Gobernabilidad democrática e igualdad de género en México: Enseñanzas y desafíos.

Transcripción

1 Gobernabilidad democrática e igualdad de género en México: Enseñanzas y desafíos. Esquema 1. Saludo y agradecimiento 2. Significado de la gobernabilidad en un contexto de transición política y democratización en América Latina. 3. Las políticas de género en el Estado. 4. El proyecto de gobernabilidad democrática en México: reflexión y valoración de lecciones aprendidas. 5. Avances: Resultados, lecciones aprendidas y desafíos. 1

2 Gobernabilidad democrática e igualdad de género en México: enseñanzas y desafíos. 1 Patricia Espinosa Torres 2 Buenas tardes. En nombre del Instituto Nacional de las Mujeres de México, agradezco la invitación a participar en este Seminario Internacional que organiza la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, Chile, como cierre del proyecto de Gobernabilidad Democrática e Igualdad de Género en América Latina y el Caribe. Me complace ver que los objetivos y esfuerzos que le dieron vida en los últimos dos años se han ampliado, logrando una buena recepción y un impacto positivo en aquéllos países de la región que -como México, fueron seleccionados para el desarrollo del proyecto (Brasil, República Dominicana, México, Paraguay, Sain Vincent, Nicaragua, Honduras, Ecuador, Dominica). Como presidenta del Inmujeres, y a nivel personal, me entusiasma especialmente ser parte de este ejercicio de interlocución, de reflexión sobre las lecciones aprendidas y retroalimentación de experiencias tan enriquecedoras y valiosas, como las que se desarrollan en América Latina. Felicito a la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, particularmente a Sonia Montaño, a Virginia Guzmán y a Line Bareiro, por el fuerte impulso de incorporar la visión de la gobernabilidad y la igualdad de género, en los procesos de alternancia y consolidación democrática, por los que transitan los países latinoamericanos. Me parece que los temas que el proyecto ha destacado e identificado para la agenda de prioridades de varios países, son indispensables para superar los cuestionamientos y dilemas a los que se enfrentan los gobiernos democráticos. A través de este proyecto hemos discutido que para avanzar en la gobernabilidad democrática, es necesario fortalecer las instituciones democráticas, responder a las expectativas ciudadanas, y reducir la desigualdad y la pobreza. Al hablar de gobernabilidad democrática nos hemos referido a un momento clave en la historia de Latinoamérica, marcada por la formación de nuevas instituciones, de cambios en la relación ciudadanía-estado y en el orden social, político y económico. La reflexión en torno a la gobernabilidad nos ha permitido identificar tres factores primordiales que debemos nutrir, hacer crecer y posicionar en toda América Latina: El primero es el hecho de que la democracia es una realidad perfectible adoptada y construida por gobierno y sociedad; el segundo es la proyección de América Latina con problemas y preocupaciones compartidas, y con un capital sociopolítico alentador; el tercero implica la renovación de la ciudadanía, de las instituciones y de los gobiernos. Voy a resaltar el primer factor, porque esencialmente lo que indica, lo que entraña el término de gobernabilidad democrática, es la diferencia que existe entre quiénes eran, y desde qué 1 Seminario Internacional sobre Gobernabilidad Democrática e igualdad de género. 1-2 diciembre 2004, Santiago de Chile. 2 Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres. 2

3 posiciones se luchaba por la democracia en los años 80ª, y el hecho de que ahora es la forma de gobierno en el poder. 3 Considero que como ciudadanía, como actores, dirigentes o responsables de tomar decisiones de interés público, no se ha valorado que la democracia, limitada todavía a la alternancia y sucesión en cargos- es inherente al poder político, que ya no es solamente una demanda de un movimiento o bandera de sectores de oposición. Que durante 20 años, los gobiernos latinoamericanos han hecho suya la democracia electoral, representativa; y que debe ser la base desde la cuál abordar las brechas y riegos que debemos superar en pro de la democracia participativa y corresponsable. En un análisis retrospectivo de Europa y el mundo en los últimos 15 años 4, que hace Mijail Gorbachov, dice que una de las principales conquistas fue la democracia, y recuerda que durante su presidencia tenían que alimentar una atmósfera democrática, pero que eso sólo fue posible porque el miedo había dejado de ser abrumador. Para el caso de América Latina, la incertidumbre y las crisis económicas de los tiempos actuales, han llegado a poner en duda la viabilidad y el futuro de las democracias. En el Informe del PNUD, sobre la Democracia en la región se hace patente que el corazón del problema es que si bien la democracia se ha extendido ampliamente, sus raíces no son profundas. Y advierte que la proporción de latinoamericanas y latinoamericanos que estarían dispuestos a sacrificar un gobierno democrático en aras de un progreso real socioeconómico supera el cincuenta por ciento. 5 Resulta evidente y altamente preocupante que las expectativas de la ciudadanía por la democracia tienden a la desilusión. Sin embargo, no debemos permitir que la incertidumbre, la pobreza y la desigualdad alienten el regreso de regímenes autoritarios. México fue de los últimos países de América Latina que se insertó en la democracia, y ha sido muy difícil lograr cambios tanto en las instituciones gubernamentales como en la cultura ciudadana, pero sin duda estamos aprendiendo y construyendo las bases para una reforma integral del Estado. En ese sentido el gobierno del presidente Vicente Fox, en el discurso y en la práctica, ha sido firme al asegurar que como presidente no comparte la visión de quienes sugieren que el gobierno dé lecciones de fuerza; el gobierno está obligado a dar siempre lecciones de legalidad. La cohesión social no puede descansar en la coacción. El abandono de las viejas formas políticas ha sido visto por algunos como falta de autoridad. No lo es. Estamos construyendo la gobernabilidad propia de la democracia. En este proceso, como bien ha enfatizado el proyecto, no debemos omitir la importancia de articular las agendas de la gobernabilidad democrática y de la equidad de género. Virginia Guzmán señala claramente que la igualdad de género va mucho más allá de las reglas básicas, jerarquías y prácticas de las instituciones públicas. Se trata de que las mujeres participen, ganen fuerza y legitimidad en los espacios públicos e ingresen en los que se debate y construyen las bases de una nueva gobernabilidad, 3 PNUD. La Democracia en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos. 4 Articulo publicado en el Universal. 12 noviembre PNUD. Ibid. 3

4 asegurando el cambio de su situación y posición, e impactando en las relaciones que se establecen entre Estado, mercado, sociedad y familia. 6 La creación de mecanismos para el avance de las mujeres, de nuevas leyes, la asignación de recursos en los presupuestos; han asegurado la implementación de políticas públicas que entrañan y promueven la participación de las mujeres y las políticas de género, como un factor indicativo de las reformas del Estado. Las políticas de género representan una alternativa integradora, que coinciden y son realizables en un marco de condiciones económicas, sociales, institucionales y políticas, propias de la gobernabilidad democrática. En México la lucha de las mujeres por el ejercicio de todos los derechos de ciudadanía se desarrolla a la par de movilizaciones sociales, de la apertura, la alternancia y transición democrática. Y fue en los últimos 7 años que la agenda por la igualdad de género y su institucionalización adquirió relevancia. 7 Los principales actores y procesos de gobernabilidad de las políticas de género han sido en primer lugar las mujeres que como sujetos políticos adoptaron pactos y lograron incidir en los espacios de la política formal y de toma de decisiones. El fenómeno de las mujeres en política y en espacios de poder, es un ejemplo a nivel micro, equiparable a lo que sucede con las democracias, ya que hay una mayor visibilidad y aceptación de las mujeres en contiendas electorales y cargos federales, que en ámbitos locales o en términos de indicadores positivos de una cultura de participación ciudadana. Es decir, los cambios se han dado sólo en un cierto nivel, no han abrigado, ni beneficiado a todas las mujeres y por ende, al conjunto de la sociedad. Otro hecho muy significativo para la gobernabilidad de las políticas de género, es que en general la tradición de organizaciones democráticas era relativamente limitada, las formas de interlocución y participación del régimen anterior en México eran el corporativismo, el sindicalismo, el clientelismo, e incluso los partidos eran organizaciones con estructuras y dinámicas más verticales y cerradas. Ahora las organizaciones de la sociedad, las agrupaciones políticas, los consejos que participan en instituciones gubernamentales, son formas de aprendizaje y expresión democrática. Las organizaciones de mujeres en particular, son uno de los capitales de gran valor para la gobernabilidad de las políticas de género. La capacidad de articular consensos y redes de colaboración, entre mujeres en el gobierno y en organizaciones de la sociedad, en torno a la agenda de género, fue determinante para la existencia de reformas que han ampliado los derechos políticos, el flujo de recursos y la creación de mecanismos de las mujeres en el ámbito nacional, estatal y municipal. Hay que destacar también las leyes para sancionar, atender y prevenir la violencia, la formación de comisiones de equidad de género en el poder legislativo federal, locales; el diseño de presupuestos sensibles al género, la institucionalización, y las acciones afirmativas. Estas representan una estrategia innovadora y de gran impacto en el sistema electoral y político de nuestro país. Las cuotas o porcentajes se aplicaron por primera vez en elecciones intermedias del año 2003 y del presente año. 6 Gobernabilidad Democrática e Igualdad de Género en América Latina y el Caribe Documento elaborado por Virginia Guzmán, consultora del Proyecto Especialmente a partir del surgimiento de organismos del poder legislativo y ejecutivo que se originan entre 1997 y (Comisiones de equidad y género, e institutos o instancias de las mujeres). 4

5 En un primer ejercicio de reflexión sobre la aplicación de estas medidas para la equidad de género en la toma de decisiones, encontramos que inicialmente las cuotas o porcentajes fueron respetados por los partidos políticos, y se logró aumentar las candidaturas propietarias de mujeres que encabezaron campañas políticas contendiendo por distritos electorales. Si bien el porcentaje de 30/70 que se logró incorporar en la legislación electoral, no se traduce fielmente en distribución de escaños, aumentó en 6 puntos porcentuales la representación de las mujeres en la Cámara de Diputados (de 16% a 22.8%). Hasta ahora las cuotas han sido una política de gobernabilidad democrática con repercusiones a corto plazo, ya que amplían los derechos de ciudadanía y las oportunidades de que las mujeres incidan en los contenidos de las leyes; que adquieran experiencia políticoparlamentaria e incursionen en comisiones legislativas no tradicionales ; además inciden en las percepciones sociales y en los valores culturales. El próximo año las cuotas serán parte de un importante proceso electoral federal, el primero después de la alternancia en la presidencia de la República. Será un escenario nuevo y de singular importancia en la historia reciente del país. Estos logros son un ejemplo de gobernabilidad que cobija y legitima las políticas de género, ya que expresan la capacidad de articulación entre grupos sociales estratégicos, el gobierno, así como la transformación de las instituciones. Los logros han sido parte de un proceso que ha llevado más de 20 años, que atraviesa por una fase crítica que batalla entre las cenizas de lo viejo y las semillas de lo nuevo 8, que es a grandes rasgos el estado en el que nos encontramos, cuando la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL decide iniciar en México el Proyecto Gobernabilidad Democrática e Igualdad de Género en América Latina y el Caribe, a finales del año En el caso de México, el proyecto ha servido de manera efectiva, de acuerdo a los objetivos planteados, como instrumento de transferencia, generación e intercambio de conocimiento útil y experto a propósito del fortalecimiento de las capacidades gubernamentales en materia de gobernabilidad democrática ligada al género. El objetivo del proyecto en México consistió en contribuir a la incorporación de la perspectiva de género en las políticas, programas e iniciativas para fortalecer la gobernabilidad y una cultura política con perspectiva de género. Contamos con una participación muy activa en el desarrollo del proyecto, de instituciones que tienen un amplio campo de influencia y legitimidad en la formación de una cultura de participación ciudadana, como el Instituto Federal Electoral (IFE) y la Secretaría de Gobernación (SEGOB), que hoy también nos acompaña con la representación del Maestro Eric Suzán. La participación del sector académico y de las organizaciones de la sociedad civil fue muy enriquecedora. A través del proyecto, las organizaciones e instituciones involucradas, reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer las acciones afirmativas que desde el ámbito institucional propician el acceso y participación de las mujeres en condiciones de equidad en todos los espacios de la vida social y política. 8 Referencia en el libro de Héctor Aguilar Camín. Cenizas y Semillas. Cal y Arena. 5

6 Si bien en México ya había reformas, mecanismos y procesos en ese sentido, el proyecto permitió compartir con asesoras y consultoras de la CEPAL, y con otros países, el contexto de transición democrática que se vive en México; hacer un diagnóstico y balance interdisciplinario de la ciudadanía y de las recientes manifestaciones de liderazgo y empoderamiento de las mujeres. Voy a cerrar mi participación, haciendo mención de los principales resultados, las lecciones aprendidas y los desafíos que el proyecto reafirmó: Resultados El Inmujeres realizó el Foro Conclusivo La cultura política con perspectiva de género para la gobernabilidad democrática en México realizado en diciembre de 2003, en el cual participaron representantes de la Oficina de CEPAL, México, la consultora internacional del proyecto de la CEPAL (Line Bareiro), instancias de gobierno, el sector académico y organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, en el marco del proyecto se publicó el Marco Jurídico Institucional de la Participación Política de las Mujeres en México, que compila los instrumentos internacionales, regionales y nacionales que abordan el tema de la participación política de las mujeres en México. El fortalecimiento de vínculos y colaboración interinstitucional. Durante el desarrollo de este proyecto se reforzó la voluntad y el trabajo interinstitucional entre el Inmujeres e instancias como el IFE y la SEGOB, ésta instancia nos invitó a ser co-organizador del Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas. Con el apoyo de la consultora internacional del proyecto, se llevó a cabo la sesión de reflexión Equidad de Género en la Gobernabilidad Democrática con funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). Se realizaron entrevistas con el equipo del área de la SEGOB responsable de elaborar la segunda Encuesta sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP-2003) y se abordó la importancia de reforzar su orientación a incluir reactivos específicos relacionados con la equidad de género y la participación política de las mujeres. Por otra parte a nivel interno y externo el Inmujeres se fortaleció como instancia convocante e interlocutor de calidad, y en general se continúa incentivando la participación de las mujeres en la política y en cargos en el orden federal, estatal y municipal. Las lecciones aprendidas para el Inmujeres y México fueron: La alternancia democrática en el gobierno favoreció la institucionalización de la agenda de género e impulsó la apertura y la coordinación entre dependencias del ejecutivo federal a favor de las políticas de género. La creación y el fortalecimiento de alianzas estratégicas interinstitucionales e intersectoriales, mostraron la voluntad política e interés en participar en el proyecto. La ampliación de conocimientos, y promoción de la transversalización del género en la APF. Fortalecimiento del Inmujeres como promotor de debates sobre equidad de género y en su papel de interlocutor. La instalación del tema de igualdad de género en ámbitos duros, requiere incorporar la reflexión sobre la articulación entre lo privado/público; lo productivo/reproductivo; la salud/reproducción. 6

7 Existen avances en instituciones hacia el tema de igualdad y participación pero también se identificó una resistencia a abordar el tema de la división sexual del trabajo. México cuenta con un marco jurídico-institucional favorable que conforma una base nacional para promover acciones e iniciativas enfocadas a la promoción de la igualdad de género en la participación política de las mujeres y en el ejercicio de sus derechos cívicos y políticos. Los desafíos que el proyecto contribuyó a identificar son: La necesidad de ampliar la ciudadanía de las mujeres, a partir de programas de capacitación y su promoción en estructuras y procesos electorales, en cargos de representación y gobierno. Negociar una agenda básica de género con los partidos políticos a incorporar en sus plataformas, campañas y contiendas en el próximo periodo pre-electoral en el Fortalecer la participación de las mujeres en cargos del gobierno municipal. A partir de la IX Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL se identificó la necesidad de que la instancia nacional (Inmujeres) consolide alianzas a 2 niveles: o Con las organizaciones de la sociedad civil para evitar conflictos innecesarios y mejorar la calidad de la relación; creación de nuevos mecanismos de interlocución. o Con las mujeres en altos cargos en la Administración Pública que trabajan por los derechos de las mujeres para unir esfuerzos y compartir, y evitar bloqueos mutuos. En general el proyecto de Gobernabilidad Democrática e Igualdad de Género en América Latina y el Caribe, contribuyó a reactivar alianzas y reforzar procesos de transformación del contexto ético, legal e institucional favorable a la participación de las mujeres en la construcción de ciudadanía y la gobernabilidad democrática. El reto ahora lo constituye ampliar los alcances de lo aprendido, al desarrollo local, incluyendo a todas y todos los actores, líderes políticos y sociales. Superar los desafíos implica una nueva oportunidad de que en la América Latina, el rostro de la democracia no se vea opacado, sino por el contrario proyecte equidad, justicia, paz y desarrollo con sustentabilidad para las actuales y futuras generaciones de mujeres y hombres. Gracias. 7