LA CALIDAD DE LAS REPOBLACIONES FORESTALES Y REPOBLACIONES FORESTALES DE CALIDAD.

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1 LA CALIDAD DE LAS REPOBLACIONES FORESTALES Y REPOBLACIONES FORESTALES DE CALIDAD. AUTOR: SERRADA HIERRO, R. 1 1 Departamento de Silvopascicultura. EUIT Forestal. Universidad Politécnica de Madrid. Ciudad Universitaria, s.n Madrid. serrada@forestales.upm.es. Resumen Se resumen, en la presente ponencia invitada de la mesa 2, los atributos que deben ser evaluados para, en fase de proyecto primero y de ejecución y de evolución de la masa después, valorar la calidad de las repoblaciones forestales. La intención es comprobar en que medida la práctica actual está respaldada por el estado de la ciencia forestal y orientar las líneas de investigación y desarrollo en esta materia. Por otra parte, se trata de analizar si la planificación y directrices oficiales actuales en este campo responden a los atributos de calidad esperables. Palabras clave: ciencia forestal; reforestación; forestación. ANTECEDENTES Y OBJETIVO El Diccionario de la Lengua Española define el término calidad como: propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permitan juzgar su valor. A su vez, el término valor queda definido como: grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite. En la vigente Ley de Montes, y a los efectos de la misma, se definen los siguientes términos: repoblación como introducción de especies forestales en un terreno mediante siembra o plantación, puede ser forestación o reforestación; forestación como repoblación, mediante siembra o plantación, de un terreno que era agrícola o estaba dedicado a otros usos no forestales; reforestación como reintroducción de especies forestales, mediante siembra o plantación, en terrenos que estuvieron poblados forestalmente hasta épocas recientes, pero que quedaron rasos a causa de talas, incendios, vendavales, plagas o enfermedades. Hablar de calidad de las repoblaciones forestales implica, por tanto, identificar las propiedades inherentes a las masas forestales artificiales, independientemente del uso anterior del suelo donde se instalan, que permitan juzgar su grado de utilidad o aptitud para satisfacer las necesidades de la sociedad. Es conocido que la sociedad demanda de las masas forestales el suministro de bienes y servicios de modo multifuncional y sostenible. La oportunidad de tratar este tema en el presente Congreso Forestal se basa, por una parte, en que en todos los campos se ha extendido el concepto y la práctica de comprobar la calidad total, aplicados tanto a productos como a procesos u organizaciones. Por otra parte, el proceso de proyecto y ejecución de una repoblación forestal comprende un número elevado de variables, de muy dispar signo y contenido, que es oportuno tratar de sistematizar y enumerar para comprender la dificultad y el carácter multidisciplinar de la cuestión. Esta enumeración puede servir de base para fijar líneas de I+D+i en este campo, en la medida en que se puedan detectar carencias. Pero si bien es oportuno fijar los atributos de calidad que las repoblaciones forestales deben tener, primera parte de la ponencia, también cabe preguntarse por el grado de calidad que las repoblaciones forestales españolas, -pasadas, presentes y futuras-, tienen o es esperable que tengan, lo que será abordado en la segunda parte de la ponencia. LA CALIDAD DE LAS REPOBLACIONES FORESTALES

2 El presente epígrafe se redacta como una enumeración, con comentarios, sobre el conjunto de atributos que definen la calidad de una repoblación forestal. Los primeros forman parte de su planificación, los últimos de su ejecución. División en rodales de repoblación.- El estudio de la repoblación en un monte, delimitado por líneas administrativas, o de una cuenca hidrográfica, requiere como primera medida la división de esta amplia superficie en rodales de repoblación. Un rodal de repoblación es una superficie en la que hay constancia de condiciones climáticas y edáficas, ayudando a su definición la fisiografía, con vegetación homogénea, y que es susceptible de tener definido un único objetivo preferente para su repoblación y que tendrá una única técnica de ejecución. La base científica para realizar este estudio se encuentra en la Ecología Forestal, y formando parte ineludible de este estudio debe aparecer un completo estudio edáfico de todos y cada uno de los rodales. En una primera fase, este estudio permite indicar los rodales que no pueden ser repoblados por algún motivo estacional. Hay mayor error que pretender instalar un bosque donde es imposible su existencia o desarrollo? Es posible identificar esta imposibilidad, sin datos analíticos, en caso de salinidad o impermeabilidad excluyentes? Cuál es la rentabilidad de la inversión? La segunda fase de este estudio debe permitir identificar aquellos rodales en los que no se debe repoblar por algún motivo: existen singularidades de variada naturaleza (geológica, edáfica, botánica, faunística, paisajística, cultural, social, arqueológica, ); la vegetación presente cumple un fin social que es perfectamente sostenible con tratamientos selvícolas; el cese de actividades anticulturales y la dinámica natural de colonización permiten, con la ayuda de tratamientos de mejora, esperar una recuperación a corto plazo. Una gran parte de la leyenda negra acerca de la repoblación forestal está fundada en errores puntuales y reales relacionados con las fases explicadas. La tercera y última fase es identificar los rodales susceptibles de ser repoblados, contestando así a la doble pregunta: dónde y cuánto repoblar?, que es la base para abordar el segundo atributo. Cabe preguntarse en este momento si la Ciencia Forestal y sus disciplinas auxiliares presentan lagunas o deficiencias en este sentido. La respuesta es negativa, el desarrollo de los estudios en: Climatología y Meteorología; en Geología y Edafología; en Botánica y Corología, se pueden considerar como suficientes, así como las metodologías de información geográfica, fotointerpretación y elaboración de cartografías temáticas. Existen, para España, trabajos aplicados de notable calidad y utilidad. Ya no hay excusa en lo expuesto por COTTA (1816) para no identificar con precisión las estaciones forestales: Tres causas explican principalmente el gran atraso que ha todavía en materia de montes: 2ª. La gran diversidad de localidades en que crece el monte Propuesta de un objetivo preferente para la repoblación forestal de un rodal.- Cuando en la práctica selvícola se aborda la propuesta de tratamiento de una masa, lo primero a conocer, además del estado estático y dinámico del conjunto del rodal, es la función preferente que debe cumplir dicha masa. Es lógico, pues la composición específica y la estructura deberán ser las que maximicen la función propuesta y a las que servirá el tratamiento, garantizando la sostenibilidad y dando oportunidad a las otras posibles funciones (multifuncionalidad, no exclusivismo) cuya condición de posibles se basa en la preferencia asignada. Del mismo modo, para una masa que no existe, lo primero a abordar antes de pensar en la ejecución, es proponer para que ha de servir, preferentemente. La base de esta propuesta se encuentra en un doble ámbito: estudios acerca de la calidad y condición (estados erosivos) del rodal a repoblar; demandas sociales establecidas a través de instrumentos de planificación forestal. Hay mayor indeterminación y ausencia de criterios de calidad sobre lo actuado si no se sabe para qué se hacen las cosas? Es posible, a posteriori, comprobar la eficacia de lo realizado si no se

3 dice o conoce el objetivo? Se contesta, fijando función preferente, a la pregunta: para qué repoblar?, que es la respuesta complementaria a la del primer atributo. También algunos pasados errores puntuales y reales en este aspecto han contribuido a la leyenda negra de la repoblación forestal en España, junto con numerosas y falsas interpretaciones. Las funciones preferentes para las repoblaciones forestales en España pueden, y deben, ser tan variadas como las funciones que las masas actuales prestan. Sin embargo, las más trascendentes por extensión territorial, son: la protección hidrológica, que a la larga es una función de producción directa de una de las materias primas más importantes para la sociedad, el agua en cantidad y calidad adecuadas; y la producción de madera, de la que somos deficitarios en un tercio del consumo. También en este punto, y por los motivos apuntados en el primero, se considera que existe suficiente base científica, técnica y metodológica como para abordar las propuestas con seguridad, además de la amplia cantidad de resoluciones sobre planificación forestal que, a muy diferente escala, se han desarrollado y promulgado. Identificación de especies, incluso ecotipos, compatibles con la estación.- Se trata ahora de realizar un ejercicio de ecología forestal aplicada. Antes de realizar la elección definitiva hay que contar con la lista de especies que pueden vivir y desarrollarse con normalidad en el rodal a repoblar. No es algo que necesite justificación el asegurar que debe haber compatibilidad estacional entre la especie a introducir y el rodal de destino. Para realizar este ejercicio con suficiente garantía no basta la intuición, hay que disponer de dos informaciones: características ecológicas de rodal definido, lo que pasa ineludiblemente por un completo estudio edafológico; y conocimiento suficiente de la autoecología de las especies forestales. Muchos de los pasados errores puntuales y reales en relación con el punto anterior y que han contribuido a la leyenda negra de la repoblación forestal en España, tienen su origen en imprecisiones en estos estudios. En relación con las bases científicas para este punto, se ha producido un notable desarrollo en los últimos años. Sin embargo, dado lo complejo y lento de estos trabajos, todavía quedan especies forestales importantes pendientes de ver publicados sus estudios sobre autoecología. Esperemos que esta importante tarea se vea culminada en los próximos años. Elección de la composición específica de la repoblación.- Sin un suficiente acierto en el punto anterior y un conocimiento de la función preferente de la nueva masa no es posible formular la propuesta de composición específica. La masa se compondrá de aquellas especies que mejor cumplan la función preferente asignada, pensando en su desarrollo y espesura a la edad del turno y en edades intermedias, contando con sus procedimientos de regeneración y resistencia a agentes nocivos externos. En este punto es exigible que se elija, además, el origen y la procedencia del material forestal de reproducción. Este es un tema muy bien estudiado en España e, incluso, regulado por disposiciones administrativas sobre procedencias y catálogos de material de base. Hay que servir a la función preferente y no es correcto pensar en una composición polivalente útil para todo, lo que producirá notables sacrificios en la función que justifica la inversión. Se responde a la tercera pregunta básica de la planificación de las repoblaciones: con qué repoblar?, cuestión de gran trascendencia, si se tiene en cuenta que las rectificaciones sobre la composición específica resultan muy complejas de abordar.

4 Las herramientas técnico-científicas para trabajar en este punto nos las suministran las ciencias citadas en los puntos anteriores y, además e ineludiblemente, el conocimiento de la Selvicultura para el fin preferente propuesto. Se puede decir que hay elementos suficientes para decidir con corrección en este punto, aunque investigaciones futuras puedan ir mejorando o detallando con más precisión las decisiones. Decisión sobre la densidad y marco iniciales.- Una vez conocida la función preferente y la composición específica de la nueva masa es preciso proponer la densidad y marco iniciales, última y muy trascendente decisión de la planificación en la repoblación forestal. El marco ha de ser el más homogéneo o regular posible. La trascendencia de esta decisión se deriva de lo siguiente: toda la evolución futura de la espesura de la masa, y sus correspondientes tratamientos de mejora, dependen de esta decisión; la función preferente, al final del turno, se consigue si la espesura inicial resultó ser la adecuada; la geometría de las labores de desbroce y de preparación del suelo dependen del marco adoptado; los costos de ejecución y mantenimiento de la masa dependen de la densidad inicial. Se trata de considerar, con equilibrio y justificación suficiente, los criterios selvícolas, que tienden a orientar hacia altas densidades, para lograr espesuras moldeables con los tratamientos, con los criterios económicos quienes de modo simplista tienden a reducir las densidades para abaratar ejecuciones y mantenimientos, con sacrificio en muchos casos de la consecución de la función preferente. No es justificable condenar a una masa a desarrollarse con una densidad insuficiente durante toda su vida, sabiendo que este error no tiene reparación fácil. La densidad inicial y la función preferente deben ser concordantes y no es razonable, al igual que con la composición específica, plantear soluciones polivalentes. La herramienta técnico-científica para decidir en este punto nos la suministra el conocimiento de la Selvicultura para el fin preferente propuesto. En términos generales, hay suficiente información como para orientar la decisión en cada caso, aunque la revisión de las propuestas selvícolas a través de las investigaciones actuales puede, y debe, ir evolucionando y, por tanto, rectificando sobre la densidad inicial de las repoblaciones. En este campo de la densidad inicial hay notables desacuerdos entre los redactores de proyectos de repoblación y hay que hacer notar que no siempre las decisiones al respecto tienen un fundamento que vaya más allá de la rutina, la comparación inadecuada de rodales, o la simple intuición. Método de repoblación.- Por motivos de eficacia para asegurar la supervivencia y la regularidad en la repoblación, y por motivos de logística y, frecuentemente, de economía, el método de repoblación ordinario y habitual es la plantación. Sin embargo, en algunos casos muy concretos puede resultar indicado repoblar por siembra. No es el momento de entrar en estudio de condicionantes y factores para la siembra y plantación, pero se indica la necesidad, en todo caso, de plantear el estudio antes de continuar con el diseño de la ejecución. Desbroce.- También se puede describir este primer punto de la ejecución como tratamiento de la vegetación preexistente, pues no siempre serán formaciones de matorral a las que es necesario y conveniente sustituir. Sin embargo, casi siempre en España se repuebla sobre matorrales heliófilos y pirófitos. La justificación de aplicar este tratamiento, que pudiera no ser necesario, está en la valoración del grado de competencia actual y futura que el matorral presente, favorecido por el acotado al pastoreo y por la preparación del suelo, puede implicar. No existen recetas ni recomendaciones generales en este sentido. En cada caso hay que diagnosticar lo adecuado, es sastrería a medida. Comprobada la necesidad del desbroce, debe ser definido en función de sus cuatro atributos: extensión superficial; selectividad respecto de algunas especies; forma de afectar al matorral (roza o

5 arranque); y modo de ejecución. En cada atributo hay que razonar, y acertar, de acuerdo con las condiciones particulares del rodal. Por supuesto, el desbroce resultará concordante con la preparación del suelo. El desbroce diseñado no reforzará o inducirá fenómenos erosivos y permitirá que se incorporen a la nueva masa ejemplares de especies preexistentes de interés. Los desbroces en fajas, según curvas de nivel, resultan muy aconsejables en muchos casos para evitar erosión, favorecer el desarrollo de la masa introducida, mantener presencia suficiente de vegetación inicial a efectos de alimentación y cobijo de la fauna, entre otros motivos, aunque presentan influencia pasajística negativa transitoria y reversible. La correcta decisión sobre el procedimiento de desbroce se basa en variadas informaciones, con variados orígenes: mecanismos de reproducción de los matorrales (botánica); efectos sobre los suelos (edafología); causas e intensidad de la competencia (ecología forestal); costes y rendimientos (mecanización). Existen continuos aportes de la investigación en estos campos y no se detectan importantes carencias. Preparación del suelo.- Esta actividad siempre es necesaria en la repoblación forestal, aunque su justificación resultara ser, únicamente, acoger la semilla o la planta. Sin embargo, existe una justificación casi constante en las repoblaciones españolas que es la posibilidad y necesidad de mejorar alguna propiedad edáfica de tipo físico, que mejore la calidad del rodal y posibilite el arraigo de las nuevas plantas y posibilite su desarrollo. Si el rodal, independientemente del objetivo preferente, tiene que ser repoblado pues se comprueba que la dinámica natural no permite que se instalen los árboles, hay que pensar que la causa de este impedimento se encuentre, en la mayor parte de los casos, en el suelo. Por tanto, los pasos a dar son: estudio edáfico completo del rodal; identificación de disfunciones y posibilidades de mejora; propuesta de objetivos para la preparación del suelo; decisión sobre procedimiento adecuado. Este procedimiento queda definido en función de sus cuatro atributos: extensión superficial; acción sobre el perfil, con o sin inversión de horizontes; modo de ejecución; y profundidad. En cada atributo hay que razonar, y acertar, de acuerdo con las condiciones particulares del rodal. Por supuesto, la preparación del suelo resultará concordante con el desbroce. La preparación del suelo diseñada cumplirá, en la medida de lo posible, los objetivos de mejora de profundidad, permeabilidad y anulación de escorrentías, y no resultará inconveniente respecto de ninguna de sus propiedades. El bajo rendimiento y eficacia de las preparaciones manuales, aparte de su imposibilidad para superar importantes defectos edáficos, descartan prácticamente estas propuestas en la actualidad en España. Por otra parte, el desarrollo reciente de mecanizaciones de gran eficacia y nulos inconvenientes, como el TTAE y las retroarañas, permiten resolver casos de gran dificultad a costos asumibles. No se comprende la oposición tan generalizada a las mecanizaciones que existe. Las bases técnico-científicas en este campo están en: la edafología, cuyas bases conceptuales y metodologías analíticas permiten resolver con acierto suficiente; y en la mecanización, con aportaciones constantes y eficaces como las citadas. Elección del tipo de planta.- Descartamos, por escasa frecuencia, la posibilidad de la siembra y se plantea en este punto, que tiene una enorme trascendencia en la supervivencia y posterior desarrollo de la nueva masa, lo relacionado con la planta forestal. La primera decisión es optar por el tipo de cultivo: a raíz desnuda; o en envase. Sobre este tema decide la especie, la estación y la economía, aunque cada vez más se tiende al empleo de planta cultivada en contenedor. La segunda decisión es poner requisitos a los cuatro tipos de calidad de la planta forestal: genética o interior; morfológica o exterior; fisiológica; y biológica, entendida este concepto en el doble sentido de ausencia de parásitos y presencia de simbiontes. La tercera cuestión

6 es mantener una adecuada manipulación desde el vivero al rodal, proceso que muchas veces es poco vigilado. Los errores en este punto se manifiestan, muy frecuentemente, en el fracaso de la repoblación por causa de una alta mortalidad. Sin embargo, también se manifiestan en inadecuado desarrollo por inadaptación de la calidad interior de la planta al rodal. Sobre este campo la investigación de los últimos años en España ha sido de una gran amplitud y eficacia. Se han resuelto notables problemas, se sigue trabajando sobre procedimientos y procesos de cultivo, sobre indicadores de calidad y sobre manipulaciones para mejora del estado fisiológico. Hay suficiente información para tomar decisiones técnicamente correctas. Plantación.- Esta tercera y definitiva fase de la ejecución de la repoblación concluye con la instalación de la masa artificial. Habiendo tratado lo relativo a la planta en el punto anterior, queda pendiente analizar la época y el procedimiento de plantación. La época o campaña de plantación debe ser fijada atendiendo al clima del lugar, marcando un inicio tras la paralización vegetativa o, en su caso, tras superar intensas heladas invernales, y un final antes de la recuperación de la actividad. Hay que excluir los días, dentro de la campaña, en los que las condiciones meteorológicas no son adecuadas. Los criterios económicos o administrativos no deben primar, en la ejecución de la plantación, sobre los criterios expuestos. El procedimiento manual, aplicable en cualquier caso, debe evitar la colocación de los cepellones o de las raíces torcidas, inclinadas o dobladas. Hay que excluir procedimientos de percusión o compresión para la apertura de catas en horizontes con impermeabilidad. Nunca hay que enterrar hojas de la planta. La plantación mecanizada debe ser evitada en horizontes impermeables y/o pedregosos. Lo conocimientos en este campo están el la Climatología y Meteorología, con suficiente información para nuestro caso, y el las amplias experiencias de las técnicas repobladoras. Hay información suficiente. Cuidados culturales.- Una repoblación puede y debe contar con unos atributos de calidad que se refieren a los cuidados culturales posteriores. Son tan variados y se aplican con tal frecuencia en la actualidad, que un comentario para cada uno puede resultar excesivo para las limitaciones de este texto. Por tanto, se opta por hacer una enumeración en este epígrafe y por presentar un resumen de atributos de calidad en la Tabla 1. Enumeración: reposición de marras; instalación de protectores; riegos; binas, escardas y desbroces; podas; y acotamiento al pastoreo en plazo adecuado. Existen numerosas experiencias recientes en relación con estas operaciones. Tratamientos de mejora a lo largo del desarrollo.- La repoblación forestal se proyecta y ejecuta de modo que tiene que servir a una función preferente y con una densidad inicial concordante a esa función. A partir de este momento, la masa evoluciona aumentando su espesura, incorporando nuevos elementos por regeneración natural, y adquiriendo una alta combustibilidad por razón de la inevitable continuidad vertical y horizontal de combustibles finos. Aunque este punto se puede considerar fuera de la técnica repobladora, es necesario tratar la masa para evitar su desaparición: con tratamientos preventivos de incendios; con claras, desbroces y podas, ejecutadas estas operaciones en el momento adecuado y con procedimientos justificados. Conclusión.- El proceso de diseño y ejecución de una repoblación es complejo y tiene que analizar multitud de variables. Las generalizaciones conducen, por tanto, al error. Las posibilidades de mortalidad son algunas veces incontrolables, por lo que a ellas se les asigna frecuentemente la mortalidad real, sin investigación detallada de causas.

7 Una repoblación forestal de calidad es aquella que instalada en el lugar adecuado y con la superficie adecuada, tiene asignada una función preferente y, pasado el tiempo y tras haber sobrevivido y haberse desarrollado adecuadamente con los tratamientos de mejora necesarios, cumple los fines que se le asignaron y contribuye a la multifuncionalidad y al bienestar del conjunto de la sociedad y al desarrollo rural. Líneas de investigación en relación con las repoblaciones forestales en España.- De los párrafos anteriores se deduce que, en términos generales, no se detectan lagunas o carencias notables para que, en España, los proyectos de repoblación forestal tengan un nivel técnico-científico suficiente. Se ha venido trabajando en los últimos años con eficacia en todos los campos enumerados. Es posible, sin embargo, formular algunas recomendaciones para que se refuercen las líneas de estudio que pueden ayudar a desbloquear obstáculos que limitan la activad repobladora en España, obstáculos cuya naturaleza no sólo es científico-técnica, sino también administrativa: - Completar y publicar, con la divulgación necesaria, los estudios de autoecología de todas las especies forestales importantes. - Hacer asequibles los ensayos de calidad fisiológica y biológica de la planta forestal para viveristas y usuarios. - Reforzar, divulgar y mejorar las modernas técnicas de mecanización de los desbroces, preparación del suelo y plantación, para que sean empleadas con eficacia y frecuencia. - Estudio de las repoblaciones consolidadas: efectos y resultados de sobre el biotopo (microclima y suelo); efectos y resultados sobre la vegetación, la fauna y la biodiversidad; efectos y resultados sociales y económicos. REPOBLACIONES FORESTALES DE CALIDAD Como se planteó al principio, cabe preguntarse por el grado de calidad que las repoblaciones forestales españolas, -pasadas, presentes y futuras-, tienen o es esperable que tengan. Repoblaciones forestales pasadas.- La actividad repobladora en España abarca un muy largo plazo, de modo que se puede disponer en la actualidad de masas artificiales que han superado los cien años de edad, con ejemplos más numerosos de todas las edades intermedias. Esta oportunidad es casi única en Europa y permite contar con algo totalmente inestimable en la investigación sobre ciencias y técnicas forestales: el tiempo. Ayuda esta posibilidad a dar por superado uno de los motivos de retraso indicado por COTTA (1816): Tres causas explican principalmente el gran atraso que ha todavía en materia de montes: 1ª. El largo período de tiempo que necesita la madera para su formación. Por otra parte, se dispone de una gran superficie repoblada, del orden de 4,5 millones de hectáreas, que abarca gran diversidad de fisiografías, climas, suelos y especies. La cantidad, por una parte, procura la posibilidad de estudiar errores reales y puntuales para orientar las técnicas presentes y futuras. La diversidad de estaciones y de especies ayuda a las comparaciones de resultados, análisis de factores limitantes y propuestas para cubrir las necesidades de proyectar en tan variado y amplio territorio pendiente de repoblar. Sobre las repoblaciones forestales del pasado no cabe sino expresar una opinión favorable y agradecida y recordar que constituyen el centro de una de las líneas de investigación más importantes y necesarias. Repoblaciones forestales presentes.- En relación con el presente no cabe el optimismo. Por una parte y a pesar de las abundantes planificaciones de todo tipo que van viendo la luz, el escaso impulso a tan importante actividad dentro del importante sector forestal español, se traduce en unas superficies anuales de actuación en repoblación forestal que pueden ser calificadas como: escasas, en términos relativos a la superficie que es necesario abordar; y decrecientes, pues cada año que pasa se hace menos tarea y se depende, casi exclusivamente, de la financiación de la CE.

8 Por otra parte, la calidad técnica de las actuaciones no parece que, en conjunto, discurra por niveles de excelencia. En este campo se acentúa la situación que ya dejó descrita COTTA (1816): Nuestros forestales se dividen todavía ordinariamente en empíricos y eruditos. Raras veces están reunidas ambas cualidades. Pronto se aprende lo que el primero considera suficiente para el gobierno del monte, y pronto se imprimen en la memoria los principios sistemáticos del segundo. Pero en la práctica es el arte del primero a la ciencia forestal fundamentada, como el arte del curandero a la verdadera Medicina, y el segundo no conoce muchas veces el bosque... porque tiene demasiados árboles. Las cosas tienen en el bosque muy distinto aspecto que en los libros: por eso se ve allí a menudo el erudito abandonado por su erudición y desarmado ante la osadía del empírico. La base para esta opinión tan pesimista se puede encontrar en la Tabla 2, donde la primera columna contiene los atributos de calidad enumerados y comentados con anterioridad (Tabla 1) y en la segunda se apuntan defectos comunes de planificación o de ejecución que frecuentemente se observan en la realidad, en los que incurren aquellos que, con la terminología de COTTA, se pueden llamar empíricos. No se amplían comentarios en este punto. Repoblaciones forestales futuras.- En el hipotético, y poco probable -dada la tendencia que se ha apuntado en el epígrafe anterior-, caso de que la sociedad española se planteara en el futuro la realización de una importante, y necesaria, labor repobladora, cabe preguntarnos sobre la capacidad técnico-científica de los futuros responsables de tan importante tarea. Aquí también se puede imponer el pesimismo. Para que existan profesionales preparados y eficaces, en este y en cualquier otro campo, hacen falta varios elementos que se enumeran y luego se comentan: conocimientos; alumnado; y profesorado. Los conocimientos en materia de repoblaciones forestales hemos considerado anteriormente que son: suficientes para proyectar con rigor y fundamento en la actualidad; y mejorables según las líneas de investigación apuntadas. El alumnado ha padecido y padece las orientaciones pedagógicas recientes que, entre otros aspectos, consisten en aceptar que el aprendizaje no requiere esfuerzo. El esfuerzo se pone en aprobar, aunque no se haya aprendido, y en olvidar lo estudiado pensando que cuando se sea responsable de un trabajo ya habrá alguien que le diga lo que tiene que hacer. Esto se traduce en un muy escaso estímulo sobre el profesorado y la aceptación sin discusión de las propuestas de los empíricos al iniciar la actividad profesional. El profesorado se encuentra en unas peculiares circunstancias: si pone alto el nivel de conocimientos para otorgar aprobados, incurre en comportamiento académicamente incorrecto; no recibe estímulo por motivo de la ausencia de espíritu crítico en el alumnado; el ascenso en la carrera docente no tiene en cuenta los méritos docentes y sólo los de una investigación valorada exclusivamente por haber publicado artículos en revistas llamadas de alto impacto, cuya difusión en los medios profesionales españoles es nula y están editadas en países donde la mayoría de nuestras especies forestales son unas perfectas desconocidas y carentes de interés; por tanto, trasmite al alumnado actitudes y habilidades más propias de la investigación que de la gestión profesional; al profesorado se le encarga, y éste acepta, la impartición de materias con las que su único contacto fue en la etapa de alumno, y a veces ni eso, de modo que, investido del omnímodo poder de suspender, llega, por ejemplo, a calificar como erróneo un trabajo de fin carrera de mejora selvícola porque la valoración del precio de la madera se hace por diámetro, aún siendo la misma especie, y se suspende por no contener un mapa de muestreo cuando en las fichas de inventario figuran las coordenadas UTM. Con alumnos sin interés por aprender y con profesores desmotivados, y a veces incapacitados, para enseñar, no es de extrañar que cada vez se esgrima con mayor frecuencia la frase: eso es en teoría, que en la práctica, y que siga siendo una realidad que en el monte se encuentre el erudito

9 abandonado por su erudición y desarmado ante la osadía del empírico. Estas son las causas de que en la práctica cada vez se repueble menos y peor, precisamente cuando nunca se había dispuesto de tantos avances en materia de material forestal de reproducción, de análisis territorial y cartografía temática, de posibilidades para analizar el suelo y de mecanización eficiente. BIBLIOGRAFÍA COTTA, H.; in. HERBELLA, E.; Traducción de "El prólogo de la Selvicultura de Cotta [Anweisung zum Waldbau (Consejos de Selvicultura)]". Revista de Montes. Año XXXVI, pág Asociación de Ingenieros de Montes. Madrid. Tabla 1.- Resumen de atributos de calidad de una repoblación forestal y criterios para su valoración. ATRIBUTOS DE CALIDAD DE UNA REPOBLACIÓN FORESTAL División en rodales de repoblación Propuesta de un objetivo preferente para la repoblación forestal de un rodal Identificación de especies, incluso ecotipos, compatibles con la estación CRITERIOS DE VALORACIÓN Estudio fisiográfico y edáfico e interpretación de sus resultados analíticos. Planificación forestal del entorno. Estudios de calidad de estación y de estados erosivos. Estudio climático. Estudio edáfico e interpretación de resultados analíticos. Conocimiento suficiente de la autoecología de las especies forestales. Evolución de la composición, según tratamientos, hasta el turno y en etapas intermedias, Selvicultura. Elección de la composición específica de la repoblación Definición del origen y procedencia de MFR. Decisión sobre la densidad y marco Atender, con preferencia, a criterios selvícolas. iniciales Espesura suficiente al servicio de la diversidad genética. Método de repoblación Comprobar la oportunidad de ambos métodos. Justificación de que es necesario. Desbroce Definición según extensión, selectividad, modo de ejecución y forma de afectar al matorral. Estudio edafológico completo. Preparación del suelo Definición de objetivos para esta tarea. Definición según extensión, acción sobre el perfil, modo de ejecución y profundidad. Técnica de cultivo: raíz desnuda o envase. Elección del tipo de planta Calidad: genética; morfológica; fisiológica; y biológica. Mantenimiento de la calidad en la manipulación. Determinar campaña y controlar condiciones temporales de ejecución. Procedimiento manual: atender a rectitud de raíces y profundidad Plantación del cuello de la raíz. Procedimiento mecanizado: nunca con impermeabilidad y pedregosidad en horizonte superior. Fijar porcentaje admisible. Inventariar por separado marras con y sin crecimiento en altura. Reposición de marras No reponer exactamente donde estaba la planta. No reponer pasado un plazo tal que convierta a las reposiciones en pies dominados. Justificar en todo caso su necesidad. Instalación de protectores Valoración de efectos morfológicos negativos. Retirar en plazo adecuado. Aplicación de riegos de establecimiento justificada. Riegos Riegos de mantenimiento en época y lugar oportunos. Ejecución en casos necesarios. Escardas, binas y desbroces Reducción al mínimo de los gradeos. Podas de guiado Justificar objetivos y eficacia en la morfología de las plantas. Acotado al pastoreo Normas e instalaciones eficaces. Tratamientos de mejora en Prevención de incendios. desarrollo Claras, desbroces y podas en tiempo y con modo oportunos. Tabla 2.- Resumen de atributos de calidad de una repoblación forestal y defectos habituales de planificación o ejecución.

10 ATRIBUTOS DE CALIDAD DE UNA REPOBLACIÓN FORESTAL División en rodales de repoblación Propuesta de un objetivo preferente para la repoblación forestal de un rodal Identificación de especies, incluso ecotipos, compatibles con la estación Elección de la composición específica de la repoblación Decisión sobre la densidad y marco iniciales Método de repoblación Desbroce Preparación del suelo Elección del tipo de planta Plantación Reposición de marras Instalación de protectores Riegos Escardas, binas y desbroces Podas de guiado Acotado al pastoreo Tratamientos de mejora en desarrollo DEFECTOS DE PLANIFICACIÓN O DE EJECUCIÓN Ausencia de estudio edáfico y de interpretación de sus resultados analíticos. No se exige proyecto en forestación de tierras agrarias. Ausencia de estudios de calidad de estación y de estados erosivos. La decisión de dónde forestar la toma el propietario y no la planificación, el objetivo es captar rentas. Pretensión de que toda superficie forestal sirva exclusivamente una hipotética mejora de la biodiversidad. Plantear la necesidad de unas repoblaciones modernas puesto que todo lo anterior es negativo. Ausencia de estudio edáfico y de interpretación de resultados analíticos. Interpretación intuitiva de la autoecología de las especies forestales. Planteamiento estático de la RF sin valorar la evolución de la composición, según tratamientos, hasta el turno y en etapas intermedias. Composición específica para fines de hipotética mejora de la biodiversidad, prescindiendo de las especies malas. Primas diferenciales por especies, y no por ejecución, lo que fuerza el análisis de compatibilidad estacional. No exigir definición del origen y procedencia de MFR. Preferir criterios económicos dotando a la masa de espesura insuficiente. Módulos en las subvenciones que favorecen la elección del valor mínimo. No atender a ningún criterio y sólo a la intuición. No comprobar la oportunidad de ambos métodos. Ejecutarlo siempre, aunque no sea necesario. Definición de una extensión insuficiente, con modo de ejecución no mecanizado, en terrenos forestales. Ausencia de estudio edafológico completo. Ausencia de definición de objetivos para esta tarea. Propuestas erróneas según extensión, acción sobre el perfil, modo de ejecución y profundidad. Descarte generalizado de la planta a raíz desnuda. Pérdida de la calidad morfológica y fisiológica por mal cultivo o por deficiente manipulación. No respetar la campaña y no controlar condiciones temporales de ejecución, por motivos de ejecución presupuestaria. Procedimiento manual: obligación de enterrar la mitad de la parte aérea; plantar con el envase; y abuso de sistemas de ejecución de catas por golpeo. No inventariar por separado marras con y sin crecimiento en altura. Reponer pasado un plazo tal que convierta a las reposiciones en pies dominados. Pensar que los tubos invernaderos son garantía de supervivencia. No valorar los efectos morfológicos negativos. No retirar en plazo adecuado. Aplicación de riegos de establecimiento injustificada, sin medición de la humedad edáfica y de su variación. Riegos de mantenimiento que interrumpen la paralización vegetativa por sequía, y riegos en suelos salinos. Ejecución sistemática por existir financiación en terrenos agrícolas Aplicación sistemática sin analizar la morfología de las plantas y sus posibles ventajas. Ejecución a alturas inadmisibles. Ausencia de vigilancia y de sanciones. Confiar en la función de los tubos protectores. Claras, desbroces y podas en tiempo excesivamente prematuro o tardío. Podas demasiado altas, claras de escaso peso y desbroces por laboreo.