PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO CARRETERA COSTERA DEL PACÍFICO 2003 TRAMO SALINA CRUZ LA VENTOSA KILÓMETRO

Transcripción

1 PROYECTO DE SALVAMENTO ARQUEOLÓGICO CARRETERA COSTERA DEL PACÍFICO 2003 TRAMO SALINA CRUZ LA VENTOSA KILÓMETRO ARQUEÓLOGO ROBERTO ZÁRATE MORÁN SECCIÓN DE ARQUEOLOGÍA CENTRO INAH OAXACA rmena1687@hotmail.com

2 RESUMEN DEL PROYECTO A finales del 2001 se inició la construcción de una carretera de 80 kilómetros de largo en el Sur del Istmo de Tehuantepec, Estado de Oaxaca, entre las poblaciones de Salina Cruz y La Ventosa. Esta área reúne características favorables para el asentamiento humano en tiempos prehispánicos: aluvión para el cultivo, agua dulce de los ríos y manantiales y acceso fácil a las montañas. El Istmo Sur hoy en día está ocupado por varios grupos étnico-lingüísticos: zapotecos, huaves, mixes, zoques y chontales. Sabemos que hubo ocupación humana continua en el Sur del Istmo desde por lo menos 1500 años antes de Cristo, que la población fue creciendo a través del tiempo y que existían culturas distintas en el área con rasgos culturales propios. Así, varios sitios arqueológicos y algunas montañas sagradas fueron afectados por la construcción de la carretera y por la extracción de material para revestimiento. Por lo anterior, Marcus Winter y Roberto Zárate enviaron propuesta al Consejo de Arqueología, para realizar trabajos de recorrido de superficie y registro de sitios y trabajos de rescate y salvamento arqueológico en los lugares donde fuera necesario. Por cuestiones prácticas, Zárate atendió los kilometrajes 25 al 50 y Winter los kilometrajes restantes. La meta inmediata del salvamento fue registrar los datos en peligro de desaparición. El proyecto también ayudaría a localizar sitios antiguos, definir etnicidad, y construir una visión amplia del pasado prehispánico del Istmo sur. El proyecto de Salvamento Arqueológico se realizó a través de un acuerdo entre el Centro INAH Oaxaca y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (S. C. T.), quien a través de la constructora Minería y Barrenación S. A. (MyBSA) se encargó del manejo administrativo de los recursos financieros. El registro de sitios realizado como resultado de la prospección arqueológica del proyecto de salvamento, nos permitió identificar 10 sitios ubicados en los carriles, y extremos, del trazo topográfico de la nueva carretera Salina Cruz La Ventosa. La ubicación de los sitios está en función del medio ambiente que sirvió de pauta para el desarrollo de los asentamientos humanos. La cercanía de los poblados respecto a los nacederos, arroyos y ríos, es clave para estudiar el patrón de asentamientos. Así mismo la identificación de la cercanía de estos lugares con montañas y cerros con

3 abrigos rocosos y cuevas, considerados como sagrados, dan otra condicionante muy importante a considerar en el estudio de la planificación y desarrollo urbano y habitacional que presentan. En el sector Poniente de la región del Istmo de Tehuantepec, dos grandes ríos de corriente permanente son puntos clave para la presencia de poblados prehispánicos ya conocidos y registrados: el Río Tehuantepec y el Río Los Perros. Ambos cruzan extensos valles delimitados por montañas hasta alcanzar las llanuras del Istmo y desembocar en el Océano Pacífico. También se encuentran los ríos Los Amates y Guiguchuni, de corriente intermitente, y varios arroyos que derivan de los nacederos y escurrimientos de las montañas ubicadas al norte del Istmo, y cuyos cauces se extienden por la planicie istmeña. Es en este contexto, donde se insertan los sitios registrados por el proyecto de salvamento. Así, podemos definir las siguientes áreas geográficas del Istmo, consideradas potenciales para la ubicación de asentamientos prehispánicos: El valle localizado al poniente de la ciudad de Tehuantepec, Oaxaca, conformado por las planicies aluviales de los ríos Tehuantepec y sus ríos tributarios Las Tejas y Las Tortugas; rodeado por las montañas de Guiengola, la Sierra Mixtequilla y los cerros El Chivo y Pozorrillo. Aquí, en el cruce de los ríos Tehuantepec y Las Tortugas se ubica el sitio Las Jícaras, pequeño centro nuclear de esta zona, con una cronología anterior a la ciudad fortificada de Guiengola. Al norte de la ciudad de Tehuantepec se extiende otro valle conocido como Valle El Mármol, que deriva del pie de monte de la Sierra Mixtequilla, situado entre las planicies aluviales del Río Tehuantepec y Río Los Amates. Aquí se localizaron vestigios de asentamientos prehispánicos localizados en las laderas del pie de monte de las estribaciones de la Sierra Mixtequilla, distribuyéndose la población en las planicies aluviales del Valle El Mármol, como el caso de los sitios El Cementerio y Santa Teresa, cuya importancia por sus vestigios y monumentos, nos habla de un pequeño centro nuclear del área. Del mismo modo se ubicaron vestigios en El Cerro El Mármol, una muralla de piedra y una cueva con vestigios prehispánicos. Quizás este cerro era considerado el cerro sagrado para los habitantes de esta zona. Las laderas y pie de monte del Cerro de la Garza, de donde derivan muchos escurrimientos de agua producto de los nacederos que se ubican en la zona alta del

4 cerro y las planicies situadas entre Tehuantepec y Comitancillo, también fueron zonas habitadas en tiempos prehispánicos. Las poblaciones se distribuyen en las laderas y en las planicies extremas de los arroyos, como los sitios Nizashoga, La Poza; cercanas a los nacederos, como el sitio Las Pilas. Encontramos también un abrigo rocoso con pintura rupestre, lo que habla de una veneración hacia el Cerro de la Garza como cerro sagrado. Por último, encontramos una planicie localizada entre los cerros La Garza y El Cordón del Indio Dormido, donde se localiza el Río Guiguchuni. Este río nace en las montañas ubicadas al norte de la llanura del Istmo, y se extiende hacia los costados de las poblaciones de Tlacotepec y Comitancillo. Aquí se localizó el sitio Biaza Barranca, situado en la planicie aluvial norte del Río Guiguchuni, al arroyo Nizarindani (que proviene del Ojo de Agua de Tlacotepec) y al pie de una cueva sagrada localizada al poniente de Biaza Barranca, en el Cerro Negro. Así, vemos, como la situación de los sitios descubiertos a raíz de la construcción de la nueva carretera, se insertan dentro de un patrón de asentamientos definido por la ubicación de las poblaciones en áreas cercanas a nacederos y corrientes de agua y al pie de cerros sagrados, extendiéndose la población hacia las llanuras más abiertas del Istmo. Estos sitios no tienen estructuras monumentales; encontramos unidades habitacionales, restos de cimientos de piedra y pequeños montículos con una altura de 2 metros en términos generales. La distribución de los asentamientos prehispánicos gira en torno a pequeños centros nucleares situados en las planicies abiertas, donde encontramos las planicies aluviales de los ríos Tehuantepec y Los Perros, que son los que cruzan toda la llanura hasta desembocar en el Océano Pacífico. Dos sitios son de especial interés en este proyecto: Las Jícaras y Biaza Barranca. El sitio Las Jícaras se localiza en los terrenos pertenecientes al Barrio Lieza y parte de los terrenos de Mixtequilla, en Tehuantepec. Aquí, encontramos montículos, unidades domésticas y residenciales distribuidas alrededor de una gran plaza, todo en un área aproximada de 10.4 hectáreas. En la superficie del sitio se encuentra material cerámico y lítico indicadores del periodo Preclásico, Clásico y Posclásico.

5 En este lugar se realizó la intervención del Montículo 9 ya que parte de él se ubica en el derecho de vía de la carretera y corría el riesgo de ser destruido; aquí, se descubrió el muro sureste de una plataforma cuadrangular. Así mismo, se realizaron pozos de sondeos en sus alrededores, localizándose unidades domésticas y residenciales donde se obtuvo material cultural abundante: cerámico, lítico y entierros entre otros. Las Jícaras es un sitio abierto localizado en las planicies; es importante ya que es un antecedente de Guiengola que es un sitio fortificado ubicado en la montaña. El sitio Biaza Barranca se encuentra entre los poblados de Magdalena Tlacotepec y San Pedro Comitancillo, ubicados en el Istmo de Tehuantepec. Tiene una extensión aproximada de 44,500 metros cuadrados y presenta 7 montículos pequeños rodeados de espacios abiertos. Cronológicamente se sitúa en el periodo Clásico Temprano aunque se han encontrado, de manera escasa, materiales del periodo Preclásico Superior Tardío. En este sitio la maquinaria abrió un canal en el terreno de casi un metro de profundidad para construir los carriles de la carretera, dejando al descubierto material cultural en la superficie y en los escombros producto de la remoción. Las excavaciones en Biaza Barranca permitieron intervenir elementos como: entierros, hornos, basureros y unidades domésticas, además de la excavación del Montículo 6. El material recuperado se clasificó como: figurillas, herramienta lítica, ornamentos, silbatos, vasijas, huesos varios y restos óseos de entierros. Se recuperaron un total de 13 entierros. De los materiales representativos de este sitio tenemos las figurillas de barro y las vasijas de cerámica con decoración al negativo. Encontramos que la mayoría de las figurillas representan mujeres, muertas o deidificadas, con peinados y vestimentas muy elaboradas, algunos hombres y representaciones de animales. En las vasijas se distinguieron aquellas con decoraciones alusivas a elementos acuáticos, marinos y otros de la naturaleza, así como motivos abstractos que implican una interpretación más profunda. La importancia de este proyecto y de los trabajos realizados no es solo el conocimiento de la ubicación de los sitios sino, a través del registro, adentrarnos más a la comprensión de la cultura que lo creó y habitó. Podemos identificar zonas claves de asentamientos prehispánicos en el Istmo de Tehuantepec. La ubicación de los sitios está en función del medio ambiente que sirvió de pauta para el desarrollo de los

6 asentamientos humanos. La cercanía de los poblados respecto a los nacederos, arroyos y ríos, es clave para estudiar el patrón de asentamientos. Así mismo la identificación de la cercanía de estos lugares con montañas y cerros con abrigos rocosos y cuevas, considerados como sagrados, dan otra condicionante muy importante a considerar en el estudio de la planificación y desarrollo urbano y habitacional que presentan. Cabe hacer mención también la destrucción de la que son objeto los sitios arqueológicos, debido a las labores agropecuarias y de urbanización, por lo que es urgente realizar proyectos que permitan su protección y conservación, así como para definir estudios académicos a futuro. Del mismo modo urge atender los sitios arqueológicos ya registrados con acciones de mantenimiento y de protección, además de otras que se consideren necesarias según los dictámenes y evaluaciones hechas por el Centro INAH Oaxaca.

7 salvamento 2003 (sitios 2003) nos muestra la ubicación de los sitios arqueológicos registrados de acuerdo al trazo de la carretera.

8 JÍCARAS 1. La intervención en el Montículo 9 del sitio arqueológico Las Jícaras permitió la exploración del paramento sureste de una plataforma de forma cuadrangular, el cual, una vez liberado, se restauró para su conservación.

9 JÍCARAS 2 Durante la exploración de una Unidad doméstica residencial se descubrió este entierro de una persona del sexo femenino, la cual tenía a manera de ofrenda, vasijas de cerámica depositadas sobre su cuerpo y rostro. Apareció acompañada por otra persona en posición sedente y un entierro infantil cerca de sus pies, o cual denota quizás la jerarquía social del personaje.

10 BIAZA 1 Ejemplo de una figurilla de barro descubierta en las exploraciones del sitio arqueológico Biaza Barranca. Representa a una mujer y se encontró sentada sobre una silla trípode de barro. Esta asociada a un entierro infantil donde se localizó una escena de figurillas dentro el cajete que lo contenía (no restaurada).

11 BIAZA VASIJAS Y COLLARES Ejemplo de una vasija con soportes, de pasta blanca y con decoración de motivos acuáticos en color rojo, recuperada del sitio Biaza Barranca. Este tipo de pasta es característica de este sitio (no restaurada).

12 LAS PILAS. Pintura rupestre ubicada en el abrigo rocoso denominado Las Pilas, San Pedro Comitancillo, Oaxaca.