Capítulo2.Lapinturaflamenca Al final de la Edad Media, la península itálica no era el único foco de influencia de la cultura europea, en esa época el pequeño territorio de Flandes también se había consolidado como otro centro artístico de primer orden. De hecho, tanto Italia como Flandes se convirtieron en dos polos artísticos que interactuaban entre sí y a su vez irradiaban su influencia al resto de Europa. El estilo de Flandes o flamenco arranca del estilo gótico internacional, del que en principio se diferencia por el uso de la pintura al óleo, introducida por los hermanos Van Eyck, quienes son considerados como los iniciadores de esta escuela. La técnica del óleo supuso toda una revolución en la pintura del siglo XV, ya que permitía representar con precisión hasta el más mínimo detalle y trabajar el color en multitud de matices, con una intensidad y un acabado mucho más brillantes que las técnicas al uso hasta entonces. Fig. I.2.1 Jan Van Eyck, Díptico de la anunciación c. 1435-1441 Pero el empleo del óleo no es la única característica que diferencia a la escuela flamenca, también se nota el interés por la individualización de los personajes representados, por el verismo de los objetos y por la representación del espacio a través de la perspectiva. Criterios y gustos que de por sí no son ajenos a la pintura del Renacimiento italiano, pero en la pintura flamenca se conjugan de tal manera que no suponen una ruptura con el gusto gótico. De algún modo, en la pintura flamenca se nota un espíritu diferente al de la italiana. En Italia los Itinerariosartísticos/Larepresentacióndelespacio/LibrodealumnoI.21
artistas tenían un gran interés en la recuperación de la antigüedad clásica, en la representación de la arquitectura mediante la perspectiva y del volumen mediante el claroscuro. En Flandes, en cambio, los pintores se centraban en la representación de los objetos y los paisajes, también mediante la perspectiva, pero con un especial deleite en las texturas, en el aspecto de los diferentes materiales y en la calidad de la luz. Jan Van Eyck Díptico de la Anunciación, c. 1435-1441. El arcángel San Gabriel (tabla izquierda) La Virgen María (tabla derecha) Óleo sobre tabla. 39 x 24 cm Continuamos el recorrido de este itinerario con el Díptico de la Anunciación de Jan van Eyck. Representa la escena en la que el arcángel San Gabriel le comunica a María que del Espíritu Santo concebirá al hijo de Dios, llamado Jesús. Se compone de dos tablas del mismo tamaño: en una está el arcángel y en la otra está la Virgen sorprendida en su lectura por el Espíritu Santo en forma de paloma junto a su cabeza. A modo de trampantojo, las figuras están representadas como estatuas con su pedestal, enmarcadas por una moldura arquitectónica pintada y por un marco real integrado en la pintura. Van Eyck está considerado uno de los máximos exponentes de la pintura flamenca del siglo XV, así como Itinerariosartísticos/Larepresentacióndelespacio/LibrodealumnoI.22
el primer pintor renacentista de dicha escuela, de hecho en esta obra se pueden distinguir características propias tanto del Gótico como del Renacimiento: Como elementos góticos, podemos considerar la sinuosidad de las curvas que forman con su postura las dos figuras y los pliegues de sus ropajes, así como el gusto por la definición del detalle en todos los elementos representados; y en particular el hecho de que la pintura imite estatuas dentro de nichos. Esta disposición, que ya tenía otros precedentes en la pintura, era además la habitual de la escultura gótica, que normalmente se concebía integrada en la arquitectura, como puede verse en muchas catedrales de este periodo. En cambio, rasgos como la presencia volumétrica de los cuerpos, la profundidad del espacio y la intención de representar las cosas tal y como son (o como podrían haber sido) son propios del naturalismo renacentista. En realidad podemos decir que estamos ante una pintura del Renacimiento que representa unas esculturas góticas. Lo que nos hace reflexionar sobre la intención naturalista de esta obra, que ante la dificultad de representar de forma veraz un acontecimiento de naturaleza mística, recurre a la representación de otra representacián tangible del tema: no importa en realidad si la Virgen recibe a la paloma del Espíritu Santo de esta manera, lo importante es pintarla exactamente tal y como hubiera sido en una supuesta escultura. Por lo demás, esta solución no afecta en absoluto al simbolismo y a la espiritualidad del tema, al contrario, acentúa muchísimo Itinerariosartísticos/Larepresentacióndelespacio/LibrodealumnoI.23
más su misterio. Sin lugar a dudas, el efecto visual de volumen y profundidad está muy conseguido. Van Eyck nos presenta las esculturas en toda su corporeidad mediante el modelado de la luz y de la sombra. Las figuras, iluminadas por una luz tamizada pero fuerte, sobresalen de los nichos de modo que las partes más iluminadas son los volúmenes más salientes, como el ala del arcángel, el libro de la Virgen, los pliegues, los pedestales o las cabezas; todo ello contrastado sobre el fondo de mármol negro que, al reflejar a su vez las figuras, acentúa la tridimensionalidad del conjunto. Este efecto se realza más por las sombras arrojadas sobre el marco del nicho, del que las figuras sobresalen, especialmente el ala de Gabriel, que con un bellísimo escorzo sobresale hacia nosotros situándose por delante del marco. A simple vista parece que los pedestales de planta octogonal también sobresalen hacia delante, pero si los observamos con detenimiento vemos que en realidad están pintados sobre el marco real de las tablas, que aparenta ser parte del suelo. También podemos ver que estos pedestales están vistos desde un punto ligeramente situado más a la derecha que el centro del díptico, que sería el punto de vista más normal en una obra con una composición tan equilibrada, sobre todo si tenemos en cuenta los conocimientos de perspectiva del autor. Esta es una de las razones que al profesor Navarro le han llevado a plantear la hipótesis de que en lugar de un díptico, en un principio estas dos piezas podrían haber formado parte de un políptico cuya parte central estaría Itinerariosartísticos/Larepresentacióndelespacio/LibrodealumnoI.24
ubicada más a la derecha de las dos tablas de la Anunciación, donde seguramente se situaría el punto de fuga de los pedestales. Itinerariosartísticos/Larepresentacióndelespacio/LibrodealumnoI.25