JESUCRISTO ABOGADO, PROPICIADOR Y EJEMPLO 1 Juan 2:1-6

Transcripción

1 JESUCRISTO ABOGADO, PROPICIADOR Y EJEMPLO 1 Juan 2:1-6 Es nuestro deseo que todo hombre comprenda lo que significa para un creyente tener al gran Dios y Salvador JESUCRISTO como su salvador personal. Es por esta causa que deseamos que Dios abra el entendimiento de toda persona para que pueda darse cuenta del gran amor de Dios frente a una humanidad pecadora y rebelde que cada día se complace en su pecado. En nuestros días se habla mucho de procesos judiciales y el mundo no sabe que todos estamos bajo este mismo proceso delante de Dios, ya que la Biblia nos dice que por nuestro pecado somos reos de condenación. Muchos pudieran no creer lo que estamos diciendo, pero si nos vamos a Juan 3:18 veremos nuestra sentencia judicial, El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el unigénito Hijo de Dios. En este proceso judicial, como en todos los procesos, tenemos UN JUEZ, UN ABOGADO DEFENSOR, Y UN ACUSADOR. Cada uno de ellos hace su papel a la perfección, por cuanto es una realidad la situación en que nos encontramos. Sabemos que el juez de este proceso es nada menos que DIOS EL PADRE, el inmutable que no hace acepción de personas y de acuerdo a su palabra juzga justamente. El abogado defensor es nuestro Señor Jesucristo que intercede solo por aquellos que le aceptan. El acusador o fiscal es Satanás, ya que en sus manos están las almas del mundo y él, por cuanto conoce la ley de Dios dice al Juez, el alma que pecare esa morirá, por lo que su papel es acusar a los escogidos de Dios (Zac. 3:1 y Ap. 12:10). Pero lo mas importante es comprender que cada uno de los que estamos aquí somos acusados por nuestro pecado día y noche, que somos culpables por nuestro pecado y que se nos ofrece una opción para ser defendidos y librados de la muerte. Esta opción es JESUCRISTO. ser. Esta opción debe ser verificada, por lo que veremos por que Jesucristo debe I. NUESTRO ABOGADO II. NUESTRA PROPICIACIÓN III. NUESTRO EJEMPLO

2 2 I. NUESTRO ABOGADO (1 Jn. 2:1) A. ORIGEN DEL TÉRMINO 1. Esta palabra que aparece en este pasaje del Nuevo Testamento es la traducción de la palabra griega paraklétos la cual aparece otras veces más en el N.T. en Juan 14:16, 26; 16:7. 2. Etimológicamente hablando la palabra quiere decir aquel que es llamado al lado de otro y que es usada para definir la función de consolador o ayudador que hace el Espíritu Santo. 3. Este significado de uno llamado al lado de otro se aplica de acuerdo a la palabra, al caso específico de uno que está al lado del acusado en un tribunal de justicia y la función del mismo es la de interceder por el reo. B. USO DEL TÉRMINO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 1. Desde el Edén, en Adán todos los hombres somos pecadores, y por tanto, reos de muerte. Romanos 5:12 dice: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 2. Por esta razón Dios escogió una casta de hombres desde el tiempo de Abraham para INTERCEDER delante de él por el hombre pecador. 3. El abogado, intercesor o mediador tenía que hacerlo a través del sacrificio y de la ofrenda. Sin esto no hay comunión con Dios. a. Abraham - Génesis 18:16-33 b. Aarón - Éxodo 28:1 c. Los Levitas - Números 3:5-9 Todo aquel que usurpara este lugar, Dios lo exterminaría (Nm. 3:10). El único que podía defender al hombre de la ira divina era el abogado establecido por Dios. C. USO DEL TÉRMINO EN EL NUEVO TESTAMENTO

3 3 1. En el Nuevo Testamento el término se limita única y exclusivamente a la persona de Jesucristo, ya que en Hebreos 7:23-25 se nos declara que los sacerdotes-abogadosmediadores del A. T. llegaron a ser muchos debido a que por la muerte no podían continuar. 2. El N. T. limita el término a Jesucristo de acuerdo al (v. 24) porque JESUCRISTO PERMANECE PARA SIEMPRE y por esta razón tiene un sacerdocio inmutable, incambiable e insustituible. 3. El N. T. limita el término a Jesucristo de acuerdo al (v. 25) por cuanto por su inmutabilidad el también puede salvar del juicio de la condenación perpetuamente a los que por él se acercan a DIOS, viviendo siempre para interceder por ellos. Ahora bien, esta función de abogado, pues, no fuera eficaz de ninguna manera, si no descansara en su sacrificio expiatorio (1 Jn. 2:2). Por esta razón Jesucristo tiene que ser en este juicio: II. NUESTRA PROPICIACIÓN (1 Jn. 2:2) Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Qué significa todo esto? A. DEFINICIÓN DEL TÉRMINO 1. PROPICIAR: Es calmar la ira de uno, haciendo favorable y oportuna a través de una ofrenda la defensa del que ha causado la ira de Dios (Ro. 6:23). 2. Esto no se trata de un soborno para que Dios actúe como nosotros queremos, o como muchos creen que con cualquier sacrificio pueden librarse del juicio divino. NO y NO! 3. Dios estableció que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados, por cuanto la gracia divina es dada al hombre por medio de la sangre de Jesucristo derramada en la cruz del calvario la cual JUSTIFICA, REDIME Y RECONCILIA al pecador con Dios (1 Jn. 1:7b). B. USO DEL TÉRMINO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

4 4 1. El kappóreth = el propiciatorio. Etimológicamente y literalmente hablando, es (la cosa expiatoria) aquello que repara un crimen o culpa por medio del castigo o del sacrificio. 2. Esta cosa descansaba encima del arca del pacto que se describe en Éxodo 25:17-22 y donde el sumo sacerdote (abogado) vertía la sangre de un toro o de un macho cabrío para cubrir el pecado del pueblo. 3. Era una bandeja de oro puro, que tenía 2 1/2 x 1 1/2 codos de tamaño y con dos querubines de oro mirándose uno al otro, y con sus alas extendidas sobre esta bandeja. Esta sangre cubría LA LEY VIOLADA que se hallaba dentro del Arca. C. USO DEL TÉRMINO EN EL NUEVO TESTAMENTO 1. La palabra nos dice en 1 Juan 4:10 que el amor de Dios consiste, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 2. Así mismo nos dice Hebreos 9:11-15 que Cristo pues se presentó al Tabernáculo, no hecho de manos y allí vertió su sangre, siendo él mismo nuestra propiciación. 3. Así fue hecho fiador (responsable) de un mejor pacto, para que nosotros recibamos la promesa de la herencia eterna. Por lo tanto, cuando una persona rechaza confiar en Cristo como su abogado y como su propiciación, entonces ya no tiene ninguna oportunidad de salir libre del juicio eterno. 4. Es necesario que vayamos a 1 Juan 2:3-5 donde el apóstol nos hace una aclaración de lo que es creer y confiar en Jesucristo como nuestro abogado, ya que creer en él no implica que luego de que seamos libertados vamos a hacer lo que nos da la gana; por esto, el apóstol dice: Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

5 5 Por esta razón, para el que decide tomar a Cristo como abogado y como su propiciador, también tiene que tomarlo como: III. NUESTRO EJEMPLO (1 Jn. 2:3-5) El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. A. OBEDIENCIA POR ENCIMA DE TODO 1. El (v. 3) nos da una condicionante cuando dice: Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 2. Esta condicionante implica OBEDIENCIA, y declara que nuestra convicción estará basada en nuestra obediencia. 3. La obediencia es la clave de nuestra seguridad de salvación en todo tiempo. El apóstol Pablo nos dejó escrito en Filipenses 2:8 el ejemplo de obediencia que fue nuestro Señor Jesucristo cuando dice: Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. B. PARIDAD DE PALABRA Y TESTIMONIO DE VIDA 1. El (v. 4) dice: El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. 2. Esta porción nos declara la paridad de vida con lo que decimos de nosotros mismos, recordando lo que dice el mismo Juan en 1 Juan 3:18 cuando dice: Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 3. Es con nuestros hechos que demostraremos que tenemos la verdad y que estamos en la verdad. Jesús es verdad y el actuó conforme a su palabra por cuanto el que dice que tiene a Cristo debe actuar siguiendo su ejemplo. C. EL AMOR DE DIOS SERÁ SU EVIDENCIA Y CREDENCIAL 1. El (v. 5) dice: Pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.

6 6 2. Este (v. 5) nos declara que el amor de Dios en nosotros será la evidencia y la credencial del creyente verdadero y este amor se traduce en el amor que tengamos nosotros a nuestros hermanos, como Jesús nos enseñó a amar, lo cual reflejaba el amor sacrificial. 3. Dios nos amó sin esperar amor nuestro, como dice 1 Juan 4:10 - En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Este es y será siempre nuestro gran ejemplo eterno, ya que amándoos unos a otros seguiremos el ejemplo de Jesús. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: Leamos 1 Juan 4:11-18 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, y en que nos ha dado de su espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo, de donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Por esto dice 1:6: El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.