ESTUDIO DE 1ª CARTA DE CORINTIOS Por: Rubén Álvarez Problemas de matrimonio

Transcripción

1 ESTUDIO DE 1ª CARTA DE CORINTIOS Por: Rubén Álvarez Problemas de matrimonio Introducción 1 Corintios 7: 1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro 8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando Después de haber tratado una serie de importantes problemas que ocurrían en la iglesia de Corinto, todos ellos promovidos por andar en la carne; ahora el apóstol Pablo se dispone a responder sobre asuntos que le habían sido hechos saber mediante carta por parte de los corintios. Por lo que vemos ellos tenían diversos problemas matrimoniales, y le consultaban acerca de la separación o el divorcio. El apóstol Pablo da respuesta a sus dudas. DESARROLLO 1. Don de continencia y matrimonio. El primer tema que aborda el apóstol Pablo es acerca de la diferencia entre continencia y matrimonio, y con ello una gran discusión desatada a través de los siglos, que quisiera yo solamente aclarar a partir de la misma Palabra de Dios. El apóstol Pablo dice que sería bueno que todos fueran como él, que no tenía esposa y no tenía ninguna necesidad de tenerla. El dice que esto es un don de parte de Dios. Ahora bien, qué propósito tendría ese don de parte de Dios? Pues un poco después el mismo apóstol lo aclara: 1 Corintios 7: 33 Quisiera, pues, que

2 estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer Una persona soltera, dice Pablo, puede dedicarse por completo al servicio de Dios, en cambio el casado tendrá que procurar por su esposa y familia. Sin lugar a dudas esto tiene que ver con tiempo y dinero. Así que en la lógica de Pablo, él podía dedicarse por completo a la obra del Señor sin preocupaciones de tiempo, lugares, ni dinero; porque no tenía mujer que agradar ni que mantener. Y sin duda Dios uso poderosamente al apóstol Pablo en Su obra, y creo que fue un factor fundamental que no tuviera familia. Pero esta no fue la situación de los demás apóstoles. Dice el mismo apóstol Pablo: 1 Corintios 9: 3 Contra los que me acusan, ésta es mi defensa:4 Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5 No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6 O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7 Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? Quién planta viña y no come de su fruto? O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? Como podemos apreciar tanto Pedro como los demás apóstoles, además de los hermanos de Jesús, viajaban a las diferentes iglesias con sus respectivas esposas. Tal vez aquí veamos la diferencia de productividad entre los demás apóstoles y Pablo, pero queda claro, a partir de la Palabra de Dios que nunca fue un requisito estar soltero para servir al Señor de tiempo completo. Ahora bien, dice Pablo también, que quien no tenga esta capacidad de continencia que mejor se case, a fin de no estarse quemando. Así que quisiera también que comprendieramos que Dios mismo es el autor de la sexualidad y que nada de malo hay en ella, por el contrario. La sexualidad es la forma de unidad de cuerpo que Dios diseñó y desarrolló para el hombre, a través de la cual también el hombre y la mujer pueden dar vida, haciéndonos semejantes a Dios. El matrimonio es honroso, lo dice Hebreos 13: 4; y corresponde al Plan perfecto de Dios. Dijo Dios: no es bueno que el hombre esté solo, pues no en dicha condición nunca podrá lograr explotar todos sus potenciales; sin embargo el deseo del apóstol Pablo era uno solo: Servir al Señor siempre; por lo cual no quería ningún distractor. Graves errores se han cometido a partir de una interpretación incorrecta de esta porción de la carta a los Corintios. La iglesia católica adquirió la continencia para sus sacerdotes de manera opcional desde el siglo IV, reconmendándose en el concilio de Letrán en el año 1,123; y se formalizó de manera obligatoria en el Concilio de Trento en 1,563 como respuesta a la Reforma Protestante que recomendaba que los sacerdotes debieran ser casados. A partir de ese momento gravísimos pecados han sido cometidos por los clérigos, que incapaces de cumplir con dicho celibato, intentan encubrir su falta de continencia de maneras atroces. En conventos se han descubiertos cementerios

3 completos de fetos y niños recién nacidos; se han encontrado pasadisos que conectaban al convento de monjas con el de los monjes. Hoy día el escándalo dentro de dicha iglesia es la pedofília, una muestra más de la incontinencia a la cual quieren obligar a dichos clérigos. El celibato nunca fue la idea de Dios para los siervos del Señor, es una doctrina de hombres que ha dañado terriblemente la imagen de la iglesia. Así lo dice 1 Timoteo 4: 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Espero que quede claro que dicha doctrina que prohibe casarse argumentando que solo así se puede servir al Señor correctamente, es una doctrina de demonios. Por otra parte, cuando el apóstol Pablo declara: Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro, no se refiere en ningún momento a un don del Espíritu Santo. Claro que es que la capacidad de mantenerse verdaderamente célibe, es una capacidad que vino de parte de Dios para el apóstol Pablo, aunque hemos visto que no ocurrió así con los demás apostoles. El don de continencia que muchos intentan elevar a la condición de don espiritual, no está enlistado por el mismo apóstol Pablo en la misma carta a los Corintios en el capítulo 12. Y una vez establecido lo anterior, quisiera sí pusiéramos mucha atención en la preocupación del apóstol Pablo al escribir estas líneas. Su preocupación es que nunca un hombre podrá lograr alcanzar sus propósitos si está ligado a una mujer que se opone a ellos. Si esta era una preocupación válida en aquel tiempo, es mucho más válida en nuestros días en que la mujer tiene un papel protagónico en la sociedad y no es más la que sigue a su marido a donde quiera que éste se mueve. La mujer de nuestros días tiene sueños propios y metas que quiere cumplir, su vida no está limitada a soportar a su marido y familia. Es por ello tan, pero tan importante que los muchachos de hoy día aprendar a escoger sabiamente con quien casarse. La recomendación del Espíritu Santo de que no debemos unirnos en yugo desigual (2 Corintios 6: 14), es mucho más importante hoy día que antes. Quizá antes ésta recomendación solo aplicaba para asuntos de fe, vamos que si se trataba de un muchacho pues que no se casara con una muchacha con una fe diferente, pues evidentemente experimentaría graves problemas familiares en el futuro; la misma recomendación era válida para una mujer. Sin embargo hoy día, bajo las tendencias sociales actuales, yo creo que no solo aplica para la fe, sino para intereses y planes de futuro. Imaginemos a dos muchachos cristianos, aman a Dios y el fruto del Espíritu puede verse en ellos. Él quiere servir al Señor completamente, sabe que tiene un

4 llamado de Dios para ello, pero aún no ha llegado el tiempo para ello. Ella, por su parte, tiene grandes dones naturales de parte de Dios y tiene grandes ambiciones de explotarlos. Desea viajar, tener éxito profesional, tener hijos y siempre ser fiel al Señor. Será que un matrimonio entre estos dos personajes ficticios cristianos será un éxito? Pues no. Indudablemente generará increible frustración en alguno de los dos, o en los dos. Pues alguno de ellos, o los dos, nunca podrán realizar sus sueños y propósitos. Sin embargo hoy día, la elección del noviazgo y del casamiento pasa mas bien por los atractivos físicos y sensualidad que por una guía del Espíritu Santo al respecto. Es por ello que aún dentro de las iglesias cristianas, muchos matrimonios tienen grandes dificultades. 2. Matrimonio: Autoridad cedida. Lo que no logran entender muchas parejas actuales, es que el matrimonio es un pacto mediante el cual tanto el hombre como la mujer ceden sus derechos y autoridad delante de su pareja. Por eso dice el Espíritu de Dios: La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer Si pudiéramos comprender cabalmente este principio del matrimonio, no sería una dificultad en la vida, sino por el contrario una ventaja maravillosa. Quien ve un problema en esta cesión de derechos y autoridad, es porque quiere seguir siendo él mismo o ella misma, no está dispuesto a ser uno solo con su pareja como Dios quiere hacerlos. Pero quien acepta ser uno solo, entonces sabe que tiene los derechos y autoridad de su pareja, por lo cual tienen una fuerza mucho mayor que antes. Son uno solo pero con la fuerza de dos. A un amigo que no había podido tener hijos debido a la esterilidad de su esposa, le dije: Deja de orar por ella para que Dios haga el milagro en ella, ora por ti, porque son un solo cuerpo, no importa la fe de ella, sino la tuya, tu tienes toda la autoridad sobre su cuerpo, ella no la tiene sino tu. Creo que esto causó asombro en él, pero lo hizo, y bueno, la esterilidad de su esposa se acabó. Ahora bien, el apóstol Pablo, refiere este principio dentro del marco de la sexualidad. Dice: El marido cumpla con su esposa el deber conyugal y la esposa asimismo lo haga con el marido. No se nieguen el uno al otro. El apóstol Pablo les ha escrito acerca las fornicaciones, diciéndoles que quien une su cuerpo con una prostituta es un cuerpo con ella y que ellos deben saber que su cuerpo es templo del Espíritu de Dios. Así que puedo ver que dentro de la iglesia ocurría un grave problema: Dentro del matrimonio no había sexo, así que lo buscaban afuera.

5 Esta es la estratégia más usada por el diablo para deshacer los matrimonios. Expone al sexo como muy atractivo antes de casarse, pero una vez casados lo muestra ante los medios de comunicación como algo aburrido y rutinario. En muchas de las consejerías que he tenido con matrimonios me he dado cuenta que desde hace mucho tiempo ya no tienen relaciones sexuales, incluso algunos matrimonios han decidido dormir en recámaras separadas pues para poder dormir bien. 3. El divorcio, una opción? 1 Corintios 7: 10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. 12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer? 17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. Un grave error he visto en muchas personas: Piensan que serán felices si se casan, luego piensan que serán felices si se divorcian, y más tarde vuelven a pensar que serán felices si se vuelven a casar. La felicidad no se encuentra en un estado civil determinado, sino en la comunión que podamos tener con Dios. Él es quien nos hizo, y solo cuando estamos en Él es que estaremos en paz y felicidad. Cuando una persona se casa pensando en que el matrimonio le hará feliz, pues está volcando toda la responsabilidad de esa felicidad en su pareja, lo cual es una carga terrible sobre el o ella. Así que muchachos, les doy otro lineamiento para escoger con quien casarse: No solo que compartan la fe, no solo que tengan sueños y metas similares en el futuro, sino que también esa persona ya sea feliz y no que esté buscando la felicidad. En los matrimonios de la iglesia de Corinto había otro problema: Qué hacer con los matrimonios en los cuales la pareja no había querido convertirse? Cuando solo uno de los dos ya era cristiano. Evidentemente esta situación estaba provocando problemas en los matrimonios, pleitos, y pues obviamente la solución más fácil era el divorcio. Jesús enseñó estas cosas: Mateo 19: 3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: Es lícito al hombre repudiar a su

6 mujer por cualquier causa? 4 Él, respondiendo, les dijo: No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 7 Le dijeron: Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? 8 Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera Mateo 10: 34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará Claramente dice Jesús que el asunto del divorcio o repudio fue dado por la dureza de corazón de la gente. El plan de Dios nunca fue que un matrimonio se separara. Dijo Jesús que quien repudia, a no ser por fornicación, no debiera casarse con nadie más pues en realidad eso se llamaría adulterio. Así que el apóstol Pablo dice: Que no se separe el esposo o la esposa de su pareja cuando éste no sea creyente, porque al mantenerse en el matrimonio los hijos son guardados y la propia pareja puede ser alcanzada para el Señor por el ejemplo del que si es creyente. Sin embargo, también dijo Jesús que no había venido a traer paz sino disensión en su propia casa. Esto ocurre cuando alguno de la familia se convierte y entonces el resto no lo acepta. Entonces hay problemas entre esposos, los hijos contra los padres, la nuera contra la suegra, etc. La paz dentro del hogar se pierde a causa de la fe en Jesús. Y entonces Jesús dice: Quien ame a su padre o madre más que a mi, no es digno de mi. Sabemos que el amor hacia nuestro Dios debe ser lo más grande y más importante, por lo cual no debieramos alejarnos de Él solo para estar en paz o agradar a la familia. Muchos lo ha hecho así. El esposo se pone furioso porque la esposa cree en Jesús y va a la iglesia, se opone a que sus hijos vayan y sean instruidos en la fe; graves problemas se desatan y entonces la esposa dice: Bueno, para evitarme problemas,

7 pues me alejaré de las cosas del Señor, porque la esposa tiene que estar sujeta a su esposo. La respuesta es: No es digna del Señor. En otros casos, dicen: Yo debo atender primeramente a mi familia, a mis hijos, antes que las cosas de Dios La prioridad siempre debe ser mi familia y después el Señor. Este es otro grave error, no son dignos de Él. El primer amor siempre debe ser Jesús, por lo cual dice Pablo: Si la pareja no acepta esta situación, pues entonces que se separe, pues el Señor nos ha llamado a paz y no a peleas. Como verán, los mismos problemas que hoy existen en las familias, existían desde hace mucho tiempo. Pero el Espíritu de Dios nos da la guía correcta de cómo afrontar dichos problemas.