TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Una mente transformada I Qué pensar de sí mismo?

Transcripción

1 TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Una mente transformada I Qué pensar de sí mismo? Romanos 12: 1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno Hoy quisiera iniciar una serie de 4 conferencias sobre la Transformación de la Mente que debe ocurrir en un cristiano. Dice la escritura que no debemos conformarnos a los pensamientos del mundo, a los pensamientos de este siglo; sino que debemos transformar nuestra mente, renovándola a los pensamientos de Dios; de forma tal que podamos comprobar que la Voluntad de Dios para nosotros es buena, agradable y perfecta. De acuerdo con lo anterior, una mente que no ha sido renovada, sino que se ha conformado a los pensamientos del mundo en estos tiempos, nunca podrá comprobar la extraordinario Voluntad de Dios para su vida. Vivirá como el resto de la gente en este mundo, con todo y que sea cristiano. Comprobar la buena, agradable y perfecta Voluntad de Dios para nosotros requiere de una transformación de la mente. Un cambio de mentalidad absoluto, total. El mundo tiene sus razonamientos, pero el Reino de Dios tiene otros totalmente diferentes. El mundo y el humanismo tiene sus valores, pero el Reino de Dios tiene otros diametralmente diferentes. Si tu perteneces al Reino de Dios no puedes quedarte con los pensamientos, razonamientos y valores del sistema de este mundo, sino que debes transformar tu mente a una mente de Reino, a la mente de un Hijo de Dios, a la mente de Cristo. Transformar nuestra mente no es otra cosa sino un cambio de Cultura. La cultura, de acuerdo con el diccionario, son los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo. La palabra Cultura es derivada de la palabra cultivo. La cultura es el resultado de un cultivo, es sembrar la semilla en una tierra y obtener un fruto determinado bajo las condiciones climáticas y de nutrientes de la misma tierra. Así que todos nosotros hemos nacido en un país de donde hemos aprendido a vivir de cierta forma, donde todas esas formas son la norma, lo que hace que veamos las cosas normales.

2 Cada país tiene su propia cultura, a partir de las saberes, creencias y pautas de conductas sociales. Quisiera ponerte un ejemplo muy claro de transformación cultural que ocurre en lo natural. Sabemos que en México es normal que la gente no respete los señalamientos viales, tales como estacionarse en lugares prohibidos o incluso pasarse los altos. En México tenemos que ser muy precavidos con este tema, de ninguna forma podemos estar confiados en que si tengo el verde en el semáforo puedo pasar con toda seguridad. Pues bien, una misma persona que en México acostumbra pasarse los altos, si se traslada a alguno de las ciudades de Estados Unidos con una cultura opuesta donde si respetan las señales de tránsito, allá si observará las señales y las respetará. Cómo puede ser si es la misma persona? Bueno, pues el ambiente cambió, se encuentra en un ambiente donde lo normal es el respeto a las señales y entonces se adapta a esa nueva cultura. Pues bien, dice la escritura que Apocalípsis 5: 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra Hemos sido comprados por la sangre de Jesús de todo linaje y lengua y pueblo y nación. Cada linaje, es decir una familia, tiene su propia microcultura. Cada pueblo tiene la suya propia, cada nación en su conjunto también tienen la suya, y cada tipo de lengua también. Pero si hemos sido comprados de esas culturas entonces hemos sido trasladados de ellas hacia otra cultura. Dice la escritura que hemos sido trasladados de la potestad de las tinieblas al Reino del Hijo de Dios (Col 1: 13) Por lo tanto no podemos conformarnos a vivir conforme a los saberes, creencias y pautas de conductas de este mundo, a la forma de resolver sus problemas; sino que debemos transformar nuestra mente, nuestra Cultura, a los saberes, creencias y pautas de conductas del Reino de Dios, a la forma en que se resuelven los problemas allí. Así que dentro de todas las cosas que debemos transformar en nuestra mente, hoy quisiera dar inicio a esta serie de conferencias con un tema: Qué debemos pensar de nosotros mismos? Pues bien, dice el Espíritu de Dios que nadie debe tener un concepto más alto de sí mismo que el que debe tener. Cada uno debe pensar de sí mismo conforme a la fe. Qué debo creer de mí mismo? DESARROLLO 1. Soy un hijo de Dios. Lo primero que debo creer acerca de mí mismo es esto: Romanos 8: 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de

3 adopción, por el cual clamamos: Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios Todo aquel que cree en el sacrificio de Jesús para su propia salvación ha recibido potestad de ser hecho Hijo de Dios. Cuál es esta potestad que nos hace Hijos de Dios? El Espíritu Santo morando en nuestro ser. El Espíritu de Dios ha llegado a tu vida para dirigirla, para conducirte en los caminos de santidad, para llevarte a nuevos niveles de comunión con Dios, para darte revelación del conocimiento de Dios. El Espíritu de Dios viviendo dentro de ti es la prueba inefable de que tu eres un hijo de Dios. Así que la primera creencia que debemos tener de nosotros mismo es que, gracias al sacrificio de Jesús y por el Espíritu Santo morando en nosotros, somos hijos de Dios, por lo cual ningún miedo debemos tener en este mundo, pues podemos llamar al creador de todas las cosas, al Todopoderoso Dios: Padre. Y añade la escritura: Romanos 8: 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados Ser un hijo de Dios tiene grandes implicaciones: La primera de ellas es que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo. Somos herederos de las riquezas del Reino, de la Gloria del Reino de Dios. Como en la muy conocida parábola del hijo pródigo, el hijo mayor recriminaba a su padre porque aunque había sido obediente y trabajador su padre nunca la había dado nada para hacer alguna fiesta, sin embargo había gastado una fortuna para hacer fiesta porque el hijo malo y desobediente había regresado a casa después de despilfarrar su herencia; entonces el padre le dijo: Hijo, todo lo que hay en casa es tuyo y Yo siempre estoy contigo Si tu eres hijo tienes que saber que todo lo que hay en el Reino es tuyo y puedes tomarlo cuando quieras, no tienes que esperar que se te de. La segunda grandiosa implicación es la que dijo el Padre en dicha parábola: Tu siempre estás conmigo. Nosotros, como hijos de Dios tenemos siempre abierta la puerta para entrar en la Presencia de Dios. No tenemos que llegar a Él a través de terceras personas, no debemos tener miedo de llegar a Él. El Padre valora altamente poder estar contigo, Su hijo. Por lo cual no pienses que hay una barrera entre Dios y tu, el pecado lo era, pero Jesús quitó la barrera. Así que ahora eres Acepto. Efesios 1: 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado Así que ya no eres más esclavo de pecado, sino libre; un hijo libre de Dios, un hijo libre del Dios Todopoderoso, un hijo de Dios heredero de las riquezas de la gloria, un hijo libre que puede presentarse delante del Padre cuantas veces quiera, porque es acepto, porque es amado, porque es HIJO.

4 2. Soy un bendito de Dios. Efesios 1: 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Lo segundo que debo saber y creer acerca de mi mismo es que soy un bendito de Dios, he sido bendecido con TODA bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. No hay maldición que yo arrastre de mi pasado, ni por mis pecados pasados ni por causa de mis ancestros. Cristo Jesús ha cambiado toda maldición en bendición. Cuando las cosas van mal jamás pienses que se trata de alguna maldición ancestral o de algún pecado por allí que te ha alcanzado; tu eres un bendito de Dios y puedes levantarte una y mil veces de las adversidades. Jesús dijo que en este mundo tendríamos aflicción, es una tierra que tiene problemas y aflicciones, pero dijo: Confiad!, Yo he vencido al mundo. Así que gracias a Jesús que venció al mundo, nosotros, con Su bendición podemos hacerlo también. Cuando el pueblo de Dios atravesaba el desierto en su camino hacia la tierra prometida, el rey Balac de los moabitas, contrató a un poderoso profeta de Dios para que los maldijera. Balac sabía que la boca de Balaam, profeta de Dios era poderosa, y que lo que dijera se cumpliría, así que sintiéndose en inferioridad para enfrentarles físicamente quiso entonces maldecirles. Pero sucedía que cada vez que el profeta Balaam abría su boca con la intensión de maldecir a Israel de su boca no salían sino bendiciones. El rey Balac estaba frustrado, Te contraté para maldecirles, no para bendecirles, le decía. Pero Balaam le decía: Nadie puede maldecir lo que Dios ha bendecido Números 22,23 y 24. Así que si tu eres un bendito de Dios no hay maldición que puede llegar a tu vida. Podrán haber hechiceros o brujas que quieran tu mal, que aún sean contratados para hacerte mal, pero esto es lo que tu debes creer de ti mismo: No hay maldición que pueda alterar la bendición de Dios sobre tu vida. Puedes creer? Mientras vivas en esta tierra la bendición de Dios te acompaña a todas partes, eres un bendito de Dios, por la gracia de Jesús. La bendición de Dios enriquece, la bendición de Dios te da salud, la bendición de Dios es sobre ti y sobre tus generaciones. 3. Cielos abiertos sobre ti. La tercera cosa que debes saber de ti mismo, es que los cielos están abiertos sobre ti todo el tiempo. Mateo 3: 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de

5 Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia Esta preciosa escritura dice que el Espíritu Santo descendió sobre Jesús cuando los cielos fueron abiertos, en tanto que una voz del cielo proclamaba que sobre el que se posaba el Espíritu Santo era el Hijo amado de Dios. Quiero que sepas que si eres hijo es porque el Espíritu de Dios ha descendido sobre ti, y si está en ti, quiero decirte que Dios tiene en ti Su complacencia y que desde el mismo momento en que el Espíritu Santo vino sobre ti es porque los cielos se habían abierto para ti. Los cielos pueden estar cerrados para un sitio en específico, debido a la maldad de quienes lo habitan, puede ser un país entero o una ciudad en particular. Pero debes saber de ti mismo que los cielos están abiertos para ti. Que eres templo del Espíritu de Dios y por lo tanto eres Casa de Dios y Puerta del Cielo. Que ángeles suben y bajan donde tu estés, porque cielos abiertos hay sobre tu vida. No obstante que los cielos se abrieron sobre Jesús quiero decirte lo que sucedió inmediatamente después: Mateo 4: 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador El mismo Espíritu de Dios llevó a Jesús al desierto. El desierto es un lugar donde no hay prosperidad, un lugar seco, un lugar de aflicción. Allí estaba Jesús, en medio de la nada, donde tuvo que ayunar 40 días y 40 noches forzosamente, porque no tenía que comer. Algún cristiano podría decir: Las cosas van mal, dónde quedó la bendición de Dios? Dónde están los cielos abiertos? Pues yo quiero decirte que no hay lugar de más cielos cerrados que un desierto, pero donde estaba Jesús los cielos estaban abiertos porque el Espíritu de Dios estaba con Él. El cuerpo y alma de Jesús se debilitaban ante la escasez, y entonces apareció el tentador para intentar quitarle a Jesús su fe de ser un hijo de Dios. Si lo lograba habría descarrilado para siempre su ministerio, pero recuerda: los cielos estaban abiertos para Jesús Cada tentación del diablo fue dirigida a Su mente, cada vez mas ruda, pero en cada una de ellas el Espíritu de Dios traía revelación de la Palabra. Jesús venció sobre todas las tentaciones del diablo, salió victorioso de ese lugar, porque los cielos estaban abiertos para Él. Quiero decirte que si tu eres un hijo de Dios, con la clara evidencia del Espíritu Santo viviendo dentro de ti, entonces los cielos están abiertos sobre ti, cualesquiera que sea tu condición. Debes creer que Dios nunca llegará tarde al darte la provisión que necesitas, ya sea material, ya sea espiritual. Estás en los ojos de Dios y enviará a Sus ángeles para auxiliarte en todo momento.

6 4. Todo lo puedo en Cristo Muchas cosas son las que debemos creer de nosotros mismos, pero hoy tocaré la última en esta conferencia: Dice el apóstol Pablo: Filipenses 4: 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece Pablo sabía muy bien quien era en Cristo Jesús, así que no permitía que ninguna circunstancia de esta vida determinara su estado de ánimo o resultados de su vida. Dice Proverbios 30: 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. Esta oración es de Agur y está incluida en los Proverbios. No fue escrito por Salomón. Pero muestra los pensamientos de muchas personas: Dios no me da riquezas porque tal vez estando saciado ya no buscaría a Dios sino que me volvería orgulloso y negaría al Señor. Pero le tienen mucho miedo a la pobreza porque entonces tal vez hasta blasfemarían de Dios al verse tal situación. Pero el apóstol Pablo sabe quien es en Cristo y dice: Teniendo riquezas y sus tentaciones o pobreza y sus tentaciones; yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Las circunstancias jamás podrán definir tu futuro, ni quien eres. Tu eres lo que Dios dice que eres, debes creerlo y entonces podrás ver que TODO lo puedes en Cristo que te fortalece. Dice la escritura que eres más que vencedor en Cristo Jesús sobre toda circunstancia, sobre todo espíritu, sobre toda tentación, sobre todas las artimañas del enemigo. Si tu eres un hijo de Dios dilo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! 5. Ministración. Como podrás darte cuenta es muy importante creer en Dios, sabiendo que Él es benefactor de quienes confían en Él, es muy importante creer en el sacrificio de Jesús pues por Su gracia recibimos salvación y somos hechos hijos de Dios, pero es muy importante que creas en ti mismo, no como el mundo cree, sino como Dios dice quien eres.

7 Debes creer en el evangelio, en las buenas noticias del Reino para ti. Cambiar tu mentalidad, no seguir pensando de ti mismo que eres un perdedor, que eres un debilucho. Jesús dijo: Como creíste te sea hecho. Si tu crees que eres nadie siempre dirás: Primero Dios y que esto suceda! Pero si crees que eres Hijo de Dios, bendito de Dios, con los cielos abierto sobre ti, que todo lo puedes en Cristo que te fortalece, entonces dirás: Iré y lo lograré, buscaré y lo encontraré, llamaré y se me contestará. Quieres hoy mismo cambiar tu mente? Hoy saca todos tus pensamientos de mundo de este siglo, todos los razonamientos que te dicen que eres un perdedor, todos los razonamientos que te llevan a tener miedo, todos los razonamientos que te dicen que creas en ti mismo por tus propias capacidades; y toma la fe de un Hijo, cambia tu mente en la mente de un Hijo de Dios.