1 Postgrado Diseño, Arte y Sociedad. Intervenciones en el Espacio Público. 2007 Curso: "Logos latinos: constitución y lectura del espacio público" Profesor: Jorge Luis Marzo jlmarzo@gmail.com Página web con material bibliográfico: http://www.soymenos.net/elisava07/elisava07.htm Presentación: El espacio público de los países europeos o americanos llamados latinos o hispanos, viene siendo sometido a dos presiones de origen distinto aunque ambas responden a los mismos términos. Por un lado, en el imaginario de muchos ciudadanos iberoamericanos está muy asentada la idea de que las características del espacio público de sus ciudades son tan peculiares y distintivas respecto a otras que son en sí mismas símbolos de identidad. Por otro lado, en el catálogo global de las marcas culturales, la idea de Latinoamérica se describe a través de una serie de términos altamente topificados, la mayoría de ellos enmarcados en el espacio público. Ambas dinámicas sufren a menudo del síndrome de la excepcionalidad. Muchos mexicanos creen que Tepito es algo tan propio del DF, que no podría estar en otra parte. Muchos bogotanos, por ejemplo, aún no se creen que ya no haya gente viviendo en cuevas bajo el asfalto en el Cartucho, un sector marginal tocando al Palacio Presidencial: era tan propio de Bogotá, que era parte del paisaje. Paralelamente, muchos europeos y norteamericanos consideran absolutamente propio de Brasil o de Cuba que
2 haya música en las calles con chicas cachondas. Además de mercados, fiestas, rúas, procesiones, calor y picaresca. Sin embargo, marginalidad, mercados bulliciosos, trampas, música en la calle y calor son realidades en muchas partes del mundo, incluyendo las más relucientes ciudades-capital. La necesidad por parte de muchos latinos, españoles incluidos, de reconstruir pasados no bien vertebrados, ha dado lugar a una imagen muy iconizada, internalizada y al cabo muy sentida de lo propio. La cultura ha servido como principal canal de expresión. Decía en 2004 Jesús Silva, director de Relaciones Culturales del Ministerio español de Asuntos Exteriores: Cuando la cultura española deja de ser una cultura limitada a una zona geográfica y se convierte en valor universal es precisamente con el Siglo de Oro y ése es un valor exportable. Pero ese período histórico también está vinculado a una serie de desconocimientos, deformaciones y leyendas negras que hace falta romper. También dijo, respecto al papel de la cultura como seña de identidad nacional: Yo, como diplomático de carrera que soy, estuve de agregado cultural en Alemania, y me quedó claro que más que en la dimensión económica, política, militar o social, es en la cultura donde España tiene peso y capacidad de influir en Alemania. En el caso español, las paulatinas actualizaciones del mito barroco a lo largo del siglo XX han generado un branding poderoso que a la postre ha secuestrado su propio significado, si es que alguna vez lo tuvo. En América, por su parte, la incomodidad de un pasado conflictivo que parece actualizarse cada tanto y la extendida sensación de un fracaso a la
3 hora de modelar la modernidad, ha generado una potente atención sobre el lado pasional de la cultura. La cultura (la forma de ser, la vivencia cotidiana disociada de la estrategia -algo propio de los países ricos -) se ha convertido en el impulso principal y en el catalizador de los iconos latinos. En este sentido, es interesante observar una línea de pensamiento, que va desde Lezama Lima a Carpentier, desde Vasconcelos o Severo Sarduy a Octavio Paz, y que sostiene que la cultura generada por el barroco no constituye ni mucho menos un fracaso sino que es vivo ejemplo de la vitalidad y de la identidad social y espiritual del continente latinoamericano. Significativamente, los principales logos globales asociados a lo latino tienen que ver con la cultura (como expresión directa y manifiesta de un modo de vida que habría desaparecido de las ciudades europeas o norteamericanas: la música, la comida, la fiesta, la sensualidad, el mestizaje), la pasión (la manifestación espontánea y auténtica de la subjetividad), y el conflicto (histórico, caos social, desigualdad, impunidad, violencia). Y el principal escenario en el que estos iconos adquieren sus status de visibilidad es el espacio público. Durante los últimos años, ha tenido lugar en España y en muchos países latinoamericanos un amplio proceso encaminado a superar aparentemente- esa relación con una herencia histórica conflictiva. Se trata del turismo. Mediante el turismo, lo que aparecía siempre como un enconado debate sobre la tradición y la modernidad, parece haberse convertido en una herramienta útil, productiva y realista: es un negocio. Un ejemplo de ello lo encontramos en México. En la última década, junto a los recursos arqueológicos, los centros históricos coloniales han supuesto el núcleo central de la política turística del país: gracias al negocio que produce, el espacio público barroco ya no es un mero lastre sino la oportunidad de aprovechar los tópicos históricos para entrar en una plena
4 dinámica del capitalismo global. Sin embargo, ello supone anclar -aún más si cabe- los iconos y logos supuestamente identitarios. Resumiendo, el barroco es a lo hispano lo que el muñeco al ventrílocuo. Primero la marca barroca, siempre de la mano de la hispanidad, y más tarde los logos de lo hispano y lo latino han acabado de crear una especie de cordón umbilical en la mente y en el corazón, en el imaginario en definitiva, de las elites españolas y de la mayoría de países iberoamericanos. Los defensores de la hispanidad han tendido a ver el barroco como una especie de lenguaje natural de lo hispano, mientras sus críticos han creído detectar en el barroco su obsolescencia. Por tanto, lo barroco, lo latino, lo hispano parece ser lo que único que es posible vender con conocimiento de causa ; una marca que los demás quieren comprar, seguros de no acabar defraudados. El barroco sigue constituyendo un referente directo en los países latinos a la hora de legitimar nociones de belleza, transculturación, lenguaje expresivo, identidad urbana, relaciones políticas, religión, etc.. Qué tipo de procesos nos han llevado a semejante situación? Y qué podemos hacer para visualizarlos y proponer así un debate público y abierto? Es posible construir otras marcas de identidad desde perspectivas no barrocas? Finalmente, también podemos apreciar un larvado proceso de identificación del espacio público latino como escenario de intervención por parte de aquellos movimientos, colectivos o dinámicas tendentes a ver el espacio barroco como símbolo del fracaso de la política. En ese sentido, cabe tener en cuenta las luchas anarquistas, iconoclastas, obreras, anticlericales, o liberales que han hecho del espacio público motivo de sus ataques: la quema de iglesias o las reordenaciones urbanas bajo la dirección liberal en el siglo XIX y XX son botones de muestra de ese proceso.
5 Dinámica del curso Durante las clases, se analizará la constitución de los logos y marcas asociadas al espacio público barroco/latino/hispano a través de diversos ejemplos de ciudades españoles y americanas. El material utilizado serán textos, videos y fotografías. El punto de partida será reflexionar sobre el clásico establecimiento de una categorías comparativas entre los espacios públicos considerados latinos y los espacios considerados nórdicos. Estas categorías son: abigarrado vs estructurado individualista vs público casual vs previsible sin código aparente vs legislado musicalizado vs neutro ritualizado vs sistematizado Para ello, se hace necesario que los alumnos y alumnas elaboren, antes de empezar el curso, un documento que analice: 1) la aplicabilidad o no de estos parámetros en las ciudades de las que proceden; 2) la constitución de la marca latina o hispana en esas ciudades. Este documento debería ser remitido al profesor antes de que comience el curso, de manera que se pueda crear un temario cruzado de debate y diálogo entre todos los miembros del grupo. En resumen, el documento se definiría como un breve estado de la cuestión sobre el carácter latino de las ciudades de las que proceden los alumnos, de manera que se pueda crear un pequeño mapa de la cuestión.