ICSA y Aysam tienen un plan. La empresa del grupo Pescarmona y la distribuidora de agua trabajan en un proyecto para automatizar la prestación y control del servicio en Mendoza. La empresa del grupo Pescarmona y la distribuidora de agua trabajan en un proyecto para automatizar la prestación y control del servicio en Mendoza. Los desarrollos de la empresa en el país y en América Latina. Por Gabriela Ceppi El actual sistema de distribución de agua potable y saneamiento de Mendoza se pensó y creó cuando la población era sensiblemente menor y el consumo de industrias no alcanzaba el 50% de la actual demanda. Hoy con casi 2 millones de habitantes en total, de los que más de la mitad viven en el núcleo urbano del Gran Mendoza, la empresa tiene 375.794 usuarios, de estos 19.945 corresponden a industrias y comercios, un 5,31% del total. El sistema muestra los síntomas claros de agotamiento, que se traducen en baja presión, roturas y cortes recurrentes y otras deficiencias en el servicio propios de los desencuentros entre oferta y demanda de servicios públicos. Por esto, de la mano de una empresa del grupo Pescarmona, ICSA, con experiencia en desarrollos de este tipo no sólo en el país sino en América Latina, se ha pensado en una estrategia, que de funcionar, podría automatizar el sistema de consumo dando plazo para las inversiones millonarias que significarán modernizar el abastecimiento. Concretamente, al
sistema actual de distribución de agua potable se le aplicaría un control a través de software y equipamiento tecnológico desarrollado por ICSA que permitirá encontrar las pérdidas y medir el caudal. Para esto se necesitarán caudalímetros y medidores de presión en las cañerías troncales de la red de agua potable y saneamiento. Además, a través del software se podría controlar en tiempo real la calidad del fluido. Esta es la pretensión y el plan que ha encarado la empresa Ingeniería y Computación Sociedad Anónima (ICSA), en conjunto con Aguas y Saneamientos Mendoza (Aysam) que, de prosperar en los próximos meses se aplicará para minimizar el derroche de agua y los reclamos por falta de suministro. El proyecto contempla la creación de un centro de control operativo que permitirá ver qué está sucediendo en todos los puntos de la provincia, desde las plantas potabilizadoras hasta las bombas elevadoras que se utilizan para el abastecimiento a través de pozos. A partir de estos datos llegará la automatización de la facturación. Enrique Ribbert, del área comercial de ICSA, confirmó que el proyecto permitiría identificar las zonas rojas de consumo y también aquellas que, sin derroche, necesitarán mayor demanda debido al crecimiento poblacional. Esta es una vieja promesa desde que Obras Sanitarias dejó de estar en manos privadas y pasó a ser Aysam en 2010, una empresa de gestión estatal. La idea es tener un registro de ese consumo, zonas y lugares críticos, caudales y presión. Esto permitiría inspeccionar puntos y saber hacia dónde redireccionar caudales. Incluso dejará ver en tiempo real las pérdidas antes de que lleguen a la superficie, lo que se traducirá en un importante ahorro no sólo del líquido sino de trabajo medido en horas hombre que hoy debe afrontar la empresa en manos del Estado. FINANCIAMIENTO Para financiar el proyecto que está en etapa final se tomarán fondos del FITR (Fondo de Innovación Tecnológica Regional) que ofrece hasta 50 millones de pesos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Este fondo permite a pequeñas y medianas empresas brindar soluciones tecnológicas a empresas del Estado. Como condición, este proceso debe estar monitoreado por técnicos de universidades, para esto se está analizando el proyecto con especialistas de la Universidad Nacional de Cuyo y también con la Universidad Nacional de San Juan. En Mendoza, la promoción de esta línea y la asistencia a empresas y proyectos para que accedan a este financiamiento se viene dando desde el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (Iditis). La convocatoria cierra este mes, hay que presentar el proyecto para lograr esta especie subsidio. Es un fondeo que dará el Estado para soluciones tecnológicas, confirmó Ribbert quien lleva adelante el proyecto por parte de la empresa privada. La ejecución de este sistema exige una contraparte que es del 20%, estos fondos deberán invertirse entre la reestatizada Aysam e ICSA, quien encarará el proyecto.
Ribbert considera que con estos fondos es posible que se alcance la primera etapa que es el balance de la red y en una segunda vendrá el monitoreo en tiempo real para el cual se dejará la plataforma preparada. Entre investigadores e ingenieros se necesitarán al menos 30 trabajadores que deberán realizar los trabajos de campo. Ingenieros civiles, industriales, eléctricos, especialistas en automatismos y aguas. Esto sería solo para la ingeniería pero después la puesta en marcha implicará un número importante de personas que aún no está calculado, pero será personal de ICSA y AYSAM. El centro de control deberá funcionar en Aysam. En el edificio central de la empresa se podrá controlar de manera diaria cómo están funcionando las redes de agua pero también las de cloacas. El pedido El crecimiento demográfico de Mendoza se realizó sin demasiada planificación. La demanda de agua es cada mayor y las redes son las mismas desde hace 30 a 50 años. Para esto se necesita una planificación de cómo está llegando el fluido a los hogares. Un sistema controlado me permitirá balancear el consumo y decidir no sobrecargar algunas redes y tener otras ociosas, señala Ribbert. Se necesitaría una inversión importante para tonificar el servicio. Recordemos que la concesión del mismo debió ser quitada a capitales franceses en 2010 tras comprobarse serios incumplimientos por parte de los mismos. Desde ese momento, el Estado provincial ha destinado 104 millones de pesos y está en la etapa final la aprobación de un crédito del Banco Nación por otros 400 millones de pesos, que servirán para paliar las urgencias en la prestación del servicio de agua potable y cloacas. EL SOFTWARE SERÁ CLAVE Para poner en marcha el sistema se necesitarán caudalímetros, que estarán ubicados en cada una de las redes troncales de Mendoza, además se colocarán medidores de presión, de cloro, de PH, y otro de turbiedad del agua lo que permitiría saber a ciencia cierta la calidad del agua que llega a los hogares o a las plantas industriales. Según explicó Ribbert eso es necesario teniendo en cuenta que cuando hay temporales en alta montaña, el fluido llega con mayor grado de turbiedad a las plantas potabilizadoras. La instalación de los mismos permitirá tener anticipadamente esta información y tomar las medidas correspondientes con mayor celeridad. Además habrá un software que permitiría determinar variaciones o aumentos de presión, lo que conducirá a desviar agua para no saturar ninguna red y en especial para no desabastecer a otras que lo estén necesitando.
Aún no está tomada la decisión, pero la idea es ir hacia el sistema medido en todos los hogares mendocinos. Si bien esto irá en una etapa posterior, la plataforma tecnológica servirá para inyectarle este tipo de instrumentos a futuro, confirmó el especialista de ICSA. Este mes se presentará el proyecto en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y la resolución demandará unos 6 meses. Así antes de fin de año se podría saber si el fondeo está para empezar a trabajar y el año que viene estaría operativo el servicio. Actualmente ICSA está trabajando este sistema en Neuquén con una empresa estatal, y ahora participará de la licitación para aplicar el mismo sistema en San Juan porque esa provincia ya obtuvo el sí de la Nación para el financiamiento. Además ICSA está desarrollando otro proyecto similar en un municipio de Colombia. Mientras que en Buenos Aires existe el monitoreo, pero ICSA realizará una modernización del sistema. LA EMPRESA Ingeniería y Computación Sociedad Anónima (ICSA) es una empresa local que pertenece a la Corporación Impsa del empresario mendocino Enrique Pescarmona. Tiene 32 años funcionando como una unidad independiente con más de 400 obras finalizadas en 24 países. Trabaja en el automatismo de turbinas en Latinoamérica y también en Malasia. Atienden grandes centrales hidroeléctricas en Brasil y Venezuela. En Mendoza, la planta que está sobre la lateral del Acceso Sur casi Aráoz tiene más de 300 empleados, en su mayoría ingenieros. Además está en funcionamiento ICSA Brasil, principal país de sus operaciones. Desde ICSA están abocados a sistemas de generación, control, telemedición y automatización de proyectos de generación eléctrica. Además trabajan en monitoreo y automatizaciones de redes de agua potable y saneamiento. La empresa ha logrado certificar los estándares más altos de seguridad, calidad, medio ambiente y gestión, sus certificaciones ISO 9001:2008, ISO 14001:2004 y OSHAS 18001:2007. Actualmente están en gestión de certificar la de Responsabilidad Social Empresaria. Esto exige demostrar qué es lo que aportan a la sociedad, al lugar donde está emplazada y qué desarrollo de carrera tienen los empleados. Esto último mejora la condición en algunas licitaciones, en especial las internacionales. CÓMO LLEGA EL FINANCIAMIENTO? Los Fondos de Innovación Tecnológica Regionales (FITR) son el instrumento central del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) para apoyar la generación de innovaciones que son críticas para el desarrollo de los sectores y Núcleos Socio Productivos Estratégicos (NSPE) focalizados. El objetivo es financiar parcialmente proyectos que tengan como meta
promover el desarrollo de nuevas tecnologías, procesos y metodologías más eficientes y sustentables. Para esto se prevé la conformación de consorcios público- privados tendientes a ejecutar proyectos de I+D+I fuera de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Santa Fe, Rosario y Córdoba. Los proyectos deberán orientarse al fortalecimiento de alguno de los siguientes sectores: agroindustria, industria, energía, salud, ambiente y desarrollo sustentable, desarrollo y tecnología social. En Mendoza estos fondos son coordinados por el Iditis.