Vamos, vengan a la mesa que se enfría la comida!! En los últimos años el hábito de comer en familia se ha visto disminuido. Parece ser que son las familias con niños pequeños las que fomentan más la práctica de comer juntos que las familias con hijos adolescentes, y es que conforme los hijos crecen, las actividades de éstos aumentan y las rutinas cambian, por lo que este hábito familiar se puede ver afectado. A pesar de que muchas familias consideran importante el comer juntos, la realidad es que a menudo vemos que este hábito se convierte en una actividad solitaria. Para muchos el desayuno se toma cuando hay tiempo, a veces en el coche, en la oficina o en la escuela. Para algunos el almuerzo parece ser un desfile de varios integrantes de la familia llegando a casa a comer a diferentes horas, mientras que en ocasiones para otros la cena termina siendo un acto solitario o en compañía de la televisión. Romper con estos malos hábitos y dedicar un momento de su día a la familia tiene muchos beneficios, por ejemplo: comunicación: se cree que éste es el principal beneficio de comer en familia ya que en este momento se pueden fortalecer o construir relaciones. Los niños y adolescentes suelen utilizar este momento para platicar sobre lo que les sucedió en el colegio, mientras que los adultos lo utilizan para organizar planes o compartir alguna noticia importante. fomenta el desayuno: muchas personas dejan de desayunar en el momento que se independizan o cuando simplemente se vuelven responsables de preparar su propio desayuno. Incluso cuando cada integrante de la familia decida preparar su desayuno, el compartir un momento de la mañana con la familia representa un buen inicio para el resto del día. Un estudio realizado por la Universidad de Minnesota en adolescentes, encontró que aquellos que comían en familia, desayunaban más seguido y consumían más fruta. Además aquellos que compartían con la familia eran menos propensos a la depresión y el sobrepeso. fomenta los buenos modales: sobre todo cuando se tienen niños, el apoyo de los demás 1 / 5
integrantes de la familia es importante para establecer buenos hábitos y modales en la mesa. Respetar los horarios de la comida así como evitar pararse de la mesa antes de tiempo para ir a jugar o ver la televisión, son hábitos que deben enseñarse con el ejemplo. fomenta hábitos de higiene: parte de la práctica de comer juntos implica ir a la mesa con las manos lavadas así como lavarse los dientes después de comer. Estas son actividades que se convierten en rutina cuando toda la familia las hace al mismo tiempo. estimula la cooperación: quizás no sea factible que todos colaboren en la preparación de los alimentos pero se puede cooperar en otras actividades como ayudar a poner la mesa, preparar algo sencillo como la ensalada o ayudar a recoger la mesa y lavar los platos. El compartir una comida fortalece los lazos familiares ya que en muchas ocasiones estos momentos son los únicos que se tienen para compartir tiempo con la familia. fomenta un modelo de alimentación sana: compartir la mesa también ayuda a compartir mejores hábitos de alimentación, sobre todo cuando se tienen niños. Poner el ejemplo de una alimentación sana es primordial para que los niños aprendan en su propia casa sobre la importancia de la nutrición. Una investigación realizada por la Universidad de Illinois señala que los niños y adolescentes que comparten el momento de la comida con su familia son 12% menos propensos a tener sobrepeso, tienen un 35% menos riesgo de padecer algún desorden alimenticio y finalmente tienen 24% más posibilidad de consumir alimentos saludables. Recordemos también que los menús deben ser variados y que deben incluir todos los tipos de alimentos para una correcta nutrición. Salvo que existan razones de salud, no se deben excluir alimentos de la dieta del niño y adolescente, pues todos son necesarios en su justa medida, aunque sí se debe limitar el consumo de dulces y postres industriales, sustituyéndolos, en la medida de lo posible, por otros hechos en casa o por frutas de temporada. Las extensas jornadas laborales hacen difícil mantener una dieta balanceada, pero si eliges los alimentos y combinaciones correctas podrás conseguir una mejor calidad de vida. Es aconsejable evitar el exceso de sal y el consumo de azúcares y harinas refinadas, grasas trans (en margarinas y alimentos procesados) y saturadas (de origen animal). 2 / 5
Debe considerar que una comida saludable incluye: Vegetales, que cubran más de 1/4 del plato. Proteína, de carnes magras, que quepa en poco menos de 1/4. Cereales, de preferencia integrales, que ocupen el espacio restante. Aceites recomendados, de oliva, aguacate o canola, en cantidad moderada. Una bebida, se recomienda agua o té y para postre, una porción de fruta. Se debe establecer horarios de comida regulares. Mejor si la comida se reparte en cuatro o cinco tomas a lo largo del día: desayuno, lunch, almuerzo, merienda y cena. Comience el día con cereales integrales En promedio, recibimos menos de la mitad de lo que necesitamos de este nutriente que puede disminuir el colesterol, prevenir el estreñimiento y mejorar la digestión. Empiece el desayuno con cereales integrales o avena y añada una fruta. Cualquier tipo de fruta fresca es saludable. Cuando se trata de fibra, no todas las frutas son iguales. Las frutas con alto contenido de fibra son: peras y manzanas con piel, frambuesas, moras, plátanos y arándanos. Comer un sándwich de pan integral ó galletas de grano entero podría ser una opción interesante para comenzar el día. Los estudios demuestran que añadir cereales integrales como salvado, avena, germen de trigo y otros alimentos ricos en fibra a su dieta, reducen el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2. Continuar con. Verduras!! 3 / 5
Vegetales ricos en fibra incluyen corazones de alcachofa, judías verdes, espinacas, maíz, apio, brócoli y patatas. Todas las verduras tienen alguna fibra. Para aumentar la ingesta de fibra, añadir verduras a tortillas, sándwiches, pastas, pizza y sopa. Los frutos secos y semillas Las ciruelas son conocidas por su capacidad para ayudar a la digestión. Eso es en parte debido a su contenido en fibra. La mayoría de frutos secos están cargados de fibra, que puede ayudar a regular los movimientos intestinales y aliviar el estreñimiento. Trate de tener en casa higos secos, nueces, almendras, pasas o albaricoques como aperitivo, o cortarlas y espolvorear sobre las ensaladas para una merienda saludable. Y para el almuerzo o la cena? Los granos son bajos en grasa y altos en fibra, contienen bastante proteína. Trata de comer frijoles, lentejas, garbanzos, en lugar de carne, dos veces por semana. Utilizarlos en sopas, guisos, ensaladas, o con arroces resulta una alternativa a tomarse encuenta. Disfrute en sus comidas de arroz o fideos integrales en lugar de blanco. Para comer algo diferente, prepare un plato con mijo, quinua o trigo. Comer en familia no es algo que hayamos de reinventar todos los días o algo que nos exija esfuerzo. Es algo que prácticamente todos podemos hacer. Servicio Médico UETM 4 / 5
FUENTES: http://www.vivesaludtotal.com/images/guia-para-comer-sano-en-la-oficina.jpg https://www.insk.com/por-que-es-importante-comer-en-familia.html 5 / 5