UN MODELO INVIABLE: AVANZANDO HACIA UNA CORRECIÓN DE SUBSIDIOS? PANORAMA GENERAL Desde la llegada de Fábrega a la cúpula del Banco Central, a mediados de Noviembre del año pasado, se dio comienzo a un clásico ajuste monetario con el fin de hacerle frente a la inestabilidad monetaria y cambiaria. En un principio se aceleró el proceso de devaluación gradualista hasta que se decidió cambiar la estrategia y a fines de enero, luego de dos saltos discretos, el valor de la divisa estadounidense se fijó en 8 pesos. Esta devaluación de más del 20 % en el primer mes del año fue acompañada por un alza en las tasas de las Letras y Notas del BCRA de 1300 puntos básicos, lo que repercutió en el resto del sistema monetario. Este ajuste de tasas fue acompañado por una contracción monetaria a través de las licitaciones semanales que realiza el BCRA por medio de la venta de LEBAC y NOBAC, operatoria mediante la cual ya se absorbieron más de 73.000 millones de pesos (incluyendo pases) en lo que va del año. Los resultados fueron los esperados: se logró calmar el mercado del dólar informal reduciendo la brecha con el oficial y se detuvo la caída de reservas internacionales. Las consecuencias sobre la economía real no tardaron en llegar: el encarecimiento del crédito, sumado a un panorama que de por sí era poco prometedor para 2014, amenaza a la economía con llevarla hacia un proceso recesivo. Es que el problema central es la inconsistencia de políticas, ya que mientras se cargue todo el ajuste sobre la política monetaria, sin equilibrar las cuentas fiscales, el problema continuará y la autoridad monetaria deberá convalidar tasas cada vez más altas para contrarrestar el efecto de la emisión necesaria para financiar al Tesoro nacional. De esto parece haber tomado nota el equipo económico y es por ello que, aunque disfrazado con argumentos distributivos, decidieron anunciar el recorte de subsidios como medida para equilibrar las cuentas públicas, dado que durante los años de gestión kirchnerista se ha erigido www.invecq.com Tel: 5435 8492 / 0467 Info@invecq.com 1
como una de las partidas presupuestarias más dinámicas. En el año 2006, los subsidios económicos (energía, transporte, etc.) alcanzaban unos 8.600 millones de pesos y representaban el 1,2 % del PBI. Desde entonces los subsidios recorrieron continuamente un sendero alcista tanto en términos nominales como en relación al PBI (con la única excepción del año 2009) hasta llegar a marcar la sideral cifra de $ 134.144 millones el año pasado, representando un 4,6 % del PBI, valor que se asemeja al déficit público consolidado (Nación, provincia y municipios) estimado en casi el 5 % del PBI. Los números actuales confirman que la tendencia continúa: en enero de 2014 el gasto público se incrementó en un 44,2 % interanual y los motores del aumento fueron principalmente subsidios (73 %) seguidos por gastos en seguridad social y personal (34 % respectivamente). ACLARANDO CONCEPTOS Aquello que se paga por un bien o servicio público se denomina tarifa, ésta puede ser o no igual al precio de dicho bien o servicio, es decir al costo en que incurre la empresa para prestar el bien o servicio más un margen de utilidad. En nuestro país, los servicios públicos si bien están concesionados a empresas privadas, funcionan bajo muchas regulaciones estatales. Una de ellas es la de fijar las tarifas, lo que supone que el Estado determina cuánto es el monto que perciben las empresas prestadoras de los mencionados servicios. Pero esta tarifa no es pagada en su totalidad por los usuarios ya que la demanda de algunos servicios públicos como la luz y el gas están fuertemente subsidiados, por lo que la tarifa que reciben las empresas prestadoras es pagada en parte por los usuarios residenciales, comerciales e industriales y en parte por el Estado nacional a través de subsidios. La reducción o bien la quita total de los subsidios tendría un fuerte efecto sobre los usuarios, ya que deberían empezar a pagar una mayor parte de la tarifa, pero desde el punto de vista de las empresas prestadoras (generadoras de energía y distribuidoras) lo único que cambiaría sería el origen de lo que reciben por el servicio prestado: dejarían de recibir una parte de los usuarios y otra parte del Estado para pasar a recibir la totalidad de la tarifa (o una mayor parte) desde los usuarios. Lo que debe quedar claro es que una quita de subsidios no implica necesariamente una suba de tarifas (entendida como el monto que reciben las empresas) aunque los usuarios así lo perciban. Reducir subsidios es una medida netamente fiscalista, pero para nada implica mejorar la rentabilidad de las empresas prestadoras; para ello sería necesario un ajuste tarifario. Cabe recordar que las tarifas, en su mayoría, se encuentran congeladas desde la crisis de la convertibilidad a partir de la necesidad de mitigar en parte los efectos de la crisis y de la inflación producto de la megadevaluación. Seguramente haya sido un error el haber mantenido las tarifas en un mismo nivel durante tantos años, en los cuales los costos para las empresas fueron sufriendo constantes aumentos mientras que sus ingresos permanecían fijos, provocando el atraso tarifario más largo y profundo de la historia económica argentina. Esta política provocó, además de un sideral aumento en los subsidios, un deterioro en la rentabilidad de las empresas encargadas de brindar el servicio, expuesto crudamente en el deplorable estado en que se encuentran hoy en día los servicios públicos en Argentina. MEDIDA Y EFECTO REAL Cómo ya se mencionó, los subsidios han sido una de las partidas más dinámicas del erario público. En el gráfico se puede observar la evolución de los subsidios económicos (se excluyen subsidios sociales como la AUH y otros) que son los que están en el centro de atención por parte de los funcionarios públicos. Todos los años, desde 2006 y a excepción de 2009, los subsidios económicos crecieron a una tasa mayor al 20 %, marcando ratios increíblemente altos en años como 2011 (66 %), 2007 (80 %) y 2008, cuando se duplicó el monto destinado a www.invecq.com Tel: 5435 8492 / 0467 Info@invecq.com 2
subsidiar sectores como la energía y el transporte (113 %). Luego de tantas idas y vueltas, finalmente se dieron a conocer más detalles sobre la reducción de subsidios a los servicios públicos de gas y agua, pero especialmente en lo que respecta al gas. Al término de las tres etapas en las que se llevará a cabo el ajuste en las facturas de los servicios públicos, a partir del 1 de agosto del corriente, los aumentos para aquellos usuarios residenciales que no logren reducir el consumo con respecto a igual bimestre del año pasado, oscilarán entre el 100 y el 284 %, según su categoría. El criterio elegido finalmente, fue el del consumo y es por ello que se busca premiar a los usuarios que logren consumir menos gas que el año pasado: aquellos que reduzcan el consumo por encima de un 20 % seguirán recibiendo la totalidad del subsidio sin sufrir cambios en su factura. Los que reduzcan el consumo entre un 5 y un 20 %, conservarán la mitad del beneficio y quienes no ahorren (o lo hagan en menos de un 5%) sufrirán una quita de hasta el 80 % del subsidio. Debido a este modo de implementación es que no se sabe el monto real en que se verán menguados los aportes del Estado Nacional. Por el momento, la quita de subsidios se centra en el servicio de gas pero ya se han hecho anuncios con respecto a las facturas de luz que serían efectivos a partir de septiembre de este año. Es que dentro de los subsidios económicos, los destinados a la energía son los de mayor peso: durante 2006, el 38,5 % de los subsidios económicos eran destinados a subsidiar a los servicios energéticos (gas, luz), el transporte representaba el 23 % y el 38,5 % restante se destinaba a subsidiar al sector agroalimentario, rural, forestal e industrial y otras empresas públicas. Siete años más tarde, además de haber crecido exponencialmente el monto de los subsidios económicos totales, los destinados a la energía ganaron terreno y con más de 80.000 millones de pesos configuran el 61 % del total, convirtiéndose en la carga más pesada. Particularmente, en el caso del gas, los usuarios percibirán un aumento en sus facturas del precio del gas en boca de pozo, que es lo que se les paga a las petroleras. En la práctica, sin embargo, esto no significa una recomposición del precio que reciben las petroleras sino solamente una reducción de subsidios, ya que hoy en día el Estado les está pagando un valor superior al que figura en la factura. Las petroleras continuarán recibiendo los mismos valores pactados en el programa Gas Plus, salvo que de ahora en adelante una mayor parte de esos ingresos provendrán de los usuarios y no del Estado. El consumidor pagará más a la distribuidora, quién pagará más a la productora y cobrará menos del Plan Gas, reduciéndose efectivamente el subsidio. Sin embargo, varios factores atentan contra el cumplimiento del objetivo buscado por el gobierno que es el ahorro fiscal. El efecto de la devaluación, el corrimiento de la oferta doméstica desde precios viejos a precios nuevos, y la www.invecq.com Tel: 5435 8492 / 0467 Info@invecq.com 3
estrechez de la base sobre la cual se aplicará el recorte configuran un escenario muy poco optimista con respecto a la efectividad de las medidas. En el presupuesto 2014, se estimó un aumento en los subsidios al gas de más de 30 mil millones de pesos, donde el importe final se verá significativamente aumentado si se considera el efecto de la devaluación tanto en el gas importado como en el producido domésticamente, ya que el precio congelado es en dólares y no en pesos. Con un dólar a 8 pesos, estimaciones de FIEL aseguran que la importación de gas demandaría aproximadamente 15.000 millones de pesos adicionales y las compras de gas doméstico (con precios en dólares) otros 8.000 millones más de subsidios. De esta manera, como consecuencia de la devaluación, se sumarían a los 30.000 millones presupuestados otros 23.000 millones de subsidios. Existe además otro fenómeno que obedece al corrimiento de la oferta de gas doméstico, desde gas a precios viejos (U$S 2,60 por millón de btu del gas de yacimientos anteriores a 2012) hacia gas a precios nuevos y más altos (U$S 7,50 por millón de btu) pactados en el programa Gas Plus entre las petroleras y el gobierno nacional. Este corrimiento en la oferta va a agregar en 2014 otros 6.500 millones de subsidios adicionales, llevando los 23.000 millones a casi 30.000 millones. Es decir que el gobierno enfrenta la misión de reducir subsidios al gas habiendo provocado una duplicación (de 30.000 a 60.000 millones de pesos) de los mismos, en un año. Si a estos efectos se agrega que la medida no altera la situación de casi el 50 % de la demanda de gas, debido a la exclusión de las industrias y la zona patagónica, los efectos reales sobre las cuentas públicas serán lamentablemente imperceptibles. Pero como el descontrol de los subsidios no se limita al ámbito del servicio de gas sino también al de la electricidad, la quita de subsidios llegaría también para este servicio a partir de septiembre. En apenas tres meses (enero-marzo), el gobierno ya ejecutó el 46 % de los recursos que había presupuestado para subsidiar la energía eléctrica en todo el año. La metodología sería similar y los recortes de subsidios se aplicarían en principalmente a los usuarios de mayor consumo. Sin embargo, en el gobierno saben que el recorte al sector eléctrico es más complejo que el del gas dado que la multiplicidad de tarifas en todo el territorio nacional y el mal estado de la red de distribución hacen la tarea mucho más compleja. Es por esto que el Ministerio de Planificación firmó una serie de convenios de congelamiento de tarifas con todos los gobernadores a excepción del de Santa Fe. Se trata de un paso previo a la quita de subsidios a fin de poder restringir las distorsiones de precios que existen entre las distribuidoras provinciales y entre éstas y las del área metropolitana que, bajo la órbita de la Nación, no aumentan sus precios desde el periodo de convertibilidad. A cambio del congelamiento de tarifas por el lapso de un año en las provincias, la administración central financiaría obras por entre $ 150 y $ 200 millones en los distintos distritos. REPERCUSIONES EN LOS PAPELES ACCIONARIOS Desde el punto de vista bursátil, el anuncio del recorte de subsidios fue entendido como un giro pro mercado. Aunque las tarifas no sufran la actualización necesaria para mejorar la rentabilidad de las empresas productoras y distribuidoras de energía, la sola muestra de una menor injerencia por parte del Estado alcanzó para despertar el interés por los papeles accionarios de las mismas en el Merval. Las petroleras prefieren que el valor percibido provenga del público y no del subsidio estatal, ya que el Estado es siempre un peor pagador que los usuarios directos. Si bien los rumores circulaban desde hace un tiempo la tendencia alcista se nota con mucha mayor claridad a partir del anuncio del 27 de marzo. Desde ese día las acciones de Pampa Holding subieron más de un 35 %, las de EDENOR más de un 53 % y las de METROGAS (afectada directamente por los primeros recortes) en casi un 80 %, desde los $1,20 a principios de año hasta tocar casi los 3 pesos por acción (15/05) www.invecq.com Tel: 5435 8492 / 0467 Info@invecq.com 4
CONCLUSIÓN Aún quedan muchas dudas con respecto a la implementación de las medidas y esto se debe en gran parte a la deficiente comunicación por parte de las autoridades encargadas de llevar a cabo el plan. Lo que sí queda claro es que el gobierno se ha dado cuenta de que es necesario controlar un gasto público desbordado. La pregunta es si realmente serán capaces de lograrlo con este tipo de medidas. Por otra parte, sigue siendo preocupante el atraso tarifario que lleva a la empresas prestadoras de los servicios públicos a no solo dejar de invertir sino incluso prescindir hasta de tareas de mantenimiento básicas. Una quita de subsidios y un ajuste tarifario sería un muy duro golpe para la economía de las familias, y más hoy por hoy con claros indicios de una economía en desaceleración y con una inflación cercana al 40 % anual. Una vez más en lugar de enfrentar los problemas a tiempo se decidió patearlos para adelante aunque se sepa que luego sería más difícil de solucionarlos; una vez más en nuestro país la política quiso desplazar y desconocer los principios más básicos de la economía; una vez más se eligió la improvisación a la planificación; una vez más pagaremos entre todos los desaciertos de nuestra política económica. www.invecq.com Tel: 5435 8492 / 0467 Info@invecq.com 5