Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México Es tiempo de reconocernos distintos y valorarnos

Transcripción

1 MOVIMIENTO NACIONAL POR LA DIVERSIDAD CULTURAL DE MÉXICO Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México Es tiempo de reconocernos distintos y valorarnos D o c u m e n t o R e c t o r Presentación La diversidad cultural es el resultado de la capacidad con que cuenta todo grupo humano para crear y desarrollar su propia cultura. La diversidad es fuente de originalidad y pluralidad, materia de innovación, creatividad, intercambio y enriquecimiento. Por lo tanto constituye un patrimonio común que debe ser reconocido y salvaguardado en beneficio de las generaciones presentes y futuras, ya que también es fuente de desarrollo económico y social. Sin embargo, actualmente las sociedades responden a un sistema global en el que las relaciones entre los individuos y los distintos grupos culturales están en constante cambio, ocasionando que pueblos y comunidades pierdan la posibilidad de mantener su identidad, sus valores o modos de vida, es decir, de mantener y desarrollar sus culturas. Para responder a esta tendencia homogeneizante, buscamos que las instituciones públicas incluyan dentro de sus objetivos de trabajo impulsar el conocimiento de la diversidad cultural del país y, de manera interdisciplinaria e intersectorial, promover acciones integrales, complementarias, congruentes, resonantes y permanentes, que hagan posible el fortalecimiento de las culturas y el diálogo intercultural. Buscamos también, propiciar una democracia fundamentada en la libertad y en la dignidad humana, que reconozca y respete el pluralismo. Pretendemos que las instituciones de carácter social de los distintos sectores y niveles del Gobierno desarrollen programas específicos que, dentro de su filosofía, fomenten en nuestra sociedad el diálogo y, con base en él, relaciones interculturales, es decir, respetuosas, abiertas, horizontales, e incluyentes que permitan el enriquecimiento mutuo. Para lograr lo anterior, resulta necesario reconocer las asimetrías y, a partir de ello, diseñar estrategias de política social que permitan a todos los mexicanos igualdad de oportunidades para participar, decidir y actuar. Este Movimiento considera que la educación es una poderosa herramienta para la promoción de la diversidad cultural y el fortalecimiento de la identidad cultural. A partir de ella, puede construirse una nueva lógica institucional donde la escuela haga posible que la sociedad mexicana se desenvuelva valorando las diferencias y disminuyendo las asimetrías existentes. Las escuelas deben ser ejemplo de tolerancia, inclusión, justicia y democracia, por lo que el respeto a las lenguas indígenas debe ser un eje central de sus políticas y programas. En este contexto, y en apego a sus respectivas atribuciones, un conjunto de instituciones de distintos sectores gubernamentales y organismos internacionales que prestan servicios públicos de atención a la salud, educación, justicia, investigación, promoción y desarrollo cultural, acordaron unir esfuerzos y contribuir a un mejor desarrollo social del país mediante el diseño de estrategias comunes generadas en un Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México, el cual tiene como antecedente histórico y sustento la Campaña Nacional por la Diversidad Cultural de México, creada en Este Movimiento se sustenta en el Plan Nacional de Desarrollo , específicamente en el Objetivo 15, que dice: Incorporar plenamente a los pueblos y a las comunidades indígenas al desarrollo económico, social y cultural del país con respeto a sus tradiciones históricas y enriqueciendo con su patrimonio cultural a toda la sociedad.. Se propone que: En todos los programas de gobierno con acciones orientadas al bienestar de los pueblos y comunidades indígenas, se reconocerán y respetarán sus

2 costumbres, sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural, sin que se contravengan preceptos constitucionales y legales comunes a todos los mexicanos. Este precepto se reafirma en el Programa Nacional de Cultura , el cual mandata como eje de acción central de las políticas de gobierno, actuar a favor de la libertad y la dignidad humana, reconocer y respetar el pluralismo; comprometiendo al gobierno de la República a prestar especial atención a las políticas que incidan en los campos de la justicia, la salud, la educación y el desarrollo cultural, al considerarlos espacios de acción centrales para la vitalidad de la sociedad. Las instituciones que forman este Movimiento son: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS); la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI); Consejo Nacional de Población (CONAPO); Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (CGEIB-SEP); Dirección General de Educación Indígena (DGEI-SEP); Secretaría de Salud (SSA); Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI); Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y Universidad Pedagógica Nacional (UPN), y, como testigo de honor, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La materia de trabajo de este Movimiento se constituye por cuatro campos conceptuales: la cultura, la lengua, la diversidad y la interculturalidad. Se entiende por cultura, tal como lo ha definido la UNESCO, al conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. También asume que la cultura es un factor central a partir del cual los individuos construyen y conforman sus identidades personales y nacionales. Este Movimiento considera a la diversidad como fuente de originalidad y pluralidad, materia de innovación, creatividad, intercambio y enriquecimiento. Hace suya la conceptualización de la UNESCO que establece que para el género humano, la diversidad cultural es tan necesaria como la diversidad biológica lo es para los organismos vivos, razón por la que constituye un patrimonio común que pertenece a la humanidad y que debe ser reconocido y salvaguardado en beneficio de las generaciones presentes y futuras, ya que también es fuente de desarrollo económico, intelectual, moral y social. Asimismo, considera que todas las culturas tienen el derecho a desarrollarse en condiciones de igualdad, por lo que identifica la permanencia de la diversidad cultural como un derecho humano. Este Movimiento cree que cada lengua del mundo es única, expresa una forma de ver el mundo. Las lenguas habladas por las comunidades indígenas constituyen una riqueza invaluable, pues cada una de ellas representa una experiencia irrepetible, contiene la memoria histórica del pueblo que la habla y es parte vital de su cultura e identidad, además, son expresión de culturas milenarias que sustentan la pluriculturalidad del país formando parte esencial de la identidad de todos los mexicanos. Finalmente, este Movimiento concibe la interculturalidad como un modo de convivencia en el que las personas, los grupos y las instituciones, se relacionan de manera abierta, horizontal, incluyente y respetuosa, y se enriquecen mutuamente de sus conocimientos y saberes. Promueve, así, el conocimiento y reconocimiento, y con ello propicia, tanto el fortalecimiento de las culturas diversas, como el desarrollo de la interculturalidad. Sin duda, se trata de uno de los grandes retos en los que el Gobierno y la sociedad mexicana deben trabajar juntos a fin de lograr que las políticas públicas se traduzcan en hechos y realidades. En este marco de pensamiento y de acuerdo con las prioridades que de él se desprenden, el Movimiento por la Diversidad Cultural de México diseñó de manera conjunta este proyecto y retoma el lema: Es tiempo de reconocernos distintos y valorarnos, que identificó a la Campaña Nacional por la Diversidad Cultural de México.

3 Las instituciones participantes se comprometen a cooperar y sumar esfuerzos, desde el ámbito de sus competencias, conforme a sus planes y programas, para el cumplimiento de los siguientes: Objetivos generales: Promover el reconocimiento y la protección de la diversidad y las expresiones culturales, desde los diferentes organismos gubernamentales y áreas de servicio público: salud, educación, justicia, investigación, promoción y desarrollo cultural. Propiciar que la sociedad mexicana reconozca y valore la diversidad cultural que caracteriza a cada uno de los individuos, comunidades y pueblos que integran nuestro país, favoreciendo el diálogo intercultural para disminuir la discriminación, la marginación, la exclusión y las desigualdades sociales. Propiciar que la sociedad nacional en su conjunto identifique, reconozca y valore las aportaciones que las culturas de los distintos grupos y pueblos que integran nuestra sociedad han hecho al patrimonio inmaterial y material de nuestro país y de la humanidad. Objetivos específicos: Crear conciencia de que en México conviven una gran diversidad de culturas indígenas, además de las mestizas y de las provenientes de otras latitudes, con el fin de propiciar un diálogo intercultural que favorezca una nueva valoración social de las mismas. Poner en la mesa de la discusión nacional temas apremiantes como el respeto a la diversidad cultural, la migración, las problemáticas ambientales y la violación de los derechos humanos. Convocar a la participación decidida de los distintos actores y sectores de la sociedad, principalmente todo de los poderes ejecutivo y legislativo. Difundir las contribuciones de los diversos grupos sociales, especialmente de los pueblos indígenas, al patrimonio cultural material e inmaterial de México. Promover el reconocimiento y la revaloración de la diversidad cultural como un patrimonio común de México y de la humanidad. Contribuir para que los diferentes grupos sociales conozcan y ejerzan plenamente sus derechos constitucionales, humanos, económicos, políticos, sociales, lingüísticos y culturales. Promover la libertad de expresión, el cumplimiento de derechos, la igualdad y el diálogo intercultural, para que surja una actitud que valore y respete la diversidad cultural en todas las acciones de nuestra vida cotidiana. Favorecer la preservación, reconstitución, fortalecimiento y transmisión de la diversidad cultural como un patrimonio para las futuras generaciones. Marco legal En el ámbito nacional, el Estado mexicano ha adoptado medidas legales, y en el plano internacional ha adquirido compromisos para reconocer la diversidad cultural de todos y cada uno de los grupos y pueblos que integran la nación.

4 A partir de 1992, el texto constitucional ha sido modificado con diversas reformas para otorgar reconocimiento a los pueblos indígenas, siendo éstos los existentes en el territorio nacional antes del establecimiento del Estado Mexicano y que representan la fuente histórica de la diversidad cultural de nuestra nación derivada de una herencia milenaria. Nuestra Carta Magna reconoce la diversidad cultural mexicana en su artículo segundo, donde además de establecer que la nación mexicana es única e indivisible, también reconoce que tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas, que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. En el artículo cuarto, se adicionó un párrafo que dice: toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. Entre los diversos pactos internacionales que el Estado mexicano ha firmado, destacan la Declaración Universal de Derechos Humanos que emitió la ONU y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, firmado por el Ejecutivo Federal y ratificado por el Senado de la República en septiembre de Ambos instrumentos reconocen la diversidad cultural sin distinción de raza, y su validez como Ley Suprema en toda la Unión se sustenta en el artículo 133 de nuestra Carta Magna. Cobra especial relevancia la Declaración Universal de la UNESCO sobre Diversidad Cultural adoptada por este organismo en su XXXII sesión de la Conferencia General del 2 de noviembre de 2001, en la que se retoma el espíritu de los anteriores pactos multilaterales al señalar que la cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. A partir de esta Declaración, la UNESCO aprueba en octubre de 2005 la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la cual México ratifica, por tanto, debe ser aprovechada como un instrumento útil para la vida democrática de nuestro país, que refuerza las identidades locales y nacionales, y que contribuye a legitimar la apertura y el respeto a la diversidad cultural como un factor de equilibrio, frente a la tendencia homogeneizante de la globalización, y frente a los excesos de la intolerancia cultural que afronta México y el mundo. Líneas de acción: Diseñar, interinstitucionalmente, estrategias de investigación, comunicación, información y difusión que permitan que la sociedad reconozca a la diversidad cultural de México como elemento potencialmente enriquecedor para todas las culturas Desarrollar acciones de coordinación interinstitucional e intersectorial que involucren a los sectores público, privado y social, en acciones complementarias y congruentes para cumplir los objetivos específicos de este Movimiento Desarrollar acciones coordinadas para que los objetivos de este Movimiento tengan permanencia a mediano y largo plazo

5 Estrategias básicas: Acordar lineamientos conceptuales al interior del Movimiento para que a partir de ellos se diseñen los planes, estrategias, instrumentos y contenidos para la difusión. Las instituciones que integran el Movimiento realizarán coordinadamente la difusión y divulgación de los productos generados para los distintos medios de comunicación e información impresos y electrónicos disponibles. Apoyar el desarrollo de medios de comunicación comunitarios, como respuesta a una demanda real de los pueblos y comunidades, para favorecer la interculturalidad. Diseñar una estrategia de sensibilización e información dirigida a sectores políticos y sociales con liderazgo. Elaborar un plan de seguimiento y evaluación de las acciones, los procesos y los resultados del Movimiento. Realizar el registro, sistematización y divulgación de experiencias y resultados Operación: Este Movimiento opera con base en Redes de Trabajo coordinadas por un Secretariado Técnico, cuyas funciones se especifican en el documento de Lineamientos para la Operación del Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México. Campaña Nacional por la Diversidad Cultural de México, La diversidad Cultural, Marco Conceptual (2009). México, D. F.