Periodismo audiovisual Información, entretenimiento y tecnologías multimedia

Periodismo audiovisual Información, entretenimiento y tecnologías multimedia Por Carles Marín. Editorial Gedisa. Barcelona. Primera impresión: 2006. Este material es de uso exclusivamente didáctico. 1

Índice PRÓLOGO...15 Matías Prats PLANTEAMIENTO 17 1. Nacimiento del periodismo audiovisual. Origen y evolución de la radio y la televisión...21 1.1Deltelégrafoalaradio 22 1.2 Las primeras estaciones..23 1.3 La profesionalización de la radio...24 1.4La radio en España..26 1.5 La televisión: inicios y primeras investigaciones...28 1.5.1La fototelegrafía 29 1.5.2 La televisión mecánica. 29 1.5.3 La televisión electrónica..30 1.6 El punto de partida y la regularización de la televisión..30 1.6.1 Quiénes fueron los primeros?...31 1.7 Etapas de la televisión 32 1.7.1 La primera: un medio sin público (1935-194l) 33 1.7.2 La segunda: la televisión nacional (1941-1962).33 1.7.2.1 La consolidación de los servicios informativos 35 1.7.3 La tercera: la definitiva de la televisión (1962-1980).37 1.7.4 La cuarta: la revolución tecnológica de la televisión (1980-20??) 38 1.8 La televisión en España..38 1.8.1 El punto de partida. Desde 1948 hasta 1956..39 1.8.2 El primer Telediario: septiembre de 1957...40 1.8.3 Los programas grabados y la expansión de TVE: 1960-1963....41 1.8.4 Consolidación del medio desde 1964 hasta 1975...42 1.8.5 Democratización de TVE: 1976-1982. 43 1.8.6 La televisión de Felipe González y la entrada de los terceros canales: 1983-1989...45 1.8.7 Entrada de los canales privados y de la televisión especializada: 1990-2006...46 2. Géneros radiofónicos y televisivos. Tipología..49 2.1 Medios creíbles e inmediatos.50 2.2 Los géneros radiofónicos y televisivos..51 2.2.1 Géneros unipersonales 54 a) La noticia.55 Cómo se estructura la noticia?...59 b) El reportaje..62 c) El docuinforme.63 d) El documental...64 e) El docudrama....64 f) La crónica. 65 g) El editorial....66 h) El comentario...67 i) La crítica...67 2.2.2 Géneros interpersonales..68 a) La noticia dialogada.68 b) La crónica de alcance...69 c) La entrevista: de declaraciones y de personalidad o profundidad 70 d) Otros: el debate, la mesa redonda, la tertulia, la encuesta y la participación...73 2

3. Tipos de programas para radio y televisión. El lenguaje audiovisual...77 3.1 Programas radiofónicos y televisivos. Criterios y clases...78 3.1.1 Criterios para el diseño de programas 79 a) El tipo de canal.79 b) El horario..79 c) La periodicidad.79 d) La temporada 80 e) El público/el contenido.80 f) El género...81 g) La difusión...81 h) Las secciones 81 i) Los espacios publicitarios.81 3.1.2 Clases de programas 82 a) Informativos: informativo diario; boletín horario, avance, flash, la información del tiempo, informativo no diario, espacio de entrevistas, debate, retransmisión en directo.82 b) De entretenimiento: el magacín, el concurso, el cultural, deportes, telerrealidad, espacios infantiles y juveniles, humor, el musical, el telefilm y el programa dramático.91 c) Formativos: educativos, instructivos 98 d) Persuasivos: publicitarios, propagandísticos...99 3.2 El lenguaje audiovisual.100 3.2.1 La estructura lógica de la frase.101 3.2.2 Principales tics y estereotipos...102 3.2.3 Abolición del eufemismo 104 4. El informativo de radio y televisión en la práctica. Diario directo de RNE y Noticias De Antena 3 TV....107 4.1 Diario directo, edición mediodía, de RNE...108 4.1.1 Objetivos y generalidades como modelo radiofónico informativo 109 4.1.2 Organización del informativo Diario directo: disposición del personal, secciones, elementos periodísticos y géneros.110 4.1.3 Construcción de la noticia.116 4.1.4 Áreas o secciones: organización y desarrollo...119 4.2 Noticias 1, de Antena 3 TV..121 4.2.1 El público como base fundamental del informativo..121 4.2.2 Objetivos y generalidades como modelo televisivo de información..123 4.2.3 Organización del informativo Noticias 1: disposición del personal, secciones, elementos periodísticos y géneros..127 4.2.4 Construcción de la noticia 132 4.2.5 Áreas o secciones: organización y desarrollo..136 5. El magacín de radio y televisión en la práctica. A vivir que son dos días de la cadena SER y El programa de Ana Rosa de Telecinco...139 5.1 A vivir que son dos días de la Cadena SER...141 5.1.1 Planteamiento. Elementos del magacín radiofónico.141 5.1.2 Organización y confección de un magacín de fin de semana 143 5.2 El programa de Ana Rosa de Telecinco...150 5.2.1 Objetivos de este programa magacín de televisión. Las audiencias.151 5.2.2 Cómo se organiza El programa de Ana Rosa: disposición del personal, secciones, elementos periodísticos y géneros 153 5.2.3 Sección de actualidad: planificación y desarrollo 162 3

6. Las tecnologías multimedia y el nuevo periodismo digital: Internet...169 6.1 Las pautas de la comunicación digital..171 6.2 El futuro de los medios digitales..180 BIBLIOGRAFÍA..185 4

Marín, Carles. Periodismo audiovisual. Editorial Gedisa. Barcelona, 2006. 2 Géneros radiofónicos y televisivos. Tipología Uno de los objetivos primordiales de los medios de comunicación en general de hoy en día: prensa, radio, televisión e Internet es persuadir, esto es, llamar la atención del lector, espectador o internauta y captar su interés sobre lo que se pretende transmitir, con la finalidad de informar y entretener, además de formar. La radio y la televisión, como ya se ha señalado, nacieron como medios para entretener y formar, pero no para informar. En el caso de la radio -medio que surgió primero-, la prensa ya se encargaba de ello y lo hacía con éxito. Al crearse la televisión, el medio radiofónico llevaba unos años en activo y, poco a poco, iba haciéndose un hueco importante a través de un público que se preveía fiel y diferente al de la prensa. La televisión, por su parte, también se topó con la parcela de la información tomada por la prensa y, por ello, se configuró con otras finalidades no tan complejas técnicamente como era informar a través de la pequeña pantalla. Por tanto, la radio y la televisión se forjaron como medios complementarios al periódico en general, aunque con el tiempo, con los progresivos conocimientos sobre sus posibilidades y, por supuesto, con las nuevas técnicas, se convirtieron en medios que ofrecían algo más que palabras impresas y fotografías en blanco y negro. Radio y televisión, en los últimos cien años de historia, se han alzado como los dos instrumentos de comunicación con más seguidores y mayor popularidad, muy por encima de los lectores de prensa. Los motivos son claros: no necesitan que el radioyente y el telespectador lean atentamente y el esfuerzo económico de éstos es mucho menor. 2.1 Medios creíbles e inmediatos La radio y la televisión han conseguido penetrar, gracias a las nuevas técnicas, en todas las clases sociales que conforman un país, convirtiéndose en un referente de entretenimiento y, sobre todo, de información por su credibilidad y su inmediatez. En su día, los radioyentes se dieron cuenta de que la voz testimonial del protagonista de una noticia les mostraba que aquello sobre lo que se les informaba era verídico y, además, era contado en primera persona. Los televidentes vieron, tiempo más tarde, que los protagonistas de las noticias también tenían caras y que podían verse y escucharse. Con estos adelantos y posibilidades, la prensa fue cediendo terreno a estos medios y también a Internet, más popular entre la gente joven y adolescente. Con todo, la radio y la televisión han logrado convertirse en medios cercanos al público, puesto que huyen de un lenguaje demasiado culto y técnico, acercándose a otro más simple, coloquial y urbano. Además, hay que tener en cuenta que el espacio radiofónico y televisivo para contar historias es menor que el de un periódico y no tiene la posibilidad conceptual de repetir el contenido, a no ser que se utilicen aparatos complementarios de grabación. Desde su diversificada programación, la radio y la televisión se configuran con estructuras basadas en los hechos, en las opiniones y en un modelo mixto que incluye hechos y opiniones al mismo tiempo. Estas estructuras conforman los llamados géneros audiovisuales, que, a su vez, contienen otros géneros sobre los que se basan los periodistas a la hora de elaborar sus 5

productos, ya sean de información, de entretenimiento, de educación, etcétera. Seguidamente, se puede observar la clasificación de los géneros radiofónicos y televisivos. Un medio y otro, por sus convergencias y similitudes, pueden aunarse en una misma tipología de géneros y explicarse conjuntamente, aunque su naturaleza técnica y de transmisión sea distinta. 2.2 Los géneros radiofónicos y televisivos Arturo Merayo Pérez define el género radiofónico como «cada uno de los modos de armonizar los distintos elementos del mensaje radiofónico -especialmente la palabra- de manera que la estructura resultante pueda ser reconocida como perteneciente a una modalidad característica de la creación y difusión radiofónica». 1 De esta forma la radio se convierte en un medio «ciego» de comunicación, puesto que los recursos que tiene son la voz del locutor, las voces de los testimonios, los efectos de cualquier sonido y/o música y también los silencios. Del mismo modo, el género le sirve al oyente como orientación para saber qué es lo que se dispone a escuchar, y al profesional de la comunicación le sirve para establecer los límites periodísticos y diferenciar aquello que se establece como hecho y aquello que se puede perfilar como opinión. En el caso de la televisión ocurre exactamente lo mismo, con la salvedad de que sonido e imagen se encuentran en relación y necesidad mutuas. 2 Con las imágenes, la televisión consigue mostrar una representación fiel de la realidad, a pesar de que sólo se ofrecen fragmentos puntuales, ofrecidos como el clímax de esa realidad. Además, el texto televisivo, sea del género que sea, se transmite con una estructura narrativa, organizada de forma secuencial, que da sentido a cada historia que se transmite al espectador. También hay que tener en cuenta que en televisión muchas veces la imagen es la auténtica protagonista, muy por encima del sonido ambiente e incluso del off del narrador. Cuando se da este caso, es decir, cuando la espectacularidad de la imagen prima sobre el resto (texto y sonido), el responsable de aquello que se va a transmitir debe tenerlo en cuenta, siempre y cuando no ofrezca un «caleidoscopio de espectáculos visuales, olvidando las explicaciones puntuales» 3 del evento narrado. Son muchos los autores que han propuesto a lo largo de la historia del periodismo audiovisual diferentes clasificaciones de géneros para radio, para televisión o para ambos. Lo que les une a todos ellos es la diferenciación entre los hechos y las opiniones, situando a los primeros como géneros referenciales o expositivos y a las segundas como géneros expresivos y testimoniales, tal y como arguye Mariano Cebrián Herreros. 4 Según este autor, los géneros referenciales ofrecen una versión claramente distanciada de los hechos, a través de sus exposiciones narrativas o descriptivas. A pesar de que es difícil que se elimine por completo la subjetividad, la opinión del autor del texto está prohibida, aunque la de los testimonios es básica para la reconstrucción o plasmación de los hechos ocurridos o por suceder. Por su parte, los géneros expresivos son los que muestran el pensamiento, interpretación u opinión del profesional, o incluso su propio testimonio. El autor se expresa de forma individual, representándose a sí mismo o a su empresa. Estos dos géneros tienen en común que se llevan acabo de una forma monologada, es decir, los mensajes son lanzados a través de las ondas radiofónicas y televisivas por un solo interlocutor. Cabe señalar una tercera tipología: los géneros apelativos o dialógicos, que se dan al participar dos o más interlocutores en un espacio radiofónico o televisivo determinado. Se basan en las opiniones de expertos o conocedores de un tema, mediante el diálogo que establecen con el periodista o la persona que media con sus preguntas. Hay un intercambio de pensamientos y convicciones, una confrontación de interpretaciones entre dos o más personas. Para esta publicación se han tenido en cuenta estas premisas, pero se ha hecho una clasificación concisa de los géneros radiofónicos y televisivos teniendo en cuenta los hechos, las opiniones, el monólogo y el diálogo, a partir de la clasificación del ya citado Arturo Merayo. No 1 Merayo Pérez, A., 2000, p. 163. 2 Sanabria, F., 1994, p. 151. 3 Bandrés, E. et al., 2000, p. 63. 4 Cebrián Herreros, M., 1992, pp. 35-46. 6

obstante, se han cambiado algunos términos de nomenclatura base y se ha variado el sistema de clasificación. * * * En radio es difícil separar formalmente los hechos y las opiniones. En cambio, la prensa e incluso la televisión disponen de múltiples recursos visuales para distinguir de una forma clara un concepto de otro. En el caso de la radio, el profesional del periodismo debe recurrir a unos elementos sonoros, ya sean vocales, ya sean musicales, para que el oyente, por ejemplo, se percate de que lo que va a escuchar es una cosa u otra. En el caso de la televisión, el periodista puede recurrir a efectos sonoros y visuales, convertidos en forma de ráfagas. Por otro lado, la presencia física del profesional en el lugar de los hechos o el mismo presentador de un determinado espacio pueden ser también relatores y descriptores de una información que pueden explicar en forma de hecho o de opinión simplemente articulando el lenguaje de un modo u otro. Así pues, y con todas estas premisas, la radio y la televisión se dividen en los siguientes géneros: 2.2.1 Géneros unipersonales En esta tipología de géneros se dan tanto los hechos como las opiniones y los realizan uno o varios locutores pero sin dialogar entre sí, de ahí la unipersonalidad, que se traduce en la activación y posterior acción del texto audiovisual. No existe una interactuación declarada ni tampoco interviene otra persona, actuando el radioyente y el telespectador tan sólo como meros receptores. Estas formas de comunicación se presentan a la audiencia con absoluta claridad y sin ningún diálogo que funcione como intermediario. Según Merayo, en el caso de la radio «es precisamente en la sencillez donde radica la fuerza de los géneros del monólogo. Pero, dadas las limitaciones del sentido auditivo, la duración del discurso será de ordinario muy breve». 5 Para la televisión ocurre exactamente igual, aunque, como se ha señalado anteriormente, la fuerza y, 5 Merayo Pérez, A., 2000, p. 167. 7

por lo tanto, la importancia de la imagen imperan sobre el resto, a pesar de que su unión sea necesaria casi siempre. Los nueve géneros unipersonales de la radio y la televisión son: noticia, docunforme, reportaje, documental y docudrama, si se quieren transmitir hechos; crónica, para servir hechos y opiniones; y editorial, comentario y crítica si aquello que se pretende expresar al oyente y al televidente es opinión. a) La noticia José Luis Martínez Albertos define la noticia como el «hecho verídico, inédito o actual, de interés general, que se comunica a un público que pueda considerarse masivo, una vez que ha sido recogido, interpretado y valorado por los sujetos promotores que controlan el medio utilizado para su difusión». 6 Por tanto, la noticia se elabora a partir de un hecho verdadero y se transmite al receptor después de haberse interpretado, contrastado y adaptado al medio. En el caso de la radio, la noticia se elabora a partir de la «rapidez, fugacidad, audibilidad, compresibilidad y densidad, así como la expresión según los sistemas significantes sonoros son imperativos que revisten de ciertas peculiaridades a la noticia». 7 Y es que la noticia radiofónica tiene su razón de ser en los testimonios sonoros, ya sean personas, animales u objetos. En el sonido radica su fuerza, aunque también se debe tener en cuenta que este sonido puede ser musical o tener como base el ruido. En cambio, la fuerza de la noticia televisiva radica en la imagen, a pesar del sonido ambiente, testimonial o musical de la que puede estar formada. Sea como sea, para ambos medios la noticia combina los datos recogidos en el exterior (en un sitio determinado) con el texto escrito por el periodista y dicho en el estudio o en el plató. Asimismo, la redacción de la misma puede ir acompañada de una mayor extensión textual compuesta de una documentación elaborada previamente o en el transcurso de la misma. Ejemplo de un fragmento de noticia radiofónica: La organización Médicos del Mundo asegura que las condiciones de vida de los inmigrantes que no han podido regularizarse son ahora peores que antes; entre otras cosas, les resulta más difícil acceder a los servicios públicos. De nuevo tres colectivos: drogodependientes, prostitutas e inmigrantes acaparan las atenciones de Médicos del Mundo, que durante el año pasado llegaron a 23.000 personas. Son por excelencia los tres colectivos que más exclusión sufren y lo que denuncia esta ONG es que no se ponen soluciones que acaben con sus problemas, sino que siguen estando presentes aunque en mayor o menor medida se tienda a ocultarlos o aparcarlos. Es lo que ocurre con el colectivo de inmigrantes y sus dificultades para acceder a los servicios de salud. A pesar de que el año pasado se atendió a una cifra levemente mayor, casi 10.000 personas, el problema sigue siendo el acceso a la tarjeta sanitaria que unos consiguen y otros no, dependiendo de la disposición de los ayuntamientos [...]. Ejemplo de un fragmento de noticia televisiva: Los científicos lo han conseguido. Han logrado ordenar la casi totalidad del material genético de que estamos hechos los seres humanos. Es como si tuvieran doscientos libros de quinientas páginas cada uno lleno de letras. Y no tienen más. No saben qué quieren decir o cuál es su significado. La misión es ahora encontrar sentido a toda esa información. Hoy ha sido presentado con toda solemnidad el borrador del genoma humano, pero no será hasta octubre cuando la comunidad científica pueda empezar al interpretar sus mensajes [...]. La noticia es el género por excelencia de todo programa informativo e incluso magacín de radio y televisión, además de ser el hilo conductor de cualquier diario de información general. 6 Martínez Albertos, J.L., 1986, p. 87. 7 Cebrián Herreros, M., 1992, pp. 127-128. 8

Como género audiovisual debe tener en cuenta una serie de elementos que le son inherentes a la hora de su elaboración, y que repercuten, obviamente, en su parte gramatical. 8 Al tratarse de un género audiovisual, la noticia ha de confeccionarse con los condicionamientos siguientes: 1. Utiliza la palabra dicha en un lenguaje artificial para describir la realidad. Aunque la pretensión del redactor sea conseguir la objetividad, le va a determinar el hecho de que deberá escribir un lenguaje con una serie de características que permitan globalizar, en pocos segundos, unos hechos con sus detalles. El lenguaje periodístico audiovisual busca sencillez, claridad y objetividad para acercarse lo más que se pueda a aquello que está ocurriendo o ha ocurrido. 2. Tiene en cuenta la música que, aunque se construye a través de una expresión artificial, puede sugerir o influenciar en el receptor y su forma de entender la realidad. Lógicamente, esta música no podrá ser creada por el autor de la noticia; deberá ser inherente a ésta, como parte informativa de la misma. 3. Los ruidos dan una mayor fuerza a la narración, sobre todo en radio. Pueden pertenecer a cualquier realidad física, animal o humana y, por norma general, suelen pertenecer a los protagonistas o testigos de la narración periodística. 9 4. El silencio forma parte de la noticia por su interés periodístico, bien porque el narrador deja de hablar para que el telespectador vea lo que está sucediendo y no sean necesarias las palabras, bien porque el silencio producido por el testigo de la noticia tenga suficiente carga informativa. 5. En televisión, sobre todo en los sumarios de los informativos, se incorpora texto sobreimpresionado en la noticia como punto de apoyo para que se entienda el contexto de la misma. Puede pasar que, con el silencio del narrador, la simple visión de los hechos y el texto en la pantalla, como si fuera un pie de foto de una imagen de cualquier información de un periódico, sea suficiente para que la noticia sea inteligible y pueda ser comprendida. Con todos estos argumentos se realizan las noticias en radio y en televisión. Pero al tratarse de imágenes visuales para la televisión) y palabras (orales para la radio y la televisión), la confección del texto parte de una serie de condiciones ala hora de su elaboración. El relato de la noticia, pues, afecta al lenguaje en todos los sentidos, y así lo señala Mariano Cebrián Herreros: «La unidad informativa audiovisual en su dimensión semántica es la parte significativa mínima, sumamente difícil de poder exponer y concretar cuando la significación no nace de cada uno de los componentes por separado, sino de la combinación y de las interacciones que entre ellos establecen. La unidad informativa audiovisual abarca la integración de la información dada por imágenes, por sonidos y por la interrelación que entre ellos se crea. Es de este cruce simultáneo y en continuidad de donde nace su aportación informativa. El género "noticia audiovisual" requiere, por tanto, la perfecta combinación de imágenes y sonidos para dar un relato único y no diversificado o incluso contrario. Para ello se necesita que las palabras estén en relación con las imágenes no sólo mediante el sincronismo técnico, sino también expresivo; es admisible el asincronismo como un complemento o contrapunto de imágenes y sonidos, pero de ninguna manera es admisible la antisincronía en la que las imágenes reflejan una realidad mientras la palabra se refiere a los hechos noticiosos más importantes de otra». 10 Cómo se estructura la noticia? La noticia es el género por excelencia de cualquier informativo de radio y televisión. Como tal, requiere un tratamiento específico y una estructura que, aunque estereotipada, puede variar 8 Fragmentos y base de mi publicación La noticia audiovisual a través de la historia de la televisión, Calima, Palma de Mallorca, 2003, pp. 170-178. 9 Cebrián Herreros, M., 1992, p. 123. 10 Ibíd., p. 124. 9

dependiendo de la sección a la que vaya dirigida: política, internacional, sociedad, cultura, nacional, local, economía, deportes, etcétera. Este género dispone de varias partes dispuestas de la siguiente forma: A) Entradilla. Se utiliza para despertar el interés del telespectador al presentar la noticia con una frase unida a unos datos relevantes. Suele servir de arranque para desembocar en una especie de lid de prensa, 11 aunque tan sólo conteste a dos o tres de las seis preguntas establecidas. Éstas suelen ser: qué-quién, quién-cuándo, cómo-por qué, o bien qué-quién. En televisión, el presentador del informativo es quien introduce la noticia, mediante esta entradilla, para dar paso al periodista que ha realizado la información en cuestión. En radio, suele ser el editor (también locutor) de la información quien da paso al profesional de cada área. Esta parte de la información tiene que ser concisa y precisa, con la finalidad de que el telespectador sienta interés en saber cómo continúa. B) Cuerpo o desarrollo. Es la profundización de la noticia. El autor se encarga de situarla en su contexto y con sus circunstancias. Su desarrollo suele estructurarse mediante la llamada pirámide invertida, cuya puesta en práctica permite ordenar los datos en un sentido decreciente, es decir, mayor a menor importancia. El motivo de esta disposición es debido a que el tiempo para cada información en los noticieros de radio y televisión suele ser reducido, por lo que si se hace necesario cortar la información antes de su finalización, el público no echará en falta datos y podrá entender de una forma global la noticia. Por esto, es importante también que cada parte de la información disponga de unidad y coherencia con la finalidad de que todos sus fragmentos puedan ser enlazados y, así, globalizar la información. Para dar una mayor veracidad a este texto, el autor incorpora uno o varios cortes de voz y/o imagen -declaraciones de uno o más testimonios- en la misma, que podrán situarse al principio, durante o al final del texto. Normalmente, suelen situarse en medio de la noticia para que el periodista o autor de la información pueda abrirla y cerrarla con sus propias palabras. De ahí la importancia de la tercera y última parte de la noticia. C) Cierre. Suele convertirse en un resumen de todo lo expuesto, y está formado por una o varias frases. No aporta nada nuevo, aunque enfatiza, sugiere e incluso pretende implicar al telespectador mediante una pregunta retórica. Sirve, como su propio nombre indica, para cerrar o concluir la información. Las noticias de radio y televisión tienen una duración media que va de los 45 segundos al minuto y treinta segundos, lo que conlleva que el lenguaje utilizado deba ser lo más sencillo, conciso y claro posible, sin una construcción gramatical y sintáctica rebuscada, elitista o barroca. Esta exactitud y concreción que busca el lenguaje periodístico audiovisual destinado a la noticia huye, en una gran mayoría de casos, de un lenguaje abstracto propio de la literatura o, incluso, de la filosofía. Un orden cronológico en la narración, casi secuencial, con un ritmo ágil -cadencia y velocidad- hará que el televidente se sienta informado y provocará que éste asimile y comprenda aquello que el autor de la noticia ha querido expresar. Véase, seguidamente, un ejemplo de informativo de radio en el que se pueden observar las tres partes básicas de una noticia, cuya entradilla está hecha a dos voces (dos locutores): 11 El lid o lead es el primer párrafo de una noticia que los periodistas de prensa escrita utilizan regularmente. Dentro de los parámetros teóricos y prácticos del periodismo escrito, el lid debe responder a las seis dobles uves inglesas: WHO, WHAT, HOW, WHERE, WHEN y WHY, es decir, QUIÉN, QUÉ, CÓMO, DÓNDE, CUANDO y POR QUÉ. El que podríamos llamar lid de televisión es más condensado, y no se ajusta, en su totalidad, a la estructura del periodismo escrito actual. 10

Diario directo de las 14 horas (RNE) (Locutor 1). De nuevo en España, juicio en Barcelona... Esta mañana han declarado varias profesoras de las menores que denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales por el monitor de kárate (Locutor 2). Los testimonios de estas profesoras, por lo que conocemos a esta hora, respaldan la versión que han ofrecido las niñas... Siguiendo el juicio se encuentra Marta Catalá... (Marta Catalá). Coherentes y sin contradicciones han sido las declaraciones de las tutoras de las niñas de Mataró, quienes han relatado hoy en la Audiencia de Barcelona que las pequeñas se acercaron un día en el patio del colegio para explicarles una cosa. Las profesoras se quedaron de piedra al oír a una de las pequeñas relatar cómo, presuntamente, su profesor de kárate abusaba de ellas e incluso traía un ordenador con imágenes que luego una de las crías tenía que poner en práctica [...] Según una de las tutoras, la niña que ayer no vino a declarar en el juicio escenificó uno de los abusos a los que se veía sometida y no dudaron de su palabra ni de la de ninguna de las crías. Precisamente esta niña, la que no vino a declarar ayer, es la que presuntamente ha sufrido los abusos más graves. La acusación particular pide diez años de cárcel para el acusado de un total de veintitrés por este delito. Hoy el juez tendrá que decidir si renuncia o no a su testimonio. Entradilla Cuerpo (parte) Cierre b) El reportaje Muy propio de la televisión y algo menos de la radio, por su compleja elaboración, el reportaje es ante todo una narración de un hecho que puede ser noticiable, pero con una mayor profundización de la noticia, ya que busca antecedentes, puntos de vista y consecuencias. No crea situaciones ficticias, pero puede desarrollar un hilo conductor dramático si los hechos así se presentan. Hay autores como Arturo Merayo que aseguran que el reportaje está basado en hechos y opiniones, puesto que «aunque muestre aparente objetividad -evitando comentarios y juicios editorializantes-, lo cierto es que, en la práctica, información y opinión conviven con él frecuentemente. No sólo porque la mera elección del tema deje a la subjetividad del periodista amplia libertad de elección, sino porque los datos que se ofrecen, así como los documentos sonoros que se incluyen, no vienen determinados por un criterio de actualidad inmediata, sino que son seleccionados por el periodista en función de criterios más personales, emotivos e incluso estéticos». 12 No obstante, a pesar de esa libertad del profesional, lo cierto es que este género puede definirse como una interpretación de unos hechos, pero jamás con una valoración u opinión. Así lo señala Cebrián Herreros: «El reportaje es género narrativo, expositivo, que presenta los hechos, los interrelaciona, los contrasta, los analiza. A través de estas operaciones establece una interpretación, pero no los valora directamente. El reportaje cumple su función con el ofrecimiento de los datos. El reportaje atribuye las opiniones a las personas que las mantienen, pero no ofrece las del reportero». 13 Este género puede ser de dos tipos: reportaje en directo y reportaje en diferido. El primero podría establecerse según van avanzando los hechos, aunque su elaboración es muy compleja y costosa. Por ejemplo: un reportaje en directo de una catástrofe natural. El reportaje en diferido, en cambio, recoge información y testimonios de una forma más detallada, trabajada y con más 12 Merayo Perez, A., 2000, p. 190. 13 Cebrián Herreros, M., 1992, p. 150. 11

tiempo, lo que sin duda ofrece un resultado más óptimo para el radioyente o telespectador. Su duración va desde los 2-3 minutos hasta los diez e incluso veinte minutos de media. Se han dado casos, por el formato de los programas, que pueden durar treinta minutos e incluso una hora. También existen las noticias «reportajeadas», aquellas que tienen una duración parecida a la noticia pero con los elementos del reportaje. El reportaje suele ser propio de los programas informativos y de entretenimiento, aunque suele ser muy transversal a las diferentes tipologías de programas tanto radiofónicos como televisivos. Dependerá de su contenido, tono y duración para que se incluya en un espacio u otro. c) El docunforme Este género está formado por las palabras documentación e informe. Se trata de una ampliación y complementación de los datos de la noticia, y por lo tanto basado en hechos. El objetivo del docunforme es ofrecer a la audiencia unos datos comparativos, cronológicos, estadísticos y documentales que complementen al hecho en sí. Al contrario que el reportaje, que se centra en los hechos y en el contraste de las ideas y opiniones, el docunforme busca más los argumentos de los hechos y el alcance de éstos cuantitativa y cualitativamente. El trabajo de documentación es importante por la cantidad de información de precisión que se maneja, por lo que el periodista, al elaborar el texto, profundiza en la noticia primera o primitiva, situando el docunforme justo después de ésta, como apoyo expandido de la misma. El docunforme puede ser de precisión y de investigación. En el de precisión se basan las noticias de tipo científico y económico; en el de investigación, las de tipo social o político, requiriendo éstas un tiempo de producción y de contraste de fuentes suficiente para un óptimo resultado. Suele tener una duración similar a la noticia, aunque puede alargarse hasta llegar a los dos minutos si se considera necesario. Es propio de programas de información y de entretenimiento con tintes informativos. d) El documental Está basado también en hechos. Es más propio de la televisión que de la radio, puesto que ésta casi nunca lo usa, aunque la televisión cada vez se muestra más reacia a utilizarlo en sus programas, sobre todo los canales privados. El documental, tal y como señala Mariano Cebrián, «no se queda en los aspectos fugaces [...] que muestra una noticia, sino que trata de llegar a las raíces de los hechos pasajeros [...] Penetra en la realidad para adquirir un conocimiento más global, más duradero. Frente a la temporalidad y fugacidad de los hechos que narra el reportaje, el documental se centra en lo perdurable. Puede repetirse varias veces su emisión y siempre aportará ala audiencia aspectos nuevos en los que no se había fijado anteriormente». 14 El documental narra desde importantes hechos históricos, como guerras y conflictos étnicos, hasta biografías de personajes históricos o actuales que han contribuido a mejorar la humanidad en todos los sentidos, así como relatos de la vida animal o vegetal. La duración del documental siempre suele ser mayor que un reportaje, con una media estándar de treinta minutos. Es propio de los programas formativos o didácticos, complementados en algunos casos con el entretenimiento. e) El docudrama Basado en hechos, el docudrama se forma con técnicas propias del periodismo de televisión, pero también con las propias del cine o del teatro. 15 Si bien es muy parecido al documental en cuanto a estructura, su información está basada en hechos más de corte social o humano en los que se da rienda suelta a la creatividad del periodista para que, una vez contrastada y 14 Ibíd., p. 218. 15 Ibíd., p. 231. 12

seleccionada toda la información, pueda construir, escena a escena, la historia que pretende contar. Cuenta con actores profesionales que se ponen en la piel de los supuestos o reales actantes de las historias verosímiles que van a ser contadas. Estos actores suelen representar las historias de sucesos o de vida en sustitución de los verdaderos protagonistas, bien porque ya han perecido, bien porque no se les puede localizar. Según Cebrián Herreros, «es la opción entre el espectáculo y lo anodino y aburrido de la información. La información, aunque no sea agradable, aunque no tenga atractivo, y muchas veces más bien se presenta como rechazable por la truculencia de los contenidos, ofrece la realidad y además contrarresta el espectáculo que el propio medio por sí mismo genera». 16 La duración del docudrama es similar a la del documental y suele hallarse en los programas formativos o didácticos. f) La crónica Este género se basa en hechos y opiniones, puesto que al describir el hecho el periodista ofrece una visión personal. Cebrián Herreros dice que «la crónica recoge sucesos acaecidos entre dos fechas o dos fragmentos de tiempo, desde la crónica anterior hasta la emisión de la nueva con los últimos datos y apreciaciones que se hayan obtenido. Un relato que tiene una continuidad en radio y televisión exige poner en antecedentes a la audiencia, es decir, fijar el hecho y luego narrar los últimos datos. Hay continuidad temporal y cierta sucesividad narrativa de los hechos». 17 En la crónica de un conflicto bélico retransmitido por radio o por televisión, por ejemplo, se da una información de la situación del momento: de si un frente de guerra ha bombardeado a otro o si se han producido muertos o heridos, para luego narrar qué ha ocurrido desde que se inició el conflicto, o una parte importante de él, para acabar con un pronóstico de qué ocurrirá en el futuro más inmediato. En estos tipos de textos, el profesional de la radio o de la televisión se implica en la narración de los hechos de tal forma que le resulta imposible no incorporar subjetividad en aquello que escribe. Arturo Merayo asegura que «el cronista debe dar cuenta necesariamente de los hechos, de forma que siempre existe una referencia con la realidad sin que sea posible elaborar una crónica allí donde no haya noticia». 18 Las crónicas suelen encontrarse en los programas informativos y de entretenimiento como el magacín. g) El editorial Junto con el comentario y la crítica, el editorial representa la subjetividad de los géneros unipersonales a modo de opinión. Tal y como asegura Cebrián Herreros, el editorial «no es un relato de los hechos, sino opinión sobre ellos. Es una profundización sobre su alcance, antecedentes y repercusiones en la sociedad. Es la toma de partido o desvelamiento del parecer del medio. Es la aplicación de los principios a las situaciones concretas de cada día. Marca la definición de la empresa informativa. El editorial es una opinión del organismo y no de los redactores particulares, ni del conjunto de la Redacción». 19 Por esto, y a pesar de que en la mayoría de las ocasiones la realiza un solo individuo, se incluye en la clasificación del género unipersonal. Al contrario de lo que ocurre en prensa, el editorial en radio y en televisión no suele darse o se da más bien poco. Si bien en los espacios informativos es prácticamente nulo, en los magacines de autor tiene más presencia. Dos claros ejemplos de programas en los que se incluían una especie de monólogos-editorales han sido el programa magacín radiofónico Hoy por hoy (Cadena SER) de Ikañi Gabilondo y el espacio magacín televisivo La columna (TV3) de Julia Otero. 16 Ibíd., p. 239. 17 Ibíd., p. 91. 18 Merayo Pérez, A., 2000, p. 179. 19 Cebrián Herreros, M., 1992, p. 53. 13

k) El comentario Este género de opinión suele vehicularse a través de un especialista o de un experto de la misma emisora de radio o cadena de televisión, así como también a través de un colaborador de estos medios que profundiza sobre el hecho, lo aclara o, simplemente, da una explicación de su alcance o de sus repercusiones. Requiere una vinculación con la realidad y, por lo tanto, con los programas informativos o los espacios de infoentretenimiento. i) La crítica Es una interpretación personal del autor sobre un tema y se encuentra enmarcado en los cánones y valores que representa el campo al que hace referencia. El crítico puede condicionar a la audiencia, de ahí la importancia de sus palabras por su carácter orientador y la necesidad de que sea riguroso y con vocación plural y no sectario. Este género requiere ir pegado necesariamente a la actualidad, y por ello es propio de programas radiofónicos y televisivos donde lo actual es el hilo conductor. La crítica suele ir relacionada con las disciplinas de la literatura, poesía, teatro, cine, pintura, etcétera, pero también con actuaciones públicas de políticos, médicos, juristas e incluso periodistas. Este género suele ir ligado a los programas de entretenimiento. 2.2.2 Géneros interpersonales Se entiende por géneros interpersonales aquellos en los que participan dos o más individuos que establecen un diálogo entre sí. Se dan en hechos y en opiniones y en ellos se pueden encontrar tanto los mismos profesionales que dialogan sobre los hechos, como participantes (contertulios o expertos) asiduos a los estudios de radio o platós de televisión, y radio y entes o telespectadores que expresan su opinión de forma presencial, por carta, por sms o por correo electrónico. Según Merayo, en el caso de la radio -y por supuesto en el caso de la televisión- estos géneros interpersonales de diálogo consiguen mejores resultados, desde el punto de vista de la cantidad de público interesado en ellos, por dos razones: «por- que éstos requieren por parte del oyente [y del telespectador] menos esfuerzo en la atención y, gracias a ellos, permite que ésta se mantenga durante más tiempo; la segunda razón es que el diálogo introduce fórmulas expresivas más ricas, variadas y dinámicas que revierten en mensajes de comunicación». 20 Los nueve géneros interpersonales de la radio y la televisión son: noticia dialogada, si se quieren transmitir hechos; crónica de alcance, para servir hechos y opiniones; y entrevista de declaraciones, entrevista en profundidad, debate, mesa redonda, tertulia, encuesta y participación, si aquello que se pretende expresar al oyente o al televidente es opinión. a) La noticia dialogada Explicada la noticia como tal en los géneros unipersonales, en este epígrafe hay que añadir que la noticia dialogada debe entenderse como la explicación de los hechos por dos o más profesionales precisamente en el lugar donde transcurren éstos, con la finalidad de ofrecer al oyente o telespectador un testimonio directo, credibilidad, eficacia y proximidad informativa. No hay que confundir la noticia dialogada con la crónica, puesto que ésta incorpora una implicación emocional y, en parte, subjetiva del periodista. La noticia dialogada, en cambio, debe guardar y hacer guardar la objetividad propia de la noticia como género basado en hechos. Un claro ejemplo de noticia dialogada en radio y en televisión se produce al establecerse una conexión con los centros territoriales para tratar brevemente las noticias más importantes de la zona, los sucesos, los partes meteorológicos, los estrenos teatrales o los espectáculos más relevantes. En el caso de la radio, el locutor (central) del programa conecta con varios locutores 20 Merayo Pérez, A., 2000, p. 185. 14

regionales a través de las emisoras radiofónicas que la cadena tiene en aquellos lugares y comienza el diálogo entre ellos: LOC... y cuando son las ocho y veinte de la mañana conocemos qué tiempo hará en nuestras comunidades autónomas. Empezamos con Baleares: Joan Vives, Palma de Mallorca, buenos días... CONEXIÓN PALMA: Así es, y muy buenos. Mallorca ha amanecido hoy despejada, con altas temperaturas y con vientos flojos de poniente. A estas horas tenemos una temperatura de 23 grados. LOC. Muchas gracias, Joan. Cómo habrá amanecido hoy Valencia? Pedro Cantero, Castellón, buenos días... [...] La noticia dialogada puede darse en cualquier informativo o programa de entretenimiento, si bien es verdad que la fórmula que mejor funciona para estos casos de una forma habitual es la de los programas de información matinales tanto en radios como en televisiones. b) La crónica de alcance Con este género, al igual que ocurre con la crónica monologada, se establece una conexión desde el estudio o plató central con el periodista de área, corresponsal o enviado especial, aunque éste no se limita a narrar su percepción de lo que está ocurriendo, además de comentar lo que le envuelve, sino que establece un diálogo con el locutor o presentador, que le formula diversas preguntas de interés sobre la noticia en cuestión. Esta noticia puede llegar a convertirse, gracias a la conexión, en un reportaje por la ampliación y acumulación de datos y por la incorporación de testimonios directos o indirectos del entorno donde ésta se ha dado. Por ejemplo: un cronista que está situado en un conflicto bélico. El presentador o locutor establece un diálogo a modo de entrevista con su compañero de profesión, quien va explicando lo que sucede. Aparte de esto, el corresponsal puede incorporar un testimonio, con lo cual la crónica de alcance se convierte en una entrevista a tres bandas en la que los dos profesionales preguntan, desde sus respectivas posiciones, acerca de todo aquello que ayude a entender mejor qué es lo que está ocurriendo. c) La entrevista La entrevista audiovisual es un claro ejemplo de género dialogado, ya que ésta aparece con el formato de preguntas -que formula el periodista- y respuestas -que da el protagonista de la historia- de un modo interpersonal, con el diálogo como forma de expresión. Este género se ha convertido en el más utilizado en radio y en televisión, llegando incluso a consolidarse como programa por sí solo o como el producto estrella de los espacios de entretenimiento; verbigracia: el magacín. En radio, la entrevista tiene su interés en la sonoridad de sus elementos: «capta el testimonio y valor expresivo de la comunicación humana. Es la comunicación del ser humano exclusivamente a través de su voz, de su entonación, ritmo expositivo y respiración». 21 En televisión, además, a la sonoridad del entrevistado se suma la imagen, que va en consonacia con la voz, con lo cual se aprecia más si cabe la expresividad facial e incluso corporal del protagonista que se entrevista. Para Cebrián Herreros, en la entrevista audiovisual «no hay posibilidad de frases, ni de gestos que rechacen una pregunta; todo queda registrado, desde el nerviosismo concretado en las manos, las dudas por usar una palabra u otra, su vestimenta, compostura y demás rasgos físicos. Son elementos secundarios que por las características del medio televisivo se presentan a veces al telespectador con más fuerza visual que sus declaraciones». 22 21 Cebrián Herreros, M., 1992, p. 249. 22 Ibíd., p. 250. 15

El género de la entrevista puede ser tan espectacular en resultados como dificultoso en su elaboración. El profesional de la información debe tener en cuenta los siguientes puntos si quiere lograr éxito en su planteamiento, exposición y resultado posterior: 1. Preproducción y producción, entendidos como la búsqueda, la más precisa posible, de datos sobre la o las personas que van a entrevistarse. Hay que indagar cómo es el entrevistado, cómo piensa y qué es la que representa. Cuantos más datos disponga el periodista, más fino podrá hilar en su batería de preguntas. 2. El profesional de la información debe escuchar atentamente la que diga su interlocutor para no repetir preguntas o para que no se formulen cuestiones que ya han sido respondidas o dichas por el entrevistado. También es muy importante poner atención en las respuestas del interlocutor, puesto que de ellas pueden derivarse otras preguntas no previstas en el guión. La pericia, la capacidad de reacción y, por supuesto, la experiencia del periodista serán claves para que la entrevista sea buena. 3. Las preguntas han de ser precisas y no deben contener perífrasis, es decir, rodeos que alargan la pregunta y que se convierten en estereotipos cansinos para el radioyente o telespectador. 4. Hay que evitar que el entrevistado se alargue demasiado en sus respuestas, en caso de que aquello que diga no sea necesario o que se repita. El periodista debe ser capaz de cortar la respuesta y reconducir la entrevista sin resultar maleducado o hiriente. 5. El periodista es quien formula las preguntas y conduce al entrevistado. Debe evitarse, pues, que sea al revés o que aquél responda con preguntas retóricas, respuestas vacías de significado o de contenido diferente a lo preguntado. 6. La actitud del periodista debe ser, en todo momento, cordial y amable, pero también incisiva, directa y sobre todo rigurosa. Aun con todo lo dicho, es necesario advertir que el hecho de tener en cuenta estos puntos no significa que el resultado sea el esperado. El interlocutor, es decir, el entrevistado deberá estar a la altura de las circunstancias o disponer de una capacidad de expresión y comunicación óptimas. Por ejemplo: si se entrevista al líder de un partido político, éste deberá ser capaz de transmitir sus ideas de una forma clara y concisa, huyendo de una verborrea excesiva y confusa; en cambio, si se entrevista a una persona que ha presenciado o que ha vivido personalmente un hecho noticioso, dependerá de su capacidad comunicativa e incluso de su estado anímico conseguir unas declaraciones que se comprendan y que ayuden al periodista a conformar su historia. Según Arturo Merayo, en radio y, por ende, en televisión t la entrevista puede adoptar dos formas de planteamiento. Son las entrevistas llamadas de personalidad y de declaraciones. 23 La entrevista de personalidad o de profundidad indaga en todo aquello que hace referencia al entrevistado, ya sea desde el punto de vista personal, ya sea desde el profesional. Suelen aparecer en los programas de entretenimiento y no en los de información en su sentido más estricto. Estas entrevistas pueden poner de manifiesto los rasgos más significativos de su personalidad (retrato) o los aspectos más interesantes e importantes de su vida (biografía). La entrevista de declaraciones busca ante todo las opiniones de los protagonistas de las historias o noticias que van a contarse. Su importancia radica más en lo que aporta el personaje o personajes que en su personalidad o identidad. Este tipo de entrevistas enfatiza los aspectos más complejos de lo noticiable e indaga en los diversos puntos de vista. Aun así, las entrevistas de declaraciones pueden basarse en personajes que son relevantes o expertos en una materia para que opinen o profundicen sobre un hecho o un tema. d) Otros: el debate, la mesa redonda, la tertulia, la encuesta y la participación El carácter interpersonal y, por tanto, dialógico de estos otros géneros que se explican a continuación resulta evidente, pero se diferencia de los anteriores por la participación colectiva 23 Merayo Pérez,A., 2000, pp. 201-202. 16

de sus integrantes. Suelen agruparse en los llamados géneros de debate y coloquio. Parten de la entrevista, aunque generan otros puntos de vista por la variedad participativa. Permiten exposiciones muy coloquiales, interrupciones, puntos de vista que se interfieren e incluso salidas de tono. Las opiniones de los que intervienen son básicas para que estos modelos genéricos funcionen. Tienen en común que hay un periodista que ejerce de moderador, de controlador de los invitados y que propone o da por zanjados el o los temas propuestos durante el tiempo establecido. Entre los más conocidos y utilizados por los programadores de espacios para radios y televisiones se encuentran: El debate. Los participantes se confrontan ideológicamente o se agrupan para debatir cuestiones contrapuestas. Hay un número limitado de participantes, pero suele ser entre 5 ó 30 si el formato permite la posibilidad de que el público participe. De todos modos, siempre hay una mesa principal con un número pequeño de participantes (máximo 8) a los que se da la palabra en más ocasiones y se les permite opinar más tiempo. Este género suele dar lugar al espectáculo, si bien se da más en televisión que en radio. Precisamente este medio, por su disposición técnica y capacidad personal, no suele incorporar público que permita agitar el debate. El presentador del debate propone uno o varios temas, a través de un docunforme o reportaje, y lanza preguntas para que los invitados opinen. Se establece un turno de intervención y de tiempos, aunque en ocasiones, si el moderador o presentador no interviene adecuadamente o impone su «autoridad», puede perder el equilibro del programa con la consiguiente sensación de caos para el radioyente o telespectador. El debate se cierra con un tiempo para que los invitados de la mesa principal hagan sus minidiscursos finales a modo de conclusión. Este género puede convertirse en un tipo de programa semanal de larga duración (más de hora y media) que, dependiendo de la ligereza o profundidad de los contenidos, soslaye el ámbito informativo o el de entretenimiento. Por ejemplo: programas sobre los estatutos de las comunidades autónomas o la política de izquierdas y derechas, o programas sobre los matrimonios entre homosexuales y las desigualdades entre la mujer y el hombre. La mesa redonda. Está formada por cuatro o cinco expertos que profundizan sobre un tema, existiendo una confrontación de opiniones e ideas. Los temas elegidos suelen ser muy concretos o particulares y se ciñen a una cuestión de actualidad de interés general. Cebrián Herreros dice que «cuanto más ataña ala vida y acciones de la audiencia más interés despertará el tema». 24 Tiene una estructura similar al debate, pero es más intenso porque los invitados pueden desarrollar más y mejor sus intervenciones. Es menos espectacular que el debate porque no participa tanta gente y, por tanto, no hay tanta confrontación visual. Hasta hace unos años este género era más propio de los programas magacines radiofónicos, aunque en la actualidad las televisiones los han adoptado en sus programas informativos más livianos o en los espacios de entretenimiento como el magacín. La tertulia. Se diferencia de la mesa redonda en su estructura, que es más informal. El moderador introduce temas aleatoriamente y éstos no se ciñen necesariamente ala actualidad informativa. No existe un enfrentamiento dialéctico como normal general, sino que se muestra como un cúmulo de ideas y comentarios que enriquecen al público por su valor didáctico y por su capacidad de generar conocimiento. La tertulia se conforma con las mismas personas en cada espacio, que suele ser semanal, generando así en el oyente o telespectador una familiaridad y cercanía que les engancha. Si éstos son espacios diarios, puede haber incluso tertulias diferentes cada día con los mismos invitados cada semana. Este género nació con la radio y se extendió con éxito a la televisión. Es transversal a programas informativos y de entretenimiento. Suele compartir tiempo con otros géneros: noticia, reportaje, entrevista, etcétera. 24 Cebrián Herreros, M., 1992, p. 337. 17

La encuesta. Algunos autores la clasifican, junto al género de la participación, fuera de los géneros del debate y del coloquio, como un género de participación dialógica de la audiencia. 25 Este género sirve como medidor del público y como soporte para debatir temas de actualidad o atemporales en medios radiofónicos y televisivos. Los mismos redactores del programa se encargan de elaborar estas encuestas de una forma aleatoria con gente de la calle. La muestra puede ser representativa pero no necesariamente realizada con los medios de que disponen las empresas dedicadas al sondeo de participación y, por lo tanto, con grandes muestras de personas. La encuesta sirve, en muchas ocasiones, de punto de partida para llevar a cabo programas de debate, mesas redondas o tertulias. Encontramos este género en programas de entretenimiento e informativos. Se trata de uno de los recursos habituales de estos y otros muchos programas cuando se quiere saber «qué piensa la gente de la calle sobre un tema». La participación. Este género tiene mucho éxito tanto en radio como en televisión. Permite que la audiencia de los programas genere opinión y, por tanto, un contacto entre oyente y emisora o telespectador y canal de televisión. La participación más habitual ha sido hasta ahora el teléfono. Tiempo atrás también lo fue la carta tradicional. Hoy en día, los correos electrónicos ejercen un papel muy importante en radio y televisión, si bien últimamente, sobre todo en programas de entretenimiento, el telespectador puede mandar mensajes a través del móvil (sms), los cuales puede leer sobreimpresionados en pantalla. Esta técnica funciona muy bien en televisión, puesto que permite una mayor participación y un constante flujo de los mensajes (opiniones) a lo largo de casi todo el programa. Por último, no se debe olvidar que estos géneros pueden convertirse en programas con vida propia, sobre todo los debates, las mesas redondas y las tertulias. También son géneros transversales a programas de información y de entretenimiento y son una fórmula eficaz y recurrente para generar audiencia. 25 Ibíd., p. 351. 18