AÑO III, Nº 61-27 de diciembre de 2013 Prevención de Lesiones en el Fútbol Recreativo y de Competición Autor: Javier Vilamitjana Magíster en Diseño y Gestión de Programas de Actividad Física para la Salud Resumen En Argentina existe una importante porción de la población masculina que practica fútbol desde la primera infancia y cerca del 40% lo practica al menos de manera esporádica. La práctica masiva del fútbol toma diversas modalidades: una gran parte de los aficionados lo practican informalmente en parques, plazas y calles. Adicionalmente, el Estado, las escuelas, las universidades, los sindicatos y los clubes no federados en la AFA, organizan campeonatos amateurs con participación de cientos de miles de jugadores. En la actualidad, la salud del jugador, sea profesional o aficionado, está expuesta a una cantidad de situaciones con una alta probabilidad de incurrir en una lesión deportiva. Muchos factores pueden determinar que un jugador se lesione (como la edad, sexo, carga de entrenamiento, destreza de juego, aptitud física, equipamiento adecuado, etc.), y tanto en el fútbol recreativo como en el de alta competencia es necesario respetar algunas pautas de prevención ante el riesgo de padecer una lesión deportiva. Diferentes estudios de investigación resaltan la importancia de realizar sesiones que contengan ejercicios especiales donde los grupos musculares se fortalecen de una manera más funcional y específica. Además, llevar a cabo una revisión médica previa a la práctica deportiva, como también tomar cuidado sobre una vida saludable (alimentación equilibrada, evitar sustancias nocivas, descanso, aseo, etc.), son factores determinantes a la hora de establecer un plan de prevención. PALABRAS CLAVE: FUTBOL PROFESIONAL - FUTBOL AFICIONADO PRACTICA MASIVA - RIESGO DE LESION INCIDENCIA DE LESION - FACTORES CAUSALES PREVENCION DE LESIONES - PAUTAS DE PREVENCION
En Argentina existe una importante porción de la población masculina que practica fútbol desde la primera infancia y cerca del 40% lo practica al menos de manera esporádica. En base a datos obtenidos en el conglomerado del Gran Buenos Aires, la práctica del fútbol es la actividad física mayoritaria de los varones en todas las franjas de población no sedentaria hasta los 60 años. En contraste, la población femenina registra un mayor sedentarismo a la vez que una muy baja opción por la práctica del fútbol, apenas llegando al 0,5%, aunque las adeptas a esta disciplina se han incrementado significativamente en los últimos cinco años. La práctica masiva del fútbol toma diversas modalidades: una gran parte de los aficionados lo practican informalmente y sin ley de fuera de juego ("el picadito") en parques, plazas y calles, principalmente los fines de semana. Otra forma de práctica masiva es el alquiler por grupos de amigos de "canchas de papi fútbol" sobre superficies duras, entre equipos de cinco a nueve jugadores por lado y reglas modificadas. Adicionalmente, el Estado, las escuelas, las universidades, los sindicatos y los clubes no federados en la AFA, organizan campeonatos amateurs con participación de cientos de miles de jugadores. Entre ellos se destacan las competencias de fútbol 11, fútbol 7 y futsal, dentro de los Juegos Nacionales Evita (12-16 años), los Juegos Sudamericanos Escolares, tres juegos deportivos regionales (Araucanía, Binacionales y Transandinos) y los Juegos Universitarios. En la actualidad, la salud del jugador, sea profesional o aficionado, está expuesta a una cantidad de situaciones con una alta probabilidad de incurrir en una lesión deportiva. Muchos factores pueden determinar que un deportista se lesione, y tanto en el fútbol recreativo como el de alta competencia, es necesario respetar algunas pautas de actuación para así prevenir el riesgo de padecer una lesión deportiva. Durante el transcurso del artículo se analizarán las pautas más importantes a tener en cuenta. Definición de lesión Haciendo una revisión de la literatura concerniente al tema de estudio, es evidente la heterogeneidad en la forma de definir lesiones. El National Athletic Injury Registration System de los Estados Unidos, la ha definido como Daño físico asociado con la práctica del fútbol (competición o entrenamiento) que limite la participación de al menos un día después de aquel donde se produjo la lesión. (1) Si bien la misma se ha empleado en recientes investigaciones, para Junge y Dvorak, investigadores de la FIFA Medical Assesment and Research Centre, esta definición contiene una cierta falencia. (2) Primero, su aplicación depende de la frecuencia de entrenamientos y partidos: un jugador que solamente entrena dos veces por semana tiene más posibilidad de recuperarse que aquel que entrena todos los días. Segundo, un jugador lesionado podría participar de sesiones de entrenamiento, pero su nivel de rendimiento permanecería disminuido o su programa de trabajo podría estar modificado. Tercero, la participación en el entrenamiento y específicamente en el juego podría estar influenciado por otros factores, como la disponibilidad del tratamiento médico o de la importancia del partido en relación a las instancias decisivas de torneo. Cuarto, no existe especificidad, dado que una fractura en el dedo de la mano no impide al jugador de fútbol la participación de su práctica, pero sí lo haría a uno que juega al hándbol. El Centro de Investigaciones de la FIFA (FIFA Medical Assesment and Research Centre), define a una lesión como Alguna queja o daño sostenido por el jugador, proveniente de un partido o entrenamiento de fútbol, que resultara la incapacidad de tomar parte, bajo condiciones normales, de un futuro entrenamiento o partido de fútbol. (3) (4) Gravedad de la lesión Ha sido definida como La longitud de tiempo desde que un jugador ha incurrido en una lesión hasta el día que retorne para una completa participación a los entrenamientos y disponibilidad plena para la competición (FIFA Medical Assesment and Research Centre). (3) (4) En general es clasificada en tres o cuatro categorías. Un consenso realizado por la UEFA (Union of European Football Associations) sugiere: leve (1 a 3 días), menor (4 a 7 días), moderada (8 a 28 días) y mayores (más de 28 días). (5)
Incidencia de lesiones y probables factores causales Los mecanismos relacionados con las lesiones en el fútbol son complejos y multifactoriales. (6) (7) (8) Factores intrínsecos como la edad y el sexo son importantes a la hora de analizar los riesgos de lesionarse. Si bien la edad no tendría una relación directa con una mayor incidencia de lesiones, la combinación de factores causales como el modo en el cual se planifican las cargas de entrenamiento durante la pubertad y adolescencia estaría directamente relacionada con la aparición de lesiones. (9) Con respecto al sexo, algunas diferencias corresponden en gran medida a una condición anatómica (por ejemplo lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla). (10) Los factores extrínsecos como el monto y la intensidad de la carga, acciones de juego, condiciones del campo de juego, indumentaria y violaciones a las reglas de competencia han sido tema de estudio para diferentes grupos etarios. (6) Componentes de la carga como la relación entre sesiones de entrenamientos y partidos fue estudiado en jóvenes futbolistas. (11) Se ha determinado que un alto cociente entre sesiones de entrenamientos/partidos ha producido mejorías en el rendimiento del juego con niveles más bajos en la aparición de lesiones. (11) En el fútbol de alto nivel parecería ser diferente y aún persisten interrogantes acerca de la existencia de factores que hacen que el riesgo de lesión aumente o disminuya durante la temporada de juego. Se han llegado a determinar hasta 17 factores intrínsecos y extrínsecos vinculados con el jugador adulto. (6) (8) Entre los factores que podrían influenciar con mayor acento a la incidencia de lesiones se incluyen: el nivel de destreza de los jugadores, componentes relacionados a la carga del entrenamiento y la frecuencia competitiva. Incidencia de lesiones y nivel de destreza en el juego En diferentes trabajos realizados con jóvenes (12) (13), se ha investigado la incidencia de lesiones y se la comparó con niveles determinados en adultos. Al parecer, los jóvenes (jugadores de fútbol amateur) responden de forma eficiente a los trabajos de prevención de lesiones, pero poseen un nivel de incidencia mayor al de los adultos. (14) Estudios realizados con jóvenes provenientes de dos regiones de la Republica Checa revelaron niveles más altos de incidencia en jugadores con menor destreza adquirida.(15) Ekstrand y colaboradores (16) hacen referencia a la destreza cuando se determinó un menor nivel de incidencia a los entrenamientos en jugadores representativos nacionales comparado con jugadores participantes de la Liga de Campeones. En contraste, Inklaar y colaboradores reportaron un mayor nivel de incidencia a mejores niveles de destreza en cuatro grupos de jóvenes. (17) Otros estudios que han considerado la relación del nivel de destreza con la incidencia de lesiones en adultos han arrojado resultados similares que aún permanecen inconclusos. (18) (19) Incidencia de lesiones, carga de entrenamiento y frecuencia competitiva La carga del entrenamiento es un factor que inevitablemente guardará siempre relación con el riesgo de comparecer una lesión, tanto en los partidos como en el entrenamiento mismo. (6) Para Ortega Gallo y cols. (20) los jugadores profesionales de fútbol que afrontan cuatro campeonatos al año están expuestos a un alto riesgo de lesión, donde la mayoría de lesiones ocasionadas durante la temporada fueron observadas durante los entrenamientos (el 69% de las 391 lesiones registradas en el año de observación). Las consecuencias de un cronograma ajustado de partidos han sido evaluadas en dos grupos de jugadores del fútbol profesional de Argentina (Vilamitjana y cols). (21) El primer grupo estaba conformado por aquellos que jugaron solamente la Liga de Clubes (BFC), mientras que el segundo grupo lo integraba jugadores participantes de la Liga de Clubes y la Copa Libertadores de América (AFC). Se pudo determinar que en los jugadores con mayor cantidad de participaciones el riesgo de lesión a entrenamientos
era significativamente mayor (p<0.01) en comparación con su grupo contraparte (4.5 vs. 1.2 lesiones por cada 1000 horas), mientras que en los partidos las diferencias no fueron significativas. Después de una lesión, los jugadores AFC tuvieron ausencias más largas a partidos jugados (3.5 vs 1 partido, p<0.01), a entrenamientos (14.4 vs 6.8 días, p<0.01) y a la duración total hasta el momento del alta (21,7 vs 9,4 días, p<0.01). Con relación a la naturaleza de las lesiones, el sistema muscular es la estructura que más se reciente en circunstancias de alta frecuencia competitiva. Los niveles encontrados en cada tipo de lesión son similares para ambos grupos (diferencias del 2.5 al 5.6 %), excepto para las lesiones musculares, donde el grupo de jugadores AFC supera significativamente a su contraparte en un 14.6% (p<0.01). Dentro de la estructura muscular, se registró un mayor porcentaje de lesiones por contractura (11.4 %) (p<0.01) y por fatiga (6.9 %) (p<0.05) a favor del grupo AFC. Las lesiones de otra naturaleza no presentan diferencias con nivel de significación estadística. La sobrecarga física originada por la acumulación de los partidos se evidencia a través de un mayor número de lesiones por fatiga y contractura muscular. Dado que el nivel de incidencia en los entrenamientos era significativamente mayor en el grupo AFC, es necesario poner de manifiesto que dicho fenómeno también podría guardar relación con la carga de trabajo (cantidad de sesiones) que realizan dichos jugadores durante los días previos a los partidos y posterior a ellos. Incidencia de lesiones en el Fútbol Recreativo Si bien no existen estadísticas a nivel nacional, se han realizado estudios que contemplan qué sucede con este deporte a nivel recreativo, por ejemplo en España. Herrero y cols. (22) han descripto reportes de 134.570 jugadores aficionados, donde el nivel de lesión fue significativamente menor que en jugadores profesionales (1.15 cada 1000 hs de partidos y 0.49 cada 1000 hs de entrenamiento). En el tipo de lesiones también se registraron diferencias con el fútbol de elite: la rodilla (29.9%) y las articulaciones del tobillo (12.4%) fueron las localizaciones más comunes del cuerpo, mientras que los esguinces de ligamentos y rupturas representaron el 32.1% del total de accidentes atendidos. Jugadores aficionados de mayor edad (edad 30 años) tenían un mayor número de lesiones por año y por cada 1000 horas de juego que sus contrapartes más jóvenes. Factores relacionados a la prevención de lesiones Todo ejercicio físico, tanto esté basado en el rendimiento físico como en la recreación corporal, es susceptible de provocar una lesión deportiva. Diferentes estudios de investigación resaltan la importancia de realizar sesiones que tengan características preventivas, (6) (23) (24) (25) (19) (55). Existen ejercicios especiales como los de balance de la zona media como también los llamados propioceptivos, donde los grupos musculares se fortalecen de una manera más funcional y específica. Estas ejercitaciones van a contribuir a mejorar tanto la calidad de vida de forma general como una mejora de las sensaciones kinestésicas en la práctica deportiva. Por ejemplo, Caraffa y cols. (26) documentaron durante tres temporadas a dos grupos de 300 jugadores provenientes de 40 equipos semi-profesionales (14 y 18 años). El grupo control realizó el entrenamiento normal y el grupo de prueba realizó durante la pretemporada 20 minutos diarios de 5 fases de propiocepción. Los resultados demostraron que el grupo intervención finalizó las temporadas con una menor incidencia de lesiones de ligamento cruzado anterior de la rodilla (1.15 lesiones/1000 hs de actividad vs Grupo Control: 1.55/1000 hs de actividad por año por equipo) (p<0.001). Los autores concluyeron que un entrenamiento especial de propiocepción puede reducir la incidencia de lesiones de ligamento cruzado anterior en jugadores de fútbol. Otros factores a considerar a la hora de entrenar son: - Poseer una preparación física adecuada al tipo de actividad a realizar. - Realizar un calentamiento adecuado a la actividad principal.
- Utilizar un equipamiento adecuado (calzado, ropa, protectores, etc.). - Controlar la salud con frecuentes análisis y controles médicos. - Llevar una vida saludable (alimentación equilibrada, evitar sustancias nocivas, descansar, etc.). - Cesar la actividad física ante cualquier síntoma de dolor o fatiga. Entre todos los factores anteriormente citados, uno de los más influyentes es la condición física del sujeto. Está demostrado que personas con un bajo nivel de fuerza, flexibilidad y estabilidad tienen más probabilidades de padecer alguna lesión. (27) En síntesis: qué hacer para prevenir lesiones 1) Con relación al medio ambiente Tener siempre en cuenta el espacio físico y la superficie, con el fin de evitar golpes e incidentes debido al estado de la superficie donde se juega. Con respecto a la temperatura ambiental, evitar momentos de máximo frío o calor. 2) Con relación al equipamiento El uso de calzado adecuado para la práctica deportiva, poniendo especial énfasis en los elementos de protección. 3) Desde el punto de vista cognitivo Cumplir estrictamente las reglas y normas. 4) Con respecto a la salud Llevar a cabo una revisión médica previa a la práctica deportiva. Del mismo modo, respetar una rehabilitación adecuada de las lesiones antes de continuar con el entrenamiento o la competencia regular. 5) En lo que respecta a la preparación física Es imprescindible realizar un calentamiento adecuado previo a cualquier actividad física, ya que vamos a facilitar la elasticidad articular y aumentar la temperatura corporal para adaptar el organismo a la actividad física principal. Por otro lado, es oportuno realizar ejercicios de baja intensidad y estiramientos justo después de finalizar la práctica de ejercicio físico. 6) En lo que respecta a la condición física Las probabilidades de padecer alguna lesión aumentan cuando el nivel de condición física es bajo.
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