LOS SENTIDOS EN LOS MAMÍFEROS

Transcripción

1 LOS SENTIDOS EN LOS MAMÍFEROS Una de las razones del éxito alcanzado por los mamíferos son sus bien desarrollados sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Cada uno de estos sentidos ha evolucionado de modo que se adapta perfectamente a las necesidades de la forma de vida de su poseedor. Una buena vista sería perfectamente inútil para un animal de vida subterránea, como es el topo, así que el animal tiene una visión muy pobre; en cambio, tiene un hocico muy sensible capaz de percibir mediante el tacto y el olfato la proximidad de comida (principalmente lombrices que emergen de las paredes de sus túneles). Nosotros, los humanos, dependemos de nuestro sentido de la vista. Se calcula que las cuatro quintas partes de lo que el cerebro humano «sabe» le ha llegado por los ojos. Así que no nos resulta fácil imaginar la información tan precisa que un mamífero, dotado de un buen olfato, puede llegar a conseguir sobre el mundo que le rodea a través de los olores que percibe o cómo un murciélago «oye» las cosas que están a su alrededor al recibir el eco de sus propios chillidos. Aunque nosotros dependemos tanto de nuestros ojos, no tenemos una vista extraordinaria; otros mamíferos, como algunos tipos de ardilla, tienen una vista mucho más aguda. Sin embargo, los primates, seres humanos y lemures incluidos, somos el principal grupo con visión en color. La mayor parte de los mamíferos ven el mundo en blanco y negro. Muchos mamíferos, incluidos los perros, tienen muy buen oído y pueden mover las orejas para orientarlas hacia el sonido. Esto les proporciona una gran precisión para determinar de qué tipo de sonido se trata. El ornitorrinco remueve el fondo de ríos y arroyos en busca de comida y encuentra gusanos acuáticos, insectos y moluscos gracias a la sensibilidad que posee en el pico que le permite descubrirlos al tacto. Un cerdo «debidamente entrenado» puede descubrir las trufas que hay bajo tierra. Las trufas son hongos muy apreciados en cocina y que alcanzan altos precios en el mercado.

2 POR QUE SON BIZCAS LAS LIEBRES? El ser humano es uno de los pocos seres vivientes cuyos dos ojos están dispuestos para ver simultáneamente un objeto cualquiera. El campo visual de su ojo derecho casi coincide con el del izquierdo. La mayoría de los animales, por el contrario, miran con cada ojo separadamente. Ven los objetos con menos relieve que nosotros, pero su campo visual es mucho más amplio. En la figura de la derecha se muestra el campo visual de las personas. Cada uno de sus ojos abarca horizontalmente un ángulo de 120º pero ambos ángulos casi se superponen entro sí (se supone que los ojos están fijos). Compárese este dibujo con el de la figura de la izquierda, que representa el campo visual de una liebre. Este animal tiene los ojos muy separados y ve lo que hay delante y lo que hay detrás de él. Los campos visuales de sus ojos se cubren entre sí por delante y por detrás. Ahora está claro por qué es tan difícil acercarse a una liebre sin que se asuste. No obstante, como se desprende del dibujo, la liebre no ve lo que tiene delante del mismo hocico; si quiere ver un objeto muy próximo tiene que girar la cabeza. Casi todos los animales ungulados y rumiantes tienen la facultad de la visión "multilateral" ". En la figura que observamos debajo se ve la disposición de los campos visuales del caballo. Estos campos no se cubren entre si por detrás, pero el animal no tiene más que volver un poco la cabeza para ver los objetos que hay detrás de él. Las imágenes visuales son en este caso menos nítidas, pero el animal puede vigilar hasta el menor movimiento que pueda producirse en torno a él. Los animales feroces, que son rápidos y atacan en general por sorpresa, no tienen la facultad de ver a su alrededor. Estos poseen visión "binocular " que les permito determinar exactamente la distancia a que tienen que saltar.

3 LOS SENTIDOS EN LAS AVES Las aves poseen dos sentidos especialmente desarrollados: la vista y el oído. Un cernícalo vulgar, por ejemplo, puede distinguir los detalles más ínfimos del suelo que sobrevuela, pero no es probable que sepa aprecia el sabor de la presa que ha capturado. Las aves cuentan sólo con un centenar de papilas gustativas, frente a los millares de ellas que posee el ser humano. En cambio pueden percibir sonidos inaudibles para el oído humano. Así, el guacaro sudamericano se orienta, al igual que el murciélago, mediante el eco de los sonidos que emite.

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