Ares del Maestre Donde el silencio se oye...
UNIVERSITAT PER A MAJORS UNIVERSITAT JAUME I EL MAESTRAZGO UN PUEBLO DENTRO DE SU COMARCA ARES DEL MAESTRE Por: Magali Marqués Torrent Tutor: Javier Soriano Martí Mayo 2006 1
A los pueblos del Maestrazgo con el deseo de que sigan manteniendo vivo el rico patrimonio heredado de sus mayores. 2
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde 3
Gracias a: Los amigos y vecinos de Ares por transmitirme sus conocimientos Mi tutor Javier Soriano por su asesoramiento y hacer que este escrito tenga una correcta presentación Mi familia por creer en mí Mi hija Ana por su ayuda y entusiasmo La UJI por hacer resurgir nuevas inquietudes INDICE 4 Pag.
Introducción. 6 EL MAESTRAZGO Orografía 7 Situación Geográfica 7 Breves momentos históricos 8 Topónimo. 13 ARES DEL MAESTRE Enclave geográfico.. 15 Término municipal.. 16 Parajes Mola d Ares. 17 La Nevera. 19 Barranc dels Molins. 20 Barranc dels Horts. 21 La Caná... 23 Fuentes. 23 Masías... 26 Ermitas Santa Elena.. 29 Sant Antoni de Papua... 30 Santa Bárbara.. 31 Patrimonio arquitectónico El Castillo 32 La Iglesia Parroquial... 33 El Ayuntamiento y Porches... 35 Historia. 37 Bibliografía... 45 Introducción 5
Definir el por qué de la elección del tema para este trabajo me resulta fácil; quería saber más sobre la historia del pueblo que aunque no sea el mío de nacimiento, si que lo es de sentimiento, del corazón. En principio no tenía mucho donde buscar. En la actualidad nada o casi nada conocido por mí hay publicado sobre Ares como tema monográfico, pero sí encontré algunos textos donde se habla del Maestrazgo y de la Provincia de Castellón y en ellos se hace mención del papel importante en nuestra historia de este pequeño lugar. Igualmente en Internet encontré alguna Web que me aportaba datos o bien me indicaba donde hallarlos. También, y quiero destacarlo especialmente, me he ayudado de un trabajo no editado y realizado con mucho cariño por personas que profesaban y profesan (algunas de ellas ya no están entre nosotros) un gran cariño por su pueblo, el pueblo de Ares y así han recogido poco a poco y durante mucho tiempo el sentir de sus gentes y las costumbres que conforman su historia. Este trabajo de recopilación no tuvo una continuidad por el fallecimiento de su autor, y parte de su equipo. Allí donde se hallen gracias. Inestimable ha sido la ayuda de los amigos y vecinos. Sus recuerdos han aportado luz y llenado algunas lagunas. No podía relatar los hechos que conciernen a un pueblo del Maestrat sin mencionar también algo sobre el mismo, por eso empiezo con una referencia que nos aporta un conocimiento muy breve de sus orígenes e historia. Alt Maestrat EL MAESTRAZGO 6 Baix Maestrat
Orografía Durante la Era Secundaría o Mesozoico, el espacio que actualmente ocupa el Maestrazgo fue un gran golfo marino. En el Terciario, los empujes de la orogenia alpina produjeron el plegamiento de las capas sedimentarias depositadas en el fondo del golfo. La cordillera Ibérica se elevó al propio tiempo que la Depresión del Ebro se hundió siendo rellenada con nuevos sedimentos que originaron diferentes transformaciones. Al final del Plioceno y durante todo el Cuaternario los movimientos geotectónicos de las fallas, así como la depresión marina causada por las glaciaciones, reactivó la capacidad erosiva de los ríos que de nuevo atacó los bloques levantados, al mismo tiempo fueron rellenados de sedimento los hundidos, construyéndose frecuentemente sobre estos últimos grandes conos de deyección o abanicos aluviales que capturaron gran parte de las aguas, de este modo el relieve del Maestrazgo alcanzó la forma con la que hoy podemos observarlo. Situación Geográfica La unidad comarcal del Maestrat, históricamente se delimita según Forcada Martí Desde la línea de Aragón hasta la frontera de Cataluña, dejando al NO Els Ports de Morella, al E. la mar Mediterránea y al mediodía La Tinença d Alcalatén y Les Serres de les Palmes, siendo territorio que perteneció a los castillos árabes de Ares, Coves, Culla, Cervera, Peñíscola, Polpís y Xibert. Atendiendo a su geografía esta histórica y popular comarca, tradicionalmente se ha dividido en dos mitades bastante diferentes entre sí: El Alt i Baix Maestrat, siendo su linde natural la divisoria de aguas determinada por la Serra de Valldángel y les Talaíes d Alcalá. La zona donde se ubica el Alt Maestrat es una región con fuertes desniveles y profundos barrancos. Son tierras lejanas, abruptas, montañosas, con cerros escarpados y de cimas planas denominados 7
moles (Xert, Ares), pero también con corredores (Atzeneta, Albocasser, Covas de Vinromá, Alcalá de Xivert) y amplios valles surcados con angostas e intrincadas ramblas, secas casi siempre. Por su parte el Baix Maestrat forma una franja llana en la costa (Vinaròs, Benicarló) baja y arenosa en la primera mitad norte y ataluzadas pendientes en algunas calas entre los acantilados de la sierra de Irta en la mitad sur entre Peñíscola y Alcossebre. Breves momentos histórico Maestrazgo o Maestrat, deriva de maestre, señor, jefe o primera dignidad de una orden militar. El maestrazgo constituía el patrimonio de la orden bajo su autoridad, con plenas competencias en el gobierno, economía y jurisdicción de sus territorios, villas y lugares. La Orden de Santa María de Montesa, constituida en 1317 por el pontífice Juan XXII, a petición del rey Jaime II de Aragón, fue la que ejerció su señorío durante seis siglos, si bien las dos últimas centurias aun sin desaparecer su estructura estuvo regida en su máxima dignidad por la Corona. Esta Orden Militar se sustentó con los bienes que los disueltos Templarios y Hospitalarios de San Juan de Jerusalén poseían en el Reino Valenciano. Anterior a su participación en la reconquista, esta zona del Maestrat - topónimo todavía desconocido- había visto pasar por sus tierras a diferentes pueblos. En la Prehistoria ya fue ocupada por pobladores que nos dejaron referenciado su paso en las numerosas pinturas rupestres halladas en los abrigos y cuevas de los barrancos, siendo las más destacadas aquellas encontradas en el de La Valltorta en los términos de Tirig, Albocasser y Coves de Vinromá y el de La Gasulla y otros varios paralelos a él como son Les Dogues, del Cingle, del Mas Blach, dentro del término de Ares del Maestre, configurando una importante muestra del Arte Levantino. Existen en todos los términos municipales del Maestrazgo indicios del asentamiento de pueblos ibéricos. Concretamente se considera a la tribu de los ilercavones como principales pobladores íberos de estas tierras. 8
Aunque sus límites geográficos son algo polémicos, pues algunos autores clásicos como Estrabón, Plinio o Ptlomeo difieren entre los ocupados por los ilercavones y edetanos. Parece más definido que fueron los primeros los que se quedaron en una región natural que va desde las montañas de Almenara hasta el Ebro o sus cercanías, llegando por el interior hasta los alrededores de Morella. Importantes yacimientos íberos existen prácticamente en todos los términos municipales del Maestrat, especialmente en su litoral. Son poblados y necrópolis clasificadas como ibéricos puros de los siglos VIII y VII a.c., a pesar de la falta de excavaciones con mayor profundidad, ya que de algunos sólo se han hecho sencillas prospecciones o catas, se sabe de su existencia por los abundantes materiales superficiales encontrados que son un exponente claro del asentamiento de estas tribus. Juan B. Simó, en su libro El Maestrat para andar y ver, nos señala la importancia de los restos encontrados en el Puig de la Nao situado a unos 6 Km. de Benicarló hacía el Norte. Igualmente destaca el hallado en Vinaròs a unos pocos metros de la ermita de la Misericordia, sobre un pequeño cerro junto al cauce del río Servol. También Carmen Olaría, en el capítulo IX del libro La provincia de Castellón, Tierra y Gentes, se hace eco de fieles testimonios en tierras del Maestrazgo de poblados antiguos pre-ibéricos e ibéricos como El Puig (Benicarló); necrópolis con elementos arcaicos y de importación en La Solivella (Alcala de Xivert) y El Bovalar (Benicarló) y los materiales conocidos de Carruana (Sant Mateu) y La Pedrea (Santa Magdalena de Pulpis) en los que se reconoce esta fase inicial de la Cultura Ibérica. Estos asentamientos a lo largo y ancho del Maestrazgo nos indican también las visitas de los fenicios y griegos con los que practicaron intercambios comerciales y de los que recibieron avances culturales y económicos, que cristalizarían en el paulatino abandono del modo de vida prehistórico manifestándose después con una personalidad 9
propia de su cultura ibérica. Dan fe de estas visitas las numerosas piezas encontradas entre las que merece especial mención el kylix de figuras rojas atribuido al pintor de Penthesilea datado entre el 460 y 450 a.c., y que constituye en sí mismo una obra de arte como se ha podido comprobar después de su restauración. Esta incipiente presencia colonial no sólo se detecta a través de objetos suntuarios, sino también se ve reflejada en los ajuares domésticos cerámicos, como vasos trípodes y ánforas de clara filiación fenicia, que posteriormente serán imitados por los talleres alfareros indígenas. Más tarde, a mediados del siglo II a.c., fueron los romanos (en pugna con los cartagineses) los que ocuparon estas tierras, quienes a través de su Vía Augusta -antes Heraklea bien conocida por los íberos como vía principal de comunicación y relaciones comerciales- y sus vías secundarias, cruzaban el Maestrazgo. De algunos miliarios (mojones ahora) se conoce su existencia en Traiguera, Coves de Vinromá o en La Jana. Aparte de los testimonios arqueológicos tenemos algunos textos clásicos referenciados por Carmen Olaria en el ya mencionado libro Tierra y Gentes, que nos documentan sobre la existencia de núcleos urbanos ibéricos contemporáneos a las guerras púnicas romanocartaginesas, entre los que señalamos Onussa (Livio,22,20,3) que hipotéticamente se ha situado próxima al delta del Ebro, entre Alcanar y Peñíscola; Intibilis o Indibilis, citada por varios autores y documentos clásicos, se ha situado entre los ríos Cenia y Servol, otros la sitúan próxima a Benicarló, a Vinaròs, Sant Mateu, Traiguera, etc. Con el paso de los años, poblaciones indígenas estarían romanizadas ya en los albores de nuestra era. 10
Invasiones de pueblos germánicos se suceden a mediados del siglo III y durante el siglo IV, que arrasarían las estructuras ya dañadas por luchas, desgaste y corrupción dentro del Imperio Romano, pero sería durante el siglo VI cuando visigodos y más tarde bizantinos se instalarían en nuestro territorio. La ausencia de información y la escasez de vestigios arqueológicos para el periodo 450-900 inducen a creer que fue poca la población existente. Desde la entrada de los árabes en el siglo VIII hasta la conquista cristiana del siglo XIII por Jaime I, el territorio del Maestrazgo estuvo bajo el dominio musulmán. Este largo periodo de islamización se prolongaría cuatro siglos más hasta la expulsión de los llamados moriscos en 1609. Aunque las construcciones árabes fueron grandes en número, no son consideradas de gran importancia arquitectónicamente, ya que los ocupantes de esta comarca, se sabe fueron eminentemente agricultores y en sus construcciones sustituyeron la piedra por ladrillo (siendo como eran maestros en alfarería y cerámica). Sin embargo, al recorrer los pueblos del Maestrazgo, es evidente que perdura en ellos la estructura arábigo-medieval con sus calles estrechas e irregulares. Mención aparte merecen sus castillos, aunque sólo el de Peñíscola ha llegado hasta nosotros con todo su esplendor, ya que poco queda de los castillos de Cervera, Alcalá de Xivert, Santa Magdalena de Pulpis, Coves de Vinromá, Culla y Ares del Maestre, con la particularidad de que sus ruinas no conservan ningún resto completo de época musulmana. Lo mismo sucede con su arquitectura religiosa-islámica, ya que por imperativo de las autoridades eclesiásticas cristianas sus mezquitas se transformaron, total o parcialmente, en iglesias. Algunos objetos arqueológicos encontrados en la comarca, tales como un pequeño amuleto de bronce (Albocasser), varias placas de plomo con inscripciones religiosas y de pequeño tamaño (Salzadella), lápidas funerarias con inscripciones árabes aparecidas en el término de Benasal y Culla, una inscripción sobre mármol blanco que 11
aparece en el dintel de una puerta de Vinaròs, pequeños objetos de cerámica y joyas, son el pequeño tesoro que corrobora lo que la historia nos enseña: que las tierras del Maestrazgo formaron parte de Al-Andalus. Y por aquí comienza la conquista llevada a cabo por el rey Jaime I. Tras el fracasado intento de apoderarse del Castillo de Peñíscola en 1225, será cuando en 1232 los peones de Teruel tomen el Castillo de Ares molt bo logar e molt fort según refiere la Crónica del propio Jaime I. En el verano de 1233 los castillos de Peñíscola y Polpis se rinden al propio Rey; Xivert y Cervera lo hacen a las órdenes militares de Templarios y Hospitalarios, mientras que el de Coves se entrega a las tropas reales. Demográficamente el Maestrazgo va creciendo. Sus tierras son ocupadas por cristianos repobladores catalanes y aragoneses principalmente, que a través de las cartas-pueblas van asentándose. Estas cartas-pueblas se concedían siempre a fuero de alguna población (en el caso del Maestrazgo, que conozcamos figuran 15 a fuero de Zaragoza y 10 a fuero de Lérida) y son una de las principales características de la repoblación en esta zona. También los conquistados musulmanes permanecieron vinculados por medio de capitulaciones que aseguraban una amplia tolerancia en el mantenimiento de su religión y costumbres. A estos pactos se les conoce con el nombre de carta fidelitatis o tratado de rendición. No obstante, hasta principios del siglo XIV, la zona sufre las consecuencias de una serie de confluencias de intereses de señores, reyes y órdenes militares que fueron alternando sus dominios. El periodo histórico que gira alrededor de los años finales del siglo XIV y principios del XV, nos lleva ante la presencia de dos figuras universalmente conocidas; ellas son: el maestro Vicente Ferrer (1350-1419) y Pedro de Luna (1328-1423), conocido como el papa 12
Benedicto XIII. Ambos caminaron por el Maestrazgo con igual propósito: servir a la Iglesia, ya sea haciendo apostolado, argumentando en el congreso teológico-rabínico de Tortosa-San Mateo o buscando solución al Cisma. Vicente Ferrer estuvo gran parte de su vida al lado de Pedro de Luna, ambos les unían lazos de agradecimiento y cariño nos reseña Simó Castillo en El Maestrat para andar y ver Las llamadas Guerras Carlistas surgidas a la muerte de Fernando VII (1833) que dividieron en dos bandos al país: isabelinos y carlistas, fueron escenario clave en el norte del Maestrazo. La figura del general carlista Ramón Cabrera conocido como el tigre del Maestrazgo forjó casi una leyenda. Sus luchas de guerrillas fueron particularmente violentas y crueles siendo penosas para las gentes que convivían dentro de su área de actuación (en este caso el Maestrat). Topónimo Una vez desaparecido, a mediados del siglo XIX, el señorío maestral comenzaría a distorsionarse el auténtico sentido del topónimo Maestrazgo extendiéndose a zonas que nunca estuvieron relacionadas con la Orden de Santa María de Montesa. Las mencionadas guerras carlistas iniciaron esa ampliación a una extensa área donde se encuentran las comarcas de Els Ports (Morella); la Tinença de Benifassá y parte de las provincias de Teruel y Tarragona. Morella nunca fue maestrazgo o parte de mensa maestral, sino villa de realengo. Igualmente aunque Cantavieja (Teruel) perteneció al Temple, no se incorporó a la Orden de Montesa (genuinamente valenciana) por ser Reino de Aragón y la Tinença de Benifassá era feudo del monasterio cisterciense, cuyo abad poseía en señorío. La Mancomunidad Turística del Maestrazo formada por las Diputaciones de Castelló y Teruel, ha unido esfuerzos para dar a conocer estas tierras del interior. Muchas son las características arquitectónicas, climatológicas y culturales que les unen junto a un pasado histórico marcado por su topónimo que les acerca aunque siguieran diferentes caminos a partir del siglo XIV. 13
El topónimo Maestrazgo es acreedor de una forma de vida y de cultura. Algunos lo llevan como apelativo, tal es el caso de Ares del Maestre, Atzeneta del Maestrat, Cervera del Maestre, Vistabella y Zorita del Maestrazgo. A uno de estos pueblos me he acercado para conocer su historia. Como conclusión a este capítulo tomo las palabras de Gabriel Feliu reseñadas en Castelló Festa Plena (verano de 1984) Desde el Maestrazo litoral, de pronunciada densidad humana en los ricos y bien regados llanos agrícolas, que goza además del refuerzo de la actividad turística al socaire de su grata costa, se produce una transición del paisaje hacia los secanos interiores. En éstos la vida del hombre encuentra su apoyo en los clásicos cultivos mediterráneos (algarrobo, olivo, vid y almendro) y modernamente en la crianza de animales de granja. Torres y portales de las antiguas murallas, conventos, iglesias parroquiales, nobles casas de apellidos ilustres, ermitas, santuarios que siguen siendo centro de la devoción popular, etc., constituyen un rico patrimonio de gran interés artístico a través del cual habla el pasado. 14
Enclave geográfico Situado en las estribaciones del Sistema Ibérico, en el sector central del Maestrazgo, presenta un relieve abrupto, caracterizado por su paisaje de muelas. La altitud de su término varía de 700 a 1.300 m., lindando con Villafranca y Castellfort, que lo limitan por O.; Morella, N. y E., y Benasal por SO. Se encuentra al S. del término de Morella y por E. y S. confina con el distrito de Albocacer. Crúzalo de arriba abajo la rambla Carbonera y muchos barrancos que a ella afluyen. Además tiene el río Bergantes. Así nos describe Carlos Sarthou Carreres en su Geografía del Reino de Valencia (1913), la ubicación de Ares del Maestre. Su clima es mediterráneo de montaña con temperaturas que oscilan entre los -10ºC en invierno hasta los 30ºC en verano, con una temperatura media anual de 12 5ºC. Su elevada altitud a 1.194 m. sobre el nivel del mar, y su situación geográfica forman en él una singularidad que se refleja observándolo desde cualquier punto. Cuando se avanza desde la carretera de Castelló a Vilafranca (CV- 15) el pueblo se divisa mayestático en lo alto de la montaña, casi tocando el cielo. Su casco antiguo de corte 15
medieval, en forma de anfiteatro, literalmente está colgado de un farallón rocoso, respaldado por la Mola del Castell con restos de lienzos de murallas, torreones y torre vigía en la cúspide que parece quererle proteger recordando su dilatada historia no exenta de efemérides que marcaron el paso de los tiempos desde la prehistoria. Su paisaje circundante te invade de un sentimiento de grandeza estás por encima de las montañas!, piensas al contemplarlo desde lo alto de la Mola del Castell, y casi parece que estés volando. No hi deu haver cap poble emplaçat com aquest, dalt d un espadat i encastat en un penyal que li fa de barret. No sé com s hi aguanta, arrapat aquí, amb el rengle de casetes blanques com si fossin fitxes de dòmino a punt de caure d una altíssima taula (Joseph. Espinàs A peu per L Alt Maestrat ) Término municipal El término municipal de Ares es grande. Su extensión total de ll8,67 km2 está lleno de parajes de excepcional relevancia dentro del Maestrazgo. Fuentes, barrancos, montes, llanuras, conforman su paisaje natural, unido al antrópico que trasformó la mano del hombre para sus necesidades agrarias y ganaderas. La formación con la técnica ancestral de la arquitectura de pedra seca (sin cemento ni argamasa simplemente por apilamiento, asentamiento y equilibrio de los distintos fragmentos pétreos) de bancales, corrales y barracas embellecen su relieve. Esta humilde manera de construcción vinculada al mundo agrario y ganadero, en el que durante siglos fue utilizada de manera constante, no sólo permitía limpiar el terreno de piedras para mejorar el cultivo, sino que con ellas se podían formar hitos y lindes, paredes para bancales, corrales para separar el ganado; nivelar el suelo; contener aguas de los torrentes o dar cobijo a humanos y animales. Varias son las barracas que se encuentran en buen estado en el término municipal, debido a su equilibrio microclimático ante los cambios de temperatura que permiten se mantengan prácticamente invariables y gracias a la preocupación de sus propietarios para que no desaparezca este legado arquitectónico. 16
Las terrazas, o bancales de cultivo, propias de las regiones del interior del mediterráneo, nos hablan de las siembras de cereales que antaño se realizaban en Ares, que por ser tierras de secano y no muy ricas, se alternaban con el cultivo de patatas y maíz. No es difícil adivinar por el color -entre verdes y amarillos- los bancales que todavía de forma silvestre quieren darnos a entender que en su día fueron productivos asomando restos de alfalfa o cereales entre sus tierras. Una nostalgia más para los arenses o arencs y para los que no siéndolo lo llevamos en lo más profundo de nuestro corazón. Parajes Mola d Ares. Se encuentra al norte del pueblo, lindando directamente con él. Al igual que los montes de alrededor, estas muelas o moles están formadas por grandes mantos de roca caliza, dura y resistente, alternados con arcillas y margas, materiales mucho más blandos. Estas rocas calizas no fueron tan afectadas por la Orogenia Alpina durante la Era Terciaria por lo que la disposición de los estratos sigue siendo horizontal dándoles ese aspecto de cono truncado. Las lluvias y los vientos las han ido erosionando vaciándolas por sus lados aumentando el desnivel y quedándose grandes mesetas profundamente recortadas por los bordes. La Mola d Ares es la más alta de la zona con 1.318 m. de altitud. Son palabras del insigne botánico Cavanilles que en 1795 la define así en 17
su libro Observaciones sobre la Historia Natural del Reyno de Valencia Quando la cumbre de algun monte se halla casi paralela al horizonte, los bancos y capas de que se compone hasta las raices guardan el mismo paralelismo. Tal es el caso de las montañas de Ares, sobresaliendo la citada muela de su nombre. Truncada la cima presenta una llanura de media hora de largo y un quarto de ancho con corto declive hácia el nordeste. Por todas partes limitan su extensión cortes casi perpendiculares de quince y veinte pies de altura, que forman alrededor lo que llamo cintos: apoyándose estos cintos ó murallas naturales sobre bancos que sobresalen algunas varas, cuyos bordes sirven de término hasta donde suben otro cintos inferiores, que descansan sobre bancos de mayor diámetro: continúan así las graderías hácia abaxo sin parecerse unas á otras, hallándose algunas muy inmediatas entre sí, y de fácil acceso Varía la piedra en dureza y colores; hayla de un azul claro, de color de rosa con pintas blanquecinas y brillantes, y la mayor parte caliza Vuelvo a la muela de Ares para describir sus vistas y producciones. De la cumbre mirando al mediodía se descubre San Cristóbal de Benasál á dos horas de distancia, y Culla á mas de tres, Peñagolosa cae al sudeste y á nueve horas de distancia, la ermita de Castellfort casi al norte á poco mas de una hora, y Morella al norte con declinación al oriente á mas de quatro En su punto más elevado se encuentra el vértice geodésico de triangulación de primer orden utilizado a principios del siglo XIX para medir la longitud del meridiano de París y así definir el metro como unidad de medida. Este vértice es conocido por los del pueblo como el Molló del Soldat, en clara referencia a las funciones topográficas que realizó el ejército. Desde ese punto podemos divisar Morella con toda nitidez. En su meseta se encuentran cuevas; la más conocida es El forat de la Tolina llamada así porque según cuenta la tradición popular allí se escondió la mujer de Tolino cuando huyó de su casa por desavenencias familiares. Hasta la década de 1970 la Mola fue zona de pasto para el ganado equino de los vecinos de Ares, pero cuando los campos se vieron abandonados por la emigración de sus gentes e innecesarias las tareas realizadas por las caballerías, estas fueron desapareciendo y aquellos terrenos pasaron regularmente a ser subastados para pastoreo de ganado ovino y bovino. Actualmente en la zona norte de su meseta se han instalado antenas de comunicaciones, que a pesar de su posible necesidad rompen la 18
estructura paisajística original. La falda este mantiene una aceptable cobertura vegetal de encinas, robles, arces, etc. Casi pegada en su lado sur, encontramos otra muela de parecida altitud (1.315m.) llamada Mola del Vila, en sus laderas se encuentran paredes medianeras formando corrales hechos con piedra seca, donde hoy día se ve pastar ganado vacuno, así como extensiones de pinos que han sido repoblados. Entre ambas muelas y en la depresión que forman se encuentra el trazado de la carretera hacía Vilafranca y como queriendo juntar ambos montes está el antaño caserío de El Coll d Ares, hoy convertido en restaurante una de sus casas y abandonadas las restantes. Por ser paso natural y obligado este cruce fue famoso para el comercio de maderas y lanas de ayer, aunque requería un gran esfuerzo para caballerías y carretas, tal como reza una canción popular Al baixar la costa d Ares/ se me trencà la retranca./ Santíssim Crist de l Alcora!/ Verge de la Cova Santa! (J.M. Espinàs A peu per L Alt Maestrat). La Nevera. En un pequeño barranco en las inmediaciones de la Mola d Ares a unos dos kilómetros del pueblo y pasando por la fuente de Regatxols, se encuentra a 1.200 m. sobre el nivel del mar, una edificación un tanto peculiar, se trata de la Nevera o Pou de Neu, lugar donde antaño se almacenaba la nieve caída durante el crudo invierno para ser utilizada el resto del año como hielo con fines terapéuticos (por ejemplo: para bajar la fiebre a los enfermos) y usos domésticos, inclusive se trasportaba a lomos de caballerías hasta zonas costeras y otros pueblos para venderla. Este edificio de finales del siglo XVI presenta tres cuerpos, dos corresponden al pozo excavado en su mayor parte en la montaña, haciendo, por su fuerte pendiente, los mismos contrafuertes de paredes llegando a tener 5 ó 6 m. de piedra, y un tercer nivel es la casa del Nevater, desde la que se desciende por una escalera de hierro hasta la nevera propiamente dicha. Su fábrica está realizada con mampostería, 19
excepto en las esquinas y arco de la puerta que son de sillería. Esta estructura ha sido recientemente restaurada por el Museu d Etnologia de la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de Ares, ofreciendo actualmente un testimonio enriquecedor de corte etnológico, ya que dentro de la primera planta -Casa del Nevater emplazada encima del pozo- se ha instalado un museo que a través de unos paneles y junto a un audiovisual, nos muestran las operaciones de recogida, conservación y transporte de la nieve convertida en hielo. El comercio del frío se desarrolló a partir del siglo XVI y alcanzó su auge en los siglos XVIII y XIX, declinando en el tercio final de ese siglo ante la competencia de las fábricas de hielo instaladas en las principales ciudades. El método de llenado consistía en aislar previamente las paredes con paja y colocar la nieve lo más apisonada y apretada posible seguida de una capa de paja, luego otra de nieve y más paja hasta llenarla por completo. Llegado el tiempo se partía con picos y sierras, formando bloques de hielo, se colocaban estos dentro de cajas de madera y a lomos de mulas o asnos se bajaban, casi siempre de noche, para su uso y venta. En Ares hay una referencia fechada en el 14 de julio de 1913 que dice Se vende la nieve a cincuenta céntimos los 12 kilos Dentro del pueblo existía otra nevera hoy desaparecida quedando sólo como recuerdo el nombre de la calle donde estaba ubicada, Carrer de la Nevera. Barranc dels Molins. Bordeando el pueblo por el sureste y aprovechando la presencia de agua y el fuerte desnivel se construyeron cinco molinos harineros que dan nombre al barranco. Este conjunto de molinos conforman una de las más singulares obras de ingeniería hidráulica de los siglos XVII y XVIII de alto valor etnográfico y cultural, a través de sus balsas de recogida de agua y sistemas de conducciones para enlazar unos con otros. Estos molinos se usaban para la molienda de cereales. A través de un pozo de caída de agua (en el caso del primer molino construido, el pozo está horadado en la roca viva), ésta hacía girar la rueda de madera imprimiéndole un movimiento de rotación que a su vez ponía en funcionamiento la piedra del molino (mola) situada debajo del embudo por donde se echaba el cereal. El agua seguía su cauce por un túnel de salida. (Esta es una descripción a grandes rasgos). 20
Algunos de los molinos actualmente están en un total abandono, pero tenemos que significar que uno de ellos situado junto al Mas del Molí se encuentra en perfectas condiciones, incluso cuando llueve lo suficiente, a pesar de los años de su construcción (año 1700), puede funcionar. Su acueducto para el traslado del agua desde una balsa hasta la torre del pozo de caída, parece una muralla fortaleza. En ese mismo barranco se encuentra también la llamada Roca del Salt dels Molins, destacando por su belleza la caída desde 25 m. de altura de las aguas provenientes del deshielo o en épocas de grandes lluvias. Barranc dels Horts. Este es un paraje sorprendente, enclavado entre paredes calcáreas, donde en sus primeros tramos poco podemos imaginar lo que iremos descubriendo más adelante, una flora singular con numerosas especies que nos remontan al pasado forestal de nuestra Península: carrascas, robles (o quejigos), arces, enebros, sabinas, acebos etc. Aunque lo más sorprendente de este lugar son la grandeza y longevidad de algunos de los ejemplares de robles y carrascas que pese a la explotación y tala de los bosques y a la acción tan destructiva de repetidos incendios han podido sobrevivir y conservar su monumentalidad para deleite y goce de quienes se acerquen a ellos. El paisaje integrado por estos árboles que llevan varios cientos de años de antigüedad sobreviviendo en las laderas de umbría del barranco, rodeados de grandes rocas desprendidas de las cumbres de las montañas calizas cercanas y en cuyo interior crecen especies de líquenes de gran relevancia botánica, tiene un mayor impacto visual positivo, cuando nos encontramos con el Roure Gros, un enorme roble (o quejigo) de veinte metros de altura, con un perímetro de tronco de seis metros. El cauce del Barranc dels Horts tiene una longitud de unos siete kilómetros y en sus inmediaciones existen tres fuentes, vinculadas tradicionalmente a las vías pecuarias existentes y utilizadas como abrevadero de ganado: la Font dels Horts, la Font d Esmunyides y l Ullalet del Barranc. Otros lugares merecen también especial atención, tales como la Roca de l Aliaga, el RourePrimerenc 21
(cerca existe un horno de cal), el Clot del Carrascar, Lo Rebolcador y el Cantalás. Esta finca de 670 hectáreas se extiende desde la Rambla Carbonera (a 675 m. de altitud) hasta el Tossal de la Marina al norte del Mas Vell (a 1.175 m. de altitud) lo que explica la existencia de microclimas y singularidades geológicas muy distintas. Fue adquirida, junto al Mas Vell, en el año 1993 por la Fundación Caja Castellón, integrada en el grupo Bancaixa, para su protección y mantenimiento. Durante los últimos años ha realizado una repoblación selectiva de toda la zona, y se ha logrado en parte un reconocimiento oficial de la importancia ecológica de este privilegiado rincón de nuestra geografía, que está integrado en el Lugar de Interés Comunitario (L.I.C.) del Alto Maestrazgo. En su libro El Barranc dels Horts, Caminando por su Paisaje, la bióloga Isabel Queral Ruano, nos dice: El Barranc dels Hort-Mas Vell es un espacio natural relíctico, de incalculable valor ecológico y social, y único a nivel de la Comunidad Valenciana y del estado español. Un paisaje majestuoso, regado por fuentes cristalinas y en el que se encuentran varias microrreservas de flora Un paseo por cultivos de almendros, bordeando el lecho de un barranco de montaña, para adentrarnos en un bosque de quejigos y carrascas, árboles de porte majestuoso, varias veces centenarios. El silencio, la imponente presencia de estos árboles que cobijan vida, muchísima vida y nos tutelan desde hace siglos, los ritmos y sonidos de la naturaleza todo esto a nuestro alcance, a poco que nos tomemos la molestia de sentarnos bajo uno de estos gigantes bondadosos, y sepamos escuchar y sentir el pulso de un universo que ya se nos ha escapado en gran parte de nuestros paisajes. Quedan pocos enclaves como éste, y es labor de todos ayudar a preservarlo al tiempo que podemos disfrutarlo, con actitud de respeto. 22
Es un paraje magnífico en el que la vegetación original de estas tierras se ha mantenido poco alterada Su gran valor e importancia se fundamentan en la conservación de un bosque monumental, relicto y centenario, de quejigo y carrasca por las dimensiones y edad de los ejemplares que lo conforman La Caná. No todo es montañoso en esta orografía. Las litologías blandas (arenas, arcillas y margas) han permitido la génesis de anchos valles y en Ares se encuentra el de La Caná, (que hiende en más de 300 m. el potente espesor sedimentario) por donde transcurre la rambla del mismo nombre cuyas aguas (cuando las lleva) desembocan en el río Bergantes. El marcado contraste de esta llanura con el entorno montañoso y de profundos barrancos sorprende por inesperado cuando lo encuentras al salir de Ares hacia Vilafranca. En este enclave existían campos de labor (hoy abandonados) que fueron preparados y usados por las gentes que vivían en la masías cercanas sitas en las laderas de las muelas. Existe también un pequeño aeródromo militar construido por el ejército en la guerra civil de 1936. Igualmente ha sido usado ocasionalmente en algunos eventos deportivos como partidos de fútbol. Fuentes Numerosos eran los lugares donde se encontraba una fuente o algún bassot en el término municipal de Ares, sobre todo en su parte sur. Abundantes aguas corrían por sus barrancos, por sus ramblas (La Caná, La Belluga y Carbonera). El río Bergantes da sus primeros pasos en las montañas de Ares, pero son otros tiempos, las sequías han llegado a cualquier lugar de nuestro territorio y algunos de sus manantiales se han ido secando o bien han desaparecido por la mano del hombre. No obstante quedan lugares emblemáticos, donde el agua corre con mayor o menor abundancia dependiendo de las lluvias, y de fácil acceso que abastecen a las gentes del pueblo y a los visitantes de sus suaves y frescas aguas. Una de esas fuentes es La Font dels Regatxols. Apenas dista kilómetro y medio del pueblo, su entorno últimamente ha sido remodelado respetando las paredes de piedra seca existentes y acondicionando otras. Sus fuentes (exentas 23
de grifería) que manan continuamente, caen a un abrevadero abasteciendo así de agua a los animales, sobre todo ganado vacuno, que pastan por sus alrededores. Entre los conocedores de sus aguas se dice que son mejores las que manan de la font de dins, ya que ambas provienen de diferentes manantiales a pesar de estar separadas por apenas unos cuatro o cinco metros. Allí mismo existe un antiguo lavadero de piedra cubierto, cuyo artesonado de madera fue también restaurado. En las ruinas del antiguo bassot de la llana o tin, lugar donde se teñían las lanas, se ha edificado un albergue de paso. Normalmente está cerrado y para poder acceder a él debe pedirse permiso al Ayuntamiento. A la font dels Regaxols se acerca casi diariamente la gente, ya que es un agradable paseo que tiene además una grata recompensa: su fresca agua. Muy cerca, a la salida del pueblo, en el declive sureste de la Mola d Ares está la Font del Molí. Esta fuente se encontraba debajo del camino de les Forques que conduce a la Mola, pero en el año 1990 se ubicó en el bancal de más abajo, en un paraje repoblado de pinos cedido al Ayuntamiento formando un entorno muy relajante desde donde en días muy claros se divisa Culla, y La Font en Segures (Benasal). Existen algunos bancos y mesas (de corte muy rústico) para compartir un buen yantar a la sombra de sus pinos. Otras fuentes con abrevaderos son la de Les guitarres situada al final del camino que bordea la Mola en su parte baja llegando al coll de Munté. Es de agradecer un buen vaso de esas aguas después del recorrido, bien sea por el mencionado paso, o si se ha ascendido a la cumbre de la muela y caminado por su meseta hasta ese enclave. Como queriendo dar la bienvenida y preparar con sus aguas (hoy en día con poca afluencia y más difícil su acceso al chorro de salida) al visitante, apenas tomar el desvío que se adentra hacia el pueblo topamos con la Font de les piquetes. Un pequeño paraje remodelado con piedra que quizá le hizo perder un poco su encanto más natural de antaño. No obstante es cita de los paseos por la carretera que van 24
desde el Peiró (cruz de término de piedra a la entrada del pueblo) hasta aplegar a les piquetes. Un poco más lejos, en una explanada se encuentran: la Font Boltá cuya característica es diferente a las comentadas hasta ahora, por su enclave de orografía más suave. Tiene un pozo y una fuente. Su entorno es apto para la acampada. En la Font de la Pinella situada en la masía del mismo nombre los peregrinos que de Catí salen a rendir su homenaje anual hasta la ermita de Sant Pere de Castellfort reponen sus fuerzas bebiendo de sus aguas como marca la tradición en el reparto de aguas que allí se hace. La Font de Garcia tiene un acceso más abrupto por estar situada en el barranco de la Canaleta. Hay un lavadero y hasta allí se tenían que desplazar algunas mujeres de Ares para poder rentar sus ropas, (que luego tendían allí mismo y así poder hacer el camino de regreso con la ropa ya seca y limpia evitando el sobrepeso que añadía la ropa mojada) y acarrear agua, cuando ésta todavía no llegaba al pueblo. Tenemos que significar la existencia de tres lavaderos más ubicados en diferentes puntos de donde manaban fuentes naturales: el mencionado anteriormente de Els Regatxols, el del Bassot Nou y el de La Font del Coll. Anterior al existente hoy día, que dista unos cien metros del pueblo, y se abastece de aguas traídas desde Els Regaxtols, alrededor de los años 1931-32 se construyó uno nuevo más cercano y pequeño que por su estructura era conocido por la bañera. En el mismo se tenía que lavar arrodillado. Por último hacer notar que el agua que abastece al pueblo en su red pública viene del manantial que está situado en el barranco cerca del Salt. Desde allí es bombeada hasta los depósitos situados en la Mola del Castell. Masías 25
En el Maestrazgo existe una característica poblacional que reúne a parte de sus habitantes en núcleos de viviendas rurales dispersas, estas viviendas se denominan masías o masos. Aún siendo el mas o masía una forma de colonización típicamente cristiana, surgida en los primeros años de la reconquista de estas tierras a los árabes, su origen se halla en los siglos de dominación musulmana en que se construyeron los primeros caseríos montañeses y nacieron numerosas alquerías, que, en la nueva organización territorial cristiana de la post-reconquista, daría paso a estos peculiares núcleos en base a una economía ganadera extensiva, lanar principalmente y algo de cabrío y cerda, apoyadas en una agricultura de autoconsumo, con parte de huerta y trigo en las inmediaciones del núcleo edificado y vid y olivo en las zonas más alejadas. Citaremos algunos masos o masías con cierto renombre, por la población que en 1970 aún poseían: Mas del Barranc dels horts (Ares del Maestre), 108 habitantes. Mas d Esteca (Ares del Maestre), 74 habitantes. Juan B. Simó El Maestrar para andar y ver. Las tierras de Ares son muy buenas para el cultivo de las gramíneas de ahí la obtención antiguamente de importantes cosechas de cereales (trigo, avena, centeno, maíz, etc.), así como de leguminosas (judías garbanzos, lentejas, guijas, guisantes, etc.) También las patatas y remolachas tenían buena calidad. Entre sus árboles predominaba el almendro (al igual que hoy en día) y algunos frutales que eran más para consumo doméstico. La existencia de rebaños de ovejas y cabras hacía factible la industria artesana de la fabricación de quesos que se realizaba en algunas masías. Después de cuajada la leche se exprimía fuertemente para eliminar el suero o líquido y la masa se colocaba dentro de una fraitera (molde de madera) de distintas formas y tamaños en cuyo interior habían gravados diferentes dibujos geométricos que luego aparecían marcados en el queso. Esta tarea de prensado recaía sobre las mujeres que apretaban fuertemente la masa y cambiaban de posición para extraer todo el suero. Terminada esta labor se sacaba el queso del molde, se le ponía sal, y a los pocos días ya estaba disponible para su consumo tierno, o bien si se quería más seco se 26
dejaba unos días en sitio bien oreado dándole vueltas hasta conseguir la textura deseada. En todo el término municipal existían un total de 133 masías. Para poder informar a los interesados de todos aquellos asuntos que les pudieran competir, tales como: edictos, pagos de contribuciones, procesos veterinarios, elecciones, etc., el Ayuntamiento realizó la división de las masías en Cuatre Denes, es decir, formando cuatro partidas que a su vez incluían otras tantas masías más próximas entre sí. Los nombres de les Denes eran Dena de la Caná Dena del Barranc dels Prats Dena de La Vall Dena del Romé 45 Masos 34 Masos 27 Masos 27 Masos El sistema a seguir era la entrega, por parte del alguacil, del aviso que iba fijado en una tablilla, a la primera masía de cada grupo denominada Cap de Dena encargándose sus vecinos de ir pasándolo después de leído y firmado en señal de conocimiento del mismo, hasta llegar a la última que la entregaba de vuelta al Ayuntamiento. Aunque en la actualidad esta distribución y su práctica queda en desuso por la variedad habida en relación con la desaparición del hábitat de muchas masías, a consecuencia del desalojo de las mismas iniciado en las décadas de los años 1950 a 1970, cuando en busca de mejoras en sus trabajos y vivir cotidiano, sus gentes se han trasladado a otras ciudades más grandes. También el fallecimiento de los miembros de más edad ha ayudado a esta situación. El total deterioro de algunas masías es muy acusado hoy día, aunque varias viviendas se están rehabilitando de cara al novedoso turismo rural. 27
Una de estas masías es la conocida como la Torre Bertrans, se halla en el camino que comunica Albocasser con Ares, casi en el desvío a Benasal, al pie del Tossal de Orenga. Data del siglo XVI y en su lugar se encontraba una alquería musulmana. Pertenece a las fortificadas siendo una de las más antiguas de la región y también de las más grandes. Está compuesta por varias viviendas en medio de las cuales se alza la torre de defensa, que es de planta cuadrada, realizada a base de sillares y mampostería. Conserva el matacán y aspilleras por su condición de vigilancia y defensa. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985. Una reciente remodelación ha mejorado su aspecto arquitectónico pero desvirtuado su antigüedad. Actualmente y según el Nomenclátor de la Comunidad Valenciana, 2005, existen cuatro núcleos de población en otras tantas masías. Estas son: Santa Elena con 29 habitantes Torre-Beltran con 31 habitantes Masía Roca de Abajo con 31 habitantes La Montalbana con 23 habitantes. Algunos de estos habitantes censados no viven permanentemente en las masías, bien por estar trabajando o estudiando en otras ciudades, o por tener una edad avanzada y depender de parientes que residen en diferente lugar. Ermitas Las veneraciones a vírgenes y santos hacen que en tiempos antiguos se erigieran santuarios, ermitas y capillas bajo la advocación de alguno de ellos, por ser los patronos del lugar o solamente por una 28
mayor devoción o predilección. Estos lugares de culto se alzaban, normalmente, a unos pocos kilómetros de la localidad y habitualmente no estaban abiertos diariamente sino más bien en acontecimientos como romerías o rogativas para solicitar algún favor (en caso de graves sequías, epidemias, catástrofes) al santo bajo cuya dedicación se había levantado la ermita. En recuerdo de esos acontecimientos, también hoy en día nos desplazamos a estos lugares en peregrinación pero con un sentimiento más de encuentro y fiesta. Santa Elena Esta ermita data del siglo XVIII, concretamente se inició su construcción el día 15 de Mayo de 1742, y se terminó en 1763 para poder oficiar la primera Misa, añadiéndose más tarde los pórticos y el Salón del Ayuntamiento, quedando finalizada en 1773. Está ubicada en la masía del mismo nombre, que antiguamente se conocía como Masía de Les Solanelles. Este edificio de 18 metros de largo por 10 de ancho (sin contar los porches) tiene una bonita portada de piedra donde se sitúa el relieve esculpido de la imagen de Santa Elena y dos porches, uno para refugio de las caballerías (tapados sus arcos) y el otro para dar cobijo a los peregrinos, este último tiene encima el llamado Saló de l Ajuntament. Su espadaña situada arriba de la fachada alberga la campana María de 24 cm. de diámetro y un peso aproximado de 8 kilos, su instalación data del año 1763, según inscripción que se halla alrededor de la misma. En su interior hay un coro alto, un altar mayor con la imagen de Santa Elena y seis capillas laterales (vacías). En sus paredes, altares y cúpula se encuentran varios motivos pictóricos: geométricos, florales y religiosos, con representaciones bíblicas y de santos. Estas pinturas, que se encontraban en un estado bastante penoso, fueron restauradas durante las campañas de los años 2003 y 2004 llevadas a cabo gracias al convenio de colaboración entre la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia y la Fundación Blasco de Alagón. Su resultado ha sido francamente satisfactorio. 29
La construcción fue motivada por una promesa hecha por Miguel García del Mas de Racó y sufragada con los donativos de los hijos de Ares, muchos de ellos hicieron estas aportaciones principalmente en especies: lana y trigo. Al igual que los pagos efectuados por diferentes servicios prestados. Como dato curioso señalaremos que existe un cuaderno de obras de la Ermita. Su festividad se conmemora el primer domingo después del día 3 de Mayo. Antiguamente era el mismo día, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, de ahí que también sea conocida como Santa Creu. Desde el pueblo sale la romería pasando por la capillita conocida por Santaeleneta. Después de celebrada la Misa y cantado els goijos, fuera ya de la ermita se bendice la tierra, y por parte del Majoral se reparte la prima (que ha sido amasada y preparada por las mujeres del pueblo) entre los asistentes. Tradicionalmente se almuerza por los alrededores y el Ayuntamiento lo hace en la ermita. Cabe mencionar que tiempo atrás la concurrencia era muy numerosa por congregar gente de cuatro términos municipales: el propiamente dicho de Ares, Castellfort, Vilafranca y Benasal. Esta tradición data de 1763 y antiguamente el día de la romería era más completo, con regreso a pie, parando para merendar y reponer fuerzas, pero en la actualidad el tener que volver a los lugares de procedencia -son muchas las personas que se desplazan que viven fuera del pueblodificulta poder dedicarle todo el tiempo, haciendo uso de los vehículos para trasladarse más rápidamente. Sant Antoni de Padua Fue construida en el año 1718 (aunque otras fuentes apuntan el año 1745) por las familias que habitaban la masía donde se encuentra ubicada, el Mas de la Vall. Popularmente esta ermita es conocida como Sant Antoni Fesolé, por coincidir su festividad en los días en que se siembran els fesols (judías). Es muy pequeña, pero tiene cierta gracia natural. Consta de nave central con arcos de medio punto y pilastras sobre las cuales voltea la cúpula, mientras que la capilla mayor lo hace con vuelta de cañón. Tiene pinturas murales y sobre la que compone el altar mayor con la imagen del santo se lee AÑO 1750. Su estado presenta bastante 30
deterioro, aunque para evitar su derrumbe en la campaña del 2001 la Fundación Blasco de Alagón en colaboración con el Ayuntamiento, hizo una rehabilitación en su exterior, saneando la cubierta y recubriéndola nuevamente con tejas viejas. Se consolidaron las piedras de sillería de la espadaña que sustenta la campana y las del centro de la cúpula. También se repararon las grietas de la fachada y enfoscado con mortero envejecido. Se colocó una reja de hierro de forja en su pequeña ventana. Una vez más el patrimonio histórico-artístico de Ares recuperó un testimonio de su vida rural. Cuando las masías estaban pobladas, el día 13 de junio fiesta de San Antonio sus vecinos se reunían, junto con los del pueblo, celebraban una Misa y pequeña fiesta, donde siempre acudían algunos feriantes de golosinas y objetos varios. Santa Bárbara Esta ermita está adosada al cementerio, por lo que es la más cercana al pueblo. Su origen se remonta al año 1381 y su construcción se debe al Jurado de Ares, Domingo de Ramón, según se lee en un documento antiguo cuya traducción reza así Atendiendo que hace tiempo algunos particulares y prohombres, sesean que esta Villa y Término estén protegidas de piedra, granizo, rayos y malas tempestades, por ello desean edificar en honor de Santa Bárbara, Virgen y Mártir, una iglesia en el lugar llamado Coll de la Creu. Así lo dispongo, y quiero que se llame Santa Bárbara, y que se ponga una campana y una lámpara de aceite. La ermita original fue destruida por un incendio y nuevamente se reconstruyó en el año 1722. Su festividad se celebraba el cuatro de diciembre y hay una invocación popular para los momentos de peligro atmosférico que dice así San Marc / Santa Creu / Santa Bárbara / no em deixeu. El día de ánimas (2 de noviembre), los vecinos de Ares se trasladaban en procesión hasta el cementerio, se celebraba una misa y cantaban sus gozos en recuerdo de los difuntos de la parroquia. Esta costumbre no se conmemora actualmente. A pesar de estar dentro del término municipal de Castellfort, el domingo más cercano al 25 de Abril, festividad de San Marcos, los 31