CURSO PRÁCTICO DE FOTOGRAFÍA BÁSICA CAPÍTULO 1 Sé que los que estáis leyendo ésto es porque habéis tenido una motivación más allá de la simple fotografía de recuerdo. Y, posiblemente, os hayáis comprado una cámara réflex o una compacta que permite ajustes manuales y queréis aprender a utilizarla. Bueno, voy a daros una mala noticia: Debéis saber que aprender a usar manualmente la cámara no es sinónimo de mejores fotos. Hasta es probable que sean peores si no lo hacéis bien. La buena noticia es que si queréis hacer buenas fotos deberéis saber usar la cámara en modo manual. Y notad que puse saber usar y no necesariamente usar la cámara en modo manual. Es un tópico muy extendido, incluso entre fotógrafos, que las buenas fotos sólo se hacen en modo manual. Ya matizaremos esta afirmación, que no es tan rotunda, en el capítulo 2, EXPOSICIÓN II. Aprender usar la máquina en manual es el primer paso para hacer buenas fotos. Pero con eso no alcanza. Hay que aprender unas cuantas cosas más. Por eso voy a tener que torturaros con un poco de teoría. No os preocupéis, que no será mucha y aprenderéis en este primer capítulo a manejar la cámara. Dejadme explicaros algunas cosas como el proceso fotográfico, y desmitificar otras respecto al Photoshop. Explicaré el proceso fotográfico y entenderéis por qué el Photoshop es necesario. Aclaración importante: Uso el nombre Photoshop porque es el más conocido. Pero en realidad puede ser cualquier otro software editor de imágenes. No quiero defender el uso de Photoshop (u otro editor). De hecho soy de los que menos lo usan. Pero sí quiero derribar un gran mito de la fotografía digital. El mito que asocia fotografía digital a manipulación. El mal uso o abuso del Photoshop, el fácil acceso y popularización de la fotografía digital y el desconocimiento del proceso fotográfico alimentaron esa creencia. El Photoshop (o similar) no sólo no implica necesariamente manipulación, sino que es absolutamente necesario. O de otra forma la fotografía digital no existiría. Al igual que el laboratorio era necesario en la fotografía de película. De hecho los editores de imagen tratan de emular lo que antes se hacía en laboratorio. Y, si se pretende hacerlo bien, ni siquiera es más fácil ni más rápido hacerlo con estos programas que lo que antes en un laboratorio. Eso sí los resultados son mejores y estos software son más accesibles de lo que era antiguamente un laboratorio. Alguien pensará y éste por qué me dice que sin Photoshop no hay fotografía si me cansé de sacar fotos con mi cámara y nunca lo usé. Es verdad. Tú no lo usaste. Pero tu cámara sí. No usó Photoshop, pero sí un software de edición incluido en ella por el fabricante. De la misma forma que las cámaras Polaroid incluían un mini laboratorio que revelaba automáticamente las fotos. Por eso, de lo que se trata cuando queréis aprender a hacer buenas fotos, es de controlar todo el proceso. No sólo la cámara. Poca rentabilidad se puede obtener de la cámara usándola manualmente si luego el revelado y procesado dejamos que lo haga ella automáticamente. pag. 1 de 8
EL PROCESO FOTOGRÁFICO Cuando hacemos una foto partimos de una idea para llegar finalmente a una copia en papel. O, en la era digital, en lugar de papel puede ser la imagen vista en un proyector o pantalla de ordenador. Eso que puede parecer muy simple implica todo un proceso que es mucho más que ajustar la cámara y hacer click. El proceso fotográfico, entonces, se podría resumir de la siguiente manera: 1. IDEA 2. ENCUADRE, COMPOSICIÓN, ILUMINACIÓN 3. EXPOSICIÓN y CAPTURA 4. REVELADO 5. POSITIVADO (película) PROCESADO (digital) IMAGEN FINAL (en papel o pantalla) Los pasos 1 y 2 son iguales en fotografía digital como química, pero los pasos 3, 4 y 5 cambian significativamente. Recordemos que la fotografía tradicional (química) captura la imagen exponiendo a la luz una tira de celuloide untada con una emulsión fotosensible. Se necesita revelarla para que la imagen captada se plasme, obteniéndose un negativo que luego hay que positivar para obtener una copia en papel que será la imagen definitiva. En fotografía digital, la imagen se captura exponiendo a la luz el sensor de la cámara. Al recibir la luz cada pixel del sensor genera un voltaje que es registrado en un archivo digital en formato raw, que se graba en la tarjeta de memoria. Este archivo es preciso también revelarlo y procesarlo para obtener la imagen definitiva y visible en formato JPEG. Cuando usamos la cámara en automático, el revelado y procesado se hacen en la propia cámara y nosotros no vemos el raw, grabándose en la tarjeta directamente el JPEG acabado. El proceso fotográfico lo esquematicé como pasos secuenciales. Pero es un simple esquema con finalidad didáctica, ya que cada paso no necesariamente es independiente del resto pudiendo influir un paso en otro. Por ejemplo es muy habitual que la exposición (paso 3) esté determinada según el revelado que se vaya a hacer posteriormente (paso 4). Es decir que se eligen determinados parámetros para los ajustes de cámara durante la exposición de manera tal de obtener una captura pensando ya en el tipo de revelado que posteriormente se haga. Siendo un todo, y no pasos independientes, el proceso exposición-captura-revelado. Como ejemplo el sistema de zonas de Anselm Adams para fotografía química, en el que se exponía para las sombras y se revelaba para las luces. En esa forma de trabajar la exposición estaba determinada por el revelado que posteriormente se iba a aplicar. El pag. 2 de 8
equivalente digital del sistema de zonas de Anselm Adams es el que se conoce como derecheo. Donde también la exposición está determinada por el posterior revelado. En el caso del derecheo, el proceso es al revés: se expone para las luces y se revela para las sombras. Veamos paso a paso el proceso fotográfico. 1. Idea El proceso comienza con la idea. Por ejemplo quiero hacer un retrato de una persona. Para ello pienso las cosas que caracterizan a esa persona (sus gustos, su profesión, su carácter, etc.) y a partir de allí elaboro el mensaje a transmitir, la historia a contar, etc. y en base a ello decido cómo quiero la imagen final. En medio, entre la idea y la imagen final, tengo que aplicar un conjunto de técnicas que me permitan construir ese mensaje. Esas técnicas, explicadas a continuación, son las que me permitirán ejecutar esa idea. 2. Encuadre, composición e iluminación Una vez que tenemos la idea de la foto y definimos cómo queremos que sea la imagen final, nos tocará decidir cómo serán esos pasos intermedios. Lo primero será definir la estética de la imagen. Para ello buscaremos un encuadre, es decir cuáles serán los límites de la imagen y cuál su formato (apaisada, vertical, cuadrada, etc.) Decidiremos qué elementos incluiremos en la foto y qué ubicación tendrán, o sea la composición. En el encuadre y composición entra decidir el objetivo que usaremos ya que éste tendrá una fuerte y decisiva influencia en ambos aspectos. Por último elaboraremos la iluminación que nos ayude a conseguir esa estética. Y aquí no necesariamente hablo de flashes y complejos esquemas de luces. Puede ser eso, por supuesto, pero también puede ser tan simple como decidir de qué lado quiero que dé el sol. Tanto el encuadre como la composición e iluminación, son las herramientas fundamentales que nos permitirán dar forma a nuestra imagen y que el mensaje cobre sentido y pueda ser trasmitido. Un elemento faltante o sobrante, o simplemente mal ubicado en nuestra escena alterarán fuertemente su interpretación además de la estética visual. Cada uno de estos aspectos (encuadre, composición e iluminación) merecen un libro aparte para ser explicados y daré nociones básicas en las PARTES TRES y CUATRO de este curso. 3. Captura Para capturar la imagen hay que hacer la exposición. La exposición es justamente eso, exponer la película (o sensor) a la acción de la luz y capturarla. Es decir, dejar que la luz de nuestra escena entre a la cámara través del objetivo y alcance la película o sensor. Ésto se hace con un simple click sobre el disparador. Pero para ello es aquí cuando toca decidir los ajustes de la cámara, ya sea en manual o en automático. Estos son los tan famosos ajustes de cámara: velocidad, diafragma, ISO, que vosotros queréis aprender a manejar. La velocidad define cuánto tiempo estará abierto el obturador dejando que entre luz. El diafragma define el tamaño del agujero por el que entra la luz. De la combinación de ambos resultará la cantidad total de luz que llegará a la película o pag. 3 de 8
sensor. Los ajustes de velocidad y diafragama no sólo se deberán adecuar a conseguir la exposición correcta, sino que también deberán responder a la estética buscada ya que, entre otras cosas como veremos más adelante, afectan a la profundidad de campo y al movimiento de la imagen. El ISO define la sensibilidad con que la película o sensor captará toda esa luz que le llegó. Y deberemos ajustarlo según lo requiera la exposición. Hasta aquí es la toma o captura fotográfica. Ya hemos armado la escena y ya hemos hecho click. Pero la foto aún no está acabada, aunque la mayoría de la gente piense que sí. Aún no tenemos ninguna imagen. Y eso lo saben de sobra los fotógrafos acostumbrados a la película: para tener imagen había que revelarla y positivarla. Lo que pasa es que la cámara digital nos acostumbró mal. Y vivimos engañados creyendo que porque vemos la foto enseguida en la pantalla, el proceso ya está terminado. Pero fue la cámara quien lo terminó sin que nos enterásemos. Tanto en película como en digital, lo que hicimos hasta aquí (hasta la exposición) sólo fue montar la escena y capturar la información en un soporte (película o sensor). Pero aún no tenemos foto. Sólo información, que no es poca cosa. Hasta aquí tenemos, en el caso de la película, un trozo de celuloide con moléculas de haluros plata que se redujeron (proceso químico de reducción contrario a oxidación) cuando recibieron la luz. Y en el caso del sensor digital, un archivo con un montón de números. Y nada más. Y nada menos. Porque esos gránulos de haluro de plata tendrán el nivel de reducción proporcional a la luz recibida. O los números del archivo digital serán proporcionales al voltaje de cada fotodiodo del sensor que, a su vez, es proporcional a la luz recibida. Es decir que, si hicimos una captura correcta, tenemos la información de la luz de luz de la escena. En cualquiera de los dos casos (números del raw o gránulos de haluro de plata) esa información representará la tonalidad de la imagen. Pero para tener una imagen hay que interpretarla. Para ello hay que revelar, tanto la película como el archivo digital. IMPORTANTE: El objetivo de la captura es obtener la mayor cantidad de información de la imagen. Mientras que el objetivo del revelado y procesado es optimizar esa información para mostrarla lo mejor posible. Un error muy habitual es valorar la exposición según cómo se vea la imagen en la pantalla de la cámara. Este vicio es culpa de la tecnología digital. En las cámaras de película no teníamos una pantallita que nos mostraba cómo se veía el negativo. Mucha gente, incluso fotógrafos, valoran si una foto salió oscura o muy clara mirándola en la pantallita LCD de la cámara. Ésta es una práctica errónea. En la exposición no se establece la luminosidad de la imagen. En este paso recordemos que lo que queremos es capturar la mayor cantidad de información posible. Para eso debemos exponer correctamente. Si exponemos en menos tendremos una subexposición, por lo que habremos perdido información que no conseguimos capturar. Mientras que si exponemos en más habremos sobreexpuesto la toma perdiendo información por saturación (imagen quemada). pag. 4 de 8
Si queremos una imagen oscura o clara, no debemos hacerlo a través de la exposición. Es cierto que con la velocidad de obturación y el diafragma controlamos la cantidad de luz que llega al sensor o película. Pero ésto no debe ser lo que determine que una foto sea oscura o clara. Si queremos una foto oscura es un error disminuir la exposición. De esta manera obtendremos una foto subexpuesta, no una foto oscura. Repito. En este paso (exposición y captura) lo que regulamos es la exposición, no la luminosidad de la foto. Por tanto lo que debemos buscar es una foto correctamente expuesta. Puesto que de lo contrario, sub o sobre exposición, perderemos información. Por tanto la cantidad de luz que tenemos que darle con los ajustes de la cámara debe ser la adecuada para una correcta exposición. Ya hablaremos más adelante qué es una correcta exposición. Si nosotros buscamos una foto oscura lo que debemos hacer es adecuar el esquema de iluminación para obtener sensación de oscuridad. Pero exponiendo de manera correcta, no subexponiendo. Y luego, en el revelado y/o en el procesado, ajustar la tonalidad de la imagen para adecuarla al nivel de oscuridad que queramos. Lo mismo si quisiéramos hacer una foto luminosa. Sigamos con el proceso fotográfico. 4. Revelado. El revelado es el proceso por el cual la información registrada en la toma se convierte en una imagen. Lo explicaré muy someramente, en el capítulo 2 veremos con más detalle el revelado digital. El revelado químico excede los objetivos de este curso. Para el caso de la película la información se registra en un celuloide cubierto con una emulsión de haluro de plata. Al incidir la luz, el haluro de plata se reduce. En las zonas donde incida más luz, habrá más gránulos de haluro de plata reducidos. En las zonas que reciban menos luz habrá menos granos reducidos. En el revelado químico lo que se hace es eliminar los granos no reducidos, fijando al celuloide los que sí están reducidos. De esta manera las zonas más luminosas de la escena tendrán mayor densidad de granos de haluros de plata, por lo tanto esa zona del negativo estará más oscura. Mientras que las zonas con menos luz tendrán menos granos por lo cual serán más transparentes. En el caso de la fotografía digital, la información se registra en un archivo en la tarjeta de la cámara, como números que corresponden al voltaje que generó cada fotodiodo del sensor al recibir luz. A fines prácticos podemos asimilar fotodiodo a píxel. Hay un número por cada fotodiodo del sensor. Ese voltaje es proporcional a la luz recibida. El archivo que contiene esta información sin revelar se llama archivo raw. Al revelar, lo que se hace es traducir cada uno de esos voltajes, que son diferentes y específicos para cada sensor, en una información estándar y reproducible por un software de visualización de imágenes y obtenemos un archivo TIFF o JPEG. Estos números traducidos en un TIFF o JPEG ya no indican voltaje sino que indican tonalidad. Para el caso de un revelado a 8 bits esos números van de 0 a 255. Donde 0 es nada de luz (completamente negro) y 255 es luz quemada (completamente blanco). También se puede pag. 5 de 8
revelar a 16 bits donde los tonos van de 0 a 65536, representando el 0 el negro absoluto y el 65536 el blanco absoluto. Es evidente que el revelado a 16 bits tiene una riqueza tonal muchísimo mayor verdad? Importante recordarlo, ya lo volveremos a ver. En el revelado digital se realizan además otros procesos en los que no profundizaremos ahora. Entre ellos el más importante es la decodificación de la matriz Bayer. Información adicional. Se puede saltar según la inquietud de cada uno. Dije que en el archivo raw se registra un número que corresponde al voltaje de cada fotodiodo. Ésto no es del todo cierto, ya que el sensor tiene un conversor analógico/digital que transforma la señal analógica, es decir el voltaje de cada fotodiodo, a señal digital: un número. Este número es el que se archiva en el raw. También dije que pixel y fotodiodo podrían asimilarse como una misma cosa. Lo dije en forma didáctica. Ya que fotodiodo es un sensor que al recibir luz genera un señal eléctrica con un voltaje proporcional a la luz recibida. Mientras que pixel es la menor unidad de información de una imagen. Esa información del píxel se obtiene tras el revelado y generalmente corresponde a la información procesada proveniente de 4 fotodiodos: 2 verdes, 1 azul y 1 rojo. Ya veremos mejor todo ésto cuando hablemos de la imagen digital en el capítulo 2. Por qué necesitamos entonces el Photoshop (o cualquier editor de imagen)? Lo necesitamos de la misma manera que antes necesitábamos un laboratorio para revelar la película. Cada sensor tiene una tecnología diferente. El archivo de captura es un archivo específico del sensor denominado genéricamente archivo raw que simplemente registra el estado de cada fotodiodo del sensor. No hay información de color ni tonalidad. Existen tantos tipos de raw como sensores hay en el mercado. Por tanto se precisa un software, bien incluido en la cámara o bien externo (un revelador o editor), que transforme esa información en un archivo de imagen estándar y visualizable como el TIFF o el JPEG. Pero hay otra razón más. Incluso puede que más importante. Tanto la película como los sensores digitales son capaces de registrar una cantidad muy grande de información. Mucho más grande que la que una pantalla o un papel puedan reproducir. Esa información es la gama tonal de la escena que queremos fotografiar. La amplitud tonal varía de una escena a otra. Y muchas veces, especialmente en paisajes (pero no exclusivamente), supera la amplitud tonal que es capaz de captar el negativo o sensor. Y aún cuando logremos capturar toda esa gama tonal, superará la representable por un papel o una pantalla. Esa amplitud tonal se la conoce como rango dinámico. Por lo tanto cuando tomamos una foto, si lo hacemos bien, vamos a capturar una gran amplitud tonal que luego no podremos visualizar al pasar la foto a su soporte final. Esto ocurre porque la escena real puede tener un rango superior al que se puede capturar y a su vez el negativo o el sensor digital tienen un rango dinámico mucho mayor que el rango dinámico del papel o la pantalla del ordenador. La cámara (digital o película) capta mucha más información de la que podremos ver en la foto final. Al volcar la imagen registrada al soporte definitivo (papel o pantalla) perderemos muchísima información. Parte de esa información se pierde en el revelado. Entonces si dejamos que el revelado sea automático, no podremos controlar esa pérdida de información, y perderemos calidad en la imagen. Si por el contrario somos nosotros quienes hacemos el revelado, podremos decidir cuál información es prescindible y cuál no, dotando a nuestra foto de gran calidad. Y ésto no es pag. 6 de 8
manipulación. En el revelado químico el control lo tenemos con la temperatura y tiempos de los líquidos. En cambio en el revelado digital el control lo hacemos con los ajustes del software revelador. En este punto quisiera recordar los objetivos de cada parte del proceso fotográfico: - En la captura el objetivo es registrar la mayor cantidad de información que sea posible. - En el revelado y procesado el objetivo es conservar la mejor información y mostrarla en forma óptima según el soporte final: tipo de papel, pantalla, proyector etc. 5. Positivado / Procesado Casi ya hemos acabado el proceso fotográfico. Ya tenemos la imagen revelada. Por aún falta un paso para obtener la imagen final. Este paso es obligado para la fotografía química: el positivado. Ya que al revelar la película obtenemos un negativo, que si bien es visible no es definitivo. Y hay que invertirlo o positivarlo. El positivado se hace proyectando el negativo sobre un papel químico. En la fotografía tradicional durante el positivado se ajusta el contraste, luminosidad y color de la foto. También en el paso del negativo al papel vuelve a haber pérdida de información, por exceso de rango dinámico, que es deseable controlar. Ese control se hace con técnicas como el apantallado o reservas y quemados. Finalmente se revela el papel donde habíamos proyectado el negativo y... voila! ya tenemos la foto definitiva en papel. En fotografía digital este paso es opcional y se llama procesado. No hay necesidad de positivado ya que la imagen es positiva desde el mismo revelado digital. Por lo tanto si la imagen que tenemos tras el revelado ya nos sirve en cuanto a rango dinámico, contraste y tono, lo único que nos queda es pasarla a JPEG. De lo contrario podremos hacer un procesado para afinar esos ajustes. En la obtención del JPEG definitivo, más aún si se reveló a 16 bits como debiera ser, también hay pérdida de información. Cuando imprimimos el JPEG, según el método de impresión empleado, también se puede perder información nuevamente. Todas esas pérdidas de información es necesario controlarlas para obtener una imagen final de calidad. Ese control se logra durante el procesado con diversas técnicas que ya veremos. En digital tanto el revelado como el procesado se hace con software, que puede ser el mismo para ambos procesos, o programas diferentes: Por ej. el Lightroom y Capture One se especializan más en revelado neutro sin excesivo postproceso, mientras que el Photoshop se usa para tratar una imagen luego del revelado. Cuando usamos la cámara en automático además de exponer automáticamente, también se hacen un revelado y un procesado automáticos que no controlamos y que mucha gente ni siquiera sabe que existen. De esa manera la cámara nos muestra en el visor la imagen final, un archivo JPEG, que podemos pasar a nuestro ordenador e imprimir. Sin embargo hemos perdido el control de la mayor parte de los pasos del proceso fotográfico que influyen de una manera muy determinante en la calidad de la foto final. Y, como hemos visto, no se trata únicamente de los ajustes de cámara. pag. 7 de 8
NOTA: Quiero aclarar que la mayoría de los fotógrafos, libros y cursos de fotografía consideran al revelado y procesado digital como una misma cosa. A mí me gusta separarlo. por qué? porque considero que no es lo mismo. Haciendo un paralelismo con la fotografía química, el revelado digital es el proceso por el cual se transforma la información en imagen. Con ajustes mínimos como el contraste, luminosidad y equilibrio de blancos. Mientras que el procesado lo asocio más al positivado químico donde se controlaban otros aspectos como el rango dinámico y luminosidad selectiva de las sombras o las luces a través de técnicas como el apantallado (reservas y quemados), etc. Soy consciente, no obstante, que los procesos no se corresponden exactamente entre digital y químico ya que, por ejemplo, el equilibrio de blancos en químico se hacía en el positivado y no en el revelado. Lo mismo que no hay una línea bien definida que los separe. Y cada vez esa línea se diluye más con los software que inicialmente sólo revelaban (Lightroom y Capture One) y que cada vez van sumando más herramientas de procesado avanzado. Pero a mi entender la separación de revelado digital y procesado digital hace más justicia al proceso fotográfico y al purismos fotográfico. Ya que una imagen con revelado digital sin procesado puede considerarse como pura. De hecho en muchos concursos de prestigio y publicaciones se ponen estos límites para la admisión de una imagen. Lo mismo que existen softwares específicos para revelado como el Adobe Camera Raw (ACR). Información adicional sobre software editor de imagen (revelado / procesado) El software más conocido es el Photoshop CS (de Adobe, actualmente en versión CS6) que incluye una aplicación llamada ACR (Adobe Camera Raw) que se encarga del revelado. El ACR transforma el raw en un TIFF. El TIFF es el que luego se puede procesar, o no, con el mismo Photoshop y finalmente se pasa a JPEG para su uso definitivo como imagen final. El Photoshop es un programa muy completo que además de revelar con la aplicación adjunta ACR, tiene muchas herramientas y muy complejas de procesado que exceden el uso fotográfico siendo apto, y posiblemente el más usado, en diseño gráfico y publicidad. Hay versiones Windows y Mac, tanto de 32 como 64 bits. Existen otros softwares editores de imagen además del Photoshop CS. Algunos de los más conocidos son Photoshop Lightroom, Photoshop Elements, Capture One, Aperture y Capture NX. También los hay de código abierto (software libre) como Dark Table y GIMP. Lightroom (también de Adobe) y Capture One (de PhaseOne) son programas más especializados en revelado pero que también tienen herramientas de procesado, aunque más básicas. Con estos dos programas se obtienen excelente resultados y son específicos para su uso en fotografía. Siendo los preferidos de los fotógrafos, mientras que Photoshop CS es más usado por publicistas y diseñadores. Pueden exportar la imagen final como JPEG o, si se quiere hacer un procesado más sofisticado, se puede exportar como TIFF para trabajarla con Photoshop CS. Existen en versiones Windows y Mac, tanto en 32 como en 64 bits. Photoshop Elements es una versión light y muy económica de Photoshop, dirigida a aficionados básicos. Aperture es similar al Photoshop pero exclusivo de Apple. Y finalmente Capture NX es un soft exclusivo de Nikon y que únicamente funciona con cámaras de la propia marca. pag. 8 de 8