Arte de la guerra de Sunzi

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María del Carmen Agüero Iglesias
hace 6 años
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1 Arte de la guerra de Sunzi Versión restaurada a partir del manuscrito de Yinqueshan Edición y traducción de Laureano Ramírez Bellerín

2 Índice Arte de la guerra de Sunzi Prefacio de Cao Cao Capítulo I. Evaluación Capítulo II. Los preparativos de la guerra Capítulo III. El tratamiento de la ofensiva Capítulo IV. La forma Capítulo V. La potencia Capítulo VI. Plenitud y vacuidad Capítulo VII. La pugna de los ejércitos Capítulo VIII. Las nueve variaciones Capítulo IX. La marcha del ejército Capítulo X. Configuración del terreno Capítulo XI. Las nueve situaciones Capítulo XII. El ataque con fuego Capítulo XIII. El uso de los espías

3 arte de la guerra de sunzi Apéndices I. Texto apócrifo de Yinqueshan II. Texto apócrifo de Tongdian III. Otros fragmentos y citas apócrifos IV. Biografía de Sunzi: episodio de las concubinas Mapa del período de las Primaveras y Otoños

4 Arte de la guerra de Sunzi

5 Prefacio de Cao Cao (Gujin tushu jicheng, «Rong zheng dian», XC) L as armas son invención de tiempos remotos. Las Analectas hablan de «proveer a las gentes de armas suficientes»; el Libro de los documentos asigna al octavo de los ocho oficiales principales la misión de «velar de los asuntos militares»; según el Libro de los cambios, «el ejército dirigido por hombres firmes y virtuosos convoca los mejores augurios»; y el Libro de las odas menciona a aquel rey que, «lleno de ira, apresta sus tropas». Mas si el emperador Amarillo, el emperador Tang [de la dinastía Shang] y el emperador Wu [de la dinastía Zhou] recurrieron a la guerra, fue para socorrer a la humanidad. «El que mata puede ser muerto», dicen las Artes del sima. [Y, en verdad], quien no conoce otro recurso que la guerra será a la postre aniquilado, aunque el mismo fin aguarda también a quien se arropa en la pasividad: Fuchai y el rey Yan [de Xu] son ejemplos de ambos extre- 13

6 arte de la guerra de sunzi mos. En cuestión de guerra, el [gobernante] sabio se retrae, y si actúa lo hace a su debido tiempo; cuando recurre a las armas, es porque no tiene otro remedio. Muchos libros he leído de cuestiones militares, guerra y estrategia, pero ninguno de tanto calado como el de Sun Wu. Sus ideas en torno a la minuciosidad de la evaluación, la oportunidad de la acción, la perspicacia en la planificación y la profundidad en la estratagema no admiten crítica alguna. Muchos, sin embargo, no han comprendido con claridad las principales enseñanzas del libro; cultivan los pasajes menos importantes, pero pasan por alto su verdadera esencia. Sobre ella intento arrojar luz con estos breves comentarios. 14

7 CAPÍTULO I Evaluación

D ice Sunzi: La guerra es acontecimiento de gran trascendencia para el estado; es territorio de vida y muerte, camino de la supervivencia o la extinción, y no puede hurtarse al análisis.

El primero es la rectitud del gobernante; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, el orden [militar].

8 D ice Sunzi: La guerra es acontecimiento de gran trascendencia para el estado; es territorio de vida y muerte, camino de la supervivencia o la extinción, y no puede hurtarse al análisis. Son cinco los factores que cabe evaluar, y diversas las circunstancias que cabe sopesar para conocer su desenlace. El primero es la rectitud del gobernante; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, el orden [militar]. La rectitud del gobernante impulsa al ejército a obrar en consonancia con sus superiores; por ella estará dispuesto a seguirlos sin titubeos en la vida y en la muerte. El tiempo concierne a la mudanza de los elementos, al frío y al calor y a la sucesión de las estaciones, [factores] que, aprovechados a favor o en contra, pueden conducir a la 17

9 arte de la guerra de sunzi victoria. Por [condiciones del] terreno cabe entender su altitud u hondura, su amplitud o angostura, su lejanía o cercanía, su dificultad o accesibilidad, su configuración propicia a la supervivencia o la muerte. [La aptitud d]el mando depende de la sabiduría, la buena fe, la benevolencia, el valor y el rigor del general. El orden [del ejército] atañe a su división por unidades, al sistema de mando y a la administración de los recursos. Ningún general puede dejar de tener en cuenta estos cinco factores; el que se atenga a ellos obtendrá la victoria y el que no, será derrotado. Las circunstancias que cabe sopesar para conocer el desenlace de la contienda son: Cuál de los soberanos gobierna con mayor rectitud? Cuál de los generales es el más hábil? A cuál de las partes favorece el tiempo y el terreno? En cuál de las partes se respetan más los reglamentos y las órdenes? Cuál de las partes cuenta con mayores fuerzas? Cuál de las partes cuenta con oficiales y soldados mejor entrenados? Cuál de las partes imparte con mayor justicia los premios y castigos? De esta manera podremos saber quién será el ganador y quién el perdedor. El general que se atenga a nuestra evaluación alcanzará la victoria y ha de ser mantenido en su puesto; el que no, será reo de derrota y ha de ser destituido. Conocido el resultado favorable de la evaluación, [el general] ha de crear el potencial que lo 18

10 evaluación respalde [en sus operaciones]; [crear] este potencial consiste en forjar la [propia] superioridad mediante el aprovechamiento de los factores ventajosos. La guerra es el arte del engaño. Si tenéis capacidad, aparentad incapacidad; si estáis prestos para el ataque, aparentad que no lo estáis; si estáis cerca, aparentad lejanía; si lejos, cercanía. Embaucadlo si está bien emplazado, atacadlo si es desordenado; aprontaos si no presenta fl aquezas, evitadlo si muestra fortaleza; provocadlo si es dado al enfado. Atacad donde no esté preparado, y apareced donde no lo espere. Así es la maestría del estratega, ajena a todo principio establecido de antemano. El vencedor, en el cómputo realizado en la corte antes de la batalla, es el que ha hecho más previsiones, y el perdedor, el que ha hecho menos; vence el que haya hecho más previsiones, y pierde el que haya hecho menos: qué no pasará con el que no haya hecho ninguna! Si nos atenemos a estas consideraciones, sabremos quién vencerá y quién saldrá derrotado. 19

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