Análisis de la Estrategia Nacional de Energía

Transcripción

1 Conforme a lo establecido por la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en su artículo 33 fracción VI, el Ejecutivo Federal debe enviar al Congreso, en el mes de febrero de cada año, para su ratificación en un plazo máximo de 30 días hábiles, la Estrategia Nacional de Energía con un horizonte de quince años, elaborada con la participación del Consejo Nacional de Energía. La Estrategia Nacional de Energía enviada a al Congreso establece dos Objetivos Estratégicos: 1. Viabilidad al crecimiento económico de México; y 2. Acceso de servicios energéticos de calidad a toda la población. Se deja fuera el eje de la sustentabilidad ambiental, dando prioridad a los costos y al crecimiento económico. Debe recordarse que conforme a los compromisos internacionales adquiridos por el país y con base a las disposiciones establecidas por la Ley General de Cambio Climático, México debe reducir sus emisiones de gases efecto invernadero a través de políticas públicas de mitigación: reducir al año 2020 un treinta por ciento de emisiones con respecto a la línea de base; así como un cincuenta por ciento de reducción de emisiones al 2050 en relación con las emitidas en el año El contenido de la Estrategia Nacional de Energía no contempla varios de los objetivos de las políticas de mitigación que se establecen en la Ley General de Cambio Climático: políticas y programas, que fomenten la transición a una economía sustentable, competitiva y de bajas emisiones en carbono, incluyendo instrumentos de mercado, incentivos y otras alternativas que mejoren la relación costo- eficiencia de las medidas específicas de mitigación, disminuyendo sus costos económicos y promoviendo la competitividad, la transferencia de tecnología y el fomento del desarrollo tecnológico; eficiencia energética, el desarrollo y uso de fuentes renovables de energía y la transferencia y desarrollo de tecnologías bajas en carbono, particularmente en bienes muebles e inmuebles de dependencias y entidades de la administración pública federal centralizada y paraestatal, de las entidades federativas y de los municipios; promover de manera prioritaria, tecnologías de mitigación cuyas emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero sean bajas en carbono durante todo su ciclo de vida; medir, reportar y verificar las emisiones; reducir la quema y venteo de gas para disminuir las pérdidas en los procesos de extracción y en los sistemas de distribución y garantizar al máximo el aprovechamiento del gas en instalaciones industriales, petroleras, gaseras y de refinación; promover la cogeneración eficiente para evitar emisiones a la atmósfera. 1 1

2 A pesar de establecer como un elemento central enfrentar los retos ambientales del uso y generación de la energía, las políticas públicas o estrategias concretas para reducir los impactos y riesgos ambientales a la población y los ecosistemas que se establecen en la Estrategia se leen muy generales o ambiguas. Máxime cuando aparentemente se están dando mayor importancia a los combustibles fósiles y no al desarrollo de energías limpias o renovables 1. Las inversiones para exploración y producción del crudo se han incrementado de manera constante, la Estrategia establece que se aumente la inversión lo cual no se establece de manera clara respecto a las energías renovables. La Estrategia Nacional de Energía de 2010 establecía que México cuenta con un potencial de generación de electricidad con energías limpias que no ha sido explotado. Cada tecnología empleada para generar electricidad tiene características específicas de construcción, inversión, operación, mantenimiento y vida útil, entre otras. Los recursos renovables permanecen sin ser explotados en todo su potencial. La presente ENE contempla la existencia de la meta de generar al menos un 35% de energía por medio de las renovables para el año 2024, pero no establece acciones específicas para fomentar su uso, otorgar incentivos, eliminar barreras; de igual manera las acciones a corto y largo plazo para sustituir el uso de energía fósil mediante las energías renovables aparecen de manera muy general. Las líneas de acción establecidas en la Estrategia, en su gran mayoría, son únicamente declarativas o se enfocan de manera exclusiva a la generación de energía nuclear por lo que es necesario establecer alternativas concretas para sustituir a mediano y largo plazo el uso de combustibles fósiles. Existe también una carencia en cuanto al tema del uso de bioenergéticos que pueden representar alternativas para los combustibles fósiles, es indispensable establecer mejores políticas para su desarrollo. México tiene gran potencial para generación de electricidad con biogas, por lo que la Estrategia debería establecer políticas concretas de aprovechamiento del metano a partir de residuos animales, residuos sólidos urbanos y tratamiento de aguas negras. Por lo que respecta a una estrategia para garantizar que México disminuya el consumo de combustibles fósiles se 1 Páginas 29, 33, 35, 51 y

3 sugiere incorporarla de manera explícita, de igual manera se sugiere establecer cuántas toneladas de emisiones de Bióxido de Carbono equivalente (CO 2 eq) y cómo se reducirán por lo menos al año El artículo 34 de la Ley General de Cambio Climático establece diversas disposiciones para la reducción de emisiones en la generación y uso de energía, entre otras, señala que se deberán desarrollar y aplicar incentivos a la inversión tanto pública como privada en la generación de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables y tecnologías de cogeneración eficiente. Dichos incentivos se incluirán en la Estrategia Nacional de Energía, la Prospectiva del Sector Eléctrico y en el Programa Sectorial de Energía. Los incentivos específicos no se encuentran establecidos en la Estrategia Nacional de Energía, por lo tanto sería fundamental que se señalaran de manera explícita para dar cumplimiento con las disposiciones vigentes de la Ley. Es preocupante que la Estrategia reconozca la creciente demanda de combustibles automotrices en el país, principalmente la gasolina pero no sugiera una línea de acción para disminuir o descentivar el uso de gasolinas y/o automóviles. Señala que se implementarán acciones para atender los requerimientos del mercado nacional (más refinerías, más infraestructura, mayor producción de gasolina y diesel) pero deberían establecerse las acciones para modificar los patrones de conducta o fomentar el uso de otro tipo de transportes que no generen mayores emisiones de gases efecto invernadero. La Estrategia en la medida de política 3, producción de petróleo, establece que se continuarán destinando importantes inversiones para sostener la producción de petróleo, así como también incrementar el nivel de reservas y las actividades de exploración. Ante ello se sugiere establecer una línea de acción para reforzar que México de manera paulatina se vaya separando del petróleo como su principal fuente de energía. A pesar de los grandes riesgos ambientales y de seguridad que existen para realizar exploraciones o perforaciones en aguas profundas, la Estrategia señala que se incrementarán las inversiones, se sugiere incluir la observación de los altos costos y los impactos ambientales que conllevan este tipo de actividades. Es delicado que en la Estrategia se establezca incrementar la producción de hidrocarburos y reducir el tiempo entre el descubrimiento y la entrada a 3 3

4 producción de un campo nuevo. También debe quedar establecido de manera clara que se incluirán los costos de las externalidades ambientales, así como los costos de las emisiones en la selección de las fuentes para la generación de energía eléctrica y la producción de petróleo e hidrocarburos, ya que este aspecto sólo se especifica en materia de las energías renovables. En el tema estratégico 15 se afirma lo siguiente: se prevé que los hidrocarburos mantengan su importancia en el país como detonadores de desarrollo económico, y aunque la Estrategia señale que se impulsará el desarrollo de energías renovables, las líneas de acción deberían ser más específicas, ya que se establece que se explorarán cuidadosamente los mecanismos de apoyo para fomentar el aprovechamiento de esa energía 2, lo que conlleva a una especie de freno en lugar de incentivarla económicamente. En este sentido, el World Energy Outlook 2011 (WEO 2011) estimó una reducción en la participación de los combustibles fósiles de 81% en 2010 a 75% en Por lo que respecta al sector de hidrocarburos también estiman que su participación continuará disminuyendo a nivel mundial. La Ley General de Cambio Climático establece que en el año 2020, acorde con la meta-país en materia de reducción de emisiones, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en coordinación con la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía, deberán tener constituido un sistema de incentivos que promueva y permita hacer rentable la generación de electricidad a través de energías renovables, como la eólica, la solar y la minihidráulica por parte de la Comisión Federal de Electricidad, y que la Secretaría de Energía en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Reguladora de Energía, promoverán que la generación eléctrica proveniente de fuentes de energía limpias alcance por lo menos 35 por ciento para el año Es por ello que la Estrategia debería especificar el sistema de incentivos para promover las energías renovables y con ello dar cumplimiento a la Ley General de Cambio Climático. Se sugiere establecer de manera clara las acciones que se llevarán a cabo para reducir de manera progresiva los impactos ambientales; así como también establecer las directrices para el ahorro de consumo de agua por parte de PEMEX, o para incrementar el uso de agua tratada. 2 Página

5 En el rubro número 7, tablero de indicadores estratégicos, establecen que los distintos actores contarán con la libertad para instrumentar los planes y programas que les permitan dar cumplimiento a lo establecido por la Estrategia y administrar sus recursos pero tendrán en cuenta premisas como: la producción total de hidrocarburos no podrá ser menor que en el año inmediato anterior; garantizar un superávit en la producción primaria de hidrocarburos; garantizar reservas de al menos 10 años. Con base en lo anterior se da prioridad al subsector de hidrocarburos, los planes y programas que instrumenten empresas paraestatales, órganos desconcentrados e institutos de investigación aparentemente se enfocarían al cumplimiento de dichas premisas por encima del cumplimiento de otras disposiciones referentes al fomento de las energías renovables, la mitigación de emisiones; impactos ambientales, sociales, uso de suelos, seguridad hídrica, entre otras, por ello se sugiere evaluar y en su caso, modificar esas premisas por otras sustentables. 5 5