UNIFICACIÓN ITALIANA 1. Las causas de la unidad. Los ideólogos del risorgimento. La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del

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1 UNIFICACIÓN ITALIANA 1. Las causas de la unidad. Los ideólogos del risorgimento. La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del siglo XIX llevó a la unión de los diversos estados en que estaba dividida la península Itálica, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas "no italianas" como los Habsburgo o los Borbón. También se le conoce como el Resurgimiento (Risorgimento en italiano), e incluso como la Reunificación italiana. A mediados del siglo XIX se encuentra en Italia ya maduro el movimiento nacionalista. Esa idea de nación a la que pertenecen todos los habitantes de la península italiana con la misma lengua y costumbres va a cuajar poco a poco en el pueblo. El movimiento nacionalista estará en conexión con el romanticismo, la labor literaria y la difusión de panfletos es importante, contribuyen a difundir la idea de pertenencia a un colectivo y exaltan los principios patrióticos. Será importante en este sentido la labor poética de Ugo Foscolo su inspiración es fundamentalmente política y sentimental: deriva fundamentalmente del amor romántico y del incipente y patriótico nacionalismo italiano o la del novelista Manzoni que en sus obras impulsan a los italianos a realizar el sueño de la unidad a la vez que exaltan el resurgimiento risorgimento- de la patria anteriormente dormida. Es importante recordar una oda patriótica, Marzo 1821, escrita en ocasión de levantamientos carbonarios en el Piamonte, cuando parecía probable que el ejército de Carlos Alberto de Saboya pasaría el para liberar el río Ticino en Lombardia, o tambien Los Novios, novela ambientada en el norte de Italia a principios del siglo XVII, durante el gobierno español, es en realidad un velado ataque a Austria, quien controlaba la región al tiempo de escribirse la novela (la versión definitiva se publicó en 1842). Junto a la labor literaria destaca la musical desarrollada por Giuseppe Verdi, partidario de la unidad, autor de varios himnos nacionalistas y cuyo propio nombre es utilizado por los revolucionarios (VERDI son las siglas de Vittorio Emmanuele re d Italia, Víctor Manuel rey de Italia). Goffredo Mameli fue un poeta italiano. Participó y perdió la vida en las luchas de la independencia junto a Garibaldi. Fue el autor de Fratelli d'italia (Hermanos de Italia), que pasaría a ser el himno nacional de Italia con la música de Michele Novaro. Mameli pronto vino conquistado del espíritu patriótico y durante los pocos años de su juventud, logró ser parte activa en diversas manifestaciones. Il Risorgimento es el nombre del movimiento fundado en 1847 por Cavour, Garibaldi e Mazzini para difundir por toda Italia las ideas nacionalistas, cristalizaría en la publicación de un periódico con el mismo nombre. 2. Las etapas de la unificación. En 1820 se inició en Europa una oleada revolucionaria que afectó sobre todo al área mediterránea. La revolución española estimuló el movimiento revolucionario de Nápoles. Un regimiento del ejército napolitano al mando del general Guglielmo Pepe, un carbonario, se levantó y conquistó la parte peninsular de Nápoles, por lo que el rey, Fernando I, se vio obligado a jurar que implantaría la nueva Constitución que los Carbonarios estaban redactando.

2 La rebelión de Piamonte comenzó en Alessandria, donde las tropas adoptaron la bandera tricolor (verde, blanco y rojo) de la República Cisalpina. La bandera italiana es una variante de la bandera de la Revolución Francesa, significa la naturaleza y los derechos naturales (igualdad y libertad). De hecho, el primero endiseñar la bandera italiana fueron dos patriotas y los estudiantesde la universidad de Bolonia, Luigi Zamboni, oriundo de la capitalde Emilia, y Juan Bautista De Rolandis. Alrededor de 1830, rebrotó el sentimiento revolucionario a favor de la unificación italiana; una serie de rebeliones puso la base para la creación de una nación en la península italiana. Luis Felipe de Orleáns prometió a algunos revolucionarios como Ciro Menotti que Francia ayudaría a los revolucionarios italianos si Austria interviniera militarmente. Pero, temiendo perder su trono, Luis Felipe decide no intervenir en la sublevación prevista de Menotti. En el 1831 la policía papal descubrió los planes de Menotti y este fue arrestado junto con otros conspiradores. Mazzini, revolucionario con una importante trayectoria como agitador tiene otra visión de Italia, es el fundador del movimiento nacionalista Joven Italia en 1831, tras el fracaso del levantamiento carbonario de Mazzini aspira a una República Unitaria, república por estar en contra de las monarquías que, según él, han mantenido la división de Italia, y unitaria para mantener unido el nuevo estado. El primer paso para la unida de Italia fue nel 1848 la primera guerra de la Independencia, la rebelión contra los austríacos estalló en el Cinco Días de Milán: la guerra, dirigida por Carlo Alberto y perdió, terminó con un fracaso general porque el pueblo no estava bien informado porque analfabeta y porque el sentimento nacionalista ahora estava poco claro a la gente comun. Camillo Benso, conde de Cavour, llegó a primer ministro en 1852, y también él tenía ambiciones expansionistas. Pero se dio cuenta de que para conseguir la independencia necesitaban ayuda, pues había que combatir contra el Imperio austríaco, por lo que quería asegurarse la ayuda de Francia y Gran Bretaña. El conde de Cavour, diseña la unidad de Italia con la monarquía como forma de gobierno en la figura del rey del Piamonte; su pragmatismo político, su frío cálculo y sus dotes diplomáticas tanto para atraerse a los distintos líderes políticos italianos como para tratar con las diversas potencias europeas harán de él el verdadero motor de la unidad, ésta se realizará bajo sus ideas y programas. Cavour como primer ministro será un gran reformista. Va a potenciar en el Piamonte una economía librecambista y el desarrollo de la red ferroviaria que en sólo doce años contará con mil kilómetros de vías férreas; él reconocía que si el resto de Italia no contaba con ferrocarril, de nada le serviría al Piamonte. Para favorecer el desarrollo económico reforma y moderniza el puerto de Génova, y lo une por ferrocarril con Turín. Iniciará la desamortización eclesiástica y esto le granjea el apoyo de los sectores más progresistas, él no es anticlerical pero sí es partidario de la separación Iglesia-Estado, los católicos piamonteses acabarán aceptándolo. Realiza también la modernización del ejército a cargo del general La Mármora, de los errores de la guerra con Austria en el 48 se han sacado conclusiones, el nuevo ejército es más moderno y efectivo, pero insuficiente todavía para derrotar a Austria. Pero su papel será más importante trabajando en el objetivo de unificar el territorio italiano, la idea de unidad

3 debe extenderse entre todos los italianos, pero también en los círculos diplomáticos extranjeros se va tomando conciencia de esa aspiración que es bien vista por ingleses y franceses. Participará activamente en la guerra de Crimea (enfrentamiento entre Gran Bretaña, Francia y Turquía contra Rusia) del lado de Francia para poder sentarse tras la victoria en la mesa de los grandes y allí divulgar sus ideas. Gracias a él la cuestión italiana se hace famosa en Europa y sus simpatizantes se extienden por todo el Continente. Su don de gentes arrastra a todos los líderes nacionalistas salvo a Mazzini en la causa de la unificación bajo la casa de Saboya, bajo la égida de un rey liberal. Las ideas van unidas también a la práctica, la rica burguesía del norte ve en la unidad una necesidad económica, se produciría así una unión de mercados y las condiciones ideales para desarrollar sin problemas una red de ferrocarriles para todo el país que integraría ese mercado. El norte está experimentando un desarrollo industrial sin precedentes y tiene que dar salida a esos productos. Precisamente Cavour, el cerebro frío y calculador, hace un estudio sobre los ferrocarriles en el Piamonte y ve que si en el resto de Italia no hay ferrocarriles de nada servirían. Los comerciantes ven en la excesiva fragmentación política un fuerte impedimento para el desarrollo de los intercambios. a) La guerra con Austria de 1859: la incorporación de Lombardía. Cavour convence en 1858 al emperador francés Napoleón III para que apoye la causa de la unidad italiana frente a Austria en una entrevista secreta en el balneario de Plombières, a cambio del apoyo le promete la ciudad de Niza y Saboya. Cavour sabe que solo no puede contra Austria, la única potencia que le puede apoyar es Francia. Con el apoyo francés Cavour inicia la agitación popular contra Austria y ésta reacciona como se esperaba, el 27 de abril de 1859 invade el Piamonte. El pequeño reino del Piamonte cuenta con el apoyo francés y con la simpatía de Rusia, Inglaterra y Prusia que se declara neutral, en esta situación Austria está aislada. El desarrollo de la guerra determina que los piamonteses, con el apoyo real y efectivo de las tropas francesas, lleven la iniciativa, a su favor cuentan con un ejército modernizado y con una buena red de ferrocarriles para desplazar rápidamente las tropas, las batallas de Magenta y Solferino determinan el hundimiento de los austríacos y los piamonteses ocupan Lombardía; pero cuando están a punto de conquistar el Véneto y acabar con la ocupación austríaca, Napoleón III les retira su apoyo y firma la paz con los austriacos, el tratado de Villafranca, esto es debido a que el emperador francés no quiere enemistarse con Austria, a su vez el canciller alemán Bismarck no está dispuesto a que se hunda Austria y se fortalezca Francia. La guerra termina con una decepción para la causa italiana a pesar de que se ha incorporado Lombardía, los austríacos siguen en Venecia y Cavour dimite debido a la traición de Napoleón III, pero en la sombra seguirá dirigiendo el proceso. La experiencia le ha enseñado que no debe confiar en ninguna potencia extranjera, pero que tampoco se puede enemistar con Francia. De forma simultánea, en el mismo año 1859 se producen revueltas populares en la Toscana, Módena, Parma y Romaña que destronan a sus legítimos gobernantes y piden su incorporación al Piamonte como motor de la unidad italiana. Las cuatro provincias realizan plebiscitos que ratifican esas incorporaciones, Cavour, temiendo el malestar de las potencias europeas ante el cambio de fronteras, se muestra prudente, al final admite esas incorporaciones. Napoleón III reconocerá públicamente el

4 engrandecimiento de los límites del Piamonte, previamente se ha cobrado Saboya y Niza de acuerdo con el tratado de Plombières. Oficialmente Cavour sube de nuevo al poder. b) La expedición de Garibaldi en Pero lo más destacado de esta época es la labor de Garibaldi, un idealista que sabe agitar el fervor popular a favor de la causa de la unidad. Es un viejo revolucionario que ha participado en levantamientos populares en Uruguay, Brasil, Italia... y que concibe la unidad de Italia como principio supremo, sólo que para él Italia debe ser una república y no un reino, con lo que entra en contradicción con Cavour y Víctor Manuel. La contrafigura de Cavour es el revolucionario Garibaldi, que desarrollará la lucha desde las barricadas, arrastrando a las masas a la lucha con su brillante oratoria, será partidario de la República como forma de gobierno, aunque al final no tendrá más remedio que aceptar la monarquía, su contribución en favor de la unidad será importantísima. Importante sería, sin duda, el papel del rey de Piamonte Víctor Manuel II que desde el principio respeta la Constitución liberal de su padre e inicia el proceso de desamortización eclesiástica que le otorga el apoyo de sectores importantes. Será el que apoye todas las acciones de Cavour y al terminar la unidad será el primer rey de Italia. Su epopeya más grande es la expedición que mandó contra Sicilia y Nápoles y que tendrá como resultado el hundimiento de los Borbones en el sur y la incorporación de esos territorios a la causa de la unidad. Con un grupo de 1088 revolucionarios, llamados Camisas Rojas, parte de Génova el 5 de mayo de 1860 después de saquear el puerto con la aquiescencia de Cavour y desembarca en Sicilia el día 11. Rápidamente se hace con el control de la isla y se nombra dictador de Sicilia en nombre de Víctor Manuel II del Piamonte, el éxito ha sido rápido ya que los sicilianos no intiendes bien lo que stava pasando porque la situacion en el sur de la Italia, nel Reino de las Dos Sicilias, era muy biena porque con los Borbones la Sicialia estava elevada economicamente y tambien tenea muchas escuelas, muchas culturas... El 20 de agosto atraviesa el estrecho de Mesina e intenta tomar el reino de Nápoles, tarea difícil no por la resistencia militar sino por la actitud hostil de algunas potencias europeas, Cavour desautoriza la expedición, no quiere ganarse la enemistad de las potencias europeas, Víctor Manuel II le escribe una carta oficial pidiéndole la renuncia a la empresa, pero otra privada en la que le desea éxito. Garibaldi no retrocede y se hace dueño de Nápoles tras la huida del último Borbón Francisco II al que de nada le ha servido prometer una constitución y un gobierno liberal. Garibaldi domina Nápoles el día 1 de octubre, en estos momentos desafía abiertamente a Víctor Manuel y está dispuesto a proclamar la república, esto suponía un enfrentamiento o quizá una guerra dentro de los partidarios de la unificación. Cavour reacciona enseguida y hace aprobar por el parlamento del Piamonte la anexión de Nápoles. Acto seguido y en contacto con los medios diplomáticos extranjeros organiza una expedición para garantizar el orden y la paz en Nápoles, el ejército piamontés de camino hacia el sur se va incorporando los territorios por los que va pasando Umbria y Las Marcas- que pertenecen al papa. Ante la llegada del ejército de Víctor Manuel, Garibaldi recapacita y reconoce a éste como rey de Italia, en la entrada triunfal del rey en Nápoles el 7 de noviembre, Garibaldi le acompaña. El día 17 de marzo de 1861

5 Víctor Manuel II es proclamado oficialmente rey de Italia, y se proclama tambien el Reino de Italia, Cavour muere, pero la mayor parte de Italia está unida, queda sólo Venecia y la cuestión romana. c) La incorporación de Venecia en La situación se mantiene en calma, los piamonteses están esperando una coyuntura internacional favorable para declararle la guerra a Austria y así incorporarse Venecia. En el otoño de 1865 Napoleón III y Bismarck, primer ministro prusiano, se reunieron en Biarritz y se pusieron de acuerdo para que en un probable enfrentamiento con Austria, Venecia pasara a manos de Italia, para ello Italia se comprometería a declarar la guerra a Austria en el mismo momento que lo hiciera Prusia. Por otra parte, los austríacos, temerosos del enfrentamiento inevitable con Prusia, pactaron con los francese la incorporación de Venecia a Italia a cambio de su neutralidad; en todo caso los italianos tenían asegurada Venecia. La guerra entre las dos potencias alemanas (Prusia y Austria) estalló en junio de 1866, a pesar de las derrotas italianas en Custoza y en Lissa, el hundimiento austriaco en Sadowa el 3 de julio significaba dos cosas: la marginación de Austria del contexto alemán y la entrega a Italia de Venecia. Los italianos quisieron seguir luchando contra los austriacos para tomar Trentino, pero Bismarck se opuso. Incorporada Venecia, ya sólo faltaba Roma, ciudad a la que se había designado como capital del nuevo Estado. d) La incorporación de Roma en 1871 y el fin del proceso. La unificación no podía ser completa hasta incorporar Roma, pero había muchos inconvenientes: el Papa se negaba en redondo, como es lógico, además, las tropas de Napoleón III defienden a Pío IX y eran el obstáculo más fuerte para lograr la unidad completa, por si fuera poco, todos los católicos europeos son hostiles a esa acción. Estaba claro que sólo sería posible la incorporación con la retirada del ejército francés acantonado en Civita Vecchia en las proximidades de Roma. Tras varios intentos infructuosos de lograr un acuerdo con Napoleón III garantizando los derechos del papa, Víctor Manuel fomenta en privado la acción revolucionaria de Garibaldi, como en el caso anterior de Nápoles se muestra oficialmente en contra de la agitación, el rey necesita el apoyo de las potencias europeas. De todas formas Garibaldi fracasa en las dos tentativas, en 1862 y en 1867, la unidad parecía imposible. Al igual que en el caso de Venecia, el cambio de coyuntura internacional y la victoria prusiana sobre Napoleón III en Sedán en 1870 favorecieron el desbloqueo del problema al verse las tropas francesas obligadas a retirarse. Aprovechando esta situación el gobierno de Italia toma Roma el 20 de noviembre de 1870, que cae tras la débil resistencia de las menguadas tropas pontificias. La unidad se había completado. En julio de 1871 Roma se convierte en la capital del reino de Italia. No acabarán los problemas del nuevo Estado. El más importante es la enemistad que el gobierno italiano se ha granjeado en el exterior por la oposición de todos los católicos al ver como ha despojado al papa del patrimonio que disfrutaba desde hacía mil años. En el interior la relación con la Iglesia es insostenible, Pío IX excomulga a todo el gobierno italiano y a sus partidarios, los papas vivirán recluidos en El Vaticano

6 hasta que ya en el siglo XX (Tratado de Letrán) reconozcan la existencia de Italia. El otro problema serio es la serie de desigualdades tan grandes entre el norte, industrizado y urbano, y el sur, atrasado y rural, no se llegarán a solucionar hasta bien entrado el siglo XX. LA UNIFICACIÓN ALEMANA 1. ALEMANIA EN LA PRIMERA MITAD DE SIGLO XIX 1.1. Alemania a inicios del siglo XIX A inicios del siglo XIX, el Estado-Nación que hoy conocemos como Alemania no se encontraba integrado en una unidad política, sino que era un complejo conglomerado de territorios (Reinos, Ducados, Principados, ciudades libres, etc) independientes entre sí. Estos territorios formaban parte del Sacro Imperio Romano Germánico, que era una confederación de estados independientes. Esta institución de origen medieval, bajo la autoridad nominal de la dinastía de los Habsburgo, se encontraba en declive desde el siglo XVII. El Sacro Imperio Romano Germánico no era un Estado propiamente dicho, ya que su poder estaba muy limitado y en la práctica cada territorio tenía una organización y características políticas propias, independientes y autónomas. Como en el resto de Europa, la expansión de la Francia napoleónica también se hizo notar en los territorios alemanes. En 1806, el Imperio de los Habsburgo es derrotado por el ejército francés y la institución del Sacro Imperio Romano Germánico es abolida. Así pues, los territorios alemanes pasan a la influencia francesa y bajo la iniciativa de Napoleón se crea la Confederación del Rhin ( ), que agrupa todos estos territorios. Como en la mayor parte de países europeos, la invasión napoleónica hace despertar en los territorios dominados oposición a la ocupación que se apoya en ideales nacionalistas, un hecho que también ocurre en Alemania, dónde se empieza a gestar la idea de combatir al invasor y reclamar una futura Alemania unida. Así, el cosmopolitismo de las ideas revolucionarias choca con un incipiente nacionalismo, que ha asumido parte de esas ideas, aunque adaptadas a las peculiaridades de cada pueblo Congreso de Viena Tras la caída del Imperio napoleónico, las potencias absolutistas que han derrotado a Napoleón intentan volver a la situación anterior a 1789 y reorganizan el mapa europeo en el Congreso de Viena (1815). En el caso de los territorios alemanes, se acuerda crea una nueva institución, la Confederación Germánica, que se puede ver como un intento de volver a una institución similar al Sacro Imperio Romano Germánico La Confederación Germánica ( ) La Confederación Germánica es una confederación de Estados soberanos, que agrupa a un conjunto de más de 40 territorios alemanes y que pretende ser una especie de continuación del viejo Sacro Imperio Romano Germánico. Esta institución tampoco puede ser considerada como un Estado propiamente dicho. Su creación obedece a los intereses de las potencias reunidas en el Congreso de Viena, por lo que no se cuenta con el pueblo ni contempla los incipientes ideales nacionalistas, que

7 habían empezado a aflorar bajo el dominio napoleónico. Por lo tanto, es una institución que pese a tener una especie de Asamblea de representantes (Dieta de Frankfurt), no tiene muchas instituciones políticas comunes, por lo que se va a ver sometida a una escasa cohesión interna. Por lo tanto, es una entidad política arcaica y en la que no todos los territorios están bajo igualdad de condiciones, sino que existen dos territorios que sobresalen por su importancia sobre el resto, Prusia y Austria, que van a mantener una rivalidad para ser la potencia hegemónica en la zona Rivalidad entre Prusia y Austria El Reino de Prusia era la potencia emergente en la zona alemana frente al poder tradicional que representaba Austria. Tras el Congreso de Viena, Prusia sale reforzada territorial y políticamente. A lo largo del XIX, Prusia entra en la Revolución Industrial y se consolida como una potencia industrial, debido a su gran riqueza minera (acero, hierro y carbón). El desarrollo económico permite el desarrollo de una burguesía fuerte y dinámica que empieza a asumir el poder político. La élite económica prusiana son los junkers, antigua aristocracia terrateniente que se industrializa a lo largo del XIX. Paralelamente, hay un aperturismo político, que permite entrar en el juego político a esta élite económica, a través de un sistema de monarquía parlamentaria limitada con sufragio censitario. Por otro lado, Austria representaba la potencia tradicional de la zona, un vasto Imperio multinacional, que se organizaba a través de una monarquía autoritaria y centralista. Frente a la industrialización prusiana, Austria presenta una economía propia del Antiguo Régimen de carácter eminentemente agrario. Así, esta organización impide que surjan clases burguesas capaces de modernizar las viejas estructuras económicas, sociales y políticas Proyectos de unificación Esta rivalidad entre Austria y Prusia va a afectar al proceso de unificación. De esta forma, hay dos proyectos principales para construir una Alemania unida: -Por un lado, el proyecto de Pequeña Alemania, que defiende Prusia y que no incluiría a Austria. -El otro proyecto es el de la Gran Alemania, que incluiría a ambas potencias, Prusia y Austria. 2. CAUSAS DE LA UNIFICACIÓN 2.1. Causas económicas La economía juega un papel preponderante para entender el proceso de unificación alemana. El siglo XIX trae la expansión del liberalismo económico, el paso de una economía agraria a una industrial, el auge de las relaciones comerciales y, en definitiva, la definitiva instauración de un sistema de explotación capitalista que acaba con la economía dominante del Antiguo Régimen. El desarrollo de un capitalismo industrial trae consigo el auge de la burguesía. En el caso de Alemania, la élite económica prusiana de los junkers va a ser uno de los factores fundamentales que van a determinar la unificación. De hecho, estas élites económicas van a ser las grandes interesadas en una Alemania unida, que permitiera la creación de un gran mercado interno. Prusia es la gran potencia industrial y comercial de la zona y, por lo tanto, será la gran impulsora de la unificación.

8 Los avances económicos van a vertebrar la nueva nación, ya que Alemania se une antes económicamente que políticamente. Los avances derivados de la Revolución Industrial como, por ejemplo, la expansión del ferrocarril ayudan a vertebrar la futura Alemania mediante una red ferroviaria que elimina fronteras entre Estados y posibilita mayor movilidad. Zollverein o Unión Aduanera (1834): es una unión económica que supone la libre circulación de mercancías comerciales, suprimiendo cualquier clase de tasas y barreras arancelarias entre los territorios alemanes y unificando la legislación económica. Es una unión auspiciada sobre todo por los junkers prusianos y que va a englobar a todos los territorios alemanes con la excepción de Austria. El Zollverein es un factor clave para la futura unificación, ya que muestra la viabilidad económica de una Alemania sin Austria. El Zollverein supone un gran avance en el desarrollo económico de Prusia y el resto de territorios alemanes y es también un triunfo de Prusia sobre Austria, que se oponía al proyecto, lo que va a consolidar el poder y capacidad de influencia de Prusia en la zona Causas sociales Las causas sociales que explican la unificación alemana tienen que ver, sobre todo, con la transformación social que supone la caída del Antiguo Régimen que permite el surgimiento de la burguesía y de un poder creciente que se manifiesta en lo económico y en lo político. Además, fruto de la industrialización surge en Alemania nuevas clases sociales, como el proletariado industrial. Otro factor importante es el desarrollo de un sentimiento nacionalista en amplias capas de la población alemana, que va a hacer que la mayoría del pueblo se muestre predispuesto a aceptar y apoyar una Alemania unida y que hacen cada vez más intensa la actividad política de grupos nacionalistas que van a poyar un Estado alemán Causas ideológicas El concepto de Nación que va a triunfar en Alemania es el que se apoya en el nacionalismo orgánico o romántico. De hecho, esta idea de nacionalismo surge en la propia Alemania como contraposición al concepto de Nación ilustrada o voluntarista de raíz francesa. Las influencias del Romanticismo y el Idealismo van a hacer que surja una idea de nación cultural de carácter éticopolítico, una nación que tiene como base su historia y tradiciones y que antepone el instinto frente a la razón y las particularidades de los pueblos frente al cosmopolitismo, rechazando la idea ilustrada de que la Nación recoge la voluntad popular. El nacionalismo alemán va a identificar Nación con Estado, una noción de Estado-Nación que se opondría a la idea de Imperio multiétnico y multinacional propio del Imperio austriaco. Principales ideólogos: -Fichte: en su obra Discursos a la Nación alemana, proclama la superioridad cultural y filosófica de la lengua alemana. El hecho de tener un idioma común es uno de los elementos constitutivos de una Nación, que constituye la forma más natural posible de organización. Los lazos invisibles (cultura, historia, tradiciones) son los que unen a los pueblos en naciones. -Herder: crea el concepto de Volksgeist o Espíritu del pueblo, según el cual cada nación tiene un espíritu propio que la define mediante una serie de fuerzas creativas (lengua, poesía, historia, derecho) que habitan de forma inconsciente en la esencia de cada Nación.

9 3. ANTECEDENTES DE LA UNIFICACIÓN ALEMANA 3.1. La Revolución de 1848 El ciclo revolucionario de 1848 afectó a toda Europa y se caracteriza por su carácter marcadamente democrático y por el importante peso de las ideas nacionalistas. En el caso de los territorios alemanes, buena parte de los más importantes se ven involucrados en proceso de marcado carácter revolucionario que reclaman reformas democráticas como son los casos de Prusia, Austria o Sajonia. En este clima, se plantea la posibilidad de unir Alemania e incluso se constituye un Parlamento en Frankfurt con representantes de todos los territorios alemanes. No obstante, el intento de 1848 acaba frustrándose debido a que las revueltas son sofocadas y existe una clara falta de consenso, que hace que Austria y Prusia abandonen el Parlamento de Frankfurt, debido a la radicalización de las propuestas de unificación bajo ideales democráticos La llegada de Bismarck El nombramiento de Bismarck como canciller por parte del rey de Prusia Guillermo I va a dar el espaldarazo definitivo para concretar el proceso de unificación. Bismarck recibe plenos poderes y refuerza el papel de Prusia en la zona y defiende el proyecto de una Alemania sin Austria. Entre las medidas que va tomar Bismarck van a estar el reforzamiento del ejército prusiano, el desarrollo de una significativa labor propagandística y de una hábil política diplomática, elementos todos ellos destinados a sobreponerse a la oposición de Austria y la Francia de Napoleón III. Bismarck diseña un proyecto de unificación consecuente con su ideología conservadora, por lo que los proyectos más progresistas y de sesgo más democrático van a ser descartados a favor de una Alemania fuerte y dominante en Europa, que siga el modelo prusiano. Bismarck tiene en cuenta que, para poder concretar sus objetivos, será inevitable el enfrentamiento con los dos grandes impedimentos para la unificación, la ferviente oposición de Austria a una Alemania liderada por Prusia y el papel hegemónico del II Imperio francés en la Europa continental. 4. FASES DE LA UNIFICACIÓN 4.1. Primera fase: La Guerra de los Ducados (1864) Los pequeños ducados de Schleswig y Holstein estaban situados en el norte de Alemania. Estos territorios, pese a tener como lengua mayoritaria el alemán, históricamente estaban dominados por la Corona de Dinamarca, un reino secundario ubicado geográficamente al norte de Alemania. El monarca danés Cristián IX intento aumentar su control sobre estos territorios y anexionarles definitivamente al Reino de Dinamarca, lo que provocó la protesta de la Confederación Germánica, sobre todo de Prusia. Schleswig y Holstein eran territorios históricamente reclamados por Alemania, ya que era una zona con muchos rasgos comunes con el resto de territorios alemanes.

10 De esta manera, Bismarck ve la posibilidad de arrebatar los ducados a Dinamarca y anexionarlos. Para ello, Bismarck logra persuadir al emperador Francisco José I de Austria para organizar una alianza austro-prusiana contra Dinamarca en El ejército austro-prusiano dirigido por el general prusiano Von Moltke, muy superior al danés, logra una rápida victoria militar sobre las tropas danesas. Así, Dinamarca pierde ambos territorios y Holstein queda para Austria y Schleswig para Prusia Segunda fase: Guerra austro-prusiana (1866) Prusia es consciente de que para continuar sus planes satisfactoriamente el conflicto con Austria es inevitable. Bismarck desarrolla una política destinada a entorpecer la gestión austriaca de Holstein. Hay una escalada de tensión entre Austria y Prusia que estalla en Por lo tanto, en 1866 se desencadena la llamada Guerra austro-prusiana o Guerra de las Siete semanas, dónde el poderoso ejército prusiano liderado nuevamente por Von Moltke, con la ayuda en el sur del joven Reino de Italia, derrota rápidamente al ejército austriaco en la batalla de Sadowa (1866). La victoria prusiana en la Guerra austro-prusiana es la constatación del poderío de Prusia en Alemania y la relegación definitiva de Austria para el futuro Estado alemán. La derrota austriaca trae como consecuencia la definitiva disolución de la Confederación Germánica en 1866, la incorporación a Prusia de territorios como Holstein, Hannover y Hesse-Kassel y la fundación de una nueva institución, la Confederación Alemana del Norte (1867). La creación de la Confederación Alemana del Norte consolida el poder prusiano en el norte de Alemania, ya que Guillermo I es nombrado presidente de la Confederación y Bismarck canciller. Al contrario que la Confederación Germánica, la Confederación Alemana del Norte si es un verdadero estado confederado con 22 miembros y una Constitución y Parlamento propios. Ahora, solamente queda el sur de Alemania para completar la unificación y progresivamente, Bismarck va a trazar un sistema de alianzas con los Estados del sur que permita fortalecer los lazos entre estos territorios meridionales y la Confederación Alemana del Norte Tercera fase: Guerra franco-prusiana (1870) Tras la fundación de la Confederación Alemana del Norte y con Austria desactivada, el único impedimento que se le presenta a Bismarck para completar la unificación es el poder de la Francia de Napoleón III. El objetivo de Bismarck es crear una Alemania fuerte y que posea un papel de potencia dominante en la Europa continental, por lo que el choque con Francia va a ser inevitable. Además hay problemas de fondo, como la histórica reclamación por parte de Alemania de los territorios de Alsacia y Lorena Las tensiones entre Prusia y Francia estallan a raíz del telegrama de Ems (1870), que no es más que un incidente diplomático relacionado con la sucesión al trono español y que es originado astutamente por Bismarck para soliviantar los ánimos franceses y generar un conflicto armado. La animadversión entre ambas potencias era muy palpable y Bismarck utiliza esta tensión en su favor para cumplir sus intereses políticos. Así, en 1870 estalla la Guerra franco-prusiana, que en realidad es un conflicto entre Francia y una alianza militar alemana, incluyendo también a los territorios del sur. La Guerra franco-prusiana es

11 un conflicto brutal en cuanto a potencia destructiva. El ejército alemán al mando de Von Moltke desactiva las defensas francesas y logra atravesar la frontera franco-alemana, llegando incluso a cercar París. La batalla clave del conflicto es la batalla de Sedán (1870) que va a obligar a Napoleón III a firmar la paz. La victoria alemana supone la caída del II Imperio francés y desencadena una importante crisis en Francia (Comuna de Paría y III República), además de perder Alsacia y Lorena. En enero de 1871, bajo las cenizas del II Imperio francés, se proclama la definitiva unificación de Alemania en un acto celebrado en la galería de los espejos del palacio de Versalles. Se trata de una ceremonia de una gran carga simbólica, por lo que tiene de humillación a la derrotada Francia. Alemania nace, no solamente como Estado, sino que Guillermo I es proclamado emperador (Káiser) del Imperio alemán (II Reich). De esta forma, los deseos de unificación anhelados por Prusia y Bismarck se cumplen con creces, logrando crear una verdadera potencia política y económica, que irá consolidando su poder a lo largo del XIX.