Proceedings of the Southern European Veterinary Conference and Congreso Nacional AVEPA

Transcripción

1 Proceedings of the Southern European Veterinary Conference and Congreso Nacional AVEPA Oct , Barcelona, Spain Next Conference: Oct , Granada, Spain Reprinted in the IVIS website with the permission of the SEVC - AVEPA

2 TRATAMIENTO DE LOS VÓMITOS EN LOS GATOS Xavier Roura Hospital Clínic Veterinari Universitat Autònoma de Barcelona Belllaterra 08193, Spain El vómito es un motivo de consulta frecuente en la clínica felina y se produce en una gran variedad de enfermedades. Se encuentra entre los trastornos más comunes descritos en los gatos examinados en clínicas veterinarias privadas. El vómito es un complejo de reflejos coordinados en gatos, que acaban causando la expulsión del contenido gástrico, coordinados por las neuronas distribuidas en el tronco cerebral. Estas neuronas pueden ser activadas por estímulos periféricos, desde el tracto gastrointestinal u otros órganos viscerales, o estímulos centrales, tales como lesiones que ocupan espacio y por la acción central de toxinas circulantes. Los estímulos vestibulares (mareo) también pueden causar vómitos en los gatos, aunque, como en otras especies, la susceptibilidad varía entre los individuos. Las aportaciones de las estructuras del prosencéfalo o mesencéfalo también pueden provocar vómitos. En los gatos, los vómitos agudos puede estar asociados a la expulsión de las bolas de pelo, reacciones adversas a la dieta o medicamentos, ingestión de plantas de interior, agentes infecciosos como el virus de la panleucopenia felina, y emesis autolimitante aguda de causa no determinada (las llamadas "gastritis aguda"). Los gatos presentados por vómitos como queja principal requieren estudios y tratamiento con más frecuencia que los perros. Esto es porque los gatos son menos propensos a tener vómitos autolimitantes, tienen más probabilidades de estar deshidratados (debido a su tamaño), y tienen más riesgo de anorexia y la posterior lipidosis. Las causas comunes de vómitos crónicos en gatos incluyen la enfermedad inflamatoria intestinal, pancreatitis crónica, reacciones adversas a alimentos, enfermedad hepática, enfermedad renal crónica en fase terminal y el hipertiroidismo. Sin embargo, se han descrito vómitos en los gatos asociados a muchas otras condiciones. La evaluación inicial puede dar indicios de la causa subyacente de los vómitos. Debe aclarar qué nuevas investigaciones y, posteriormente, qué tratamientos específicos están indicados. La evaluación comienza con la edad, la raza y el género del gato, además de la determinación de signos en otros gatos en el hogar. La edad es importante porque algunas enfermedades son más comunes en los gatos jóvenes, como la ingestión de cuerpos extraños, la invaginación intestinal, o enfermedades infecciosas como el virus de la panleucopenia, parásitos o enteritis por coronavirus, mientras que otras enfermedades como el hipertiroidismo, enfermedad renal crónica o neoplasia gastrointestinal o hepatobiliar son más comunes en los gatos mayores. La raza es una consideración importante (por ejemplo, los gatos siameses están predispuestos a adenocarcinoma gastrointestinal). Algunos trastornos sólo pueden afectar a uno de los dos géneros.

3 El clínico, a partir de la reseña, la historia y el examen físico, debe ser capaz de clasificar al paciente como en un estado mínimamente malo (gato generalmente estable sin criterios para una evaluación adicional o tratamiento) o malo (gato inestable con uno o más criterios de intervención), establecer un lista de problemas, e identificar las pruebas de diagnóstico adecuadas y el tratamiento. Los gatos con vómitos autolimitantes, simples, leves y agudos no necesitan más pruebas, y pueden ser tratados sintomáticamente o ser sometidos a observación. En tales casos, los signos suelen desaparecer en 1-2 días, con o sin tratamiento sintomático y de apoyo. Si después de la reseña, la historia y el examen físico el clínico detecta algún "criterio de preocupación", como por ejemplo: deshidratación, shock, melena, dolor abdominal, fiebre o hipotermia, el gato debe tratarse con líquidos por vía intravenosa, y el resto de pruebas deben incluir un hemograma, un perfil de bioquímica y análisis de orina. Si no se hallan anomalías en la palpación abdominal, es conveniente esperar los resultados del hemograma, perfil bioquímico y análisis de orina. La medición de T4 total se debe considerar en los gatos con más de 6 años de edad. El vómito es desagradable para los gatos y es angustiante para los propietarios, y puede estar asociado a consecuencias adversas, incluyendo anorexia, pérdida de peso, aversión a la comida y trastornos del equilibrio hídrico, ácido-base y electrolítico. También puede causar una neumonía por aspiración en gatos con disfagia o gravemente debilitados. A la espera de los resultados de las pruebas, el soporte del gato con vómitos puede incluir fluidoterapia y electrolitos, y antieméticos. En algunos casos, los antieméticos pueden estar contraindicados, por ejemplo cuando se sospecha de obstrucción gastrointestinal. Puede que sea necesario realizar otras intervenciones urgentes, dependiendo de la situación clínica. Los antieméticos más eficaces para gatos parecen ser los que trabajan a través de los receptores NK 1 o 5HT 3. Aunque a menudo aparece como un antiemético primera línea, el antagonista D 2 metoclopramida es de uso cuestionable como antiemético central en gatos. La metoclopramida es un fármaco antiguo que ha sido reemplazado mayoritariamente por maropitant porque probablemente no sea un muy buen antiemético en gatos, que se sabe que tienen pocos receptores de dopamina en la zona gatillo de los quimiorreceptores. Podría ser ventajosa cuando se desea una acción procinética gastrointestinal, por ejemplo para el íleo o el vaciamiento gástrico retardado. Pero el efecto procinético de la metoclopramida en gatos también es cuestionable. El maropitant (1 mg/kg cada 24 horas SC, IV o PO) es un nuevo medicamento que se ha convertido rápidamente en la primera línea de defensa para náuseas y vómitos en gatos. Se ha convertido en un antiemético popular y eficaz para gatos y actúa sobre los receptores de neuroquinina (NK) en el centro del vómito. Este fármaco no sólo reduce las náuseas y los vómitos, sino que también tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. La metoclopramida (0,25-0,5 mg/kg cada 8-12h IV, IM, SC o PO; 1-2 mg/kg durante PVC 24h) es un antagonista de la dopamina e inhibe los vómitos bloqueando los receptores de la dopamina del sistema nervioso central en la zona gatillo de los quimiorreceptores. El ondansetrón (0,5 mg/kg IV más 0,5 mg/kg/h durante PVC 6h) actúa sobre los receptores 5-HT 3 de serotonina en la zona gatillo de los quimiorreceptores y también es muy eficaz en gatos. Sin embargo, la naturaleza autolimitante de los signos clínicos en estos casos, y en ausencia de pruebas en su contra, es probable que estas prácticas sigan realizándose. La recomendación dietética estándar para gatos con trastornos

4 gastrointestinales agudos consiste en suspender los alimentos durante 24 h, seguido de la administración de pequeñas cantidades de una dieta blanda, altamente digestible, tres o cuatro veces al día durante 3-7 días. Se dice que este ayuno de corta duración proporciona "reposo intestinal", lo que reduce las secreciones gastrointestinales y el número de bacterias, evitando al mismo tiempo los efectos adversos de las partículas de alimentos no absorbidas y con actividad osmótica. Posiblemente, el intestino también puede 'descansar' si se administra una dieta altamente digestible porque se asimila rápidamente en el intestino delgado proximal. Sin embargo, el no interrumpir la alimentación puede exacerbar los vómitos y la diarrea (si la hay). Por estas razones, es probable que la suspensión de alimentos se mantenga como la estrategia adoptada más ampliamente. Cuando se administra tratamiento sintomático a un gato con sospecha de enfermedad autolimitante, sería apropiado un tratamiento antiemético inicial durante un máximo de 24 horas. Si el vómito continúa, otros signos no han mejorado, o hay nuevos signos evidentes (por ejemplo, la pérdida de apetito o el comportamiento general, o la aparición de diarrea), debe someterse al gato a reevaluación no más de 48 horas después de la primera visita. Debe advertirse a los propietarios que el uso de fármacos antieméticos podría enmascarar signos de vómitos asociados a una enfermedad subyacente, y se les debe pedir que regresen antes si no hay mejoría, si hay recidiva del vómito después de una mejoría inicial, o si hay algún nuevo deterioro clínico. Otros signos clínicos que sugieren una enfermedad subyacente (por ejemplo, anorexia, letargo, fiebre, dolor abdominal, etc.) no se enmascaran y deben estudiarse cuidadosamente. En la revisita, el gato debe ser reevaluado en busca de signos que indiquen nuevas pruebas o tratamiento adicional según el caso.

5 BIBLIOGRAFÍA Batchelor DJ, Devauchelle P, Elliott J, Elwood CM, Freiche V, Gualtieri M, Hall EJ, Den Hertog E, Neiger R, Peeters D, Roura X, Savary-Bataille K, German AJ. Mechanisms, causes, investigation and management of vomiting disorders in cats: a literature review. J Feline Med Surg. 2013; 15(4): Quimby JM, Brock WT, Moses K, Bolotin D, Patricelli K. Chronic use of maropitant for the management of vomiting and inappetence in cats with chronic kidney disease: a blinded placebo-controlled clinical trial. J Feline Med Surg Oct 21. pii: X Pancreatitis and triaditis in cats: causes and treatment. J Small Anim Pract. 2015; 56(1):