SOS: La aventura de Antuán

Transcripción

1 2012, Margarita Barriga Pino De esta edición: 2012, Santillana S. A. Av. Eloy Alfaro N y Av. 6 de Diciembre Teléfono: Quito, Ecuador Av. Miguel H. Alcívar y José Alavedra Tama, manzana 201, n o 14, Kennedy Norte Teléfono: Guayaquil, Ecuador SOS: La aventura de Antuán Margarita Barriga Pino Ilustraciones de Santiago Parreño Correo electrónico: comunicaciones@santillana.com.ec Facebook: Prisa Ediciones Ecuador Alfaguara es un sello editorial de Santillana. Éstas son sus sedes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Primera edición en Alfaguara Ecuador: Julio 2012 Editora: Annamari de Piérola Edición y corrección de estilo: María de los Ángeles Boada Ilustraciones: Santiago Parreño Diagramación: Roque Proaño ISBN: Impreso en Ecuador por Poder Gráfico Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso escrito previo de la editorial.

2 A todos los niños, quienes con su inocencia nos transmiten alegría.

3 Índice Antuán...11 Papá para mí, mi vida para mamá...19 Mamá para mí, mi vida para papá, Michunga para los demás...27 El encargo...33 Bus, línea La Mima...47 Taxi rosado...53 Pensando en Juanio...59 Cambio de ruta...67 Familia Nieve...75 Destino final...89

4 Antuán Hola, soy Antuán. Tengo 13 años, mejor dicho 12, para ser exacto con la edad. Tengo 12 años y 7 meses y por eso digo que son 13, para redondear. Mi cara es ancha, tengo el pelo lacio y los ojos color gris patagónico como los de papá; de mamá tengo la boca, parece piquito. No sé qué me pasa actualmente en proporción, tengo los brazos más largos que las piernas, dicen que es un problema normal del crecimiento. En estos días me he pasado la mano por la barba y he contado tres pelitos, pero no los dejo crecer, siempre tomo la rasuradora de papá para eliminarlos, me siento todo un hombre.

5 13 Mi familia está conformada por las siguientes personas: #1, papá para nosotros, Juan para los demás. #2, mamá para nosotros, mi vida para papá y para los demás Mercedes, Meche, Michu o Michunga. #3, Antuán, es decir yo, el hijo mayor (más adelante les contaré la historia de mi nombre, que no es muy común). #4, Juanio (este nombre también tiene una historia que les contaré después), hijo segundo o menor. #5, la abuela Mima, no sé si éste es su verdadero nombre o es puesto encima del verdadero. Desde que aprendí a llamarla sólo le he dicho Mima. Así termina el listado familiar porque mi madre es hija única y mi abuela también.

6 14 15 La familia de mi padre es de Patagonia, allá está el resto de pingüinos, perdón, quise decir primos. Mamá también tiene muchos primos y sobrinos en segundo y tercer grado, así dice ella, esto no lo entiendo muy bien, me da la impresión de que su parentela es un poco vaga y que sólo han estudiado lo elemental. Antuán es mi verdadero nombre. Aunque les suene francés, su origen no es parisino, es una fusión de dos nombres: Antonio y Juan. Una vez mamá me contó que lo de Antonio es por el santo: Quería casarme con un buen hombre y me recomendaron los milagros que hacía San Antonio. Sigue, mamá, que me interesa la historia de mi nombre le dije con curiosidad. A San Antonio lo tenía escondido en un rincón del clóset, puesto de cabeza; si tu abuela lo hubiera visto en esa posición le daba un patatús y hubiera pensado que era una falta de respeto, pero así lo mandaba la tradición y había que cumplirla me confesó mamá. Y se hizo el milagro, encontré al hombre de mi vida, hijo, me casé con él, tu padre, y ahora somos felices. Lo que me gusta es que ella tiene confianza en mí y me hace partícipe de sus logros. A Michunga así le digo cuando quiero que me consienta, le gusta llevarnos al pediatra para que nos haga un ABC como ella dice, cuando terminamos el colegio. Veamos, veamos, qué le pasa a este jovencito, vamos a examinarlo

7 16 17 dice el doctor, ataviado con un cintillo y un foco pequeñito en la frente. Abre la boca, veamos los oídos nariz garganta Así sigue hasta llegar a la punta de los pies, este recorrido lo hace todos los años, parece que fuera un extraterrestre que ve por primera vez a seres humanos como nosotros. Los pequeños están bastante sanos, pero para que pasen unas lindas vacaciones les voy a recetar un purgante de aceite de ricino para que salgan todos los bichos que tienen en la barriga concluye siempre. Qué martirio! Ese jarabe es tan malo Lo tenemos que volver a tomar este año? Claro, siempre están expuestos a parásitos dañinos. Estoy seguro de que él no se hace nunca el tratamiento. Tiene la panza tan abultada que parece que alberga la colonia más grande de lombrices de la ciudad. Él mismo se encarga de darnos el vermífugo y para que no lo escupamos llama a la Mima, que siempre está presente en esos avatares de la vida, para que nos sostenga las manos y zum!, entra la cuchara con velocidad a la boca, luego nos tapan la nariz para que traguemos rápido y no escupamos el remedio. Para completar el programa de vacaciones, mamá Michu para mis adentros cuando debo tomar el purgante me lleva también al oculista y al dentista.

8 Papá para mí, mi vida para mamá Mi padre realmente es el mejor padre del mundo. Aunque a veces es exigente, especialmente cuando digo mentiras, creo que es donde más fallo y cuando él lo descubre me deja sin cine el fin de semana, eso me pone mal. Te tengo que corregir, es por tu bien, hijo, es parte del cariño que te tengo, cuando seas grande lo comprenderás me dijo un día. Pero si ya lo soy. No, hijo, te falta mucho por crecer en las dos E. Cuáles E? Espíritu y estatura. Qué cargosito que se pone papá cuando empieza con esos sermones!

9 21 Mi padre nació en el confín del mundo, en Ushuaia, casi en el Círculo Polar Antártico. Vivía rodeado de hielo, de seres elegantemente vestidos: los pingüinos, y de las focas que estaban siempre afuera de su casa. Una vez me contó que durante el verano, que empieza en Enero, hay 18 horas de luz, y en el invierno sólo 7 u 8. A papá le gustaba estar junto al mar y su sueño era manejar un navío, así que cuando tuvo edad suficiente se despidió de su familia y se fue con un grupo a navegar por aguas abiertas. Ahí aprendió a llevar el timón, a leer cartas marinas y a dejarse guiar durante la noche por las estrellas. Las conocía a todas, éstas le indicaban qué rumbo seguir. En busca de aguas más cálidas

10 22 23 y siguiendo la ruta de las ballenas, llegó a la costa de Ecuador. Se estableció en Guayaquil, en el hermoso puerto bañado por el río Guayas, que desemboca en el océano Pacífico. Estaba feliz, era lo que había soñado desde niño: un clima caluroso tan agradable que lo hacía olvidar el frío glacial. Le resultó fácil hacer amistades; la gente recibió con mucho cariño a este medio pingüino que venía a derretirse por los rayos del sol y disfrutar de una agradable brisa ribereña. Tan pronto como pudo consiguió trabajo en un barco. Necesitaban un capitán que condujera una motonave, así se llamaba a los barcos de poco calado, para llevar pasajeros de puerto a puerto. Papá salía de Guayaquil y llegaba a Puerto Bolívar o a Posorja, zarpaba por las noches y atracaba al amanecer. En uno de esos viajes conoció a mamá. Se enamoró perdidamente de ella, fue como un milagro, y al poco tiempo se casaron. Cuando seas mayorcito te llevaré conmigo a navegar me decía cuando yo era un niño. Y el famoso día llegó. Antuán, he hablado con mamá y hemos decidido que vendrás conmigo en éste, mi último viaje. Será mi despedida del mar y quiero compartirla contigo, ya tienes 8 años y podrás disfrutarlo, además, quiero que aprendas muchas cosas de la vida marina. Nos embarcamos por la noche y así empezó mi aprendizaje. Es mejor hacer la travesía a estas horas porque la marea baja y