Siglo XVIII Profa. Jesselia Ayala Torres Formación y desarrollo del pueblo de Puerto Rico
Fundación de pueblos Puerto Rico experimenta un dramático crecimiento de su población Inmigrantes españoles, esclavos africanos y cimarrones de las vecinas islas inglesas llegaron Se promovió la fundación de pueblos en las costa y el interior Por lo general se establecían cerca de un río Construían una ermita alrededor de la cual construían las casas Con el tiempo se convertía en iglesia Se fundaron pueblos como: Ponce, San Antonio de la Tuna (Isabela), El Pepino (San Sebastián), Fajardo, Loíza, Caguas y Río Piedras
Problemas El ganado no podían pastar libremente. Hubo conflictos entre los hateros y los nuevos pobladores. Las autoridades se decidian a favor de los nuevos pobladores.
La Isla se fue tornando más agrícola y menos ganadera. Quemaban cuerdas de terreno para prepararlas y sembraban plátanos, yuca, ñame o tabaco. Algunos tenían un par de gallinas, vacas o cabras.
El comercio y las necesidades de la población Al aumentar la población hubo necesidad de: Abastos de comida Ropa Herramientas Esclavos para desarrollar nuevos centros urbanos
Aumentó la pobreza debido a: Había que esperar largos meses para recibir la mercancías y poder continuar con los negocios Escasez de ropa o telas para confeccionarlas Poca comida No se podía vender lo que se producía La poca mercancía que entraba en el puerto sartisfaccía las necesidades de San Juan, el bastión militar. Por esta razón el resto de la Isla se desarrolló aislada de San Juan.
España solo permitía el comercio entre la Isla y los puertos españoles autorizados por el Rey. El Monopolio de Sevilla controlaba las exportaciones e importaciones oficiales de la Isla. Como remedio al poco interés en los productos de la Isla, empezaron a llegar a las costas naves sin las liciencias necesarias para vender los artículos que tanto necesitaban los pobladores y compraban productos de la Isla. Esto se conocía como contrabando
La economía del contrabando El comercio con los contrabandista resultaba más ventajoso para los isleños. Los contrabandistas pagaban con plata aquellos productos que no podían obtener a través del trueque. En muchas ocasiones ofrecían productos de alta calidad y aceptaban todos los productos nativos en sus negociaciones comerciales. No se limitaban al puerto de San Juan. Barcos de contrabandistas holandeses, franceses e ingleses eran recibidos por los vecinos de la Isla.
Era dificil entrar a la ciudad fortificada de San Juan. Los más osados entraban hasta la bahía y alegaban a las autoridades coloniales que su nave estaba dañada o que necesitaban abastercerse de agua. Los isleños podían vender: Ganado Jengibre Tabaco Café Árboles como el guayacán y la caoba
Los Corsarios Los corsarios acostumbraban a destruir los asentamientos más alejados de la ciudades. Saqueban y quemaban los poblados España decidió otorgar patentes de corso a súbditos de la Corona española, para atacar de igual forma los intereses de sus enemigos europeos en el Caribe. Estos tambien eran llamados guardacostas La mercancía confiscada en estos viajes pertenecía al armador de corsos que era el dueño de la embarcación que se usaba para la operación.
Los corsarios puertorriqueños Miguel Enríquez fue el corsario puertorriqueño más famoso. Era un diestro zapatero mulato y a través de sus actividades corsarias, llegó a ser el hombre más rico de la Isla. Fue nombrado Capitán del Mar y Guerra y Armador de Corsos de Puerto Rico. Muchas personas que fueron donde él cuando estuvieron en problemas económicos, lo acusaron de contrabandista. Otro corsario boricua lo fue Pedro Vicente de la Torre.
La Religión El catolisismo era la religión oficial del Estado español en todos sus territorios. Quien no fuera católico era extranjero por eso el extranjero era visto con recelo, incluso desprecio. Sólo los habitantes de los pueblos tenían una iglesia cerca. No había suficientes sacerdotes para atender las necesidades del pueblo por lo que en muchas ocasiones se recurría a casamientos y bautizos en masa.
A pesar de las necesidades de la Iglesia Católica, ésta era la que se encargaba de la educación y de la salud. Ante la escases de iglesias en los campos, se recurrió a los altares caseros. De allí surge la talla de santos en madera. José Campeche y Jordán, hijo de un esclavo liberto y una mujer blanca de alta sociedad, fue uno de los mejores exponentes de la imaginería religiosa.