Programa Educar en Familia Consumo de alcohol entre los jóvenes

Transcripción

1 Programa Educar en Familia Consumo de alcohol entre los jóvenes Introducción: Ser padres es una maravillosa experiencia para los seres humanos. Es una labor plena de amor y alegrías, pero también de exigencias. Significa compartir y convivir con los hijos así como entregarles herramientas para que algún día se enfrenten solos al mundo. Dentro de otras, el consumo de alcohol uno de los temas para el cual deben estar preparados. Es función y responsabilidad ineludible de los padres promover todos los aspectos del desarrollo de sus hijos, modelando valores, hábitos y conductas, entregando afecto, fomentando confianza y autonomía, estableciendo normas y límites a la conducta y proporcionando información veraz, clara y precisa. La experiencia ha demostrado que el diálogo y la comunicación son herramientas claves para el logro de estos objetivos, así como para reforzar la imagen personal y autoestima de los hijos. Numerosas investigaciones afirman que es un poderoso factor protector que ayuda a prevenir conductas de riesgo de niños y jóvenes. Conversando con nuestros hijos: Es realmente importante que los padres se convenzan de que es necesario conversar con sus hijos sobre el tema del alcohol, a pesar de lo difícil que pueda parecer. Ellos son el principal apoyo y guía, tanto para su crecimiento y desarrollo, como para el logro de su madurez. A medida que los hijos crecen, el papel de los amigos y compañeros es cada vez mayor, pero aun así el rol e importancia de los padres sigue siendo muy significativo a lo largo de toda la adolescencia. Claves para una buena formación: a) Predique con el ejemplo: -Los hijos nos observan constantemente y aprenden mucho más de sus padres de lo que ellos imaginan. -Padres y adultos enseñamos valores, hábitos y conductas a través de nuestros mensajes verbales, pero además lo hacemos con nuestras actitudes y comportamiento. -Permanentemente estamos modelando formas de sentir, ver y relacionarnos con el mundo, las personas y las cosas. Es así como los hijos observan y adoptan o rechazan el ejemplo de sus padres.

2 b) Hable con claridad y entregue información precisa: -La comunicación abierta, franca y directa entre padres e hijos facilita el diálogo y refuerza la confianza mutua. -Es fundamental que los padres escuchen atentamente a sus hijos para conocer y comprender sus temores e informarse sobre qué y cuánto saben de las bebidas con alcohol y del beber. -Es clave que los padres sean sinceros con sus hijos, que no tengan temores a enfrentar temas delicados y que digan las cosas por su nombre. -Mientras más claridad haya en sus mensajes, empleando palabras simples y claras, logrará más tranquilidad y seguridad en sus hijos; ellos necesitan reflexionar y argumentar en el ambiente familiar protector, para posteriormente hacerlo ante sus amigos. El alcohol en el organismo: Absorción: El alcohol no requiere ser digerido, ya que es absorbido rápida y directamente en su estado original, a través de la mucosa del tubo digestivo. Distribución: El alcohol viaja por la sangre a todos los lugares del organismo, distribuyéndose fácilmente hacia las células de los distintos órganos y tejidos. Metabolización: El hígado metaboliza alrededor del 90% del alcohol absorbido. Se estima que el de un hombre adulto y sano, que pese alrededor de 70 kg, puede metabolizar aproximadamente 15 ml. de alcohol puro por hora. En el caso de la mujer, el proceso es más lento, llegando a 10 o 12 ml. de alcohol absoluto por hora. Eliminación: El 10% del alcohol restante es eliminado directamente a través del aire espirado y de la orina. La siguiente tabla muestra los principales efectos del alcohol según los distintos niveles de alcoholemia: Alcoholemia (Gramos de alcohol por cada 1000 ml de sangre) Estado mental Conducta Movimientos y Percepciones 0-0,5 Leve alegría Apropiada Leve lentitud y/o torpeza 0,5-1 Alegre, menor juicio, menor concentración Desinhibición social, reflejos lentos Mayor tiempo de reacción (0,75 a 1,5 1-1,5 Confusión, tristeza, rabia Descontrol, agresividad 1,5-2 Incoherencia Mayor descontrol, mareo, vómitos seg.) Lengua traposa, andar tambaleante, visión doble Dificultad para hablar y caminar

3 2-3 Apenas consciente Apático e inerte, incontinencia Incapacidad para hablar y caminar 3-4 Coma, inconsciente Ausente Ausencia de reflejos y sensibilidad 4-5 Muerte Parálisis respiratoria Efectos del consumo de alcohol a temprana edad: 1) En el organismo: -Si su hijo consume alcohol a temprana edad, su hígado tardará en eliminarlo, concentrándose rápidamente en la sangre, haciendo que se embriague con mayor rapidez que un adulto y que sus efectos permanezcan por más tiempo. Recuerde que la embriaguez es una intoxicación que afecta o destruye las neuronas. -Puede alterarse el ciclo del sueño, impidiendo un descanso adecuado, fundamental para el desarrollo del niño y joven. -Puede retardar la maduración del sistema endocrino, en particular el desarrollo de las hormonas sexuales. -Puede alterar los efectos de ciertos medicamentos. Por ejemplo, aquellos usados en el tratamiento de la epilepsia, las hormonas empleadas para regular el ciclo menstrual y ciertos antibióticos. 2) En el cerebro y el comportamiento: Los efectos del alcohol están ligados a la madurez del cerebro y del sistema nervioso central. Cabe recordar que el proceso de maduración de las neuronas se desarrolla desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 años. Muchos padres creen hacerles un favor a sus hijos enseñándoles a beber alcohol a temprana edad para que se acostumbren, aprendan, tengan experiencia o se manejen cuando sean mayores. Sin embargo, la evidencia muestra que el consumo de alcohol durante la infancia no enseña ni acostumbra a beber bien, sino que aumenta la tolerancia al alcohol, generando una mayor probabilidad de dependencia en la adultez. El consumo de alcohol durante la pre adolescencia y hasta los 18 años, puede generar alteraciones en el desarrollo posterior del Sistema Nervioso. Se ha demostrado por ejemplo, que detiene la maduración del hipocampo, lo que hace que se alteren los mecanismos de memoria de retención, traduciéndose en alteraciones en el desempeño escolar y vital en general.

4 El consumo de alcohol también provoca que la respuesta al estrés se perturbe, produciéndose por ejemplo, reacciones de agresividad. Otros de los efectos más conocidos son la somnolencia y lentitud de reacción, así como en casos de ingesta mayor, el efecto inhibidor del alcohol es tal, que lleva a la supresión de la actividad cortical, incluso a la muerte por paro cardio respiratorio. Enfrente el tema en familia: Cada vez que pueda, fomente y promueva la comunicación y expresión de los pensamientos y los sentimientos. Ayudará a la familia a conocerse en profundidad, a tenerse más confianza, a aceptarse y a quererse más. Acéptelo: Usted es Capaz Los padres deben convencerse de que son capaces y tienen las herramientas para traspasar a sus hijos valores e inculcar en ellos conductas de autocuidado y protección. Hay muchas instituciones que se esfuerzan por educar sobre el consumo de alcohol, pero nadie puede hacerlo mejor que los padres, dada su autoridad, responsabilidad, compromiso, cercanía y vínculo con sus hijos. Las investigaciones dan cuenta de que aquellos padres que ejercen su rol parental adecuadamente, desarrollan factores de protección ante los riesgos que enfrentan sus hijos. Se ha visto que estos padres: -Son protectores, -Son afectivos verbal y físicamente, -Establecen límites y fomentan la autonomía, -Se comunican de manera fluida, -Dan información veraz y oportuna, -Son modelo de autocuidado, Esté atento a las señales: Muchas veces los hijos no dicen directamente lo que les sucede y los padres deben descubrirlo a través de ciertas conductas o expresiones. Se sugiere estar atento a señales o cambios, que no corresponden necesariamente a las propias de la edad. Estas podrían ser manifestaciones de problemas, tensiones, o incluso estar indicando situaciones de riesgo. Algunas señales que deben poner a los padres en alerta: -Baja significativa en el rendimiento escolar. -Cambios en la conducta que no se explican sólo por estar en la adolescencia. Por ejemplo: exagerada desmotivación por el estudio, descuido personal, alta sensibilidad y variabilidad emocional. -Mentiras reiteradas. -Aislamiento o retraimiento de quienes han sido personas de su confianza (tendencia a aislarse y vivir su vida.)

5 -Cambio de amistades. Nuevos amigos que no se relacionan con los adultos de la casa y son prácticamente desconocidos. -Solicitudes excesivas y frecuentes de dinero. -Pérdida de dinero, objetos y prendas de vestir. -Accidentes, moretones o heridas inexplicables. Más allá del diálogo: Más allá de la comunicación y de las sugerencias entregadas para apoyar la educación de sus hijos sobre el consumo de alcohol, hay ciertos comportamientos o conductas que han probado tener resultados y que es muy necesario considerar y tener presentes. Si sus hijos van a salir de noche: -Sepa dónde y con quién van a estar y fíjeles la hora de llegada. -Facilíteles el regreso a casa. -Espere a que sus hijos lleguen a casa para recibirlos y prestarles atención. -No permita que sus hijos vayan a una fiesta donde no se encuentran adultos responsables. Si, como padre, se siente confundido por alguna situación, no tema pedir ayuda, conversar abiertamente sobre lo que les preocupa con otros padres, con los profesores o los especialistas del colegio.