Análisis informativo Octubre/2015

Transcripción

1 Análisis informativo Octubre/2015 El Derecho Internacional Humanitario y los actuales conflictos armados. Temas Abordados 1.- Los refugiados: una tragedia humanitaria. 2.- Siria, Rusia y el enfrentamiento al terrorismo. 1.- Los refugiados: una tragedia humanitaria. Diferentes fuentes calculan en un millón las personas que han arribado al sur de Europa durante el presente Casi la mitad de ellos corren el riesgo de ser deportados a sus naciones de orígenes, al considerarse por los gobiernos de varios países del Viejo Continente que estos no clasifican en la condición de refugiados y que son solo inmigrantes ilegales. El hecho se deriva de una interpretación alejada de cualquier condicionamiento humanitario. Está establecido en el Derecho Internacional que el estatuto de refugiado es atribuible a aquellas personas que poseen fundados temores de que sus vidas están amenazadas en el país de origen y que las autoridades de este no quieren o no están en condiciones de protegerlo. Pero muchos de los que están arribando a Europa declaran que han perdido sus trabajos, que sus casas han sido destruidas y no tienen donde vivir, ni encuentran formas de dar sustento a sus familias. A estas personas, probablemente desconocedoras de lo establecido en las convenciones para refugiados, se les cataloga como migrantes económicos y no como 1

2 refugiados. Se trata de una decisión que expresa el carácter inhumano que ha demostrado tener las políticas migratorias de la civilizada Europa. Para todos es conocido que se trata de una migración que huye de los desbastadores horrores de la guerra a la que han estado sometidos sus naciones. Huyen de la guerra, de sus consecuencias. Buscan un lugar seguro sobre la Tierra en la que puedan en paz vivir. La inmensa mayoría de los refugiados provienen de cuatro naciones: Siria, Libia, Afganistán e Irak. Huyen de un conflicto armado, cuyo principal responsable ha sido y sigue siendo la OTAN. Con razón se afirma que las guerras sirven para llenar los bolsillos de muchos de los involucrados. Es un tipo de negocio muy lucrativo. Así sucede también con el tema de los refugiados. Hay toda una cadena de traficantes de personas, sin cuya mediación no resulta posible huir de las naciones envueltas en las guerras. Estos cobran decenas de miles de dólares por exponer a cientos de personas e incluso a familias enteras a la muerte que tratan de alcanzar las costas sureñas europeas. Luego esas personas caen en manos de otros especuladores, incluyendo hasta las propias autoridades de las naciones a través de las cuales se van desplazando. Se ha denunciado que un emigrante para viajar en los trenes o autobuses abarrotados de personas debe pagar hasta más de 100 euros. Es evidente que los que se someten a esta tragedia posee determinada solvencia económica. Hay otros millones de seres humanos que no pueden ni aspirar a este vía crucis. A estos últimos solo les queda desplazarse a pie hacia naciones vecinasy enfrentarse a otras calamidades. También los hay y son las más numerosos que solo pueden conformarse con abandonar sus hogares y ver dónde se pueden ocultar en su propio país de origen. Hay más de seis millones de personas estimadas como desplazados en las naciones a las que hemos hecho referencia. Unos han huido hacia el exterior, otros han quedado atrapados entre el fuego de las armas, las bombas, el hambre, las falta de medicamentos. La tragedia de los refugiados no es europea. Es mucho mayor. En Europa se levantan vallas con alambres de púa, elevados muros, se cierran los pasos fronterizos. Miles de personas son atrapadas en una especie de ratonera. Ya han ocurrido centenares de heridos producto de la fuerza empleada contra ellos por parte de las autoridades. Se han lanzado gases lacrimógenos. Unos pocos logran alcanzar improvisados refugios, que están siendo atendidos por decenas de voluntarios, horrorizados ante esta tragedia. Entretanto, en Alemania miles de xenófobos se lanzaron a las calles en contra de una política que permita la aceptación de los que huyen de la guerra. Otros abogan por su aceptación, pero no por razones humanitarias, sino por considerar a esos inmigrantes como una mano de obra muy barata, que pueden asumir labores no apropiadas para los nacionales. 2

3 El gobierno de Austria anunció el levantamiento de una valla para facilitar el flujo de entrada al país. La autoridades de esa nación ante la posible crítica que motivaría el levantamiento del muro se adelantaron a señalar que este no tiene la intención de evitar el paso de solicitantes de asilo, sino de controlar un flujo ordenado de la entrada. Por supuesto, el gobierno se le olvidó explicar en cuál situación quedan los miles que se amontonan frente a las fronteras de esa nación, hecho que agudiza la ya espantosa tragedia.de acuerdo con la ministra del interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, cada día podrán pasar entre 3 mil y 8 mil personas, de las 14 mil que ya están concentradas en la frontera de Eslovenia con la nación centro europea y cuyas cifras aumentan por día, procedente de Croacia. Ya los gobiernos de Bulgaria, Rumanía y Serbia tienen cerradas sus fronteras y no permiten el paso de un solo inmigrante. Familias enteras, acompañadas de sus hijos, han llegado a Europa en busca de protección y han encontrado represión. La política migratoria europea ha fracasado. Europa le ha virado las espaldas a lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual se han creído siempre de ser sus paladines, a las convenciones sobre los Refugiados, a las más elementales normas del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario. Poco se habla en los medios masivos de las causas que provocan esas olas de migrantes. No se va a sus verdaderas causas. Ningún gobierno ha aceptado su responsabilidad. Hasta un personaje como el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció recientemente en el programa State of theunion, de la CNN, que el mundo no ganó nada con el derrocamiento de Gadafi y Saddam Hussein. Tras sostener que lo sucedido en esas naciones propició el fomento de los grupos terroristas, subrayó: ya no conocemos nada sobre Libia, de hecho no hay Libia, no hay Iraq, no tienen control, nadie sabe lo que pasa, esos países estaban 100% mejor con Hussein y Gadafi". 2.-Siria, Rusia y el enfrentamiento a los grupos terroristas. Prácticamente no ha pasado un solo día del presente mes sin que las transnacionales de los medios de comunicación no hay increpado a Moscú por su participación en el combate contra los grupos terroristas que operan en territorio sirio. Poco fueron las críticas o los cuestionamientos sobre la decisión unilateral de Washington de llevar a cabo los bombardeos, a los que se siguieron otros miembros de la OTAN. Sin embargo, existe una enorme diferencia entre ambas participaciones en tan delicado y necesario asunto, como es el hecho de aniquilar a las organizaciones terroristas, dentro de las cuales el llamado Ejército Islámico es uno más. 3

4 La participación de Rusia está en plena correspondencia con lo estipulado en el Derecho Internacional. Es una decisión ajustada al derecho. Se hace bajo la autorización y por el llamado del gobierno legítimo de esa nación. Se lleva a cabo en coordinación con las fuerzas terrestres de ese país, única forma de alcanzar éxitos en estos tipos de operaciones. Las bombas lanzadas a miles de kilómetros de altura no pueden alcanzar por si solas resultados notables en el aniquilamiento de un enemigo, sobre todo en un teatro de operaciones tan complejo como es el de Siria. Se requiere de las fuerzas terrestres que vayan recuperando los territorios y conservándolos para que no sean nuevamente ocupados. Ello obliga al enemigo a replegarse, rendirse o exponerse a su aniquilamiento. La participación de Estados Unidos es contraria a las normas del Derecho Internacional. No existe ninguna autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas único órgano autorizado para el empleo de la fuerza por terceros ni tampoco ha contado con la autorización del gobierno de Damasco, el que ha sido totalmente desconocido por Washington. La aviación norteamericana se ha limitado a lanzar decenas de toneladas de bombas, sin resultados palpables en más de seis meses de bombardeos. Todo lo contrario: ante la participación de Rusia en estos enfrentamientos, aviones de miembros de la OTAN han lanzado armas a los grupos opositores del gobierno sirio, dentro de los que se han beneficiados los terroristas. Rusia ha reiterado su disposición a llevar a cabo acciones conjuntas con Estados Unidos y otros gobiernos para el desarrollo de estas operaciones. Lo que ha encontrado han sido evasivas, rechazos, cuestionamientos. El hecho ha demostrado que a Estados Unidos y a muchas de las naciones europeas no le interesa acabar con el terrorismo, sino derrocar al gobierno de Damasco. Los grupos terroristas continúan recibiendo apoyo financiero, sin el cual no fuera posible ya su existencia en los rangos que han alcanzado. Un hecho es cierto: las operaciones conjuntas entre la aviación rusa y el ejército sirio han fortalecido al gobierno de Bashar Assad, que ha recuperado importantes zonas de ese país hasta hace poco en poder de las organizaciones terroristas. El temor de Occidente de que el gobierno sirio pueda fortalecerse ha conducido a que se especule sobre la realización de operaciones terrestres por parte de la OTAN en territorio sirio para ir en ayuda de los grupos opositores. Se trataría de una invasión extranjera, contraria a todo tipo de norma del Derecho Internacional. Tales acciones complicaría aún más la enrarecida atmósfera ya existente. Las consecuencias serían impredecibles, tal y como afirmó recientemente KonstantinKosachev, jefe del comité de Asuntos Exteriores de la cámara alta rusa. 4

5 A fines del presente mes, el secretario de Defensa norteamericanos, Ashton Carter, confirmó que su país estaba listo para iniciar acciones directas en el terreno de Irak y Siria para combatir al Estado Islámico. Ello agregaría otra burla más de Washington al Derecho Internacional. Algunos analistas ponen en duda que Estados Unidos decida enviar tropas terrestres a esas naciones, lo que les ocasionaría inevitables muertes dentro de sus filas y un nuevo empantanamiento en los conflictos armados de esa región que fueron provocados por ellos. Sin embargo, no se excluye la posibilidad de que dirijan operaciones de ese tipo y que la carne de cañón la pongan otros, tan necesitados de servirles como lacayos. El envío de tropas a Siria es involucrarse directamente en un conflicto interno y transformarlo bruscamente en uno internacional. Mientras que se replican por los medios esas nuevas amenazas, las autoridades de Moscú piden insistentemente un diálogo entre todas las partes involucradas en el conflicto armado para hallarle una solución. Tal diálogo tiene que ser entre el gobierno y aquellos grupos que han sido calificados como moderados. A fines de mes comenzaron las conversaciones al más alto nivel de ministros de exteriores entre Rusia, Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita, Irán y otras naciones para preparar las condiciones para un diálogo que por un lado ponga fin al conflicto interno y que por otra facilite la realización de acciones más efectivas contra los grupos terroristas. El aspecto militar de estas operaciones no puede dejar que se olvide la situación que padece la población civil. Tanto el Estado Islámico como otros grupos de similar corte están concentrados en áreas densamente habitadas, en ciudades y sus alrededores. Ante la situación surgida cientos de miles de personas se han visto obligadas a huir en las provincias de Idlib, Hama y Alepo. El tema de los desplazados continúa agudizándose. La Media Luna Roja de Turquía ha asegurado que ha tomado medidas para acoger en los próximos días a más de 350 mil personas que huyen de la región de Alepo. Un acuerdo para alcanzar un clima de paz es la única vía posible para prestar ayuda a esas familias afectadas por el conflicto armado. Vale apuntar que los campamentos de refugiados en Turquía se encuentras sobre poblados y no se cuentan con las condiciones para prestar la asistencia humanitaria que se requiere. El comisionado de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas, Stephen O'Brien, declaró al Consejo de Seguridad que hay 13,5 millones de sirios, dentro de los que se incluyen 6 millones de niños casi la mitad que necesita de una ayuda humanitaria urgente. La cifra representa un aumento de 1.2 millones de personas en apenas 10 meses. Esta tragedia debe agravarse con la llegada del invierno. La guerra contra Siria ya se prolonga por más de 4 años y medios. Le ha costado a esa nación más de un cuarto de millón de muertos, cientos de miles de heridos. La mitad de la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares. La principal víctima ha sido la población civil y en particular los niños. Es hora que la humanidad exija poner fin a esta tragedia. Es hora que las potencias occidentales y las oligarquías árabes de la región reconozcan sus responsabilidades en estos crímenes. 5