Homosexualidad: algo natural o una enfermedad pecaminosa? Jonathan Pérez

Transcripción

1 Homosexualidad: algo natural o una enfermedad pecaminosa? Jonathan Pérez 1

2 Los indígenas de América Latina son conocidos por sus grandes pirámides, su politeísmo, y su trágica caída por la conquista de los españoles. Pero lo que no es muy conocido es la existencia de homosexualidad en la antigua cultura indígena de América Latina. Los actos homosexuales eran por razones religiosas y sexuales. Como hoy en día, la religión cristiana derribó la religión politeísta. Los diferentes propósitos de la homosexualidad muestran que para los indígenas, la homosexualidad era algo religioso y natural, mientras los españoles la consideraban como una enfermedad pecaminosa. Hoy en día, la sexualidad es asociada con la satisfacción de los deseos sexuales. Los indígenas, durante la época colonial, utilizaron su sexualidad por razones sexuales, religiosas, y reproductivas. La homosexualidad, en los tiempos modernos, tiene un estigma social por la constante represión de la religión cristiana. Es difícil encontrar evidencia arqueológica, ni siquiera se pueden encontrar representaciones en relación al tema de la homosexualidad (Olivier, 47). Afortunadamente, los conquistadores documentaron sus observaciones de los indígenas. El termino homosexual no fue usado durante la época. Los conquistadores se refrieron a los actos homosexuales como el pecado abominable (Olivier, 47). Hernán Cortés observaba que los indígenas participaban en actos sodomitas y los refiere como pecados nefando (Olivier, 47). Según a Guilhem Oliver, la represión de la religión indígena era una prolongación de la reconquista española (Oliver, 48). Los españoles vinieron al Nuevo Mundo en Antes de llegar al Nuevo Mundo, España estaba exiliando a los moros durante la Inquisición Española. 2

3 En vez de enfocarse hacia el enemigo musulmán, los españoles continuaron imponiendo sus creencias a los indígenas. Las acciones de los colonos españoles afectaron a los aztecas, mayas, chibchas e incas. Estas civilizaciones antiguas normalmente usaban actos homosexuales por razones religiosas. Para los españoles, la homosexualidad era una enfermedad. Sin embargo, para los indígenas, era un estilo de vida religioso. Los españoles llamaron a los individuos que participaron en este estilo de vida berdaches. Un berdache es un hombre, a veces una mujer, quien tiene el estatus del sexo opuesto. Estas personas tienen dos espíritus. Un espíritu masculino y otro femenino. Las responsabilidades del berdache eran una mezcla entre responsabilidades masculinas y femeninas (Green y Babb, 24). La ropa del berdache también llevaba una mezcla de artículos masculinos y femeninos. Dependiendo de la tribu, algunos de los componentes eran suprimidos. El berdache, en algunas civilizaciones, era un sacrificio (Sigal, 106). En el caso del sacrificio, un berdache sacrificaría su cuerpo en actos sodomitas a los guerreros (Filer, 487). Estos sacrificios eran una manera en la cual los berdaches podrían recibir honor. Por involucrarse en los sacrificios, los berdaches se transformarían en una nueva persona. Los berdaches tenían un estatus bajo la sociedad indígena. La transformación a una nueva identidad ayudaba a un berdache a subir en su estatus. (Filer, 487). Ser un berdache era común entre los hombres jóvenes, pero había presión social para casarse con una mujer y reproducirse (Williams, 3

4 130). Un berdache no solamente participaba en los actos homosexuales, también participaba en actos heterosexuales(green y Babb, 25). El berdache es un ejemplo perfecto que muestra que la sexualidad es un concepto creado socialmente. Para estas civilizaciones indígenas, la sexualidad era algo natural. No importaba el tipo de sexualidad. Los indígenas categorizaron el berdache por sus maneras de vivir como su personalidad y estilo de ropa en vez de su orientación sexual. El concepto de sexualidad no existía. La sexualidad solamente era una preferencia. El deseo de ser un berdache tiene inspiración del dios Xochipill (Spencer). Se llama Xochipill en la cultura azteca, pero hay una versión de Xochipill en otras civilizaciones como la maya, la chibchas, y la inca. Xochipill es el dios del arte, los juegos, la belleza, la danza, las flores, y las canciones (Spencer). También es el protector de los homosexuales, o en el término indígena, los berdaches. Colin Spencer declara que en verdad Xochipil era el protector de los hombres que abandonan la vida guerrera para una vida dedicada a la belleza del mundo. Era normal para algunos hombres abandonar la vida de virtudes viriles y guerreras para una vida domestica y sodomita para adorar Xochipill, o un dios similar (Spencer). Durante la convivencia de indígenas y españoles, la religión cristiana tenía mucha influencia sobre la religión politeísta de los indígenas. Una gran parte de la influencia venía del miedo de ser asesinados por los colonos. La influencia del clero colonial cambió factores de la religión politeísta. Por ejemplo, con los aztecas, la influencia cristiana transformó los propósitos 4

5 de los actos homosexuales (Sigal, 104). Gracias a la presión genocida fue que los españoles convencieron a los aztecas de abandonar los actos de sodomía (Williams, 130). Después de mucha exposición a la cultura española, a los aztecas solamente se les permitía que los actos homosexuales ocurrieran durante rituales religiosos (Sigal, 104). Los colonos degradaban la religión politeísta. En sus textos, los conquistadores degradaron los berdaches etiquetandolos con el término insultante puto (Sigal, 106). Los colonos consideraban los actos de sodomía como una forma de contaminación. El miedo de enfermedades causadas por esta contaminación inspiraba más esfuerzos para conquistar y convertir. Sus esfuerzos reprimían la mayoría de los actos homosexuales dentro de la religión indígena que no involucraron su religión. Los indígenas eran tolerantes de homosexualidad. La religión cristiana fue la que convirtió la homosexualidad en algo estigmatizado. Civilizaciones como la azteca, la maya, la chibcha, y la inca eran tolerantes de la homosexualidad porque para ellas la sexualidad de cualquier tipo no era un problema. La sexualidad era parte de la vida, algo natural. No era algo lleno de vergüenza. Desafortunadamente, la influencia cristiana todavía domina la cultura mundial. La fe de los indígenas era débil contra la religión poderosa de los cristianos. Aunque la religión indígena había sido establecida por muchos milenios, la tecnología avanzada de los españoles conquistó los indígenas y instaló nuevas normas sociales. Estas normas sociales declaraban que la 5

6 homosexualidad era algo negativo. Las perspectivas negativas sobre homosexualidad todavía influyen la cultura mundial, como es el caso de los Estados Unidos. Los españoles consideraban los actos homosexuales como una contaminación. La connotación de homosexualidad como una enfermedad, o una contaminación todavía persiste en las percepciones populares. Para los indígenas, la homosexualidad era un estilo de vida, pero para los españoles del Nuevo Mundo y la cultura moderna, la homosexualidad es asociada con enfermedades y otros sentimientos negativos. 6

7 Bibliografía Filer, Malva E. "Los Mitos Indigenas En La De Carlos Fuentes. " Revista Iberoamericano L. 127 (1984): Web. 14 Apr Green, James Naylor, and Florence E. Babb. Gender, Sexuality, and Same sex Desire in Latin America. 2nd ed. Vol. 29. Thousand Oaks: Sage Publications, Print. Olivier, Guilhem. "Conquistadores Y Misioneros Frente Al "pecado Nefando"" Historias Print.Olivier, Guilhem. Conquistadores y misioneros frente al pecado nefando. Historias (México, D.F.) Sigal, Peter Hermann. "Gendered Power, the Hybrid Self, and Homosexual Desire in Late Colonial Yucatan." Infamous Desire Male Homosexuality in Colonial Latin America. Chicago: University of Chicago, Print. Spencer, Colin. Homosexuality in History. New York: Harcourt Brace, Print. Williams, Walter. "The Abominable Sin: The Spanish Campaign Against "Sodomy," and Its Results in Modern Latin America." The Columbia Reader on Lesbians and Gay Men in Media, Society, and Politics. By Larry P. Gross and James D. Woods. New York: Columbia UP, Print. 7