Desde la escena primaria a una escena contemporánea "En sus orígenes mismos la sexualidad humana es esencialmente traumática" 1 (Joyce Mc Dugall) Mi intención es reflexionar, junto con los que tengan la deferencia de leer mi trabajo, sobre una problemática que si bien requiere la observación del cada caso y el sentido de lo único e irrepetible, desde hace algunos años puedo describirla como problemática actual, que induce a la necesidad de revisar la mirada clínica. Mi especialidad en niños y adolescentes y vincularidad familiar, me franquean el ingreso a hogares "comunes y corrientes" que con los desencuentros entre padres e hijos hoy sacuden nuestras conocidas conceptualizaciones teórico-clínicas. No por inservibles sino más bien por insuficientes. Esto hace que sea necesario reformular algunos conceptos y tal vez crear otros para que sumen recursos a la hora de trabajar. Lo Simultáneo anula lo asimétrico generacional De la estructura tradicional, de familia, a los hogares uniparentales y familias ensambladas que hoy pueblan consultorios, ha transcurrido un largo camino que con acierto algunos autores denominan "Nuevas Configuraciones Vinculares". La familia es una organización social a la que la organización libidinal se subordinó durante mucho tiempo, y no con éxito sino con sufrimiento y las consecuencias que del mismo se han desprendido. En esas formas tradicionales las jerarquías familiares orden-aban. La palabra orden tiene en nuestro lenguaje por lo menos dos formas de aplicación diferentes: 1) Dar o recibir una orden: implica imposición y asimetría. 2) Derivada de ordenamiento: implica serie y establece prioridades. Es así que un adolescente no necesita exceso de órdenes sino más bien que lo ayudemos a ordenarse. 1 Mc Dugall, Joyce, "Las Mil y Una Caras de Eros". En Psicología Profunda, Editorial Paidos.
Uno de los sentidos clínicos que le damos al caos adolescente en todas las áreas de su vida es que: viniendo de una latencia con impulsos libidinales derivados en otros destinos, la sexualidad con todas sus pretensiones en la adolescencia, irrumpe sin aviso ni reglamento. Los adultos, en alguna medida, hemos comprendido esto. Pero para ayudar a ordenar hay que estar, sino del todo, un poco ordenados. Desde la mirada social, el divorcio es una conquista (valga la paradoja) de hombres y mujeres que a fuerza de demostrarlo impulsaron la ley, que por otro lado autoriza a nuevo matrimonio. Pero si aceptamos que para todos los integrantes del grupo familiar el divorcio es una experiencia traumática, sus efectos son múltiples y requieren tiempo de elaboración. Con el divorcio termina una unión conyugal y con el mismo se habilitan nuevas opciones vinculares. La nueva realidad provoca desajustes que en algunos casos termina en profundos sufrimientos. Hablamos de dos generaciones (hijos y padres) que ante la posibilidad de nuevas parejas evidencian su sexualidad simultáneamente. Viñeta Clínica: Dice Victoria (paciente de quince años en primera entrevista consultando por dispersión en la escuela cuando le pregunto por su familia): - En mi casa estamos todos de novio menos mi perra, pobre!. Mi mamá con Roberto, yo con Matías y Rodri con Sol - Quién es Rodri? - Mi hermanito tiene cinco (años) Ah! Mi papá también. A quién le toca la manzana? Viñeta Clínica: Patricia: paciente de 34 años - divorciada - dos hijas - autonomía económica plena. Desde hace un año cuando sus padres se separaron no logra estabilizarse. (Sesión lunes 8.30 hs, llora y se enoja ) - El sábado S. me invitó a una cena, iba un tipo que me interesaba conocer. Llamé a mamá y tenía que salir con sus amigas. Me tiré el lance con mi viejo y como la novia (recalca el vocablo) había sacado entradas, no podía.
No es justo; mi hermana me ofreció dejar a los chicos en su casa pero, por qué no puedo contar con ellos? Son abuelos, se deben a ese rol, tengo mucha bronca porque si ellos estuvieran mal yo los atendería (llora). - Pero están bien y no lo necesitan. Qué te enoja entonces? - A quién le toca salir en esta época? Todo a su debido momento y no me digas que estoy celosa. - Yo no lo dije, vos lo pensas? - No, creo que para eso ya estoy grande, pero ellos tenían su vida ya lista, o no? -Parece que queda un tramo. - Pero estaba o no ya lista? - Tal vez entre ellos, pero para cada uno había otras opciones. -Pero son abuelos y ahora era a mí a la que le tocaba. - Y por qué esperás el turno? Tal vez es momento de pensar ellos y vos y no ellos o vos. "Pecado original: especie moral del pecado de nuestros progenitores" 2 Cuando el génesis estableció su orden dogma "la manzana era sólo del padre" y ningún Adán o Eva (hijo) podía atreverse a comer de ella; pero aún faltaban algunas otras vicisitudes que en la posmodernidad acontecerían: la manzana no es sólo del padre sino también de la madre y el orden establecido dice que de la declinación de los padres surgía la iniciación de los hijos, y hoy tampoco esto es así.. Entonces, la manzana por turnos es un paradigma declinado? Los nuevos modos de vinculación demuestran que lo que antes era legítimo de una manera hoy admite hijos menores que los nietos, parejas parentales menores que los hijos, variaciones del objeto amoroso por parte de los padres, doble pertenencia familiar, etc. Si bien esto es una franqueza humana que ostensiblemente muestra y demuestra a la variable objetal como expresión del deseo sexual activo y que "unidos hasta que la muerte del deseo nos separe" es la única promesa que estamos en condiciones de hacer, no podemos negarnos a pensar que de la escena primaria evocada en la familia tradicional, esta escena contemporánea sorprende a niños y jóvenes con impactos emocionales, que a la hora del trabajo psíquico requiere de esfuerzos aumentados para seguir creciendo. Escena primaria- escena contemporánea 2 Arnddich, Luis:. Tentación y caída, Página. 244.
Un perfil de joven rebelde a la autoridad en sus múltiples formas, desde las más leves hasta las más severas, con altísimos porcentajes de personas con conductas de riesgo; rasgo consumidor (tabaco, alcohol, drogas), etc. Dentro de la misma franja una iniciación sexual tempranamente exhibida. Al mismo tiempo, incremento de los índices de embarazo precoces asumidos ( tolerados?) por ellos mismos y por los grupos familiares. Indices de violencia aumentados, y todo esto ya no en polarización de clases sociales (alta o baja) sino distribuido en los niveles medios, lo cual generaliza aun más la cuestión. Esto hace que me pregunte: qué es lo que enoja tanto a nuestros jóvenes? Están tan enojados o estarán angustiados? Quiero aclarar que me estoy refiriendo a una franja de observación que no incluye la delincuencia juvenil, que considero capítulo aparte; pero que en algunos casos es límite tenue, sólo diferenciado por quien escuche primero: si un juez, un policía, un maestro, un padre o un psicoanalista. Cuando hablamos de escena primaria nos referimos a la "relación sexual entre los padres observada o supuesta basándose en indicios y fantaseada por el niño"... 3 El perfil que describí corresponde a un paciente (Nicolás, de 19 años) que tomo como referente en este trabajo pero que podría ser cualquier otro, y también mujeres, en mi experiencia ellas muchas más moderadas aparentemente, pero no por eso atenuados sus padecimientos. Hablar de indicios es permitir la fantasía; y no es lo mismo fantasía que evidencia.. Nicolás dice en una sesión después de un fin de semana que queda con su hermana y la abuela porque la mamá se va de viaje con su nueva pareja: Paciente:- "Nos quedamos en casa con Jimena (la novia) y no puede nada. Cada vez que me la quería transar pensaba en mi vieja y este chabón". Hace un silencio. La analista no interviene. P:- "Todo bien, pero no es mi viejo. Ya sé que él fue turro, pero es mi viejo. No sé, a mí me gustaba ver que se fueran. Qué sé yo, por ejemplo a dormir la siesta juntos; me sentía tranquilo, cuando era chico, no?". Analista:- "Pero ahora no están más juntos. No sos chico y estás intranquilo". 3 Laplanche, J; Pontalis, J-B: "Diccionario de Psicoanálisis". Editorial Labor, Edición Universitaria, España, 1971, página 123.
P:- "O.K.!!!! Pero yo no quiero presenciar esto". La llamada Fantasía Original (vida intrauterina - escena primaria- castración- seducción) son organizadores de la vida fantasmática, más allá de las experiencias personales. Son, al decir de Freud, Fantasías Universales y Patrimonio de la filogenia.. Ningún niño necesariamente tuvo que presenciar una escena de coito de sus padres para saber usar indicios en la resignificación de su propia novela familiar. Toda la bibliografía referida al trauma, que de esto deviene, está referida a los progenitores. Sol (17 años), motivo de consulta: (hablan los padres) cada vez que pasa algo se hace un nuevo tatuaje. Se lleva 8 materias entre diciembre y marzo. En el mismo momento de la consulta se acaba de tatuar una flor sangrante (según su propio decir) en el ombligo. Cuando conozco a Sol, no me produce impacto alguno. Busco tatuajes y sólo veo uno pequeño en el lugar de su bretel, y otro en su tobillo. Analista:- En qué te puedo ayudar? Paciente:- Mis papás dijeron que venga. Yo voy a rendir todo bien, además ya terminé (el colegio). A:- Dicen que estás triste. P:- No, ellos quieren que no me tatúe, se impresionan. A:- Son muchos? P:- Ya son 6, pero viste que no se nota? A:- Que no se noten no quiere decir que no estén, convengamos que son unos cuantos. P:- Y a mí me gusta y no jodo a nadie. A:- Entonces tengo que pensar que a vos sí te jodieron? P:- No, ellos son buenos pero yo qué sé (silencio). A:- A mí me parece que vos sí sabes y mucho de lo que te pasa. P:- Lo peor que nos pasó fue la separación. A:- A quiénes? P:- A todos. Pero a mí me marcó mal. Aunque ya me acostumbré, ya hace un año. Pero éramos una familia re bien, y ahora no sé, pero así no era. A:- Cuánto hace que te gustan tanto los tatuajes? P:- El año pasado; fue lo primero que hice sin preguntarle a nadie.
El divorcio es una marca indeleble para los hijos de cualquier edad y de cómo se tramite a posteriori dependerá que tenga un efecto más ó menos nocivo, pero nunca inadvertido. La adolescencia debe transitar por tres duelos universales: 1. Por el cuerpo infantil 2. Por la infancia como tal 3. Por los padres de la infancia La "falla" mostrada por los padres (aunque necesaria) nunca es bien recibida por los hijos, y si agregamos a ello variables inesperadas, tanto más difícil la tarea para ellos. Pareciera que con el trauma del divorcio el trauma de lo que viene no da tiempo de elaboración, ya que la ruptura de la vida familiar no sólo desestabiliza a los hijos sino que estos padres necesitan ocuparse de ellos también y del reordenamiento de sus propias vidas, que por otra parte, en forma simultánea, continúa. Se podría pensar que los hijos reaccionan a una escena que los adultos muestran y ellos por ahora no asimilan? La pareja parental es lo necesario imprescindible para la estructuración del aparato psíquico del niño. Sea ésta evidente o no. "Nuestros parientes los animales" 4 asumen la sociedad de crianza sin mucha variación ni protesta. Lo que continúa al período de nacimiento en los humanos, es hoy impredecible pero evidente. Y esto es en sí mismo nuevo para todos. Dice Celeste ( 10 años) cuando me refiero a sus papás, segura de encontrar un paño frío para su jaqueca durante una sesión. Analista:- Ahora los ves bien, cada uno con su pareja, y sin pelearse tanto. No estás más tranquila? Paciente:- No. Yo prefiero que se sigan peleando pero que estén los dos en casa. Costó mucho al mundo adulto aceptar la sexualidad infantil puesta de manifiesto a modo de juego y fantasía. Cuesta al mundo adulto aceptar la vida sexual joven a modo de iniciación y actividad sexual propiamente dicha. Cuesta demasiado a los hijos de hoy saber de la sexualidad de sus padres y, si bien esto no es nuevo, la escena que permitió teorizar era la de la
sexualidad conyugal/ pareja parental. Y lo que hoy ven es que la sexualidad de los padres no siempre es entre los padres mismos. Esta escena opera produciendo un efecto que aun no tiene definición en sí mismo y, si todo lo interno fue externo alguna vez, habremos de esperar para poder teorizar. Pero en el mientras tanto esto es mirado por nuestros hijos con angustia por el desamparo resignificado ante la pérdida de la familia (sociedad de crianza) defendiéndose, hostiles, a las figuras nuevas de padres que no lo son y re-negando esas nuevas vidas ya que "nueva" es sólo la de ellos. Sin caer en la obviedad del proverbio que dice "lo que no ven en casa, no les pasa", todos los niños y jóvenes están atravesados por esta realidad que deja sus huellas; a algunos los hace pensar y a otros sufrir. Si es mejor o peor no es el tema, sólo es y por diferente atenta contra el status quo teórico, mucho más de lo que podemos imaginar. Para terminar, quiero agradecer a mis pacientes ya que, como analista de niños y jóvenes, es de la mirada filial sobre la vida amorosa de los padres, donde más indicios encuentro para teorizar sobre este tema. 4 Freud, Sigmund: "El malestar en la cultura" en Obras Completas, Editorial Amorrortu, 1930.