Un sustento que viene del pasado

Transcripción

1 Un sustento que viene del pasado Cristina Adriano Morán y Diana Martínez Yrízar Los nopales son cactáceas que pertenecen al género Opuntia. Son plantas suculentas, con tallos aplanados articulados (cladodios) que almacenan reservas. Sus flores son diurnas, de colores vivos y junto con las espinas se implantan en las areolas. El fruto (tuna) es una baya jugosa con numerosas semillas y pulpa azucarada de color rojo, verde, blanco o amarillo. Las semillas están envueltas por un arilo. El jugo de los tallos es mucilaginoso. En las zonas áridas y semiáridas de México hay más de cien especies de nopales silvestres y cultivados. En la actualidad su principal uso es alimenticio (como verdura y fruta fresca), aunque también se emplean para la elaboración de diversos productos como son: conservas, mermeladas, jugos, dulces, tortillas y champús. Se puede adquirir en polvo o encapsulado. Por su alto contenido de fibra, se le atribuyen propiedades para bajar de peso, como laxante y para ayudar a disminuir los niveles de azúcar en sangre. En varias regiones del país se emplea como forraje para el ganado. Como planta medicinal, se utiliza para tratar quemaduras, para hacer cataplasmas y como vermífugo y diurético. Esta planta junto con otras -como el maíz, frijol, calabaza-, las heredamos de nuestros antepasados indígenas. En la época prehispánica, las cactáceas fueron fuente de alimento, bebida, medicina y materia prima para la construcción de viviendas, para la elaboración de mantas y herramientas; tal fue su importancia que algunas de ellas llegaron a ser deificadas (Bravo-Hollis y Sánchez Mejorada, 1991).

2 Pero, en el caso de los nopales qué tan antiguo es su uso en el valle de México? y para qué se usaban? Por los documentos que se conservan del siglo XVI, conocemos cómo y para qué las utilizaron los aztecas ( d. C.). Dos de las fuentes más importantes son el Códice Florentino (Sahagún, 1982) y la Historia de las Plantas de Nueva España (Hernández, 1946). En ellas se registra el conocimiento que los mexicas tenían de la diversidad de especies de nopales. Distinguían las diferentes especies básicamente por el color de la flor y el fruto; en algunos casos por la presencia de espinas y la forma de la tuna. Reconocían los nopalli que producían tunas (nochtli) dulces y ácidas (xoconochtli). Así como también diferenciaban formas silvestres (tenopalli, azcanochtli) de las cultivadas. Las tunas eran muy apreciadas y los tallos se comían crudos y cocidos. Los tallos molidos se daban con agua para ayudar al parto; el jugo de tallos y frutos para la fiebre; las raíces aliviaban úlceras, el jugo o líquido de frutos contra fiebres biliosas o malignas; el jugo era para mitigar el calor excesivo por lo que se consumían mucho en verano. La tintura para obtener el color rojo llamado nocheztli (que quiere decir sangre de tunas) se obtenía de la cochinilla que se criaba en un tipo de nopal (identificado como Opuntia ficus-indica). También se registra que se utilizaban en algunas ceremonias religiosas, como es el caso de la fiesta de la madre de los dioses Teteo innan celebrada en el mes Ochpaniztl. Las especies de nopalli identificadas en dichos documentos son: Opuntia amyclaea, O. ficus-indica, O. megacantha y O. streptacantha; el tenopalli es O. imbricata (Anderson y Dibble, 1963). No hay registros escritos anteriores, sin embargo, datos obtenidos de excavaciones realizadas en Teotihuacan (Preclásico y Clásico Teotihuacano aprox. 400 a.c.-650 d.c.) muestran que la tradición de uso antecede a los aztecas. \tal no contar con documentos, se tiene que recurrir a la evidencia obtenida del análisis de materiales botánicos recuperados de diferentes

3 excavaciones. Para su interpretación, la información se compara con pinturas murales, con los documentos de épocas posteriores y con datos actuales. En Teotihuacan, las semillas de Opuntia se encuentran presentes en contextos domésticos desde el Preclásico. De todas las excavaciones realizadas en la ciudad, sobresale la que se llevó a cabo en un conjunto habitacional llamado Tetitla, por la gran cantidad de semillas carbonizadas -en buen estado de conservación- que se recuperaron y en las que se identificaron 10 especies de nopales (González,1986). Especies de Opuntia identificadas en Tetitla. Especie identificada Nombre común Uso actual Opuntia amyclaea Ten. Nopal de Alfayucan Fruto comestible O. cochinera Griff. Cardón, cochinera Tuna comestible O. lindheimeri var. lucens (Griff.) Scheinv. Cuija O. matudae Scheinv. Xoconostle colorado con espinas Fruto ácido da sabor a caldo; mucílago produce abundante pegamento O. oligacantha SD. Xoconostle corriente Fruto ácido comestible O. robusta var. Guerrana (Griff.) San-Me., ex Bravo. Nopal camueso, nopal tapón, tuna tapona cimarrona Fruto para preparar miel O. sarca Griff. ex Scheinv. Nopal chamacuerito Fruto comestible, pencas jóvenes muy apreciados como verdura; mucílago se emplea como pegamento O. spinulifera SD. Nopal ardilla, nopal corriente

4 O. streptacantha Lem. Nopal cardón, nopal de tuna colorada, tuna cardona, tuna mansa Frutos dulces y jugosos; protegida y cultivada en huertos familiares O. tomentosa var. tomentosa SD. Nopal chamacuero, nopal San Gabriel Frutos muy dulces comestibles Para la interpretación, se tomó en cuenta información sobre la distribución e importancia económica actual de las especies identificadas en las muestras: de las diez especies; sólo O. lindheimeri var. lucens, O. matudae, O. robusta var. guerrana, O. spinulifera, y O. streptacantha se encuentran actualmente en la región de Teotihuacan (González, 1986). El resto se distribuye en otras partes del valle de México. Opuntia amyclaea, O. robusta var. guerrana, O. spinulifera son algunas de las especies que tienen los frutos más gustados y de mayor demanda; se consideran nopales de tuna fina y se les cultiva en cercos o en huertos. O. streptacantha es una especie silvestre productora de tunas con gran importancia económica, es protegida por los habitantes de la región y también se encuentra cultivada en huertos familiares. Se piensa que Opuntia amyclaea es una forma hortícola de O. megacantha que se originó en Alfayucan, Hgo. (Bravo-Hollis y Sánchez Mejorada, 1991). En conjunto, los datos obtenidos indican que las especies de Opuntia encontradas en Teotihuacan eran utilizadas como alimento. Es posible que estos nopales fueran muy apreciados por los teotihuacanos, porque producían una gran variedad de frutos dulces y ácidos así como tallos jóvenes que podían consumirse como verdura. Al parecer, aprovechaban tanto especies locales como foráneas; sin embargo, cabe la posibilidad de que en el pasado las especies de Opuntia tuvieran una distribución

5 geográfica diferente y en realidad todas hubieran sido especies locales. Otra posibilidad es que se hayan introducido especies de otras regiones para ser cultivadas junto con las locales. La presencia de nopales silvestres, como O. streptacantha, muestra que se explotaban tanto formas cultivadas como silvestres y que es factible que manejaran variedades. El ejemplo más importante es O. amyclaea debido a que si en realidad es una forma hortícola de O. megacantha, ya se conocía desde épocas teotihuacanas y su origen podría ser más antiguo de lo que se piensa. Sin embargo, con los datos que tenemos en este momento no podemos saber de dónde venía, ni tampoco cuando y donde se originó. Es probable que los nopales también hayan sido utilizados por su mucílago como cementante para la construcción de los edificios o en la preparación de las paredes para la pintura mural. Así como para criar la grana cochinilla. Las cactáceas están representadas en algunos de los murales de Teotihuacan. En el conjunto habitacional de Atetelco se encuentra dibujada una biznaga. En un mural de Tetitla aparece la imagen de una mujer con pendientes, los cuales tienen forma de tallos aplanados, que se ha interpretado como la señora del nopal. Mientras que en un fragmento del mural de Tepantitla, está representada una planta completa de nopal junto a unos campos de cultivo y un canal (De la Fuente, 1996). Estas representaciones, podrían ser indicativas de la gran importancia que tenía la planta para los teotihuacanos. Referencias Anderson, A. J. y Dibble C. E., Florentine Codex, General History of the things of New Spain. The School of American Research and the University of Utah, Monographs of the School of American Research. Núm. 14, part XII. Santa Fé, NuevoMéxico, Bravo-Hollis, H., Sánchez Mejorada H., Las Cactáceas de México. vol. III. Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F., 1991.

6 De la Fuente, Beatriz (coord.), La Pintura Mural Prehispánica en México. I. Teotihuacan, tomo II. Estudios, Instituto de Investigaciones Estéticas. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D. F., González, V. Javier, Identificación de semillas carbonizadas de cactáceas procedentes del sitio arqueológico Tetitla, Teotihuacan, Estado de México. Tesis de licenciatura en Biología. Facultad de Ciencias. Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F., Hernández, Francisco, Historia de las Plantas de Nueva España, tomo III, libros 5, 6 y 7, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F., Martínez-Yrízar, D. y Adriano-Morán C.,?Exploring relations between plants and the prehispanic inhabitants of Teotihuacan? Ponencia presentada en 71st. Annual Meeting of the Society for American Archaeology, abril, San Juan, Puerto Rico, Sahagún, Fray Bernardino de, Historia general de las cosas de la Nueva España, Porrúa México, D. F., Vélez, Nadia, Un estudio arqueobotánico en Cuanalán, Edo. de México. Tesis de Licenciatura en Arqueologí-a. Escuela Nacional de Antropología e Historia. INAH-SEP, México D.F., 2001.