Dinámica y estructura de la población

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1 Dinámica y estructura de la población

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3 La población de la Ciudad La Ciudad de Buenos Aires mantiene una población total muy estable, que ronda los 3 millones de personas. Así el censo del 2001 confirma una tendencia que se observa en las últimas décadas. Los resultados del último censo, una vez evaluados y corregidos por la omisión que comúnmente afecta a todos los censos, confirman una vez más que, como ha venido ocurriendo desde mediados del siglo XX, la población ronda los 3 millones de personas. El crecimiento total de la población expresa su ritmo de crecimiento, es decir cuánto aumenta o disminuye por cada mil habitantes durante un período determinado. Es el resultado de dos componentes demográficos: el crecimiento vegetativo (diferencia entre el número de nacimientos y el número de defunciones) y el balance migratorio (diferencia entre el número de inmigrantes y el número de emigrantes). Observando la dinámica de la población de la Ciudad, en particular la de las dos últimas décadas del siglo pasado ( ), se verifica que las tasas medias anuales de crecimiento total han sido notablemente bajas, oscilando entre valores muy reducidos de signo positivo o negativo (varían entre 1,1 y -1,3 por mil) como puede verse en el Gráfico 1. Estos ritmos del crecimiento total - muy bajos y oscilantes - se explican por un crecimiento vegetativo que, aunque siempre positivo, también ha oscilado entre tasas muy bajas. Además, por los efectos, siempre de signo negativo, de un reducido balance migratorio a lo largo de las dos décadas referidas. Gráfico 1 Tasas medias de crecimiento anual de la población total y de los componentes vegetativo y migratorio. Ciudad de Buenos Aires, quinquenios / En el quinquenio la tasa media anual de crecimiento de la población de la Ciudad fue de 0,3 por mil y sus componentes, la tasa de crecimiento vegetativo y la tasa de migración neta alcanzaron, respectivamente, el 5,7 por mil y -5,5 por mil. (Lattes y Andrada, 2004) Como se puede observar en el mismo gráfico, entre los quinquenios y se produjo una disminución de la tasa de crecimiento total llegando la misma al valor -1,3 por mil. Este hecho es el resultado de la combinación de dos clases de cambios que se complementaron entre sí: la caída de la tasa de crecimiento vegetativo (que descendió al 0,6 por mil) y el aumento de la tasa de migración neta que, como ya se expresara, ha tenido signo negativo (-1,9 por mil). Sin embargo esta caída de la tasa de crecimiento vegetativo y consecuentemente de la tasa de crecimiento total no continuó en el quinquenio siguiente ( ) y así se puede apreciar una recuperación importante de ambas. Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires 31

4 En el quinquenio siguiente, la tasa de crecimiento vegetativo pareciera retomar el comportamiento que experimentó a fines de la década de los ochenta (Gráfico 2), alcanzando el 3,8 por mil en 2004, si bien se destaca un descenso en el trienio 2001 / A su vez, los cambios observados en las tasas de crecimiento vegetativo durante las décadas de 1980 y 1990 resultan del comportamiento que han seguido sus componentes principales: la fecundidad, la mortalidad y sus interacciones. Gráfico 2 Tasa media anual de crecimiento vegetativo. Ciudad de Buenos Aires, años 2000 / Los componentes del crecimiento vegetativo Gráfico 3 Tasa global de fecundidad por quinquenios. Ciudad de Buenos Aires, quinquenios / La tasa global de fecundidad (TGF), un indicador resumen del nivel de la fecundidad, se mantuvo en alrededor de los 2 hijos por mujer durante la década 1980, disminuyendo levemente a 1,8 hijos por mujer en la última década del siglo 20 (Gráfico 3). Esta disminución explica, parcialmente, la ya señalada disminución de las tasas de crecimiento vegetativo y total, ocurridas en el quinquenio 1990/94. La tasa global de fecundidad expresa el número de hijos que en promedio tendría cada mujer que durante su período fértil tuviera a sus hijos según las tasas de fecundidad por edad de la población en estudio y que no estuviera expuesta al riesgo de morir. Por otra parte, la esperanza de vida al nacer, un apropiado indicador resumen del nivel de la mortalidad de una población, muestra que entre 1980/81 y 2000/01 se produjeron bajas significativas de la mortalidad en ambos sexos (la esperan- za de vida al nacimiento aumentó 3,3 años entre los varones y 3,6 años entre las mujeres). La esperanza de vida por edades sirve para conocer las ganancias relativas a edades determinadas. Se observa que si bien estas ganancias relativas ocurrieron en ambos sexos y en las cuatro edades presentadas (Gráfico 4), la mayor ganancia relativa fue alcanzada a la edad 65 (aumentó 17 % entre 1980 y 2000). La esperanza de vida al nacer es el número promedio de años que vivirá una persona, si se mantienen las tasas de mortalidad específicas por edad correspondientes al momento de su nacimiento. En el año 1947 la esperanza de vida al nacer fue de 62,8 años para los varones y de 68 años para las mujeres. En el año 2001 la esperanza de vida al nacimiento de varones y de mujeres había ascendido a 71,8 años y 79,4 años respectivamente. 32 Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires

5 Gráfico 4 Esperanza de vida al nacer y a edades seleccionadas. Ciudad de Buenos Aires, 1980/81, 1990/1992 y 2000/2001 Las migraciones internacionales Las corrientes migratorias de fines del siglo 19 y comienzos del presente llegaron a constituir más de la mitad de la población de la Ciudad; en 1895 representaban el 52 por ciento de la población. A partir de la Segunda Guerra Mundial su participación se redujo hasta llegar a representar el 11,4 % del total en el año La inmigración europea, entre la segunda mitad del siglo 19 y las primeras décadas del 20, constituyó uno de los factores centrales del crecimiento de la Ciudad, mientras que la corriente limítrofe implicó contribuciones importantes recién a partir de la década de los setenta. En 1947 el 27,5 por ciento de la poblaciónde la ciudad era extranjera mientras que en 1980 dicha proporción disminuyó al 13,5 %. /... / En 1914 del total de extranjeros los nativos de países limítrofes representaban el 7,9 %. (Mazzeo, 1988) Población extranjera según nacionalidades Total 100,0 100,0 100,0 Participación de los nativos de país limítrofe 6,3 25,0 46,4 Participación de las principales nacionalidades europeas* 71,0 53,9 24,5 Participación del resto de nacionalidades 22,7 21,1 29,1 * (alemanes, españoles, franceses e italianos). Fuente: Dirección General de Estadística y Censos (G.C.B.A.) sobre la base de datos censales. Las modificaciones de la pirámide poblacional Los cambios que ocurren en los fenómenos básicos de la dinámica demográfica (fecundidad, mortalidad y migración) y las permanentes interacciones que se producen entre ellos, van modificando de manera continua la estructura por sexo y edad de la población. Una imagen de estos cambios se obtiene mediante la comparación de las pirámides de población de la Ciudad en los años 1980 y 2000 (Gráficos 5 y 6). Por un lado, la disminución de la fecundidad se evidencia en la reducción de la base de la pirámide del 2000 comparada con la de la pirámide de Por otro lado, las ganancias de la esperanza de vida se observan con el ensanchamiento que se produjo (entre 1980 y 2000) en la parte superior de la pirámide, especialmente, del lado femenino. También se pueden observar cambios significativos en la composición por sexo y edad de la población según lugar de nacimiento. Entre los no nativos de Argentina se observa preeminencia femenina a lo largo de todas las edades, pero principalmente en las edades mayores. Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires 33

6 Gráfico 5 Población por sexo, grupos de edad y país de nacimiento. Ciudad de Buenos Aires, año 1980 Gráfico 6 Población por sexo, grupos de edad y país de nacimiento. Ciudad de Buenos Aires, año 2000 La relación entre los sexos El índice de masculinidad es la relación entre el número de varones y el de mujeres en un período determinado. Se expresa como el número de varones por cada cien mujeres. El índice de masculinidad (IM) de la población de la Ciudad indica claramente que se trata de una población con menor proporción de varones (alrededor de 84 varones por cada 100 mujeres). Este índice se ha mantenido estable en el período analizado, con una leve tendencia al aumento (Gráfico 7). Además de la menor mortalidad femenina, la migración - interna e internacional - de las últimas décadas ha jugado a favor de este proceso de feminización de la población de la Ciudad. Un indicador, aunque parcial, de este rol de la migración lo constituye el IM de la población nacida en el exterior que, además de ser bastante menor que el de la población total, muestra una importante disminución entre 1980 y La creciente feminización de la población no nativa se puede explicar, principalmente, por las acciones e interacciones de dos componentes demográficos básicos: Gráfico 7 Índice de masculinidad de la población total y según país de nacimiento. Ciudad de Buenos Aires, 1980, 1990 y 2000 la migración neta, que ha mostrado una creciente presencia de mujeres y la mortalidad diferencial por sexo - mayor entre los varones - que ha ido afectando a los inmigrantes, principalmente, a los que inmigraron en épocas anteriores. 34 Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires

7 La composición por grandes grupos de edad Los cambios que experimenta la estructura por edad de una población se suelen mostrar mediante el uso de algunos índices sencillos que, básicamente, relacionan los cambios que ocurren en grandes grupos de edades. Las variaciones que experimenta la distribución de la población en tres grandes grupos (0-14, y 65 y más) constituyen indicadores habituales, al punto que, la medida más común del proceso de envejecimiento de las poblaciones es, justamente, el aumento de la proporción de personas con 65 y más años de edad. Algunas relaciones entre las poblaciones de estos grandes grupos de edad posibilitan la construcción de otros indicadores que dan una idea aproximada de la carga económica que soportaría la población en edades potencialmente activas, por ejemplo, la denominada razón de dependencia potencial. Las proporciones de la población en edades potencialmente activas (15-64 años) se han mantenido estables entre 1980 y 2000, aunque no puede dejar de mencionarse una leve disminución de la misma: la proporción pasó de 66,4 % en 1980 a 65,2 % en 2000 (Gráfico 8). Dentro de las edades potencialmente inactivas los niños mantuvieron un porcentaje que, aunque declinante, fue superior al de los adultos-mayores hasta 1995; en el año 2000 ambos grupos alcanzaron proporciones similares, sin embargo, el cambio relativo de uno y otro grupo fue distinto. Más específicamente, en el mismo lapso (1980/2000) en que la proporción de niños disminuyó cerca de 1,6 puntos porcentuales, la proporción de adultos mayores se incrementó en 3 puntos porcentuales. En otras palabras, entre 1980 y 1990, se incrementó el peso de la población potencialmente dependiente de 50,5 a 53,7 por cada 100 personas potencialmente activas. El aumento de la razón de dependencia potencial estuvo asociado al incremento de la proporción de la población adulta mayor (65 años y más) lo cual, a su vez, se relaciona, como ya se señalara, con las ganancias de la esperanza de vida. La sobremortalidad masculina explica, en gran medida, que entre 1980 y 2000 la preeminencia femenina entre los adultos mayores haya aumentado: en 1980 la proporción de mujeres representaba el 61,6 por ciento de los adultos mayores, mientras que en el año 2000 este porcentaje ascendió al 65 % (Gráfico 9). Gráfico 8 Composición por grandes grupos de edad y razón de dependencia potencial. Ciudad de Buenos Aires, años seleccionados entre 1980 y 2000 La razón de dependencia potencial es la relación que se establece entre las personas en edades potencialmente inactivas (0-14 y 65 y más) y las personas en edades potencialmente activas (15-64) en un período determinado. Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires 35

8 Gráfico 9 Composición por sexo de la población de 65 años y más. Ciudad de Buenos Aires, años seleccionados entre 1980 y 2000 La densidad de población Mapa 1 Densidad de población (hab/km 2 ) según Centro de Gestión y Participación (CGP). Ciudad de Buenos Aires. Año 2004 La población no se distribuye en forma homogénea en la Ciudad La densidad media de Buenos Aires en el 2004 fue de habitantes por km2. Sin embargo, por Centros de Gestión y Participación (CGP) se observan grandes diferencias. Los que tienen mayor densidad de población son los CGP 2 Sur ( hab/km2), 2 Norte ( hab/km2) y el 6 ( hab/km2), les siguen, pero con valores bastante menores los CGP 14 Este ( hab/km2) y 14 Oeste ( hab/km2). En el otro extremo, los CGP 8 (8.918 hab/km2), 9 (9.629 hab/km2) y 1 ( hab/km2) son los que tienen menor densidad. sobre la base de proyecciones de población. Referencias Bibliográficas Dirección General de Estadística y Censos (G.C.B.A.), (2004), Encuesta Anual de Hogares de la Ciudad de Buenos Aires, Aspectos demográficos Dirección General de Estadística y Censos (G.C.B.A.), (2005), Encuesta Anual de Hogares de la Ciudad de Buenos Aires 2004, Plan de tabulados, Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), (1997), Situación demográfica de la Capital Federal, Análisis demográfico N 10. Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), (2004), Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001, Resultado generales, Serie 2 N 1 Ciudad de Buenos Aires. Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), (2005), Análisis demográfico N 31. Lattes, Alfredo E. y Gretel Andrada, (2004), "El subsistema demográfico de la Ciudad de Buenos Aires" en Revista Población de Buenos Aires, Año 1, Nº 1, diciembre. Mazzeo, Victoria, (2004), Qué pasó con la fecundidad de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos veinte años?, en Revista Población de Buenos Aires, Año 1, Nº 1, diciembre. Mazzeo, Victoria, (1988), Migración internacional en la Ciudad de Buenos Aires , Dirección de Estadística y Censos, Serie Metodológica N 3, noviembre. 36 Anuario Estadístico 2004 Ciudad de Buenos Aires

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