TEMA 0 EL CRISTIANISMO MÁS ALLÁ DEL LIBRO

Transcripción

1 Revista de Pastoral Juvenil noviembre-diciembre TEMA 0 EL CRISTIANISMO MÁS ALLÁ DEL LIBRO José Serafín Béjar Bacas 1 1. Presentación del tema En el principio fue el encuentro. Así es, en el comienzo de ese movimiento religioso que llamamos cristianismo aconteció un encuentro. Concretamente, aquel que tuvieron unos asustados discípulos de viernes santo con el Señor resucitado. Si todo hubiera quedado en las sombras del viernes, nadie se habría atrevido a ser el portavoz de un muerto. Además, los discípulos quedaron tan profundamente impactados por la figura de Jesús de Nazaret, mientras recorrían junto a Él los polvorientos caminos de Palestina, que a nadie se le habría ocurrido hablar de otra cosa que no fuera Él mismo. Y si Él estaba muerto, no era posible decir nada. Por ello, los discípulos de Jesús tuvieron la impresión de que todo había acabado cuando contemplaron al maestro colgado de una cruz. Después, huyeron. Huyeron para escapar de una suerte semejante; a lo mejor, para escapar de sí mismos y de su tremenda frustración. Sin embargo, después del ocaso del viernes, amaneció un domingo de vida, el primer día de la semana. Y aquellos mismos que habían huido, aparecieron en la plaza pública, contando una locura: No está muerto, ha resucitado!. Por ello, porque en el principio fue el encuentro, para los cristianos el final se constituye en un verdadero comienzo. Ahora, fundados en este acontecimiento, aquellos discípulos se sienten enviados al mundo entero para seguir haciendo presente con sus vidas la presencia viva del Señor Jesús. Al origen de todo no está el libro, sino el encuentro. Hubo muchos años de cristianismo primitivo en los que no existían todavía los escritos que conformarían el Nuevo Testamento y, sin embargo, existía una Iglesia organizada que celebraba la eucaristía, predicaba la palabra y vivía en la caridad. Por esta razón, algunos se equivocan 1 Profesor de cristología y antropología teológica. Facultad de Teología de Granada.

2 Revista de Pastoral Juvenil noviembre-diciembre cuando consideran al cristianismo, junto al judaísmo y al islam, como religiones del libro. El cristianismo no es una religión del libro, sino la religión del encuentro con Jesús que, resucitado por Dios Padre, nos regala su Espíritu Santo. Desde aquí hemos de comprender uno de los conceptos fundamentales de nuestra fe: la revelación. Cuando el cristianismo se comprende como religión del libro, la revelación se convierte en un acto por medio del cual Dios nos dice verdades acerca de sí mismo y de su misterio. De esta manera, el cristianismo degenera en doctrina que hay que aprender y saber, como si ser cristiano fuera un ejercicio intelectual. Una prueba de esto fueron los catecismos de los jesuitas Gaspar Astete y Jerónimo Martínez de Ripalda, que, desde el siglo XVI, ayudaron a socializar en la fe cristiana a millones de creyentes hispanohablantes y que eran concebidos como conjunto de preguntas y respuestas destinadas a la memorización. Así, en estos catecismos, se ofrecía aquella doctrina que había que sabercreer para salvarse. Ahora bien, cuando el cristianismo se comprende como religión, no del libro, sino del encuentro, la revelación no es el acto por medio del cual Dios nos comunica verdades, sino el acontecimiento por medio del cual Dios se entrega a sí mismo como vida para los hombres. Lo cristiano pasa de ser un ejercicio intelectual para convertirse en una relación, donde es posible tratar a Dios como a un amigo. Desde aquí, sí podemos responder a una serie de preguntas que son esenciales para comprender la especificidad del cristianismo. Qué es la revelación? El evento por medio del cual Dios se da a sí mismo como salvación y vida para todos los hombres. La revelación hace referencia a una historia de amistad entre Dios y la humanidad, una aventura de amor de un Dios que, lejos de quedarse aislado y sólo en su cielo de nubes, decide crear un mundo al que quiere dar su misma vida. Se trata, por tanto, de un Dios que se expone; es decir, Dios se arriesga porque crea como interlocutor suyo una humanidad que posee la capacidad de la aceptación o del rechazo del propio Dios. De qué manera se revela Dios? de qué forma se da a sí mismo? La respuesta aquí es contundente: en su Hijo único Jesucristo. Dios, al revelarse, se dice en una persona de carne y hueso. Esa es su palabra más bella dirigida a nuestra humanidad. Por esta razón, cuando hablamos de la Palabra de Dios, no estamos hablando de la Biblia. La Biblia, que contiene la palabra de Dios, no puede ser identificada, sin más, con dicha Palabra. Para el cristianismo, la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros (Jn 1, 14). Se trata de una

3 Revista de Pastoral Juvenil noviembre-diciembre Palabra que puede oírse, pero que también puede verse y tocarse porque está encarnada en un judío del siglo I. Quizá nos cueste trabajo entender esto porque vivimos en un mundo donde existe una clara devaluación de la palabra. En efecto, pensamos que las palabras son simples sonidos que sirven para comunicarnos, pero que dejan inalterada la realidad. Sin embargo, es interesante descubrir que es posible hacer cosas con las palabras, es decir, que las palabras no sólo informan, sino que transforman. Esto es algo que aparece con evidencia en el mundo cultural y religioso de los hombres de la Biblia. De hecho, en las primeras páginas del Génesis, el primer libro de las Escrituras, contemplamos a un Dios que crea el mundo con su Palabra: Dios dijo: Haya luz! Y hubo luz (Gen 1,3). O de otra manera, el decir de Dios es hacer. También los humanos participamos de esta capacidad divina y, nuestras palabras, no sólo informan, sino que transforman. Hay palabras tan densas, tan hondas, tan ricas de significado que, con sólo pronunciarlas, estamos recreando la realidad; en sentido bello y, también, en sentido trágico. Así pues, la substancia de la revelación no consiste en la enseñanza de una doctrina, sino en la aparición de una presencia en medio de este mundo. Por esta razón, Jesucristo es considerado para los cristianos como la plenitud misma de la revelación. O de otro modo, sólo sé cómo es Dios contemplando el rostro humano de Jesús de Nazaret. Y, al mismo tiempo, sólo sé qué significa ser hombre contemplando el rostro divino de este profeta galileo. Por último, cuál es la finalidad de la revelación? para qué se da Dios a sí mismo en su Hijo Jesucristo? A estas preguntas debemos responder que Dios se revela para crear comunión entre los hombres e invitarlos a participar de su naturaleza divina. Si Dios Padre se ha manifestado en su Hijo Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo es para regalarnos la abundancia de su misma vida. Una vida que, en el seno del Dios trinidad, es comunión. Las fracturas internas y externas que continuamente experimentamos, cuando nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo que nos ha tocado vivir, quieren ser superadas por un Dios que nos regala una participación en su propia vida. El cristianismo no es un libro, tampoco una moral más o menos esclarecida, no es una ideología que ofrece una explicación global del mundo, ni un conjunto de

4 Revista de Pastoral Juvenil noviembre-diciembre mandamientos o ritos que hemos de cumplir. El cristianismo es la experiencia gozosa de un Dios que se ha hecho hombre para que todos los hombres puedan participar de su misma vida divina. 2. Textos para profundizar Os escribimos acerca de lo que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la palabra de vida. Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y os anunciamos esa vida eterna que estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Os anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que tengáis comunión con nosotros, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestra alegría sea completa (1 Jn 1,1-4) La Palabra aquí no se expresa principalmente mediante un discurso, con conceptos y normas. Aquí nos encontramos ante la persona misma de Jesús. Su historia única y singular es la palabra definitiva que Dios dice a la humanidad. Así se entiende por qué no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva (Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, 11) La doctrina cristiana afirma, en efecto, que por la humanización del Hijo de Dios, por su muerte y su resurrección, por el misterio de la fe y de la gracia, toda la creación se ha visto exhortada a abandonar su aparente concreción objetiva y a situarse, como bajo una norma decisiva, bajo la determinación de una realidad personal, a saber: bajo la persona de Jesucristo. Ello constituye, desde el punto de vista lógico, una paradoja, ya que parece hacer problemática la misma realidad concreta de la persona. Incluso el sentimiento personal se rebela contra ello. Someterse, en efecto, a una ley general cierta bien natural, mental o moral no es difícil para el hombre, el cual siente que al hacerlo así continúa siendo él mismo, e incluso que el reconocimiento de una ley semejante puede convertirse en una acción personal. A la pretensión, en cambio, de reconocer a otra persona como ley suprema de toda la esfera religiosa y, por tanto, de la propia existencia, el

5 Revista de Pastoral Juvenil noviembre-diciembre hombre reacciona en sentido violentamente negativo (R. Guardini, La esencia del cristianismo, Madrid 1959, 21) 3. Para trabajar Cuestionario 1. Señala aquellos aspectos del tema expuesto que hayan captado de modo significativo tu atención y explica por qué. 2. Sería también interesante que apuntaras aquellas dudas que te surgen tras la lectura del texto. 3. Qué realizaciones concretas de lo cristiano percibes en los ambientes en los que te mueves? Te parece que se ha comprendido la especificidad del cristianismo y se vive acorde con ella? 4. El cristianismo entendido como moral o ética, el cristianismo entendido como doctrina, el cristianismo entendido como ritualismo Cuál de estos modelos encuentras más arraigado en la actualidad? 5. Señala palabras que informan y palabras que transforman. 6. Cuáles son las consecuencias concretas que se derivan de la consideración del cristianismo como una persona? 7. Participar de la misma vida divina : A qué nos referimos? Lo experimentas en tu vida de fe? Cómo? Lecturas suplementarias - Constitución dogmática del Concilio Vaticano II Dei Verbum - Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini - J. Ratzinger, Introducción al cristianismo Algún enlace Alguna película Ordet (La Palabra) (1955) Carl Theodor Dreyer