Calidad certificada, elemento fundamental para incrementar la competitividad regional El actual esquema globalizado y competitivo internacionalmente ha puesto en evidencia que la excelencia en calidad de los procesos productivos es un factor fundamental para competir exitosamente e insertarse en cadenas de alto valor agregado. En México existen importantes contrastes regionales al respecto, ya que mientras en las entidades federativas del norte y parte de los estados centrales presentan las mayores proporciones de establecimientos certificados de calidad, el sur y sureste se encuentra significativamente relegado; sin embargo, en los últimos dos años el número de establecimientos con esquemas de calidad total en esta última región se ha incrementado proporcionalmente más que en las entidades industriales, aspecto positivo en términos de la competitividad local.
Actualmente se reconoce que la calidad es un factor fundamental para proporcionar a las empresas la competitividad necesaria para insertarse con éxito al ambiente de negocios en el contexto internacional. Según los especialistas, la calidad se define como el conjunto de propiedades y características de un producto o servicio que tiene las cualidades necesarias para satisfacer los requerimientos de los clientes 1. Así, elevados niveles de calidad implican el dominio del quehacer de las empresas e industrias, las cuales mediante una producción eficaz y eficiente promueven el prestigio y permanencia de los establecimientos en una esfera de negocios competitiva. La calidad en un ambiente empresarial competitivo se sustenta en la filosofía de los directivos y en políticas explícitas que se dictan para su implantación y desarrollo, lo cual se plasma en planes y programas específicos. Asimismo, es necesario que se cuente con el suministro de recursos materiales y financieros suficientes para la capacitación de los recursos humanos. En este sentido, el Sistema de Calidad ISO-9001, diseñado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) es reconocido como una de las mejores prácticas de la administración y aseguramiento de la calidad en las empresas. Las normas ISO-9001 se han convertido en un esquema reconocido internacionalmente para demostrar la confiabilidad de los bienes y servicios que ofrece un establecimiento. La aplicación de estas normas garantiza la calidad homogénea y el incremento de la credibilidad y confianza entre clientes y proveedores. Asimismo, el empleo de este esquema de calidad proporciona ventajas frente a la competencia y facilita la integración de las cadenas productivas. En este contexto, el Índice de Competitividad Sistémica de las Entidades Federativas (ICSar) de aregional.com incluye dentro del nivel Empresa la variable establecimientos certificados en ISO-9001, con el objeto de medir los esfuerzos de las empresas por adoptar esquemas de calidad total y, con ello, mejorar su competitividad. Es decir, se reconoce que para que las regiones mexicanas alcancen un nivel alto de competitividad sistémica, es necesario que los establecimientos productivos se certifiquen en calidad, proporcionando así un mejor ambiente empresarial. De esta forma, en el presente análisis se examina el número de empresas certificadas con esquemas de calidad ISO- 9001 y su evolución de 2004 a 2006. Se analiza el patrón regional de esta variable a efecto de identificar las zonas donde existe mayor vocación empresarial preocupada por la calidad total, así como en las que este tipo de establecimientos ha mostrado los mayores incrementos. Certificación ISO-9001 en las regiones mexicanas Entre 2004 y 2006 el número de establecimientos certificados en ISO-9001 en México creció a un ritmo promedio anual de 7.5 por ciento, pasando de un total de 1 mil 45 a 1 mil 208 establecimientos. Esto implica que al inicio del periodo se tenían 3.48 establecimientos certificados por cada 10 mil empresas en el país, y en 2006 esta proporción ascendió a 4.02 establecimientos certificados por cada 10 mil empresas; es decir, esta proporción creció 15.5 por ciento. 2
Si bien esta ganancia nacional es revelante para la competitividad empresarial, a nivel de las entidades federativas se presentan contrastes importantes. Nuevo León ha ocupado la primera posición con el mayor número de establecimientos certificados por cada 10 mil empresas durante el periodo 2004-2006; por el contrario, Guerrero y Nayarit han ocupado la última posición en dicha variable. En la gráfica 1 se muestra el cambio en posiciones de las entidades federativas en establecimientos certificados en ISO- 9001 por cada 10 mil empresas durante el periodo 2004-2006. Como se observa, Baja California Sur es el estado que ganó más posiciones, con un total de nueve lugares, pasando del lugar 24 al 15. Le siguen los estados de Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas, los cuales avanzaron cada uno tres posiciones, mientras que Guerrero, Hidalgo, Morelos y Veracruz ascendieron dos lugares. Por su parte, Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Estado de México y Querétaro ganaron una sola posición. Seis entidades federativas conservaron la misma posición entre 2004 y 2006: Campeche, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa y San Luis Potosí. En cambio, 12 entidades perdieron posiciones en términos del número de establecimientos certificados en ISO-9001 por cada 10 mil empresas: Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Yucatán perdieron una posición; Baja California, Distrito Federal, Puebla y Tabasco perdieron dos posiciones; Colima y Jalisco descendieron tres lugares; Sonora lo hizo en cinco posiciones y Durango en ocho lugares. El mapa 1 ilustra con más claridad este patrón regional. Presenta el crecimiento del número de establecimientos certificados en ISO-9001 por cada 10 mil empresas durante el periodo 2004-2006. Como se observa, la entidades federativas que ganaron más posiciones (ver gráfica 1) son las que presentan los mayores incrementos en el indicador. Así, Baja California Sur, Zacatecas, Guerrero, Yucatán, Chiapas, Morelos, Tlaxcala y Quintana Roo que avanzaron de forma relevante en posiciones, mostraron incrementos superiores a 40.0 por ciento. En situación contraria se encuentran los estados de Michoacán, Puebla, Sonora, Campeche, Distrito Federal, Nayarit, Tabasco y Durango, los cuales mostraron los menores crecimientos (inferior a 13.0 por ciento). Como se observa en la gráfica 1, éstas son también las que perdieron el mayor número de posiciones entre 2004 y 2006. 3
Al considerar el número de establecimientos certificados en ISO-9001 por cada 10 mil empresas en 2006, el mapa 2 evidencia que las mayores proporciones se localizan en los estados fronterizos del norte, parte de la Región Península de Yucatán 2 y en los estados centrales de Querétaro, Tlaxcala y Distrito Federal. Esto indica que las empresas de los estados industrializados muestran una mayor preocupación por la certificación en ISO-9001, como parte de sus estrategias para incrementar la calidad de sus productos y servicios, y con ello, acrecentar su nivel competitivo. Si se comparan esos resultados con los observados en el mapa 2, la evidencia señala que las entidades con las mayores proporciones de establecimientos certificados en ISO-9001 muestran tasas de crecimiento medio y bajo (excepto por Quintana Roo y Tlaxcala). En situación contraria se encuentran los estados de la Región Sur, además de Yucatán y parte de las entidades de la Macrorregión Centro, los cuales presentan las menores proporciones de establecimientos certificados en ISO-9001 por cada 10 mil empresas (menor a 2.8). Sin embargo, como se aprecia en el mapa 1, los estados de Chiapas, Guerrero, Yucatán y Zacatecas los cuales muestran bajas proporciones de establecimientos certificados en ISO-9001 por cada 10 mil empresas, presentan elevadas tasas de crecimiento entre 2004 y 2006. En este sentido, se puede afirmar que si bien los estados más industrializados del país cuentan con las mayores proporciones de establecimientos certificados en 2006, no son precisamente los que han mostrado los mayores crecimientos. Por el contrario, los incrementos más importantes se han presentado en algunas entidades con proporciones medias y bajas, como las ubicadas en el sur y sureste. En esos estados se muestra un reciente y creciente interés por incrementar el número de establecimientos certificados en ISO-9001, lo que sin duda se considera positivo en la mejora de la Competitividad Sistémica de tales regiones. 4
Conclusiones La calidad total en los procesos productivos es, sin duda, un factor que favorece el desempeño de las empresas en un entorno de competencia como el que actualmente enfrentan las regiones mexicanas. Por ello, es necesario que las empresas cuenten con las herramientas necesarias para alcanzar la excelencia en materia de calidad a través de esquemas de certificación como el ISO-9001. Esto asegura la calidad homogénea de los productos, así como el prestigio y confianza ante los clientes de cualquier parte del mundo. Así, para elevar la competitividad regional es necesario, entre otros aspectos, que empresas, establecimientos y negocios cuenten con los estándares requeridos de calidad, con el fin de mejorar e innovar en sus procesos productivos. Bajo este escenario, el gobierno debe promover y facilitar el acceso de los establecimientos a las certificaciones ISO- 9001 y, asimismo, propiciar todo un contexto favorable para los negocios y actividades económicas. El panorama regional revela que si bien los estados del norte del país y parte de las entidades industriales de la Macrorregión Centro presentan las mayores proporciones de establecimientos con procesos de calidad durante 2006, éstas muestran las menores tasas de crecimiento durante 2004-2006 en el número de establecimientos certificados en ISO-9001. Por el contrario, los estados menos desarrollados y con bajos niveles de industrialización son los que cuentan con el menor número de establecimientos certificados en calidad, pero son lo que han tenido los mayores incrementos. Lo anterior implica que en años recientes las empresas de regiones como la sur y sureste están prestando mayor atención a la calidad como factor para poder insertarse en esferas productivas de alto nivel competitivo, aspecto que debe reconocerse por parte del empresariado de esas zonas. Sin embargo, debido a los fuertes rezagos de las regiones del sur y sureste, es necesario realizar acciones en los otros rubros de la Competitividad Sistémica, si es que se pretende competir efectivamente con otros territorios a escala mundial. 5
1 Ver por ejemplo Informe General del Estado de la Ciencia y la Tecnología. CONACYT. 2006. 2 La regionalización utilizada en el presente análisis es la habitualmente empleada en los estudios de aregional.com: Macrorregión Norte: Región Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Región Norte-Central (Chihuahua y Coahuila); y Región Noreste (Nuevo León y Tamaulipas). Macrorregión Central: Región Centro-Norte (Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas); Región Centro-Oeste (Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit); y Región Centro (Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala). Macrorregión Capital (Distrito Federal y Estado de México). Macrorregión Sur-Sureste: Región Este (Tabasco y Veracruz); Región Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); y Región Península de Yucatán (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). aregional.com Junio 7, 2007 6