1. Obra y contexto social:

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2 1. Obra y contexto social: La casa de Bernarda Alba fue la última obra dramática escrita por Federico García Lorca. El autor acabó de escribirla en junio de 1936, tan sólo dos meses antes de morir. Se trata, quizá, de la obra culminante en la producción dramática de Lorca. En ella perviven los mejores hallazgos de sus obras anteriores y se hace patente el perfecto conocimiento del escenario que poseía el autor. Aunque el autor subtitula la obra Drama de mujeres, y escenifica un violento y descarnado enfrentamiento entre mujeres en un ambiente rural, La casa de Bernarda Alba no es un drama rural en sentido estricto. La obra no refleja las desgracias de la vida de un pueblo sino que ahonda en las obsesiones y en la personalidad conflictiva de un grupo de mujeres, obligadas a vivir un encierro sofocante. Se trata de un drama que versa sobre la realidad humana, pero vista desde la poética lorquiana. Parece ser que Lorca se inspiró en hechos reales, en una familia que vivía pared con pared de la casa de unos parientes suyos. Esa familia giraba en torno a la personalidad fortísima de Frasquita Alba, mujer de evidente talante autoritario, que se había casado dos veces. Pepe el de la Romilla, o Pepico el de Roma, se casó con una de las Alba, de nombre Amelia, que murió de parto, por lo que se casó con una hermana menor de su mujer, aunque no la más joven, de nombre Consuelo. a. Introducción. Situación del poeta en su época La vida de Lorca se extiende desde 1898 (Fuentevaqueros, Granada) a 1936 (Víznar, Granada), fecha en que muere fusilado. Vida breve pero fértil: desde muy joven sobresale por su exquisita y fina sensibilidad. Se siente atraído por la música (aprende piano) y por la pintura (dibuja con sorprendente facilidad). Y, sin embargo, se inclinará definitivamente por el mundo poético, por la creación poética. Escribirá y publicará sucesivamente su Libro de poemas, Canciones, Romancero gitano, Poema del cante jondo, Poeta en Nueva York, Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, Seis poemas galegos, Diván de Tamarit, Sonetos del amor oscuro. En el mundo dramático escribe El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda, Tragicomedia de don Cristóbal y la Señá Rosita, Retablillo de don Cristóbal, La Zapatera prodigiosa, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, Así que pasen cinco años, El público, Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba. En 1918 se traslada a vivir a Madrid instalándose en la Residencia de Estudiantes. Desde entonces, su imaginación creadora no deja de trabajar. Conoce en Madrid y traba amistad con Luis Buñuel, Salvador Dalí, Rafael Alberti y otros. Termina la carrera de Derecho, pero no la de Filosofía y Letras que había comenzado. Durante la República pone en marcha el proyecto teatral de La Barraca que lleva por los pueblos de España las obras clásicas del teatro español. Como constantes en la obra de Lorca debemos indicar su preocupación pro los oprimidos, por los marginados. De ahí el protagonismo literario de los gitanos, de los negros, de la mujer Concienciado políticamente y firme partidario de la República, defensor de un orden social más justo, busca a través de su teatro educar al pueblo y lleva a cabo una crítica social y moral. La vida de Lorca nos ofrece un profundo contraste entre su aparente alegría y su oculta malestar interior: el poeta sufría en el fondo de su corazón una amargura de soledad y tristeza, de frustración, de amores oscuros. Marco histórico-cultural Federico vivió una época conflictiva: nace con la guerra de Cuba, padece las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, se incorpora a la vida literaria durante la Dictadura de Primo de Rivera, participa activamente en la vida cultural de la República, y muere fusilado durante la Guerra Civil española. Vivió una época dorada de la literatura española: convivió con los autores del 98 y con los modernistas (Machado, Unamuno, Valle ); conoció a Ortega, a Juan Ramón Jiménez y a otros escritores novecentistas; contribuyó a propagar la literatura española vanguardista (el surrealismo). Fue uno de los principales poetas y dramaturgos de la Generación del 27 (junto con Alberti, Salinas, Guillén, Dámaso, Aleixandre y amigo personal de todos ellos). Hoy por hoy, Federico García Lorca es uno de los poetas y dramaturgos españoles contemporáneos más leídos en Europa y América. 1

3 Etapa en la que se inscribe la obra PROPÓSITO DE LA OBRA Para algunos críticos, el dramaturgo pretendía denunciar las injusticias sociales de su época, pasando revista a muchos de los problemas rurales de la España de 1930 (la miseria de los pueblos de España; el drama de las mujeres, sacrificadas por la ausencia de hombres que se han marchado todos en busca de las ciudades ); para otros en clave simbólica está censurando a la España tradicional y conservadora, pensando en una España aislada, cerrada al resto del mundo, empeñada en permanecer fiel a una tradición ya moribunda, queriendo perseguir unos ideales que han funcionado en el pasado, pero de imposible aplicación en el presente. También se ha hablado de La casa de Bernarda Alba con clave existencialista: la visión pesimista que nos deja el final de la obra es una visión de la vida humana en la que el sufrimiento y la muerte son las únicas certezas. b. Género dramático Los críticos han dudado a menudo a la hora de clasificar la obra: tragedia o drama? Ricardo Doménech la considera tragedia, amparándose en que desde el barroco se han fundido o confundido los géneros dramáticos en Europa. Se opone a la calificación de drama rural, ya que en el teatro de Lorca no sólo encontramos un ambiente rural, sino también, y a diferencia de otros autores que sí han hecho dramas rurales, un lenguaje simbólico. Sin embargo García Posada sí lo considera un drama, sin forzar jamás el ruralismo, ni caer en un ruralismo convencional. Otros críticos consideran que La casa de Bernarda Alba no puede considerarse una tragedia pues carece de los elementos propios de la tragedia lorquiana: no hay personajes sobrenaturales, coros que subrayen la acción, ni danzas simbólicas, ni romerías. Características formales e ideológicas. LENGUAJE En el lenguaje de La casa de Bernarda Alba sobresalen los siguientes rasgos coloquiales del lenguaje: Insultos, maldiciones y amenazas: algunos en presencia del personaje que se insulta, maldice o amenaza (Bernarda con sus hijas; Martirio y Adela; Adela y Poncia ), y otros en su ausencia (Poncia contra Bernarda). Vulgarismos: puestos en boca de Poncia y de la Criada, como reflejo de su baja condición social (gori-gori, la Magdalena, parentela, gaznate ) Andalucismos: no seas como los niños chicos, puede ser un volunto mío (ambos del acto II, Poncia y Martirio, respectivamente). Habla rural y campesina: utilización del sustantivo madre sin artículo, la apócope en la tercer sábana El uso de refranes, frases hechas y dichos populares ( fuerte como un roble ; ir con el anzuelo ) Invención o adaptación de refranes por parte del autor. Insinuaciones, alusiones, indirectas, frases de doble sentido: los personajes se acusan mutuamente o acusan a un tercero mediante insinuaciones ambiguas. En el habla de los personajes conviven rasgos del lenguaje coloquial con figuras literarias: casi todos los personajes utilizan vulgarismos, expresiones populares, refranes, que se funden con hermosas metáforas e imágenes literarias. Entre las figuras literarias más usadas están: Comparaciones: la voz parecía un cántaro llenándose de agua. Metáforas: la identificación de la casa con un convento, con un presidio, con un infierno, con la guerra. Hipérboles: a veces combinadas con la metáfora (metáfora hiperbólica) salía fuego de la tierra. Paralelismos semánticos o repetición de una misma idea en varios lugares distintos (p. ej. la maldad de Martirio; la fuerza y pasión de Adela ) SÍMBOLOS Los símbolos constituyen uno de los pilares creadores en la producción dramática y lírica de Lorca. Llamamos símbolo a un elemento físico que alude a una experiencia psíquica interna (un sentimiento, un estado de ánimo, un instinto ) 2

4 Lorca, a veces, utiliza el mismo símbolo para representar diversas realidades según la obra en la que se encuentre: p. ej. la luna se relaciona con la muerte, pero también con el erotismo, la fecundidad, la belleza. P. ej. las flores en esta obra: Adela tienen un abanico con flores rojas y verdes. Paca la Roseta, después de mantener relaciones sexuales en el olivar, regresaba al pueblo con una coronad e flores en la cabeza. Mª Josefa aparece en el primer acto diciendo que se quiere casar, con flores en la cabeza y en el pecho. La canción de los segadores pide rosas para adornar su sombrero. También tiene especial interés el contraste entre el blanco y el negro: Las paredes son blancas; pero pierden intensidad según avanza la obra; Los trajes de luto y los abanicos son negros; Las sábanas que cosen y bordan las muchachas son blancas, y lo encajes. Las enaguas de la Criada y de Adela eran blancas cuando iban al corral, pero Martirio y su madre aparecen con un mantón negro sobre los hombres; La noche es oscura y negra; El caballo semental es blanco; Blanco es el pelo de Mª Josefa y blanca la oveja. En definitiva, el blanco se utiliza para simbolizar la vida, la alegría, el amor, la libertad. El negro para acentuar la tristeza, el odio, la represión y la muerte. INTERPRETACIÓN Y SENTIDO La obra incluye una advertencia inicial del autor sobre que los tres actos tienen la intención de un documental fotográfico. Posiblemente lo que el autor quería hacer era mostrar con objetividad una realidad determinada a través de unas imágenes o secuencias de unas vidas frustradas, ahogadas en el odio, la envidia, la represión Reflexionemos sobre el suicidio de Adela. En una primera lectura, podríamos interpretarlo como un suicidio pasional: muerto el amante, la vida de Adela carecía se sentido dentro de aquella casa. Ahora bien, Pepe el Romano no ha muerto, ha huido en su jaca, pero Adela cree que ha muerto. El juego de apariencias y el temor a la realidad la empujan al suicidio. Cómo podemos entender, entonces, este final? Quizá Lorca, sumido en un profundo pesimismo vital, nos ofrezca una reflexión sobre la frustración del ser humano: el hombre que aspira a ser libre y a gozar con plenitud de la vida y del amor se ve condenado por su sociedad. La muerte, la marginación, es el destino trágico del amor oculto, del amor prohibido, de aquel amor que caminó por senderos distintos de los de su tiempo y su sociedad. Y nos revela la lucha dentro del ser humano entre dos tendencias opuestas: la de obedecer la normal moral y social a costa de vivir en la tristeza y en la frustración y la de rebelarse y buscar una libertad de vida, de amor, cuyo fin es la marginación, el rechazo, la muerte Técnicas dramáticas y personajes a) Estudio del tiempo y del espacio ESPACIO Toda la obra se representa en el interior de la casa de Bernarda Alba. Ahora bien, cada acto presenta un espacio físico independiente dentro de la casa: Acto I: Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Destaca la blancura de la habitación interior, como expresión de un mundo de apariencias. Sus muros gruesos evitan que las cosas de dentro puedan salir al exterior: hay una incomunicación, por tanto, entre el mundo interior y el exterior. El mobiliario de cortinas de yute y sillas de anea sugiere lo áspero, lo duro, como característica de esta casa, donde se palpa la ausencia del calor del hogar. Las paredes están decorados con cuadros con paisajes inverosímiles de ninfas, o reyes de leyenda, que contrastan con la realidad ambiental, llena de sobriedad y monotonía. En esta habitación interior, incomunicada con el mundo exterior, se impone el enclaustramiento de ocho años durante los que no ha de entra en esta casa el viento de la calle.

5 Acto II: Otra habitación blanca del interior de la casa de Bernarda. La acotación de este acto presenta menos detalles. La habitación, también del interior, es sólo blanca, no blanquísima, y las puertas de la izquierda dan al dormitorio. Se da un movimiento simbólico hacia el interior de la casa a la vez que tiene valor simbólico la menor blancura de las paredes. Acto III: Cuatro paredes blancas ligeramente azuladas del patio interior de la casa de Bernarda. Apenas hay luz, es de noche. Sobre el decorado se dice que a de ser de una perfecta simplicidad. La caracterización de cada escenario viene explicada en la acotación inicial de cada acto. En definitiva, los tres decorados coinciden en su sencillez ornamental, en la simplificación de sus elementos y en su valor simbólico. Las variaciones entre uno y otro son mínimas ahondando en esa expresión de la sobriedad y la monotonía. Hay un movimiento hacia el interior de la casa y un alejamiento del mundo exterior. Hay una degradación de la blancura y de la luminosidad (de la luz del mediodía al patio al anochecer). Todo ello es símbolo del aislamiento de las mujeres. Frente al mundo interior de la casa o espacio visible existe el mundo exterior o espacio aludido. Dentro de la casa, permanecen Bernarda y sus hijas. En la calle, los hombres y las vecinas, el amor, la alegría, la condena moral, la murmuración la vida! Y, en medio, como puente de unión, la Poncia, que se entera de los cotilleos del pueblo y se los cuenta a Bernarda. Es en este espacio no visible donde transcurren hechos importantes, de los que el espectador tiene noticias por las conversaciones de los personajes: las relaciones amorosas entre Pepe y Adela, el suicidio de Adela, las conversaciones entre Pepe y Angustias También allí es la aventura de Paca la Roseta, el linchamiento de la hija de la Librada, el caminar de los segadores En la obra se alude en varias ocasiones al río, al olivar lugares que en la poética lorquiana evocan el erotismo. La ventana y el corral, en la casa, son los lugares de encuentro con el mundo exterior, y también son lugares para el erotismo ( la ventana es el lugar del encuentro permitido para el amor entre los novios. El corral es el lugar de los encuentros prohibidos, el lugar de las relacione eróticas condenadas por la moral (el marido de Bernarda se encontraba allí con la Criada; Adela y Pepe; allí pernocta el caballo semental). TIEMPO Lorca ha precisado con exactitud la hora del día en que suceden los acontecimientos de la obra: Acto I: a las 12 del mediodía. Acto II: a las 3 de la tarde. Acto III: por la noche (no se determina hora concreta) En los dos primeros actos, la información sobre la hora viene dada por el diálogo entre los personajes. En el tercero por la acotación inicial. Aunque los tres actos corresponden a tres momentos del día, entre cada acto ha transcurrido un tiempo no representado ( un mes?). Al seleccionar tres momentos muy significativos de tres días diferentes se ve la evolución de los sentimientos de los personajes y de la acción dramática. En el primer acto, Bernarda dispone un luto de ocho años y propone bordar el ajara para cuando se termine el luto. Se nos informa de la intención de Pepe el Romano de casarse con Angustias. En el segundo acto, las hermanas están ya bordando el ajuar, el de Angustias. Martirios se h enamorado de l Romano y Adela mantienen relaciones con él, por tanto, ha tenido que pasar más tiempo del que literalmente se representa en escena. En el tercer acto, sabemos que faltan sólo tres días para que Pepe vaya a pedir la mano de Angustias. Adela es ya la amante del Romano. Ha transcurrido un tiempo también no representado. Respecto a la época del año, sabemos que la obra se sitúa durante el verano, un verano de calor sofocante y opresivo. No sólo se hace patente en el texto el tiempo cronológico el autor también ha querido dramatizar el tiempo interior de los personajes. La obra nos produce una sensación de lentitud y monotonía, por su ritmo lento: apenas hay acontecimientos, porque Lorca quiere reflejar la monotonía de las vidas de estas mujeres. Carecen de esperanza, de ilusiones, de proyectos, de futuro. El paso del tiempo constituye un auténtico drama para estas mujeres, condenadas a ocho años de enclaustramiento. En este proceso interno del tiempo contemplamos la evolución desde la tenue esperanza inicial hasta la absoluta negación final del futuro: el suicidio de Adela cierra cualquier posibilidad de salir al exterior. a. Análisis del diálogo y de las acotaciones En toda obra dramática podemos distinguir entre texto dramático primario (lo que escuchan los espectadores en la representación de boca del los actores) y texto dramático secundario (aquellas indicaciones que el autor considera 4

6 necesarias para una mejor puesta en escena de su obra, las acotaciones). Dentro del texto primario distinguimos: aparte, monólogo y diálogo. APARTE: son las palabras que dice un personaje pero que no son percibidas por su interlocutor. Apenas son empleadas. No obstante, Lorca lo usa en dos ocasiones: cuando las Mujeres del duelo insultan a Bernarda sin que ésta se dé cuenta; en el segundo acto, en que Martirio, que está a punto de descubrir a Amelia todo lo que sabe sobre Adela, opta por callar. MONÓLOGOS o discursos de un solo personaje, que expresa su sentir u opinión sobre los acontecimientos, se emplea una sola vez, en la intervención de la Criada al principio de la obra. Este monólogo consta de dos partes: en la primera, critica a Bernarda y al difunto; en la segunda, advierte la presencia de las mujeres disimula e inicia una lamentación por el fallecimiento del marido de Bernarda. DIÁLOGOS: en general, predominan los diálogos rápidos, incisivos y breves. Según su extensión tenemos: Diálogos de exposición y respuesta breve: propios de las discusiones y enfrentamientos y de las conversaciones forzadas. Diálogos de exposición amplia y respuesta breve: en los que uno de los personajes relata alguna historia o expone los motivos de su actuación, mientras su interlocutor acepta, interroga o se interesa por algún aspecto de la exposición (ej. conversación de Poncia con las hijas en la escena inicial del segundo acto). Puede darse que ambos tipos de diálogo se alternen en una misma escena, como sucede en la conversación que mantienen Amelia y Martirio en el primer acto. Según el contenido de los diálogos, podemos clasificarlos en: Informativos: versan sobre historias anecdóticas o en los que vierten opiniones sobre personajes y situaciones. De acotación: en los que se hace alguna indicación sobre el tiempo o el espacio. De acción: en los que se produce un enfrentamiento entre los personajes o a través de los cuales progresa la acción dramática. Predominan la tendencia de presentar diálogos de personajes emparejados. ACOTACIONES: nos aportan una información esencial acerca de la puesta en escena (decorados, vestuarios ) y de la intención comunicativa del personaje. Observamos una amplia variedad de acotaciones: Indicaciones espaciales y ambientales: lugar y decorados Indicaciones sobre el vestuario y los objetos caracterizadores de los personajes Observaciones sobre el tiempo ( es verano, es de noche ) Aclaraciones sobre los gestos y movimiento de los personajes ( furiosa, lentamente ) Las naturales anotaciones sobre entradas y salidas de personajes Sugerencias sobre el tono de voz y la intención comunicativa ( fuerte, con ironía. disgustada ) La gran variedad y riqueza de las acotaciones hacen de Lorca no sólo el autor sino también el director de la obra. b. Trama y acción dramáticas. El tema central de la obra es el enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional (representada por Bernarda) y el deseo de libertad (encarnado por Mª. Josefa y Adela). Aunque algunos temas secundarios o motivos cobren singular relevancia en el transcurso de la obra, no pueden considerarse ejes de la acción dramática. La obra desarrolla, por ejemplo, una apasionada historia amorosa, y censura la hipocresía y falsedad de los personajes, pero sobre estos temas predomina el del enfrentamiento entre dos actitudes vitales y dos ideologías: la actitud que defiende una forma de vida dominada por las apariencias, las convenciones sociales, la moral tradicional basada en el autoritarismo; y la actitud que proclama por encima de todo la libertad del individuo para pensar, opinar y actuar. En este enfrentamiento reside el núcleo temático y estructurador de la obra. El resto de los temas secundarios o motivos, completan la visión dramática de Lorca. Entre ellos: a) el amor sensual y la búsqueda del varón. B) la hipocresía o mundo de las falsas apariencias. C) los sentimientos de odio y de envidia. d) la injusticia social e) la marginación de la mujer. F) la honra 5

7 d. Caracterización. Atributos físicos y morales. Función del personaje Para caracterizar a las protagonistas, el autor ha empleado diversas técnicas: a) la caracterización indirecta (a través del diálogo y la opinión de otros personajes): Por ejemplo, conocemos a Bernarda antes de que salga a escena por el diálogo inicial de las criadas, que la presentan como autoritaria. También los apartes de las vecinas y las conversaciones de las hijas sirven para caracterizarla; b) caracterización por su autodefinición: por ejemplo, Martirio se reconoce débil y fea, mientras que Adela presume de belleza y juventud. Poncia se considera una criada fiel y ejemplar, ya que se considera una buena perra: ladro cuando me lo dice y muerdo los talones de los que piden limosna cuando ella me azuza. c) caracterización por su actuación y por sus palabras (por su lenguaje): la actuación inflexible y rígida de Bernarda contrasta con la actitud sumisa de sus hijas y de las criadas. Magdalena y Amelia prácticamente se resignan a su suerte. Angustias vive ficticiamente feliz por su proyecto matrimonial. Adela se mueve por su impulso amoroso y expresa su deseo de liberarse del yugo materno. Martirio, acomplejada, se debate hipócritamente entre su pasión amorosa y su aparente moralidad. Poncia, ambigua y esquiva, va de su papel de tentadora (habla de los hombres a las hijas) al juego de sus alusiones a Bernarda: quiere descubrir la situación de la casa para no mancharse, para no ver afectada su honra, pero teme a Bernarda, por lo que no hablas con claridad. Mª Josefa actúa dentro de una locura lúcida, pero no es escuchada. d) caracterización por sus movimientos escénicos: un gran dramaturgo como Lorca mueve a sus personajes de manera que sus movimientos correspondan a su personalidad y función dramática. De esta manera, la coordinación entre gestos, movimientos, tonos de voz, contenido y expresión de las palabras, y actitud del personaje es absoluta. Los movimientos físicos de Bernarda son vigorosos y violentos (da golpes en el suelo con el bastón, arroja al suelo el abanico de Adela, golpea a Angustias y a Martirio con el bastón por haber mirado a los hombres y por haber escondido el retrato, borra violentamente el maquillaje de Angustias, intenta golpear a Adela ). El dinamismo de Bernarda contrasta con el estatismo de sus hijas, que permanecen casi siempre sentadas, en actitud de espera. Ello nos remite a una sensación de monotonía. Este estatismo y los movimientos delicados de las mujeres contribuyen a dotar a la obra de un ritmo lento, que provoca la sensación de que presenciamos unas vidas apagadas, sombrías, mortecinas e) caracterización por los objetos que poseen: cuatro de los personajes poseen objetos propios significativos: Bernarda, su bastón = el poder, la autoridad. Con él impone silencio y golpea a las hijas. Por eso, cuando Adela se enfrenta a la madre y rompe el bastón, proclama la victoria sobre la autoridad materna; Adela, un abanico de colores y un traje verde = símbolos de su rebeldía, de su oposición a las normas emanadas del poder autoritario. Angustias, el retrato de Pepe el Romano = simboliza el deseo y la frustración de las hermanas. Pertenece a ella pero, en realidad, ya ha perdido al Romano. Mª Josefa, las flores en el pelo y en el pecho = son también signos de rebeldía, de libertad y de amor. La oveja admite interpretaciones variadas. Puede entenderse como un signo de su locura. Puede también aludir al instinto maternal de las mujeres frustrado por la imposibilidad de conocer varón. La casa de Bernarda Alba es una obra de personajes exclusivamente femeninos: la mujer alcanza el máximo protagonismo y se erige en centro del drama, pero la sombra del hombre gravita constantemente sobre la escena. El personaje femenino se aborda desde la perspectiva de la soledad y la ausencia: la mujer sin varón, sus frustraciones, sus deseos y su realidad. La visión del hombre que se desprende de la lectura es la que nos transmiten las mujeres: Un ser deseado y necesario para alcanzar la felicidad y para vivir con alegría. Está dotado de una enorme fuerza y es amigo de la violencia. Tiene un fuerte instinto que le inclina al amor y al erotismo (el difunto marido de Bernarda que tenía historias con la criada; los hombres que se llevaron al olivar a una chica; Pepe el Romano y sus citas nocturnas ) Los personajes femeninos: BERNARDA: se caracteriza por un conjunto de rasgos negativos. Es autoritaria, dominanta, clasista, violenta, intransigente, hipócrita, odiada Pertenece a la burguesía campesina acomodada (tiene capital, campos ). 6

8 Bernarda es temida no sólo por su carácter agresivo, sino especialmente porque conoce el origen familiar de los vecinos y las particularidades de cada familia, ya que Poncia se encarga de espiar para ella y contarle los chismes. Bernarda es un nombre significa con fuerza o empuje de oso, pude aludir al temperamento hombruno y a la agresividad de este personaje. Alba significa blanca. Puede relacionarse con su obsesión por las apariencias. PONCIA: coincide en algunos rasgos con Bernarda. Tiene su misma edad, es de moral tradicional, vive preocupada pro el honor y por el que dirán Domina a las hijas de Bernarda, a las que aconseja, advierte y amenaza. Con Bernarda, Poncia se muestra provocativa, insinuante, ambigua hasta que es humillada y pasa, entonces, a la defensiva. Es un personaje femenino que nos recuerda a Poncio Pilatos (por su tendencia a lavarse las manos y no complicarse la existencia; y por ser el ama o gobernanta de la casa). PRUDENCIA: vieja prudente y sabia. LAS HIJAS: Todas ellas coinciden en una nota común: la búsqueda de varón y la necesidad de amar. Sin embargo, las diferencias son evidentes: Angustias: la mayor, es vieja, fea, enferma, rica e ingenua. Personaje triste, apagado, que suscita odios por su carácter. Amelia y Magdalena: pasan desapercibidas. Magdalena es la única que llora después del funeral de su padre, se siente inclinada al bien y sin poder evitarlo se ve sumida en la resignación. Amelia es la más simple de todas, se caracteriza por la sumisión y el temor a la autoridad materna. Y por un pudor ingenuo ante los hombres. Martirio: encarna el resentimiento y la envidia. Fea, enferma, jorobaza, acomplejada, que siempre se muestra agresiva. Adela: representa la fuerza de la pasión amorosa, la llamada del instinto y el deseo de libertad. Pero su rebelión fracasa y termina suicidándose. Su nombre significa de carácter noble. MARÍA JOSEFA: su locura no le impide ver, observa y comenta la pasión de las mujeres. Su locura es simbólica: en su vejez, encerrada en su habitación, desea casarse a orillas del mar Ella es la única que, desde el principio, se enfrenta con Bernarda, rompiendo el silencio y saltándose sus normas. Asume un papel profético cuando dice (Pepe) os va a devorar. Toda la dramaturgia lorquiana, según algunos críticos, se resume en un enfrentamiento entre el principio de autoridad y el principio de libertad: La casa de Bernarda Alba transcurre en un espacio cerrado, casi hermético, enmarcada por la primera y última palabra que Bernarda pronuncia: silencio. El principio de autoridad se encuentra encarnado en Bernarda. Pero el principio de libertad tiene dos máximas representantes: Mª Josefa, con su locura como forma extrema de evasión; Adela, también como forma extrema con su suicidio, única que cuestiona este universo. Sin embargo, el drama carecería de sentido si no aludiésemos a la presencia de Pepe el Romano, que aunque permanece oculto (oímos su silbido al final), influye decisivamente en el desarrollo de la acción dramática. 7