Don Juan José Güemes Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Celebrado el 10 de noviembre de 2008. Madrid Con la colaboración de
Don Juan José Güemes, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Muchas gracias por tan amable presentación Señoras y señores, El debate sobre la iniciativa de financiación privada es un debate que no afecta a la esencia de la protección sanitaria. Lo que importa no es quien gestiona los servicios sanitarios, sino como se mantiene mejor la protección sanitaria universal el debate sobre con qué fórmula, pública o privada, se gestionan mejor los hospitales es un aspecto periférico de poco interés, si en todos los casos se mantiene la financiación pública y se asegura la sostenibilidad financiera del sistema sanitario en su conjunto Presidenta de la Comunidad de Madrid Querido Rodrigo Rato, Secretaria General del Partido Popular Portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado Amigas y amigos, Al comenzar mi intervención con una afirmación tan rotunda, no pretendo despertar las iras de mis adversarios políticos; ni provocar una concentración a las puertas de este hotel. Antes al contrario: lo que acabo de leer, sin añadir una sola letra, son unas palabras pronunciadas por la Secretaria General de la Federación Estatal de Sanidad de las Comisiones Obreras. Quizá a muchos de ustedes les haya sorprendido esta cita, habida cuenta del tono y la intensidad que ha cobrado el discurso político de la izquierda en materia sanitaria (en la Comunidad de Madrid). Pero les aseguro que la opinión expresada por la máxima responsable de la Federación de Sanidad de las Comisiones Obreras, no desentona con la de otros insignes representantes de la izquierda (que se pronuncian en el mismo sentido tanto en privado como en foros más o menos íntimos); ni desentona con lo que hacen los socialistas o Izquierda Unida allí donde tienen responsabilidades de gobierno. Como tampoco desentonan estas palabras con la arraigada cultura de colaboración público-privada de nuestro Sistema Nacional de Salud, donde conviven sistemas de aseguramiento y de prestación de servicios sanitarios tan dispares como: La Mutualidad de Funcionarios del Estado, donde nueve de cada diez del millón y medio de funcionarios del Estado, eligen estar asegurados por ASISA y ADESLAS. 1
O las Entidades Colaboradoras, que es un sistema de aseguramiento privado aunque subvencionado con fondos públicos- y prestación de servicios sanitarios totalmente privados, del que todavía se benefician unas 300.000 personas en España. O, aquí en la Comunidad de Madrid, el aseguramiento privado financiado con recursos públicos de los miembros de la Asociación de la Prensa, que pueden elegir entre los centros públicos y los concertados por dicha asociación con hospitales privados En todo el mundo y en toda España se está acudiendo, desde hace muchos años, a fórmulas de colaboración público-privada en el ámbito sanitario, con independencia del color del partido político que gobierne. Modos de gestión como el concierto, la gestión de servicio público mediante concesión (tanto de servicios sanitarios como no sanitarios), el convenio, el consorcio, la sociedad de capital mayoritario público que ejerce su actividad conforme al derecho privado, o la fundación sanitaria, están ampliamente extendidos en todas las Comunidades Autónomas. El Hospital General de Cataluña, institución emblemática del Instituto Catalán de Salud (ICS), ha sido recientemente adquirido por CAPIO SANIDAD, previo acuerdo con el Gobierno de la Generalidad, formado por el Partido Socialista de Cataluña, Izquierda Republicana e Izquierda Unida. CAPIO SANIDAD se ha convertido en uno de los mayores consorcios privados de prestación sanitaria de la Unión Europea, gracias a su participación en la gestión de la sanidad pública sueca: ya ven ustedes que el Modelo Sueco, tantas veces invocado por la izquierda como referencia, ya no existe, al menos como fue concebido originalmente, ni en el país del que tomó su nombre CAPIO SANIDAD también gestiona la Fundación Jiménez Díaz, que es un gran hospital privado de Madrid, que siempre ha sido privado, y que desde hace muchísimos años está completamente integrado en la Red de Hospitales Públicos de la Comunidad de Madrid; y gestiona el Hospital de las Tres Culturas de Toledo y otros cuatro hospitales en Castilla-La Mancha, cuya actividad depende fundamentalmente de los conciertos con el Servicio Público de Salud de dicha Comunidad Autónoma. En Extremadura, CAPIO SANIDAD gestiona en régimen de concierto tres hospitales en Cáceres, Badajoz y Villanueva de la Serena, que están plenamente integrados en la red sanitaria de utilización pública. El Hospital de Sant Juan de Dios de Esplugas de Llobregat, donde recientemente dio a luz mi admirada Carme Chacón, está gestionado por una organización privada mediante un concierto con el Instituto Catalán de Salud, aprobado recientemente por el Tripartito: se trata de la orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Se pueden ustedes imaginar por un instante lo que dirían el Partido Socialista e Izquierda Unida si el Gobierno de Esperanza Aguirre encomendara la gestión de un hospital de área a una Orden religiosa? En Andalucía, el gobierno autonómico del PSOE viene intensificando la actividad concertada con centros privados desde finales de los años 80. Ya en aquellas fechas, el 2
Gobierno de Andalucía, se fijó el objetivo de que al menos una cuarta parte de los servicios prestados por la sanidad pública andaluza fueran gestionados por empresas privadas En coherencia con el objetivo que se había fijado, el Gobierno de Andalucía convocó a las clínicas privadas para animarles a invertir en la sanidad pública (o sea, a hacer negocio con la salud de los ciudadanos, como dicen los dirigentes del Partido Socialista cuando no están en Andalucía, ni el Cataluña, ni en Asturias, ni el Baleares, ni en Extremadura, ni, en fin, en alguna Comunidad Autónoma donde esa grosera y demagógica afirmación pueda ofender a algún conmilitón) El Gobierno de Andalucía invitó a la Clínica Pascual a comprar el antiguo Hospital Militar de Málaga, que gestiona en virtud de un convenio a 20 años firmado con el Servicio Andaluz de Salud. Hoy, esa prestigiosa empresa gaditana tiene varios hospitales de referencia del Servicio Andaluz de Salud en las provincias de Cádiz, Huelva y Málaga. No es el único ejemplo: el Hospital de Aljarafe, en Sevilla, gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, es el hospital de referencia para 300.000 andaluces. También esta Orden religiosa gestiona en régimen de convenio con el Servicio Andaluz de Salud hospitales en Granada, Jerez, Córdoba y Sevilla, que están perfectamente integrados en la red sanitaria de esa Comunidad Autónoma. Y así podría seguir con docenas de ejemplos de gestión sanitaria que, al menos desde mi punto de vista, constituyen ejemplos de buenas prácticas en la Sanidad Pública; pero que a veces parecen tener difícil encaje en el discurso de los partidos políticos que sustentan a los gobiernos que podrían exhibir esas buenas prácticas. Quizá alguno de ustedes tenga noticias distintas, pero yo no tengo constancia de que el Sr. Llamazares haya presentado ninguna petición ante el Defensor del Pueblo contra la privatización de la sanidad en Cataluña; ni de que la Vicepresidenta del Gobierno de Zapatero haya dedicado una comparecencia después del Consejo de Ministros a regañar al Presidente de la Junta de Andalucía por hacer negocio con la salud de los andaluces. Señoras y Señores, La primera vez que participe en el equipo de dirección de una campaña electoral fue aquí, en la Comunidad de Madrid, con motivo de las Elecciones Autonómicas y Municipales del año 99; y ya entonces el principal mensaje del Partido Socialista era la privatización de la sanidad. Acababa de abrir sus puertas, siendo Ministro de Sanidad Romay Becaría, la Fundación Hospital Alcorcón; y con el nuevo hospital público, el Partido Socialista y sus apoyos sindicales y mediáticos estrenaron la falsa acusación de que los pacientes tendrían que entrar en los hospitales con la tarjeta de crédito en lugar de la tarjeta sanitaria. En 2.004, otro gobierno del Partido Popular, el de Esperanza Aguirre, abrió el Hospital de Fuenlabrada, iniciado por el Gobierno de Aznar; y volvimos a escuchar la misma propaganda. 3
Y también durante las dos últimas citas electorales, las Autonómicas y Municipales celebradas en 2.007 y las Generales de 2.008, el lema de los socialistas y de Izquierda Unida ha sido que las tarjetas sanitarias ya no valdrían en los nuevos hospitales y que a los pacientes se les exigiría la tarjeta de crédito. 4
Todavía estamos esperando a que los dirigentes del Partido Socialista y de Izquierda Unida nos presenten a uno sólo, de los millones de pacientes atendidos en alguno de los diez nuevos hospitales públicos abiertos en los últimos diez años, que haya tenido que acreditar su derecho a la mejor asistencia con nada distinto que su tarjeta sanitaria. Pero siguen erre que erre. Y, así, estos días pueden encontrar ustedes al Alcalde de Getafe utilizando el dinero de los contribuyentes para intentar convencerles de que tendrán que pagar para poder entrar en su hospital de referencia. Señoras y señores, En España tenemos una Sanidad Pública, Universal y Gratuita; financiada con cargo a los impuestos que pagamos todos y donde, puesto que nuestro sistema fiscal es progresivo, pagan más los que más tienen; pero todos tenemos el mismo derecho a acceder en condiciones de igualdad a una atención sanitaria de calidad, sea cual sea nuestro nivel de renta o nuestro estado de salud, es decir, sin importar cuantas veces tengamos que recurrir a la sanidad, ni cuan costoso sea el tratamiento que necesitemos. Este es el único Modelo de Sanidad Pública que hay en España Y no conozco ningún Partido Político, que ponga en cuestión este Modelo. Es el Modelo de Sanidad que nos dimos los españoles con la Constitución del 78: una sanidad Pública, Universal y Gratuita. El Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha propuesto que además sea de Calidad. Queridos amigos, Lo más nocivo de la demagogia es que nos aleja de la posibilidad de hacer el debate sosegado y riguroso que merece la Sanidad Pública. Y creo que hay materia para un debate serio y constructivo sobre el futuro de la Sanidad Pública, que bien podría desembocar en un Acuerdo similar al Pacto de Toledo. Muchas de las cuestiones abordadas en el Informe Abril, encargado por Julián García- Vargas, siguen vigentes y pendientes; y además, transcurridos diecisiete años desde que se conoció aquel informe, tenemos nuevos desafíos que afrontar. Sigue siendo necesario apuntalar la sostenibilidad del sistema, garantizar la suficiencia financiera y profundizar en la racionalización del gasto. Y, además, tenemos que abordar la escasez de recursos humanos (que es el principal recurso del sistema), impulsar la docencia y la investigación, o velar por la cohesión del Sistema Nacional de Salud tras la transferencia de su gestión a las Comunidades Autónomas. Todos ellos son desafíos tan conocidos como urgentes, pero cuyo abordaje hoy está impedido por la demagogia, por la política con minúsculas y por el sometimiento del interés general a los intereses partidarios 5
En abril de 1.995, cuando el Pleno del Congreso debatió el informe que inspiró el Pacto de Toledo, el modelo constitucional de Seguridad Social no era objeto de discusión. Se acordó sacar al pensionista del centro del debate y también se acordaron medidas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones. Al igual que entonces, hoy es necesario que algunos renuncien a la tentación de utilizar a los pacientes y a los profesionales como arma arrojadiza; y que nos pongamos a trabajar todos juntos por una Sanidad Pública sostenible, accesible a todos en igualdad de oportunidades y de calidad. Permítanme referirme ahora a la Comunidad de Madrid De dónde venimos? Cuando Esperanza Aguirre llegó a la Presidencia de Comunidad de Madrid en 2003, un año después de la transferencia de las competencias de gestión de la sanidad, teníamos un Sistema Hospitalario cuyos principales recursos eran ocho grandes hospitales generales concentrados en la Ciudad de Madrid, el más moderno de los cuales se había puesto en marcha al final del franquismo, para atender a una Comunidad Autónoma donde la mayoría de la población vivía fuera de la Capital y donde había 9 ciudades de más de 100.000 habitantes. Unos hospitales extraordinarios, con los mejores profesionales, auténticos gigantes de la Sanidad española, pero lejos de muchos de sus pacientes y sin posibilidad de crecimiento para dar respuesta a una Región cuya población ha crecido en pocos años en más de un millón doscientas mil de personas. En alguna medida, este déficit se había paliado con la puesta en marcha de cuatro hospitales, alguno concebido por la iniciativa privada, como el hospital de Móstoles, y otros que fueron iniciados por el último Gobierno de la UCD: el Hospital Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), el Hospital de Getafe y el Hospital Severo Ochoa de Leganés. Además, los grandes hospitales habían intentado acercar a los pacientes una parte muy limitada de su cartera de servicios a través de los Centros de Especialidades (antaño llamados ambulatorios). Más tarde, abrieron sus puertas, con gobiernos del Partido Popular, el Hospital de Alcorcón y el Hospital de Fuenlabrada. Pero el rápido crecimiento de la población de las ciudades de la corona metropolitana, hizo que esta oferta pronto fuera insuficiente. Es la constatación de esta realidad, lo que lleva a la entonces Candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a hacer una propuesta tan audaz que nuestros adversarios políticos consideraron de imposible ejecución: la construcción de seis nuevos hospitales públicos y el traslado del Hospital Puerta de Hierro al municipio de Majadahonda, en el Oeste de la Comunidad, junto a la población a la que sirve. 6
Posteriormente, ya desde el Gobierno, se añadió a la cartera de nuevos hospitales el de Valdemoro. Hoy, los ocho nuevos hospitales públicos son una realidad, que ha transformado la sanidad pública: hoy hay más sanidad pública, de mayor calidad y, además, es la atención especializada la que se ha acercado a los pacientes y no al revés. Y no es el único paradigma de gestión de la sanidad pública que ha cambiado. Los nuevos hospitales ofrecen una atención de una extraordinaria calidad y, además, una confortabilidad y humanidad que antes parecía reservada a la sanidad privada: todas las camas están en habitaciones individuales, con baño individual y sofá-cama para el acompañante Y donde se contemplaba la lista de espera quirúrgica como un mal necesario para regular la demanda creciente de unos servicios pagados a través de los impuestos, se ha cumplido otro audaz compromiso: ningún paciente tiene que esperar más de 30 días para ser intervenido quirúrgicamente. Señoras y señores, Dónde estamos? En los últimos meses han abierto sus puertas ocho nuevos hospitales públicos, los que se proyectaron y construyeron por mi predecesor, D. Manuel Lamela, un gran Consejero de Sanidad; y a los que hay que sumar 55 nuevos Centros de Atención Primaria. La envergadura de este proyecto no tiene parangón en Europa y ha significado que casi dos millones de madrileños hayan estrenado hospital en los últimos meses. Los nuevos hospitales públicos que han abierto sus puertas en los últimos meses, aportan a la Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid: Más de 2000 camas hospitalarias adicionales en habitaciones individuales 74 nuevos quirófanos 289 Puestos de hospital de día 749 consultas externas y gabinetes de exploración Y una extraordinaria dotación tecnológica Y lo más importante de todo: 4.931 profesionales sanitarios con una extraordinaria capacitación científico-técnica, 1.243 de los cuales son médicos. Son ellos y los pacientes a los que sirven, quienes hacen que esas magníficas instalaciones y equipamiento puedan recibir el nombre de Hospital. Han abierto hace tan sólo unos meses, pero ya tienen la actividad de otros hospitales que llevan años abiertos. Los nuevos hospitales públicos de la Comunidad de Madrid ya han ingresado a más de 29.400 pacientes, han realizado más de 646.300 consultas, más 7
de 23.600 intervenciones quirúrgicas, 160.000 pruebas diagnósticas, han atendido más de 275.700 urgencias y han traído al mundo más de 5.118 niños. Los nuevos hospitales públicos de la Comunidad de Madrid no sólo han acercado la mejor atención especializada a casi un tercio de la población de la Comunidad de Madrid; también han aliviado la presión asistencial del resto de los hospitales, con la consiguiente mejora de la calidad para todos. Prueba de ello es que, sin contar Puerta de Hierro-Majadahonda, están atendiendo a día de hoy: un 19 % de las urgencias del conjunto de hospitales públicos de la Comunidad; el 13 % de todas las intervenciones quirúrgicas que se realizan en la red pública de hospitales madrileña; y, un 18 % de los niños que nacen en la Región lo hacen en los nuevos hospitales. Entenderán ustedes que como Consejero de Sanidad y como madrileño me sienta muy orgulloso de los profesionales que han protagonizado la puesta en marcha y consolidación de los nuevos hospitales; y del resto de los profesionales del Servicio Madrileño de Salud que, tanto desde la atención especializada como desde la atención primaria, han apoyado la mayor transformación que se haya hecho nunca en un Sistema Sanitario. De todos ellos, mención especial merecen los médicos, enfermeras y todos los profesionales de Puerta de Hierro-Majadahonda, que han sido capaces de trasladar uno de los hospitales más importantes de España sin interrumpir la actividad y en un tiempo record. No ha sido una mudanza fácil: han estrenado un edificio de 165.000 m2 (casi 17 hectareas); con tecnología y equipamiento nuevos; y con circulaciones y procedimientos nuevos. Pese a ello, apenas cinco semanas después del traslado, Puerta de Hierro- Majadahonda prácticamente ha logrado recuperar su actividad normal y el nivel de complejidad que le corresponde: la semana pasada hizo ya un transplante bipulmonar y un transplante hepático. Hacia dónde vamos? Vamos a más. Más Sanidad Pública y cada día de más calidad para los pacientes; y con más oportunidades para los profesionales. La libre elección de médico de familia, pediatra de primaria, enfermera de primaria y atención especializada, que comenzará a implantarse a comienzos del año que viene, es un paso importante en esta dirección. Como también lo es cumplir con el compromiso de Legislatura de limitar a cuarenta días máximo quince si a juicio del médico hay riesgo de una enfermedad grave- la demora para la consulta con el especialista y pruebas diagnósticas. En la presente legislatura tenemos como objetivo construir cuatro nuevos hospitales en Torrejón de Ardoz, Collado Villalba, Móstoles, y en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel; y 55 nuevos Centros de Atención Primaria. 8
Pero, sin duda, el desafío más extraordinario es la modernización de los grandes hospitales de Madrid. Tenemos unos magníficos hospitales de referencia nacional, pero fueron concebidos para la sanidad de hace 40 años, en el mejor de los casos; y adaptarlos a la medicina que se les va a exigir en los próximos treinta años no es posible con más reformas parciales. 9
Madrid ha sido siempre una referencia nacional por estos hospitales y lo va a seguir siendo. Nuestros grandes hospitales, liberados de una gran parte de su presión asistencial, tienen ahora una oportunidad única para transformarse y desarrollar lo que ha sido desde siempre su auténtica vocación, una medicina altamente especializada en un entorno docente e investigador de primer orden. Señoras y señores, En la primera parte de mi intervención he denunciado el discurso falso y demagógico de quienes acusan al Gobierno de la Comunidad de Madrid de privatizar la sanidad. No es un discurso nuevo; ni ha reportado demasiados réditos políticos a quienes lo han protagonizado. Pero me indigna que haya alguien dispuesto a dedicar tantas energías, e incluso el dinero de los contribuyentes, a intentar provocar miedo entre los más vulnerables; y entre estos sin duda están las personas que padecen alguna enfermedad y sus familiares. Y sobre todo, nos quita mucho tiempo para hablar de lo importante. Hay materia para trabajar por un Pacto por la Sanidad. Había ya materia cuando hace cinco años la Presidenta de la Comunidad de Madrid se lo ofreció a Zapatero. En la segunda parte de mi intervención he tratado de exponerles brevemente una parte de lo esencial del proyecto de Sanidad Pública más ambicioso que se ha llevado a cabo en España y en Europa: el de la Comunidad de Madrid. Y ya sólo me queda, antes de ponerme a disposición de todos ustedes, agradecer al Foro Nueva Economía esta oportunidad; agradecer a los patrocinadores que lo hayan hecho posible; y a todos ustedes que me hayan honrado con su presencia. Muchas gracias. 10