Escuela de Padres Colegio Vizcaya

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Josefa Padilla San Segundo
hace 5 años
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1 VIVIR CON ALEGRÍA Y PLENITUD LO COTIDIANO En el día a día, habitualmente nos vemos inmersos en la preocupación, en el hacer sistemático y a veces desenfrenado por responder a nuestras responsabilidades y quehaceres cotidianos. En el intento y con la motivación de atender correctamente a nuestros hijos/as, de ofrecerles una educación completa e integradora y de responder a sus necesidades, nos encontramos en ocasiones tensos, serios, cansados y alejados de la alegría y del disfrute que supone estar y compartir con ellos su desarrollo, crecimiento y los diferentes momentos del día. En numerosas ocasiones estamos preocupados y ocupados por lo que pasó ayer o por lo que vendrá mañana y nos olvidamos de vivir lo que está ocurriendo hoy. A veces no nos damos cuenta de lo cotidiano y del valor que tiene cada día, cada momento en sí mismo. Cada momento es único e irrepetible. Modelo para nuestros hijos Tan importante es proporcionarles unos buenos hábitos de comportamiento y estudio como tomarse las cosas con alegría y optimismo. En la alegría se educa y se crece, como un modo de afrontar la vida y los problemas. Es sano para nuestros hijos acompañarles con serenidad, optimismo y esperanza.

2 Nuestros hijos e hijas aprenden de nosotros, sus padres; aprenden a través de nosotros cómo es el mundo que les rodea y la manera de gestionarlo y relacionarse con él. Somos sus guías y modelos, lo queramos o no, consciente e inconscientemente. Aprenden no solo el contenido de lo que hacemos o decimos, sino también y fundamentalmente, nuestras actitudes y formas de afrontar las diferentes situaciones. Reír en familia Reír en familia es necesario y sano, pues funciona como una medicina contra el estrés y las tensiones diarias. Los niños que ven habitualmente a sus padres de buen humor, viven con más serenidad y confianza y pueden desarrollar una personalidad segura, sintiéndose seguros en el mundo. Buscar momentos de juego, risas y celebración en casa ha de ser, al igual que lo hacemos con otras obligaciones, una necesidad educativa, pero que además surge de la aceptación, del reconocimiento y de la valoración de nuestros hijos, de nuestra situación familiar y de nuestra situación vital, manifestándose como un estado de conciencia, no es tanto una obligación sino una actitud que surge de este vivir consciente. Amor, generosidad, empatía y sencillez La principal fuente de alegría es el amor, cuando nos sentimos amados nos sentimos seguros, alegres y tranquilos. Por eso, querer a los hijos tal y como son, y apoyarles en sus

3 dificultades dándoles la oportunidad de que busquen soluciones positivas y creativas es el mejor antídoto contra la tristeza. Es importante ser generosos de corazón, para enseñarles a ser generosos, alegrándose y celebrando los logros propios y ajenos, desarrollando el sentimiento de empatía, a partir del reconocimiento de las propias emociones, estados y necesidades. Es deseable inculcarles el don de la sencillez, generando que disfruten de los pequeños placeres diarios (un baño, el parque, una película, una cena, ) y de cosas sencillas y cercanas (unas galletas caseras, un juego de mesa, la victoria de nuestro equipo, una salida al monte o a la playa, una comida familiar, ). Celebrar las cosas cotidianas Los niños adoran a aquellos adultos que tienen tiempo para divertirse con ellos y que encuentran motivos de alegría diaria. Las celebraciones suelen ser momentos de risa y esparcimiento emocional. Por eso es importante que generemos momentos de celebración y alegría, para reducir las tensiones y la carga que acumulamos en la rutina diaria. Tener detalles y alegría cotidiana, supone más creatividad que esfuerzo personal o material. Por ejemplo si uno le ha comprado a su hijo algo que necesita (unos calcetines, bolis, etc.) puede ofrecerlo como un regalo. Si se ha hecho un postre especial, se puede aprovechar para

4 celebrar que ha llegado el otoño, o que falta poco para navidad, ; cualquier razón es buena para dar al postre un significado especial. Puede ser divertido pasar una tarde de manualidades elaborando regalos o disfraces, una tarde de película y palomitas, Lo importante es ser creativo, ilusionarse y festejar cosas sencillas, creando momentos de preparación y unión familiar. En las diferentes etapas evolutivas Desde la edad infantil y cuando empiezan la educación primaria, cuando los niños se frustran y se comparan con los compañeros más capaces, hay que alentarles y mostrarles con ilusión sus capacidades, ayudándoles a superar sus dificultades con optimismo, viviéndolo como una ayuda para crecer. Llevar una vida ordenada y crear hábitos (de horarios y tareas), para luego poder disfrutar del tiempo libre y de descanso un rato todos los días y los fines de semana también, es un esfuerzo que les dará muchos momentos de alegría. Compartir juegos y tiempo con ellos, les ayudará a vivir con ilusión el encuentro y las celebraciones con compañeros. En la adolescencia, la búsqueda de uno mismo hace que las tensiones en casa aumenten. Es importante permitir que tengan momentos de intimidad, no forzar todas las reuniones familiares y admitir que celebren más con los amigos que con los de casa. También hay que buscar actividades para compartir con el hijo adolescente (una tarde de fútbol, de

5 peluquería, cocina, compras, una salida al monte, ) y aprovechar para estar un rato a su lado, compartiendo buenos momentos y escuchando sus preocupaciones y motivaciones. Aunque parezca que nos necesitan menos, siguen disfrutando y celebrando las reuniones familiares, por lo que es importante negociar con ellos un tiempo para estar en familia y otro para estar con los amigos. Para recordar En cualquiera de los ámbitos que tratemos, el estado emocional, la actitud y la vivencia que tengamos los padres será fundamental en cómo nuestros hijos vivan. Para saber más: - En defensa de la felicidad. Matthieu Ricard. Ediciones URANO, S.A., 2005, Barcelona. - La felicidad. Lecciones de una nueva ciencia. Richard Layard. Santillana Ediciones Generales, S.L., 2005, Madrid. - Endorfinas Las hormonas de la felicidad. Dr. José Miguel Gaona. La Esfera de los Libros, S.L., 2007, Madrid

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