan al espectador. ROBLEDALES, AVELLANARES Y SABINARES Además de los anteriores bosques mencionados tenemos representación, aunque algo menor, de otros tipos de bosques de gran interés. Los robledales, donde predomina el roble melojo, quedan relegados a una pequeña parte de la sierra de Segura donde se dan las condiciones necesarias para su supervivencia (suelos ácidos, poco comunes aquí, y lugares poco soleados). Los avellanares también están muy restringidos, pero en este caso a barrancos umbríos y frescos, donde el avellano es la especie más característica, junto con acebos y mostajos. En último lugar, representados en el polo opuesto a los avellanares, nos quedan los sabinares de sabina negra. Éstos son árboles de cerca de 10m de altura que abundan en las zonas de roca caliza desnuda, lugares en los que el sol durante el verano azota con fuerza y en los que existe una mínima retención de agua. MATORRALES En el Parque se pueden encontrar numerosas formaciones de matorral en los que no hay presencia de árboles. Los matorrales pueden ser causa de la destrucción humana debido a las talas y fuegos, o bien matorrales naturales en los que los árboles tienen dificultad para crecer. Son frecuentes los matorrales dominados por plantas aromáticas como el espliego, la mejorana o el tomillo, también abundan los retamares, romerales, jarales y aulagares. Son de destacar los matorrales rastreros que se encuentran en las altas cumbres de la montaña, allí donde el suelo es pedregoso, el clima extremo (veranos muy secos y calurosos e inviernos fríos). Son curiosos estos matorrales por su porte almohadillado (similares a cojines semicirculares) y muy espinosos a los que se les conoce popularmente como piornos o cojines de monja. Asociados a estos matorrales encontramos numerosos endemismos del Parque, cuya presencia queda relegada a una pequeña zona del sur de la Península Ibérica.

6 JARDINES COLGANTES Existe una variedad enorme de plantas que viven enraizadas en pequeñas grietas y repisas, o directamente sobre la roca desnuda que forman interesantísimas comunidades vegetales. Estos jardines colgantes, al igual que ocurre con la vegetación de las altas cumbres pedregosas, presentan una enorme cantidad de especies endémicas (exclusivas de este lugar). Dependiendo de cómo sean las condiciones de la roca (humedad, temperatura, etc) estarán presentes unas plantas u otras. Cabe destacar la presencia de una peculiar planta que vive en paredes muy húmedas, ésta es la Pinguicula vallisneriifolia, una planta insectívora que posee unas largas hojas con abundantes glándulas que segregan una sustancia pegajosa donde quedan adheridos los insectos al posarse y donde posteriormente son digeridos. QUÉ ANIMALES PODEMOS ENCONTRAR AQUÍ? Toda esta variedad de bosque sirven de cobijo y alimento para múltiples especies de animales. PECES, ANFIBIOS Y REPTILES En cuanto a riqueza de especies de peces no pueden presumir las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Solamente 9 especies de peces habitan las aguas de estas montañas. Quizás el pez más representativo del Parque sea la trucha común, restringida a los ríos de aguas limpias y bien oxigenadas. En cuanto a anfibios, se han descrito alrededor de media docena de especies, entre los que cabe destacar la salamandra, abundante en las zonas húmedas, y el sapillo partero ampliamente distribuido en el Parque. Cerca de veinte especies de reptiles se han registrado hasta la fecha, destacando la lagartija de Valverde, cuya distribución queda limitada a estas sierras y la vecina sierra de Alcaraz. En las zonas pedregosas y elevadas se encuentran refugiadas las víboras, mientras que en los ríos y lagunas habitan los galápagos y las inofensivas culebras de agua. AVES El Parque alberga unas 130 especies de aves, una cifra bastante importante. Presenta unas 26 especies de rapaces, algunas como el águila calzada, el águila culebrera y el alcotán sólo están presentes durante la época de nidificación, mientras que otras, como el águila real, el azor y el cárabo, habitan durante todo el año.

7 Una de las especies a la que se ha dado una especial atención es al quebrantahuesos, éste es un buitre algo peculiar cuya principal alimentación son los huesos. Este arroja desde el aire los huesos de gran tamaño apuntando a las rocas para que se troceen y poder comérselos después. Éste ave sufrió la extinción de sus poblaciones en estas sierras por causas humanas, actualmente sobrevuelan estas montañas de nuevo. Debido a las grandes extensiones boscosas que presenta el Parque, no sorprende que exista una gran variedad de pájaros forestales. En los pinares abundan carboneros garrapinos, herrerillos capuchinos, reyezuelos listados, piquituertos y pájaros carpinteros. En los encinares podemos ver al mito, al chochín, agateadores o trepadores azules entre otros. En los bosques donde existen numerosas plantas que producen frutos carnosos podremos observar otras especies que se suman a las especies sedentarias durante el invierno, como son los zorzales, las currucas, mosquiteros y pinzones. Al igual que en las plantas, las paredes rocosas son también el hábitat de numerosas aves que utilizan estas paredes para nidificar. El buitre leonado y el alimoche son dos buitres que nidifican en estos lugares. El águila real y la perdicera, así como el halcón común, son algunas de las rapaces que aprovechan las repisas de los cortados para hacer sus nidos. Además de rapaces, otras aves como los aviones, vencejos, grajillas y chovas utilizan los huecos y grietas de los acantilados para nidificar. También hay una gran variedad de aves que viven en las riberas. En los cursos altos de los ríos, donde el agua limpia y oxigenada fluye con rapidez, podemos encontrar al mirlo acuático zambulléndose en el agua para capturar las larvas que se encuentran en el fondo de los arroyos. También podemos observar dos especies de lavandera alimentándose de los insectos capturados en las orillas de los ríos, y al colorido martín pescador. MAMÍFEROS Se conocen alrededor de 30 especies de mamíferos en el Parque, de los cuales, un tercio, corresponde a murciélagos que habitan en cuevas y grietas de las rocas. Los mamíferos carnívoros están muy bien representados, con 8 especies. Entre ellos podemos mencionar la garduña, el tejón, el zorro, la nutria, la garduña y el gato montés.

8 Los grandes herbívoros son los más conocidos y más fáciles de observar. El jabalí, la cabra montés, el ciervo, el gamo, y el muflón son los cinco representantes en este Parque de los que sólo las tres primeras son originarias de esta zona. El gamo y el muflón fueron introducidas posteriormente. LOS INVERTEBRADOS Existe una enorme riqueza de invertebrados aún desconocida en el Parque, por tanto, no se puede precisar el número de especies que aquí están presentes. No obstante, se han realizado estimas que indican que alrededor de la cuarta parte de todas las especies ibéricas de insectos se encuentran presentes aquí. Además, existen al menos 42 especies endémicas de invertebrados.