PRIMER CONGRESO PROFESIONAL DE LOS INGENIEROS DE MONTES Sesión 4ª: El Ingeniero de Montes y el Medio Ambiente. El Desarrollo Rural y la Ordenación del Territorio. Comunicación: La defensa contra incendios forestales. Una responsabilidad de los Ingenieros de Montes. Autor: Ricardo Vélez Muñoz Doctor Ingeniero de Montes Jefe del Área de Defensa contra Incendios Forestales Ministerio de Medio Ambiente. Madrid RESUMEN Se analiza el contenido técnico de la defensa contra incendios forestales como parte de la gestión forestal. Se realiza un análisis de fortalezas y debilidades de la intervención de los Ingenieros de Montes en esta actividad, proponiendo las siguientes conclusiones y recomendaciones: CONCLUSIÓN 1: La defensa contra incendios forestales es actualmente una de las actividades principales de los I.Mo. Sin embargo su efectividad no alcanza niveles óptimos por la limitada atención de las Administraciones a las actividades preventivas específicamente forestales y por la insuficiente profesionalización de los Servicios. CONCLUSIÓN 2: Los sistemas de formación sobre defensa contra incendios forestales, tanto a nivel universitario como en los centros de trabajo son insuficientes para la capacitación que requieren las responsabilidades que deben asumir los I.Mo. RECOMENDACIÓN 1: Se recomienda la profesionalización plena de las actividades de defensa contra incendios, integradas en planes forestales, ejecutados mediante estructuras administrativas y empresas especializadas, tanto del sector público como del privado, con puestos de trabajo permanentes. 1
RECOMENDACIÓN 2: Se recomienda la reforma urgente de los sistemas de formación de los Ingenieros de Montes en defensa contra incendios forestales, tanto universitarios, como en centros de trabajo, para proporcionar a dichas estructuras y empresas el personal técnico que necesitan. 1. Contenido de la defensa contra incendios forestales En 1998, al cumplir 150 años nuestra Escuela de Madrid, los Ingenieros de Montes hicimos un ejercicio de memoria colectiva, que nos permitiera revisar la evolución de nuestra profesión y precisar conscientemente la definición actual de la misma después de siglo y medio. A mí me correspondió examinar la defensa contra incendios forestales en ese período. Al recorrer el calendario hacia atrás, encontré, junto con la lógica y creciente escasez de información cuanto más me remontaba en el tiempo, un rasgo diferenciador de la época actual y de la pretérita: La conciencia social sobre el impacto de los incendios forestales. Durante el siglo XIX y la primera mitad del XX el fuego en el monte se veía de la siguiente manera: El fuego preocupaba casi exclusivamente cuando afectaba al arbolado Los incendios importantes estaban relacionados frecuentemente con conflictos socioeconómicos: en aquel tiempo, la demanda de tierras para roturar. La defensa contra el fuego se confiaba a la voluntad de la población local. La sociedad, mayoritariamente rural, estaba familiarizada con el empleo del fuego y no veía los incendios forestales como un fenómeno especialmente trágico. La mayoría de los incendios tenían escasa importancia, ya que la presión de las poblaciones locales para extraer leña y aprovechar pastos limitaba las acumulaciones de combustibles ligeros Por ello, ese período parece carecer de historia de incendios, simplemente porque no existía conciencia social de su impacto. La imagen actual de los incendios forestales es muy distinta, como consecuencia de la evolución socioeconómica del país. Los incendios forestales han dejado de ser 2
considerados como accidentes casuales, sin trascendencia, para merecer la atención tanto de técnicos como de políticos. Su naturaleza de signos de conflictos socioeconómicos requiere, por ello, acciones tanto políticas como técnicas para desactivarlos. En particular, la despoblación del medio rural, con su secuela de abandono de tierras y acumulación de combustibles ligeros (malezas, leñas, etc.) en extensas superficies, es sin duda el problema clave, ya que en estos combustibles es donde el rayo, las quemas tradicionales de labradores y pastores y el empleo incorrecto del fuego por los visitantes urbanos del monte pueden iniciar el incendio destructor. Este cambio se ha reflejado claramente en la profesión de Ingeniero de Montes, en la que ha adquirido importancia notable la especialización en defensa contra incendios forestales. Más del 50% de los Ingenieros de Montes inician su actividad profesional, después de titularse, en trabajos contra incendios forestales. Aunque luego deriven a otras especialidades, las experiencias vividas nunca les abandonarán. Cuando se dediquen a la gestión forestal en general, tendrán siempre en cuenta la imperiosa necesidad de incluir la planificación contra el fuego en todas sus actividades. Esto se refleja claramente en el manejo de los presupuestos. Más del 30 % de la inversión pública en gestión forestal se destina a defensa contra incendios. La SELVICULTURA PREVENTIVA es fundamental para garantizar la supervivencia del recurso y debe fundamentarse no sólo en las técnicas forestales tradicionales, sino en las investigaciones sobre comportamiento del fuego en el monte, la clasificación de modelos de combustibles y la interacción con el relieve. El uso de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) para el manejo del cúmulo de datos en que se reflejan estos factores se ha convertido en habitual para la planificación contra incendios forestales. Asimismo la teledetección se utiliza para conocer la evolución del peligro en grandes áreas y evaluar el impacto del fuego. La BASE DE DATOS de incendios forestales es otro instrumento fundamental para el análisis de causas y el diseño de políticas de prevención y extinción. España tiene la Base de datos sobre este problema más larga y amplia de Europa, iniciada en 1968, y mantenida con criterios forestales desde entonces. El desarrollo de técnicas de extinción, específicas para el fuego en el monte, muy distintas 3
de las aplicables en el medio urbano o en el industrial, ha sido otro campo que ha adquirido gran volumen. Por un lado, la SELECCIÓN, FORMACIÓN Y EQUIPAMIENTO DEL PERSONAL para combatir el fuego en el monte y, por otro, el diseño y elección de equipo de lucha tanto terrestre como aéreo ocupan buena parte de la actividad técnica forestal. La complejidad que han adquirido las operaciones que debe dirigir el Ingeniero de Montes se reflejan en el símil de la batalla. Se trata de impedir que el fuego ocupe el territorio forestal, y para ello se emplean una serie de medios que prácticamente actúan como los diferentes cuerpos de los ejércitos: LA INFANTERÍA: brigadas de combatientes que atacan las llamas para sofocarlas o que intentan cercar el fuego abriendo líneas de defensa con diversas herramientas, o detenerlo, si es muy violento, usando contrafuego. LA ARTILLERÍA: vehículos autobomba que lanzan agua sobre el borde del incendio. LA CABALLERÍA (actualmente los carros de combate): maquinaria pesada que abre cortafuegos. LA AVIACIÓN: aviones y helicópteros que lanzan agua sobre las llamas y retardantes para crear cortafuegos y que trasladan a las brigadas. Y todo ello facilitado por LA SELVICULTURA Y LA ORDENACIÓN DE LOS MONTES, como fundamento de la PREVENCIÓN. 2. La defensa contra incendios forestales como parte de la gestión forestal La gestión forestal es esencialmente conservación y restauración del monte. Por ello ha de incluir sistemas de protección frente a los agentes que puedan alterarlo gravemente. El fuego es uno de ellos y basta mencionar las cifras promedio anual de las superficies afectadas en España por el fuego en la década 1991-2000 para comprobar la necesidad de la defensa contra incendios forestales: Superficie arbolada: 62.855,73 has Superficie de matorral y monte bajo: 85.145,47 has Superficie de pastizales: 11.876,91 has Total 159.878,11 has Estas cifras son sólo una muestra de lo que recorre el fuego en los montes en el Mundo. El promedio anual en la Cuenca Mediterránea supera las 600.000 has. En todo el Planeta la cifra puede superar los 1.000 millones de hectáreas, incluyendo las sabanas. 4
Las cifras de vegetación leñosa afectada por el fuego superan frecuentemente las conseguidas por trabajos de restauración, luego es evidente que, sin una defensa organizada contra el fuego, la gestión forestal sería un fracaso permanente. 3. La responsabilidad de los Ingenieros de Montes en la defensa contra incendios (DCIF) Cuál es el grado de eficiencia de los Ingenieros de Montes (I. Mo.), como profesionales de la gestión forestal, en la defensa contra el fuego? Un análisis de fortalezas y debilidades puede ayudar para estimarlo, considerando el marco de política forestal, la formación que reciben, las tecnologías que se aplican y la política de empleo correspondiente. POLÍTICA FORESTAL PARA DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES FORTALEZAS DEBILIDADES Los Ingenieros de Montes conocen el medio forestal y los objetivos de la política Actualmente la política forestal es una parte generalmente no prioritaria de la forestal para su conservación y política ambiental, lo que limita la restauración capacidad de los I.Mo. para la consecución de los objetivos (escasez de recursos, legislación no adaptada a la realidad actual del problema de los incendios) Las Administraciones están desarrollando Estas estructuras son, a veces, estructuras especializadas en la defensa contra incendios. generalistas (bomberos) y no consideran específicamente al incendio forestal, lo que reduce la intervención de los I. Mo. como profesionales. Asignación de importantes recursos para la extinción Insuficiente asignación de recursos a la prevención, que debería basarse en acciones específicamente forestales (selvicultura preventiva, conciliación de intereses con las poblaciones locales), lo que limita la intervención específica de los I. Mo. 5
FORMACIÓN DE LOS I.Mo. EN DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES FORTALEZAS DEBILIDADES Los I.Mo. reciben formación universitaria En la mayoría de las Universidades el sobre la gestión forestal en general. tema de incendios forestales es sólo asignatura optativa con un número muy reducido de horas lectivas Las Administraciones promueven la formación específica para determinadas tareas (técnico de base aérea, director de extinción, especialista en prevención, etc.) Existencia de bibliografía y material audiovisual de alto nivel en español. No existe un Sistema de cursos homologados, que garantice niveles de formación y reciclaje en todo el territorio. Insuficiente difusión de este material por deficiencia de los sistemas de formación. TECNOLOGÍAS EN LA DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES FORTALEZAS DEBILIDADES Aplicabilidad creciente de las nuevas Dificultad para la difusión de tecnologías para la organización de la Defensa contra Incendios Forestales. conocimientos y nuevas tecnologías por deficiencias en los sistemas de formación de los I.Mo. Existencia de conocimientos avanzados sobre comportamiento del fuego forestal Experiencia prolongada en técnicas de prevención y extinción específicas contra incendios forestales. Dificultad para utilizar equipos y técnicas específicas en estructuras administrativas generalistas (bomberos) en las que los I. Mo. Carecen de facultad decisoria. Normalización de materiales y equipos específicos contra incendios forestales. 6
EMPLEO EN DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES FORTALEZAS DEBILIDADES Tendencia creciente en el Sector Público a Eventualidad de gran parte de los puestos confiar responsabilidades a distintos de trabajo, debida a la estacionalidad de niveles a I.Mo. contratados los programas de Defensa contra específicamente para Defensa contra Incendios Forestales. Incendios Forestales Profesionalización con I.Mo. funcionarios dedicados en exclusiva a Defensa contra Incendios Forestales en algunas CCAA. Existencia de algunas empresas privadas dedicadas preferentemente a Defensa contra Incendios Forestales. Presencia muy reducida de I.Mo. funcionarios en los Servicios contra incendios (bomberos) de algunas CCAA. Dificultad para que proliferen empresas privadas de Defensa contra Incendios Forestales al concentrar las Administraciones sus contratos en las empresas públicas. Este breve análisis puede resumirse señalando como FORTALEZAS generales: - el gran volumen de conocimientos sobre los incendios forestales y sobre las técnicas aplicables de prevención y extinción, disponible para su utilización por los I.Mo. - la existencia de Servicios especializados en la defensa contra incendios forestales en varias CCAA y en el Ministerio de Medio Ambiente, como ámbitos de actuación de los I.Mo. Como DEBILIDADES aparecen: - la aplicación limitada de las técnicas forestales de prevención y extinción en varias CCAA lo que limita las posibilidades de intervención de los I.Mo. - las deficiencias de formación de los I.Mo. tanto en el nivel universitario, como en la formación en los centros de trabajo (reciclaje) - la eventualidad de la mayor parte de los puestos de trabajo ofrecidos a los I.Mo., debido a que las políticas de defensa contra incendios forestales son claramente insuficientes en PREVENCIÓN, al concentrar la mayor parte de los recursos legislativos y económicos en actividades estacionales de extinción. 7
Para completar el análisis debe recordarse que la defensa contra incendios puede dar lugar en alguna de sus fases a RESPONSABILIDAD de varios tipos: - responsabilidad administrativa al seleccionar medios adecuados para los objetivos de prevención y extinción. - responsabilidad civil al tomar decisiones durante la extinción que anticipan daños para evitar los efectos destructivos del incendios (apertura de cortafuegos con maquinaria, aplicación de contrafuego, apeo de árboles, etc.). - responsabilidad penal cuando se producen víctimas. Las debilidades señaladas, tanto en cuanto a la aplicación limitada de técnicas forestales, como en cuanto a las deficiencias de formación, influyen negativamente en la responsabilidad. 4. Conclusiones y recomendaciones Como conclusiones y recomendaciones, que propongo para su inclusión entre las del Congreso, deduzco las siguientes: CONCLUSIÓN 1: La defensa contra incendios forestales es actualmente una de las actividades principales de los I.Mo. Sin embargo su efectividad no alcanza niveles óptimos por la limitada atención de las Administraciones a las actividades preventivas específicamente forestales y por la insuficiente profesionalización de los Servicios. CONCLUSIÓN 2: Los sistemas de formación sobre defensa contra incendios forestales, tanto a nivel universitario como en los centros de trabajo son insuficientes para la capacitación que requieren las responsabilidades que deben asumir los I.Mo. RECOMENDACIÓN 1: Se recomienda la profesionalización plena de las actividades de defensa contra incendios, integradas en planes forestales, ejecutados mediante estructuras administrativas y empresas especializadas, tanto del sector público como del privado, con puestos de trabajo permanentes. RECOMENDACIÓN 2: Se recomienda la reforma urgente de los sistemas de formación de los Ingenieros de Montes en defensa contra incendios forestales, tanto universitarios, como en centros de trabajo, para proporcionar a dichas estructuras y empresas el personal técnico que necesitan. 8