INTRODUCCIÓN. La mayor batalla que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, es la que sucede DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS.

Transcripción

1 INTRODUCCIÓN Queremos brindarles un análisis exhaustivo y pormenorizado de las 36 ACTITUDES NEGATIVAS también llamadas OBRAS DE LA CARNE, que el individuo, exógena una vez que abre las puertas y permite que sus impulsos dominen sus decisiones. Escuchamos constantemente ( disculpas?), que la vida es una guerra sin cuartel y por lo tanto, somos asediados por todos los flancos y pareciera que combatir enemigos imaginarios espirituales o contra un sinnúmero de INCLINACIONES CARNALES, que nos llevan a pecar, cometer múltiples errores y equivocaciones y a infringir las normas de conducta de Dios, son una constante en nuestro diario caminar. La mayor batalla que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, es la que sucede DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS. Una mente enfocada en sus propios impulsos y deseos, que no puede refrenar esas manifestaciones carnales, necesariamente tendrá que padecer con la incapacidad de controlarlas. Es una verdad inobjetable, pero no implica que la lucha sea estéril o infructuosa y que estemos predestinados a perderla. Sí la mente del hombre no está direccionada en hacer la perfecta voluntad de Dios, es propensa a realizar todo lo contrario y sus pensamientos son alimentados con su concupiscencia y se convertirán en ACCIONES, aunque usted no lo quiera. Las obras de la carne son características de la naturaleza pecadora del hombre, causadas por el deseo de satisfacer sus inclinaciones, sin importar el costo posterior. Están intentando destruir el fruto del Espíritu Santo: Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagáis lo que quisierais (Gálatas 5:17). 1

2 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Gálatas 5: 16-21). Las obras de la carne, son las llaves que abren las puertas del reino HOSEK de las Tinieblas y por ende, permiten la influencia de un espíritu maligno, con idénticas características de la inclinación que está padeciendo el individuo. Ejemplo: Si una persona es adicta a las contiendas y a los pleitos, un espíritu maligno de esa misma naturaleza viene a reforzar a la obra de la carne que está activa dentro del personaje. No puede ser objeto de ataques por parte de un espíritu de celos u otro, porque sus inclinaciones tienen otras características. Lo que nos enseña perfectamente que en todos los casos ACTIVAMOS espíritus oscuros afines a la actitud carnal que nos domina y por eso el estado emocional, espiritual y psíquico de aquel hombre, viene a ser mucho peor que el inicial y las manifestaciones pecaminosas, son superiores a las que se le conocían. 2

3 Tal es la situación del delincuente, que inicia su derrotero criminal asaltando transeúntes, para ir incrementando su brutalidad, hasta que posteriormente, comienza a asesinar a sus víctimas. Muchos pastores y líderes, sindican continuamente a un hermanito proclive a pecar, de estar endemoniado y poseído por un espíritu maligno, olvidando por brutal ignorancia- que simplemente es la activación de una obra de la carne heredada o aprendida y ejecutada dentro del medio familiar, social o cultural en donde se desenvuelve. Maestros cuya tendencia es, considerar que todo es malo y por lo tanto demoníaco. Ven al diablo en todas las acciones del hombre. El desconocimiento en este campo tiene un saldo trágico: MILLONES DE PERSONAS terriblemente heridas y lastimadas a causa del mal enfoque y una mediocre dirección en las conductas humanas que están arraigadas en los hombres y cuyo tratamiento no es con gritos desenfrenados y golpes de exorcismo, sino enfocando la raíz del problema, para dar una respuesta adecuada y certera que nos permita eliminar esa actitud negativa. No podemos confundir demonización y endemoniados. La primera es básicamente una invasión no perdurable y resulta en algún tipo de control sobre la reacción humana con manifestaciones diversas. Satanás, a través de sus demonios y de los espíritus Haggab ejerce un control parcial directo sobre una o más áreas de la vida del cristiano, apertura permitida por la activación de las OBRAS DE LA CARNE. El Apóstol Pablo describió la lucha que él tenía en su propio esfuerzo para vivir una vida piadosa, en Romanos 7: 15-19: Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no practico lo que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago. Y ya que hago lo que no quiero, concuerdo con que la ley es buena. De manera que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que mora en mí. 3

4 Y continúa diciendo: Yo sé que en mí, a saber, en mi carne, no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero; sino al contrario, el mal que no quiero, eso practico. Pablo experimentó la dificultad de vivir una vida santa pero él continuó siguiendo esta meta a pesar de sus fracasos entendiendo la importancia de superar cada día, sus inclinaciones carnales y acudir a la confesión delante del Espíritu Santo, para fortalecimiento en las áreas que parecían imposibles de dominar humanamente. Pablo explica los resultados de hacer las obras de la carne: de las cuales os advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Gálatas 5:21). El apóstol Juan, consciente de la extrema debilidad del hombre nos exhorta a la confesión de los pecados delante del Eterno, no ANTE LOS HOMBRES DE LA IGLESIA, quienes probablemente aprovecharan las circunstancias y el conocimiento de sus intimidades, para un día aciago y triste para usted, recibir las bofetadas del desprecio o los abusos, producto de su ingenua confesión. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9). Porque los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz. Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. Así que, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Sin embargo, vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. (Romanos 8: 5-9). 4

5 Querido hermano y amigo: Es tan difícil comprender la importancia de enfrentar con ahínco y denuedo nuestras propias debilidades, inclinaciones y actitudes, que soslayamos este espinoso tema y con el simplismo de la negatividad, nos autocalificamos como casos perdidos heredados de los abuelos y por lo tanto, nos acostumbramos a convivir con manifestaciones malsanas que hacen daño a los demás y para las que desconocemos la existencia de soluciones efectivas y poderosas. Lo estamos invitando a corregir su comportamiento actual, en la seguridad que saldrá beneficiado y los suyos por fin, estarán libres del temor que les genera sus impredecibles actitudes. Bienvenido al Poder de Dios. 5