Trabajo Práctico 4 La escritura autoral en Orson Welles

Transcripción

1 Trabajo Práctico 4 La escritura autoral en Orson Welles Consigna: De acuerdo con las nociones de escritura y de autor: Seleccionar dos films de Orson Welles. Analizar de qué modo se pone de manifiesto el sujeto de la enunciación. Explicar el estilo de escritura del realizador, tanto a nivel del relato (puesta en escena, montaje, etc) como a nivel de la historia (aspectos temáticos, configuración de los personajes), teniendo en cuenta la articulación de la trama argumental con los recursos formales. Forma de presentación: El informe debe realizarse en Word, con carátula y rótulo según las normas de presentación de la facultad. Hojas blancas tamaño A4, numeradas. Cuerpo: 12. Interlineado 1,5. Extensión mínima: cinco carillas. 1

2 Orson Welles representa a un director de quiebre para el cine clásico. Es un director que debido a su estilo y visión tan característica comienza a dejar una huella autoral en sus películas, donde es fácil reconocer cuando un proyecto fue dirigido por él. Las películas dejan de ser dirigidas en masa por los grandes estudios y comienzan a presentar ciertas características formales relacionadas con cada director que las distinguen entre sí. La visión del director pasa a significar parte importante en la construcción estilística de una película. Se podría decir incluso, que Welles representa una suerte de augurio de lo que más adelante sería el cine de arte y ensayo, el cine de auteur. Al presentar un estilo tan marcado, Welles está presentando un producto donde la mirada no es invisible, donde es notoria la construcción y la manipulación del relato por parte de otro, una tercera persona que no es ni el espectador ni uno de los personajes, donde se hace presente la enunciación. Como explica González Requena: (...) la huella del sujeto de la enunciación no abandona jamás el film: se percibe en la mirada que instituye y organiza lo que es mostrado (Enunciación, punto de vista, sujeto, pág. 6-7). Francesco Casetti también mantiene una postura similar, (...) la enunciación es el hecho de usar las posibilidades expresivas ofrecidas por el cine para dar cuerpo y consistencia a un film ; A continuación, se realizará un análisis de la escritura autoral de Orson Welles a partir de dos de sus películas. Los dos films elegidos para el trabajo son La Dama De Shanghai (1947) y Sed De Mal (1957). Cuando existen ciertos motivos o recursos estilísticos que se repiten de manera reiterada en el corpus de trabajo de un determinado autor, queda en claro que no se está hablando de un capricho, sino de un estilo autoral que lo caracteriza y lo diferencia de otros. Una de las características más notorias en los trabajos de Orson Welles es el uso expresivo y dramático que adquieren los decorados y la puesta de actores. Esta característica, claramente acarreada de su entrenamiento en teatro, hizo una marca en su estilo autoral. Se marcaba hasta la manera y el lugar exacto donde se paraban cada uno de sus actores, generando diferencias de altura más o menos pronunciadas y cuadros obsesivamente compuestos. Se puede ver como cada fotograma de la película 2

3 funciona de manera individual, como si fuera una fotografía con un mensaje por su propia cuenta sin necesidad de agregarle movimiento. Todos los componentes de la imagen hasta el más mínimo detalle fomentan y corroboran la idea y la historia que se quiere contar. En las películas de Welles nada es dejado al azar, y cada componente de la imagen tiene un significado simbólico correspondiente al relato. Otra característica heredada de su trabajo en teatro fue el uso de planos generales y más bien abiertos que mostraran una situación y donde el espectador elige en donde centrarse por sobre los primeros planos, más cerrados e íntimos pero también más focalizados. Los planos generales permiten varias lecturas, donde no sólo importa lo que se encuentra más cercano a la cámara, sino también el fondo, el contexto donde sucede la acción. Para lograr esto, Orson Welles en conjunto con los directores de fotografía que trabajaron con él, se caracterizó por utilizar la profundidad de campo de manera que la imagen fuera nítida en todos sus planos, donde hubiera más de un foco de atención. En El Ciudadano esta característica es sumamente notoria. Debido a las angulaciones y alturas de cámara que Orson Welles utilizaba en sus películas, los sets de filmación debieron comenzar a ser construidos de otra manera. Las cámaras bajas obligaron a los directores de arte y escenógrafos a incluir cielorrasos o plafons para evitar afores. También se acostumbraba a filmar en exteriores y de noche, para lo que se necesitaron nuevos artefactos lumínicos con mayor potencia. Welles por su parte, también acostumbraba utilizar proyecciones para sus fondos en reemplazo de sets corpóreos. Esto reducía los costos de producción así como permitir la aparición de escenarios físicamente imposibles de construir. La filmografía de Orson Welles comparte ciertas características relacionadas con el cine de la época que no constatan marcas autorales personales, sino más bien hacen referencia a la codificación del cine noir. El uso que se le da a la fotografía, más cercana al simbolismo que al naturalismo es uno de ellos. Tanto en La Dama de Shanghai como en Sed de Mal se puede observar un 3

4 tratamiento lumínico especial diseñado para cada personaje, donde la luz sirve como símbolo, como metáfora de la luminosidad de cada personaje. Por ejemplo, en La Dama de Shanghai el personaje de Elsa comienza la película estando completamente bañada en luz, pero a medida que la historia progresa y el público comienza a conocer en profundidad su historia la luz va disminuyéndose. Relacionado con el tratamiento lumínico de sus personajes, Welles se caracterizó también por obviar los estándares aplicados hasta el momento, en los cuales las estrellas de cine debían verse atractivas por sobre todas las cosas. Welles se opuso a esto y se animó a iluminar de diversas maneras para favorecer a la historia y la acción, haciendo caso omiso de si las actrices y actores se veían bien o no y brindando de esa manera un cierto realismo extra a las películas. Otro recurso utilizado por Welles que ayudaba a conferir realismo a sus películas era el uso de travellings y movimientos de cámara. La cámara sigue a la acción y se desplaza con ella y por ello requiere de menos cortes, asimilándose más a la vida real. Otra característica del cine negro es la aparición de personajes como la femme fatale. En La Dama de Shanghai aparece el personaje de Elsa, como una mujer frágil pero a la vez poderosa, un personaje sensual, aparentemente luminoso pero con un pasado oscuro, el arquetipo de femme fatale. Mike por su parte comparte las características del detective: es solitario, tiene una moral propia, es ambiguo, no es completamente bueno ni completamente malo. De la misma manera, el personaje de Quinlan en Sed de Mal responde a un concepto personal sobre que es justo e injusto y que es moral e inmoral. Siguiendo con el ejemplo de La Dama de Shanghai, en sus decorados se pueden apreciar cantidad de metáforas visuales sobre la extraña relación entre los personajes. Hacia el final de la película, cuando los personajes entran a la feria, los decorados pierden parte de su realismo y pasan a ser más expresivos, con líneas oblicuas y diagonales, y guiños directos a El cabinete del Dr. Caligari (de hecho, según explica Thomas Schatz, el expresionismo americano se encuentra íntimamente relacionado con el cine negro y las 4

5 películas de Orson Welles). En ocasiones, hay ciertos decorados que parecen incluso metidos a la fuerza dentro de la película, como es el caso de la escena de la habitación de espejos de La Dama de Shanghai cuyo rol narrativo no queda muy en claro, pero si se nota una clara intención estética y dramática. Los espejos simbolizan lo que está siendo dicho por los personajes, de manera que cuando Arthur Bannister dice que matándola a Elsa también se está matando a sí mismo, el público realmente lo ve apuntándose la pistola hacia si mismo. Mucho se ha hablado también de la fotografía utilizada en las películas de Orson Welles. Queda en claro que debido a la falta de color la fotografía automáticamente se hace más llamativa. Welles definitivamente explotó esta característica, presentando luces y sombras muy marcadas (nuevamente recordando a las luces y sombras pintadas que se realizaban en las películas del expresionismo alemán). Como explica Schatz, esto se debe en parte gracias a los avances tecnológicos en los últimos años sobre los artefactos lumínicos y las películas más sensibles. De esta manera, el uso del claroscuro y de una imagen mas misteriosa que dejaba entrever solo parte de lo que estaba sucediendo, proporcionaban una imagen más realista del mundo, donde no todo era color de rosa como intentaba hacer parecer el cine clásico de Hollywood; pero, a su vez, era una imagen más subjetiva y atravesada por la mirada de cada director. La enunciación dentro de sus películas por su parte, mantienen por lo general el esquema clásico, con un narrador en primera persona que de a ratos se torna omnisciente. En La Dama de Shanghai la historia está narrada por un protagonista (Mike) y sólo se salta de su punto de vista para brindarle cierta información al espectador. Es decir, la historia está contada desde el punto de vista de Mike, y el espectador posee la misma información que él y adquiere nueva información de la mano de él. En Sed de Mal esto no es tan claro, el narrador es más bien omnisciente, y salta del punto de vista de Vargas al de su mujer y luego al de Quinlan. En donde sí se puede notar un cambio importante en la enunciación es en la ópera prima de Welles, El Ciudadano. La película presenta una suerte de cine dentro del cine, y la enunciación se hace evidente 5

6 mediante la estructura temporal utilizada, donde se comienza en un tiempo presente y se realizan flashbacks a mano de diversos personajes. En cuanto a las temáticas tratadas en sus películas, se puede notar una afición a tratar temas relacionados con la corrupción, críticas al sistema judicial y a la sociedad. El capitalismo y sus injusticias son otros temas que lo atraen siendo tratados tanto en La Dama de Shanghai como en El Ciudadano, donde el dinero se encuentra por sobre todas las cosas. Schatz sostiene Muchos de los mejores directores de Hollywood, como John Ford y Orson Welles, usaron la resolución como una forma de lamentar el precio que la sociedad debe pagar cuando se enfrenta a sus [sic] propio y contradictorio sistema de valores. (Los géneros de Hollywood). Todas las características mencionadas en el ensayo construyeron lo que hoy se conoce como el sello personal de Orson Welles. Más allá de la innovación que representaron en su momento los recursos formales utilizados, el hecho de que un director comenzara a ser reconocido y tuviera una firma en sus películas que lo diferenciara de otros, es lo que hace a Orson Welles un director tan importante para el lenguaje cinematográfico y su historia. 6

7 Bibliografía BORDWELL, David (1996) La narración en el cine de ficción. Capítulo 10: La narración de arte y ensayo. Barcelona: Paidos. GAUDREAULT y JOST (1995) El relato cinematográfico. Barcelona: Paidós. GONZALEZ REQUENA, Jesús (2007) Enunciación, punto de vista, sujeto en Jenaro Talens Carmona, Carlos Zunzunegui Díez, Contracampo: ensayos sobre teoría e historia del cine. Madrid: Cátedra. SCHATZ, Thomas. Los géneros de Hollywood. Capítulo 5: Cine de detectives (Hardboiled). Filmografía El Ciudadano (1941, Orson Welles) La Dama de Shanghai (1947, Orson Welles) Sed de Mal (1957, Orson Welles) 7