CAPÍTULO 4 IMPACTO EN LA SALUD PÚBLICA DE LOS HUEVOS DE HELMINTO 4.1 MECANISMOS DE TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES La transmisión de una enfermedad puede efectuarse bien directamente a través del contacto, la ingestión o la inhalación del agente infecciosos presente en el agua regenerada, o bien indirectamente a través del contacto con objetos previamente contaminados por el agua regenerada. Para que una persona desarrolle la enfermedad se deben dar las circunstancias: El agente infeccioso debe estar presente en la población que genera el agua residual y, por tanto, en sus aguas residuales Los agentes infecciosos deben sobrevivir a todos los procesos de tratamiento a los que se somete el agua residual La persona ha de entrar en contacto con el afluente de forma directa o indirecta y Los agentes infecciosos deben estar presentes en número suficiente en el momento del contacto para llegar a producir la enfermedad. El contacto con un agente infeccioso no siempre da lugar al desarrollo de una enfermedad, que la enfermedad llegue o no a producirse depende de una serie de relaciones complejas entre huésped y el agente infeccioso. Entre las variables específicas de esta relación pueden nombrarse: El número o la dosis de microorganismos ingeridos o que invaden la persona, El número de organismos necesarios para iniciar la infección, o dosis infectiva, 43
La capacidad del organismo patógeno para causar la enfermedad o patogenidad. El grado en el que el microorganismo puede provocar la enfermedad o virulencia. La susceptibilidad relativa del huésped (que varía enormemente de unas personas a otras y depende del estado de salud del individuo y del organismo patógeno en cuestión). En la mayoría de casos, la infección microbiana tiene lugar las dosis infectivas inferiores a las necesarias para producir la enfermedad. La infección se define como una respuesta inmunológica del huésped delante la presencia del patógeno, sin que esto signifique que se manifiesten señales clínicas de la enfermedad. La presencia de enterovirus en el agua residual municipal varía mucho ya que los individuos sanos no excretan normalmente este tipo de microorganismo durante periodos prolongados de tiempo. Además no todos los virus presentes en los excrementos pueden sobrevivir en el agua, y muchos de ellos sólo permanecerán durante breve tiempo en un agua residual municipal. Las concentraciones virales del agua residual tienen una importante variación estacional, siendo el verano y al principio del otoño los periodos que se detectan con mayor fuerza. Los actuales tratamientos que se aplican a las aguas residuales pueden reducir mucho las concentraciones de organismos patógenos que se pueden encontrar pero aún es muy difícil asegurar la eliminación completa y continua por lo que la posibilidad de transmisión de enfermedades a través de la reutilización es factible. Microorganismos causantes de epidemias en el pasado todavía pueden encontrarse, se trata de controlar los niveles dentro de unos ciertos niveles de seguridad. Los principales agentes infecciosos para el hombre y los animales que pueden encontrarse en el agua residual bruta se pueden clasificar en tres grandes grupos: las bacterias, los parásitos (protozoos y helmintos) y los virus (Mujeriego, R. 1990). 44
TABLA 7.- Ordenamiento ascendente de los riesgos de salud por distintos patógenos. RIESGO CATEGORIA PATOGENO ENFERMEDADES Mínimo I Virus Gastroenteritis viral, hepatitis, infecciosa Bajo I Protozoos Amebiasis, Giardiasis, Cólera fiebre tifoidea, shigelosis II Bacterias Alto III Helmintos Ascariasis, Estrogiliodiasis Trichuriasis IV Nematelmintos Platelmintos FUENTE: Shuval, 1986. 45
TABLA 8. Principales agentes infecciosos de los Helmintos que podemos encontrar en un agua residual doméstica y las enfermedades a las que pueden dar lugar. Organismo Enfermedad Helmintos Áscaris lumbricoides Ascariasis Ancylostoma duodenale Anquilostomiasis Necator americanus Ancylostoma spp. Strongyloides stercoralis Trichuris trichiura Taenia spp. Enterobius vermicularis Echinoccoucus granulosus Necatoriasis Larva migrante cutánea Estrongiloidiasis Trichuriasis Teniasis Enterobiasis Hidatidosis FUENTE: Salgot, M., 1994. 46
4.2. Síntomas y causas de algunas enfermedades parasitarias 4.2.1 Necatoriasis o Anquilostomiasis Es una enfermedad producida por un gusano parásito llamado Necator americanus que se aloja en el intestino delgado, donde la hembra puede poner hasta 9000 huevos diarios. Sus huevos son eliminados con las heces contaminan las aguas y suelos. Se adquiere por caminar descalzo o trabajar con tierra húmeda, donde estén los huevos del parásito. La larva que sale del huevo penetra por la piel, sigue por vía circulatoria al corazón, pasa a los pulmones, sube por la tráquea, llega al esófago y de allí pasa al intestino delgado donde se convierte en adulto. La necatoriasis produce anemia, mareos, diarreas, atraso en el crecimiento y en el desarrollo mental. Para evitar esta enfermedad no se debe depositar las heces en la tierra sino en letrinas o pocetas, y evitar andar descalzo. FIGURA 3. Ciclo de reproducción de Necator americanus (Flores, J. 1995). 47
4.2.2 Ascariasis Es una enfermedad producida por un gusano parásito llamado Áscaris lumbricoides, que se aloja en el intestino delgado del hospedador. Allí la hembra pone huevos, los cuales son expulsados al exterior junto con las heces y contaminan el agua y el suelo. Si los cultivos se riegan con agua contaminada, también se contaminan quienes consuman estos cultivos sin lavarlos. La ascariasis produce dolores intestinales, diarreas y anemias. Para evitar esta enfermedad se debe hacer uso de letrinas, lavar bien las legumbres, frutas u hortalizas, beber agua hervida, filtrada o potable, siempre lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de sentarse a comer. FIGURA 4. Ciclo de reproducción de Áscaris lumbricoides (Flores, J. 1995). 48
4.2.3 Teniasis Es una enfermedad producida por el gusano Taenia saginata, que vive en los intestinos. En ellos forma anillos que se llenan de huevos y se eliminan por las heces. Tanto las tenias como sus huevos tienen larga vida (10 a 20 años) por lo que existe peligro de contagio por largo tiempo. Se pueden ingerir los huevos del parásito al consumir carne cruda o semicruda. Los huevos pueden pasar a la sangre y fijarse en los músculos u órganos como el cerebro, produciendo una enfermedad grave, la cisticercosis. La teniasis produce síntomas como dolores abdominales de tipo cólico, náuseas, vómitos, diarreas, nerviosismo, disminución del apetito, perdida de peso. FIGURA 5. Ciclo de reproducción de Taenia saginata (Flores, J. 1995). Para evitar la teniasis es recomendable defecar en sitios adecuados, cocinar muy bien la carne antes de consumirla, lavarse las manos antes de comer, hacer análisis de heces periódicamente (Flores, J. 1995). 49
4.3 FACTORES DE RIESGO PARA CONTRAER PARÁSITOS INTESTINALES Tomar agua sin hervir, clorar o que no sea potable. El agua de los ríos, mares, lagos y presas, tomada directamente puede ser portadora de muchos parásitos depositados por el excremento de personas y animales que obran en ellos. Consumir alimentos regados con aguas negras, sin desinfectarlos adecuadamente o verduras y frutas con cáscara sin lavar adecuadamente. Consumir carnes a medio cocer o no frescas. Consumir en la calle o en lugares sucios. Tener animales cerca de los alimentos. No lavarse bien las manos después de ir al baño y antes de tocar, preparar o ingerir alimentos. No lavar las manos de los niños después de jugar en la tierra, en el suelo o con algún animal. Consumir paletas heladas, raspados y otros productos elaborados con agua de dudosa procedencia. Tomar leche cruda sin hervir. 50