CEE. Cuaderno de Trabajo Nº 04/2013 CEE - ANEPE

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1 Ministerio de Defensa Nacional Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos CEE Cuaderno de Trabajo Nº 04/2013 CEE - ANEPE 0

2 MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS CENTRO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS Cuaderno de Trabajo CEE Nº 04/2013 TEMA : LAS DOS COREAS: EL PRIMER CONFLICTO ARMADO DE LA GUERRA FRÍA SERA EL ÚLTIMO? FECHA : 01 de Abril de AUTOR : Juan Fuentes Vera, Investigador asociado CEE, ANEPE. Las recientes tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur cuyos hitos han sido las maniobras conjuntas entre los Estados Unidos y Corea del Sur y el ensayo nuclear de Corea del Norte, constituyen otra expresión de un antiguo problema para la seguridad internacional derivado del estallido en 1950 de la Guerra de Corea y que se ha visto agravado en los últimos días por la declaración del régimen norcoreano en orden a desconocer la línea divisoria fijada por el armisticio de 1953, el famoso paralelo 38, a lo que se agrega la posibilidad de un choque armado entre los dos países, en circunstancias que existe armamento nuclear comprometido. Es así que al menos en esta parte del mundo la Guerra Fría no ha terminado y continúa poniendo en peligro la paz mundial. Sin embargo, lejos de ser un episodio más de un viejo conflicto, la actual situación forma parte integral del puzzle constituido por la recomposición de las relaciones internacionales de post guerra fría, donde el término de la bipolaridad ha significado el inicio de un reordenamiento orientado hacia una incierta multipolaridad que no sabemos cuánto puede durar y que por el momento está afectando tanto al sudeste de Asia como al Oriente Medio. En ambos sectores, el nudo del problema se encuentra en la entrada al selecto grupo de países poseedores de armas nucleares de dos actores de muy poca relevancia mundial, como son Corea del Norte e Irán, pero con intereses regionales y condicionantes de política interna que los llevan a encontrar en el complejo camino del chantaje nuclear una forma de subsistir y potenciarse en medio del revuelto panorama contemporáneo de donde proviene lo peligroso de la situación actual. En el caso de Corea del Norte, recordemos que al término de la ocupación japonesa de la península, la que se extendió entre 1910 y 1945, la Unión Soviética ocupó la parte norte, mientras que los Estados Unidos el sur, conforme al reparto del mundo surgido de las negociaciones que pusieron término a la Segunda Guerra Mundial, constituyéndose de esta manera dos estados 1

3 separados y con sistemas de signo contrario. En 1950 Corea del Norte atacó a Corea del Sur con apoyo de China y la URSS, estallando lo que sería el primer conflicto armado de la guerra fría. Por aquél entonces y luego de la crisis de Grecia de 1947, los Estados Unidos habían establecido la Doctrina Truman, fundamento de la guerra fría que los autorizaba a intervenir dondequiera que la libertad estuviera amenazada, por lo que se involucraron inmediatamente en el conflicto con el apoyo de las Naciones Unidas. Como puede observarse en el mapa siguiente, la Península de Corea se encuentra estratégicamente situada inmediatamente por debajo de China y parte de la ex URSS mientras que al sur se encuentra Japón y al Oeste el mar Amarillo con importantes centros de la economía mundial: La Guerra de Corea terminó en 1953 solamente con un armisticio que fijaba como límite entre ambos estados el paralelo 38 no firmándose ningún tratado de paz. Este armisticio es el que hoy en día está siendo desafiado por Corea del Norte creándose una tensa situación cuya causa se encuentra en dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, los regímenes de facto presentan el problema de la legitimación de una forma de sucesión del poder que permita la continuidad del grupo dirigente, lo que en Corea del norte se ha logrado con lo que bien podríamos llamar la dinastía Kim. Pero el joven gobernante actual, Kim Jong-un, nieto del fundador Kim Il Sung, 2

4 requiere asegurar su mandato, por lo que ha tenido una trayectoria zigzagueante. Su padre, Kim Jong Il, tuvo que legitimarse para suceder a Kim Il Sung y logró el apoyo de los celosos mandos militares a cambio de mantener a raya a la elite partidaria que tiene una actitud conservadora en materia de reformas, por lo que acentuó el militarismo del régimen incluyendo el programa nuclear y avanzó poco en materia de cambios. Su hijo Kim Jong-un tiene el mismo problema, sumado a su falta de experiencia y juventud. La necesidad de encontrar un equilibrio favorable a su persona entre el partido, la burocracia estatal y las Fuerzas Armadas, sin contar a su propia familia, parece estar todavía sin resolverse. Tampoco hay que olvidar la gravitación para su liderazgo del importante factor externo, como es la relación con Corea del Sur y desde luego los Estados Unidos. En el último tiempo, Kim Jong-un osciló del conciliador discurso de Año Nuevo del 2012 a enfrentar con dureza los episodios de tensión fronteriza. En este escenario, parece difícil que Corea del Norte abandone su programa nuclear que es el único factor realmente útil a sus intereses considerando el estado desastroso de su economía, de hecho las negociaciones al respecto se encuentran abandonadas desde el año Por otra parte, la dispersión territorial de sus centros nucleares y el alcance de sus misiles en pleno desarrollo hacen que en el caso de un conflicto armado con su vecina Corea del Sur este pueda adquirir dimensiones inmanejables para la propia Corea del Norte como se muestra en los mapas siguientes: Así, la imperiosa necesidad de alimentar a una población cuya economía no funciona, con cosechas cada vez más escasas y sin el ascendiente de sus mayores, Kim Jong-un apuesta por el endurecimiento militar y el chantaje nuclear tratando de sostenerse a toda costa porque tanto él como su régimen tienen muy poco margen de maniobra. La opción de la unificación con el Sur 3

5 también se ve remota debido a que obviamente el régimen comunista desaparecería a la vez que tendría un altísimo costo económico para Corea del Sur, especialmente en las actuales circunstancias de la economía mundial. En segundo lugar, ha surgido la presencia de China en el sudeste asiático, en lo que fuera un dominio incontrarrestable de los EEUU desde la rendición de Japón en China no desea una confrontación ni en Corea ni en otra parte, y hasta ahora aparentemente ha contenido a la dirigencia norcoreana, pero esta tiene sus propios intereses de subsistencia, por lo que mantiene en aprietos a su principal protector. Rusia por su parte trata de lograr un protagonismo que por el momento parece menor aunque también debe entregar una importante ayuda a su antiguo aliado. Japón en tanto todavía considera la posibilidad de modificar su Constitución y comenzar a desarrollar a sus Fuerzas Armadas e incluso su propio potencial nuclear, lo que preocupa enormemente a China. Surge aquí el tema de fondo, cual es la situación geopolítica de la Península de Corea, la que al término de la Guerra fría donde existía claridad en la posición de uno y otro actor, hoy resulta en un escenario más abierto que tardará tiempo en resolverse. Sin embargo, un par de elementos significativos permitirían aventurar un juicio sobre lo que está pasando en este momento. Los Estados Unidos trasladaron sus maniobras conjuntas con Corea del Sur del Mar Amarillo al Mar de Japón y decidieron modificar la ubicación de su escudo anti-misiles, medidas que indican que el eje de sus relaciones futuras pasa por Rusia y China. Rusia no apoya la opción nuclear de Corea del Norte y al igual que China debe entregar ayuda a la muy necesitada población norcoreana. En tales circunstancias, los Estados Unidos aprovechan de presionar a Corea del Norte lo que también es un mensaje para Irán, de manera que el régimen de Pyongyang no tiene más opción que amenazar con un ataque o claudicar y como probablemente su potencial nuclear no debe ser tan fuerte como parece y puede ser neutralizado, los Estados Unidos mantienen la presión y se ha seguido estirando la cuerda sin que aparezca una solución negociada. Como la opción de una progresiva disminución de la tensión no resuelve nada lo interesante será ver cuánto ésta dura sin cortarse y desde luego por dónde se producirá el corte. Rusia ha abandonado su silencio advirtiendo de la grave situación. Ante un ataque norcoreano, la respuesta norteamericana sería durísima, será esta la opción que finalmente veremos? 4