Visión de futuro de la Política Agrícola en Europa Declaración con motivo del Congreso 2008 de los agricultores europeos 2008 2014 2020 Septiembre 2008
Visión de futuro de una nueva Política Agrícola en Europa La Política Agrícola Común () ha experimentado varias reformas desde comienzos de los años 1990, todas motivadas por una situación de bajos precios agrícolas mundiales para los productos agrícolas y abundantes suministros. De hecho, la ha sido tan exitosa en garantizar la seguridad alimentaria a los consumidores europeos que las últimas reformas de esta política han ido debilitando progresivamente el apoyo al papel de producción de la agricultura, dirigido a asegurar el suministro adecuado y estable de alimentos, pensando que probablemente ya no era necesario. La nueva debería garantizar que se aproveche al máximo la rica diversidad de alimentos de alta calidad, su creciente importancia para la economía y su potencial de exportación y que los consumidores dispongan de toda la información necesaria acerca de los productos que compran. 2. Los agricultores producen una rica diversidad de alimentos tradicionales e innovadores de alta calidad así como productos con valor añadido La UE tiene reputación mundial por su rica diversidad de alimentos tradicionales, locales e innovadores de alta calidad. Con el aumento de la renta en países como India y China, el potencial de la UE para incrementar sus exportaciones de alimentos de alta calidad se hará más importante y, por tanto, debe fomentarse. Los agricultores se esfuerzan por mejorar su posición competitiva y producir productos con valor añadido en mercados abiertos cada vez más globalizados. A este respecto es importante reforzar las cooperativas agrarias europeas ya que proporcionan a los agricultores los instrumentos necesarios para mejorar su posición competitiva a través de la vertebración de la cadena agroalimentaria, la creación de valor añadido, la reducción de los costes de producción, y también les ayudan a adaptarse a las nuevas exigencias del mercado (protocolos relativos a la calidad, el medio ambiente, etc.). También permiten a los agricultores mejorar su posición respecto de las cadenas de supermercados y la cadena agroalimentaria concentrando la oferta y mejorando su posición en el mercado. Con objeto de aprovechar al máximo esas nuevas oportunidades empresariales, tanto en los mercados domésticos como de ultramar, es muy importante promover e identificar claramente los productos según su origen y los métodos de producción utilizados para que los consumidores puedan hacer una elección informada. La nueva debería garantizar a los consumidores la inocuidad, la estabilidad y la seguridad alimentaria protegiendo la independencia de suministro estratégico de la UE en todos sus sectores clave de producción, y permitir que la UE pueda contribuir a atender las necesidades alimentarias mundiales. Hoy por hoy, la situación es muy diferente. Vivimos nuevos retos a nivel mundial la creciente demanda de alimentos, el aumento de la volatilidad de los precios y la perturbación de los mercados, la subida de los precios energéticos, la creciente demanda de bioenergía y una mayor especulación en productos agrícolas básicos. Simultáneamente, van aumentando los retos medioambientales, la incertidumbre climática y el peligro de que se extiendan las enfermedades. Esto significa una mayor inestabilidad del suministro de alimentos y de los precios, a la que la UE está expuesta, ahora más que nunca, después de las recientes reformas de la. Con una nueva reformada para el siglo 21, los agricultores y las agricultoras que trabajan en las explotaciones agrícolas a través de Europa así como las futuras generaciones, junto con sus cooperativas, podrán aportar una contribución sustancial para acometer esos nuevos retos. 1. Los agricultores de la UE y sus cooperativas son capaces de proporcionar a los consumidores de la UE un suministro estable y fiable de alimentos seguros en un mundo incierto que cambia con rapidez Hasta ahora, se han desacoplado más del 90 % de los pagos de apoyo en el marco de la, brindando a los agricultores la posibilidad de decidir libremente lo que quieren producir para responder a las señales emitidas por el mercado. No obstante, hay preocupación por que el desacoplamiento lleve al abandono de la producción en algunas regiones. Además, la política comercial llevada a cabo por la UE hace que todos los agricultores, así como los consumidores, estén mucho más expuestos a las fluctuaciones de los precios y de los suministros de productos básicos en el mercado mundial y éstos se han vuelto aún más volátiles que por el pasado. Existe un peligro real de que una apertura aún más importante de los mercados desemboque en una contracción de la producción comunitaria en algunos sectores clave que, una vez perdidos, difícilmente podrán recuperarse. Esto pondrá en peligro la independencia alimentaria estratégica de la UE. Por esto, es muy importante que la futura ofrezca un marco estable que permita al sector agrícola de la UE desarrollar su pleno potencial de producción, a través de medidas orientadas a fomentar el incremento de la productividad y de la competitividad y medidas que garanticen el adecuado funcionamiento del mercado. La nueva debería garantizar que los agricultores de la UE puedan respetar las elevadas y costosas normas europeas y seguir siendo competitivos a escala internacional. La nueva debería garantizar que la agricultura pueda seguir contribuyendo al empleo y la economía de las regiones rurales manteniendo posibilidades de producción a través de la UE. 3. La agricultura de la UE es líder mundial en garantizar que el conjunto de la producción cumpla criterios de sostenibilidad Los europeos conceden mucha importancia al mantenimiento de elevadas normas de sostenibilidad. Por esta razón, los agricultores de la UE cumplen normas y reglamentos entre los más estrictos del mundo y, de esta manera, garantizan que toda la producción se lleve a cabo de manera que proteja nuestros recursos naturales (aire, agua, suelo) y cumpla las normas de salud y de bienestar de los animales al tiempo que se mantiene la biodiversidad y el atractivo de las zonas rurales. Sin embargo, hay que reconocer que el respeto de todas esas normas se repercute en un aumento de los costes para los agricultores y en una reducción de su posición competitiva tanto en el mercado europeo como mundial. En los últimos años, este problema ha venido agudizándose. La política comercial llevada a cabo por la UE abre el mercado a importaciones de productos que, en la mayoría de los casos, no deben respetar las mismas normas costosas en materia de sostenibilidad. Es absolutamente esencial que las importaciones cumplan las normas de seguridad alimentaria de la UE. También deben cumplir normas equivalentes en materia de medio ambiente y de bienestar de los animales lo que por ahora no es el caso en absoluto. Para garantizar que los agricultores de la UE puedan seguir respetando estas elevadas pero costosas normas y desempeñando su papel multifuncional más amplio en las zonas rurales, deberán ser remunerados a través del mercado o a través del presupuesto. 4. La agricultura de la UE es esencial para una economía dinámica y la creación de empleo en las zonas rurales La agricultura, junto con la industria alimentaria y la cadena de suministro agrícola, es uno de los sectores económicos más importantes de la UE con una facturación total de unos 1270 miles de millones y dando empleo a más de 40 millones de personas en explotaciones agrícolas y en los sectores de suministro y agroalimentarios. La presencia tanto de agricultores como de agricultoras es particularmente importante para el mantenimiento del tejido social en las zonas rurales y para la agricultura sostenible. Por esto, es importante que tanto los agricultores como las agricultoras sigan estando presentes en el sector y que se fomente su instalación. Las cooperativas agrarias desempeñan un papel clave en garantizar a los agricultores 02 03
La nueva debería garantizar que se pueda desarrollar el papel de los agricultores como gestores de los paisajes y remunerar adecuadamente los servicios públicos que prestan. una posición fuerte y competitiva en el mercado. Son empresas agroalimentarias de los agricultores que prestan servicios a los agricultores y que fomentan las compras en común, los servicios de recogida, la asistencia técnica, etc. Al participar activamente en la economía de las regiones de producción, contribuyen a la mejora de la calidad de vida de la población rural y forman un vínculo fuerte entre las actividades rurales y las exigencias urbanas. En las zonas más remotas y con dificultades, gran parte de las zonas rurales se quedarían en estado de desolación y serían desocupadas sin el principal elemento de la producción agrícola y de cooperativas, con el consiguiente impacto negativo para las infraestructuras, el turismo y el paisaje. La desaparición de la producción en muchas regiones también puede reducir de manera significativa la actual rica diversidad de productos alimenticios, tradiciones locales y objetos de artesanía gracias a los cuales la UE goza de una reputación mundial. Todo lo anterior explica la importancia de favorecer la instalación de las futuras generaciones en el sector para que la UE pueda mantener un sector agrícola fuerte, competitivo y sostenible dentro de sus fronteras. 5. Los agricultores son los gestores de los paisajes europeos La producción de alimentos y de toda una gama de productos no alimentarios renovables por los agricultores de acuerdo con criterios de sostenibilidad tiene muchos efectos secundarios positivos y desemboca en un paisaje atractivo y bien conservado. Los agricultores también son gestores de las tierras agrícolas prestando servicios públicos como el mantenimiento de la biodiversidad, la conservación de hábitats de fauna silvestre como, por ejemplo, humedales, praderas secas y pastos de montaña, la gestión del agua, la prevención de la erosión y la creación de paisajes atractivos. Los agricultores de la UE llevan a cabo acciones de protección del medio ambiente en más del 40 % de las tierras arables y gestionan zonas Natura 2000 que cubren más de 42,5 millones de hectáreas. Los agricultores también contribuyen a la mejora del medio ambiente a través de la gestión de las tierras en zonas desfavorecidas en más de 38 millones de hectáreas. Esto contribuye al atractivo global de las zonas rurales para los aproximadamente 150 millones de personas que viven en ellas. Pero también es esencial para atraer millones de visitantes europeos y no europeos a esas zonas como turistas y usuarios o para actividades recreativas. Las tres cuartas partes de las plazas de alojamiento turístico se encuentran en las zonas rurales y el turismo es uno de los sectores de mayor crecimiento de la economía. Por consiguiente, la contribución de las explotaciones agrícolas al turismo puede desempeñar un papel decisivo en el fomento del desarrollo socioeconómico de las regiones rurales. La agricultura de la UE tiene un potencial significativo para producir recursos no alimentarios renovables susceptibles de contribuir tanto a la reducción de las emisiones de CO 2 como al aumento de su independencia energética y la política de la UE debería garantizar que se aproveche al máximo dicho potencial. del cambio climático y de adaptación al mismo a través de la investigación y la innovación tecnológicas. También debería reconocerse la contribución considerable de los agricultores proporcionando sumideros de carbono. 7. La agricultura de la UE puede aportar una contribución importante en la lucha contra el cambio climático a través de la producción de recursos renovables Los agricultores no sólo producen alimentos sino que sus productos obtenidos de cultivos también pueden ser utilizados para producir biocombustibles y materiales industriales renovables. Además, la madera, la paja y el estiércol pueden utilizarse para generar biogás y otras formas de calefacción. Estas formas de energía reducen considerablemente las emisiones de CO 2, así como la dependencia de la UE de las importaciones de energía fósil. Gracias a los actuales avances tecnológicos, también será posible convertir madera, paja, estiércol y otras formas de biomasa lignocelulósica en biocombustibles líquidos. Los productores de la UE tendrán que mostrar no sólo que su producción de biocombustibles contribuye a una reducción significativa de las emisiones de CO 2 sino también que éstos han sido producidos de acuerdo con estrictos criterios de sostenibilidad. Sólo si se han cumplido estas condiciones, podrán utilizarse esos cultivos para alcanzar los objetivos europeos de obligatorio cumplimiento fijados por la UE de sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles. Es importante mantener estos objetivos ya que el sector del transporte es la principal fuente de emisiones de CO 2 en la UE. También es importante garantizar que las importaciones cumplan criterios de sostenibilidad equivalentes no sólo para garantizar una competencia leal sino también para prevenir daños al medio ambiente y la deforestación, siendo ésta última la principal fuente de emisiones de CO 2 en los países en desarrollo. La política de la UE debería fomentar la realización de más investigación, urgentemente necesaria, para comprender los efectos del cambio climático sobre la producción agrícola y ayudar a los agricultores tanto a adaptarse al mismo como a mitigar sus efectos. 6. Los agricultores trabajan duro para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero Los agricultores se dan particularmente cuenta de la necesidad de luchar contra el cambio climático ya que son los primeros en vivir las consecuencias del mismo modificaciones en las fechas de cosecha, efectos de heladas tempranas o tardías, inundaciones y sequías. Las instancias de la UE han reconocido que el sector agrícola ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en el 20 % entre 1990 y 2005, mucho más que la reducción global del 8 % de las emisiones en todos los sectores. Los agricultores están llevando a cabo toda una serie de actividades, por ejemplo, utilizando generadores de biomasa, calefacción solar, convirtiendo residuos y estiércol en fertilizantes y energía y suministrando electricidad a la red nacional mediante energía eólica. Sin embargo, si la UE quiere garantizar su potencial de producción alimentaria en el futuro, se deberá ayudar a los agricultores en sus esfuerzos de mitigación de los efectos 04 05
La nueva Política Agrícola Común debería reflejar nuestras futuras ambiciones para la agricultura europea El Copa y la Cogeca creen que la futura debería en primer lugar y sobre todo permitir que los agricultores y las agricultoras puedan atender las expectativas y preocupaciones de los ciudadanos europeos ante los retos del siglo 21. Uno de los más importantes desafíos será permitirles optimizar su potencial de producción y competitividad cumpliendo simultáneamente las más estrictas normas de seguridad y sostenibilidad, y contribuir a preservar las zonas rurales y su atractivo como lugar para vivir y como creadoras de empleo y prosperidad. En otras palabras, el papel multifuncional de la agricultura será en el futuro más importante que nunca. Antes de discutir la futura financiación de la después de 2013, es esencial lograr un consenso sobre los objetivos de la para las décadas venideras y ver cómo realizarlos de la mejor manera. El Copa y la Cogeca creen que si la futura debe atender las expectativas y preocupaciones de los ciudadanos, debería basarse en los siguientes criterios y objetivos. La futura debería basarse en el reconocimiento de los siguientes principios: el carácter vital del papel económico de los agricultores y de las agricultoras suministro de productos alimenticios básicos esenciales y su papel más amplio en el cumplimiento de los objetivos territoriales, ambientales y sociales de la sociedad la distinguen de los demás sectores económicos; la futura debería reconocer que los agricultores y las agricultoras son empresarios y desean poder sacar la mayor parte de su renta del mercado. Sin embargo, también debería reconocerse claramente que los agricultores y las agricultoras prestan toda una serie de servicios, algunos de los cuales actualmente no son adecuadamente remunerados por el mercado y otros nunca lo serán; la agricultura debería contribuir al refuerzo de la Unión europea la debe seguir siendo una política común con normas comunes para que no se produzcan distorsiones de competencia en el mercado único de la UE, teniendo en cuenta simultáneamente la diversidad de la agricultura europea; es necesaria la solidaridad financiera para asegurar una mayor cohesión económica y social así como la integración de los 27 Estados miembros de la UE y un mejor equilibrio rural/urbano. Los objetivos de la nueva : El objetivo primordial de la debería ser asegurar el mantenimiento de un sector agrícola sostenible en Europa desde un punto de vista económico, medioambiental y social que atienda las necesidades de la sociedad europea y que aporte su contribución afrontando los retos que se sitúan al nivel mundial. Y en particular: proporcionar un marco estable para el desarrollo de la producción agrícola, a través de un aumento de la productividad y de la competitividad, así como el adecuado funcionamiento del mercado, para garantizar la independencia de suministro estratégico de la UE en todos sus sectores de producción clave y asegurar a los consumidores un abastecimiento estable de productos alimenticios sanos y seguros pero también para permitir que la UE pueda contribuir a satisfacer la creciente demanda de productos alimenticios a escala mundial; garantizar el mantenimiento de la rica diversidad de producción de productos alimenticios de alta calidad en las diferentes zonas rurales de la UE y asegurar que los consumidores estén debidamente informados de los productos alimenticios que compran; garantizar que toda la producción se lleve a cabo de manera que proteja el medio ambiente (aire, suelo, agua), que proteja el bienestar de los animales y la biodiversidad y que de su atractivo a las zonas rurales; optimizar la contribución de la agricultura de la UE a la creación de oportunidades económicas y de empleo en las zonas rurales de la UE; incentivar prácticas de gestión de las tierras que fomenten la biodiversidad, la conservación del hábitat y de los recursos, teniendo en cuenta las condiciones regionales específicas; asistir a los agricultores y a las agricultoras en sus esfuerzos de adaptación y mitigación del impacto negativo del cambio climático; garantizar la contribución de la agricultura de la UE a la reducción de las emisiones de CO 2 y la reducción de la dependencia de la UE de las importaciones de productos energéticos a través de la producción de recursos no alimentarios renovables; garantizar un justo nivel de vida así como perspectivas a largo plazo a los productores agrícolas, susceptibles de fomentar la instalación de las futuras generaciones de agricultores y de agricultoras en el sector. 06 07
Presentación del COPA y de la COGECA: la voz de los agricultores europeos y de sus cooperativas El Copa (Comité de las organizaciones profesionales agrícolas de la Unión europea) y la Cogeca (Confederación general de cooperativas agrarias de la Unión europea) son las organizaciones que representan a la gran mayoría de los agricultores de la Unión europea y a sus cooperativas. Ambos representan a 15 millones de personas con dedicación completa o parcial en explotaciones agrícolas de la UE y a más de 40.000 cooperativas. Reúnen a 76 organizaciones miembros de los Estados miembros de la UE. Su objetivo es defender los intereses generales de la agricultura. AN(08)2804:8 Copa - Cogeca European Farmers European Agri-Cooperatives 61, Rue de Trèves B - 1040 Bruxelles www.copa-cogeca.eu Con el apoyo de la Comisión Europea, Dirección General de Agricultura.