Título: Los Mayas y el Conocimiento Interior Autores: Rubén González e Inés M. Martín Primera edición Enero 2010 ISBN: 978-84-613-7896-8 Depósito legal: B-3887-2010 2010 Rubén González L. e Inés M. Martín En portada: Detalle de los murales de Bonampak Diseño de cubierta: I.M. Martín Impreso en España Todos los derechos protegidos. Esta obra no podrá ser reproducida total ni parcialmente mediante procedimiento alguno, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, sin la autorización escrita de los titulares del copyright.
Hace mucho, pero mucho tiempo, el señor Itzamná decidió crear una tierra que fuera tan hermosa que todo aquél que la conociera quisiera vivir allí, enamorado de su belleza. Entonces creó el Mayab, la tierra de los elegidos, y sembró en ella las más bellas flores que adornaran los caminos, creó enormes cenotes cuyas aguas cristalinas reflejaran la luz del sol y también profundas cavernas llenas de misterio. Después, Itzamná les entregó la nueva tierra a los mayas... (Leyenda Maya)
INTRODUCCIÓN La cultura Maya se desarrolló desde tiempos remotos en Yucatán (México) y zonas limítrofes de Mesoamérica, alcanzó su plenitud entre los siglos tercero y noveno de nuestra era, y produjo multitud de ciudades y centros ceremoniales que constituían un reflejo del cosmos en la tierra y que contaban con pirámides, templos, palacios, juegos de pelota, esculturas, observatorios astronómicos, etc., así como un sistema aritmético muy avanzado, calendarios más exactos que los europeos de aquella época, y la escritura más desarrollada del Nuevo Mundo. En el siglo IX d.c. se produce un fenómeno enigmático en el área maya: las principales ciudades son abandonadas, sus moradores desaparecen y muchos asentamientos quedan despoblados y a merced de la jungla hasta el siglo XVI, en el que colonizadores y exploradores van a ir descubriendo una serie de poblaciones y centros ceremoniales que, en su mayoría, ya eran sitios arqueológicos para los nativos. A partir de aquel momento, la cultura maya no sería comprendida ni valorada adecuadamente, por lo que quedaría relegada y casi olvidada durante varios siglos, hasta que en las últimas décadas, gracias al cambio general de mentalidad y a los múltiples descubrimientos arqueológicos, así como al desciframiento de su escritura, se ha reconocido que contenía un extraordinario nivel de civilización en todos los ámbitos. Aunque en este tratado desarrollamos aspectos como el marco geográfico y cronológico de los mayas, sus ciencias, lengua y escritura, las semejanzas entre las culturas maya y egipcia, los diversos y admirables calendarios mayas, sus libros sagrados y las predicciones y profecías que contienen, los mitos de la creación del mundo y la humanidad, el simbólico Juego de Pelota, el significado de Xibalbá o inframundo maya, etc., el objetivo principal del mismo es el de acercarnos
Los Mayas y el Conocimiento Interior a las enseñanzas que esa misteriosa cultura dejó plasmadas en sus leyendas, códices, tradiciones, estelas y monumentos. Se trata de mensajes dirigidos a la psiquis del hombre de cualquier época y lugar, un conocimiento trascendental más allá del espacio que ocuparon y del tiempo en que vivieron, que resulta de gran actualidad para aquellos que buscan un desarrollo psíquico y anímico, ya que alude a realidades internas del ser humano. Para los mayas el tiempo era un fenómeno cíclico; estudiándolo llegaron a descubrir la existencia de diversos períodos repetitivos de cambios y transformaciones, unos más cortos y de tenues consecuencias y otros más largos e intensos, destacando, entre estos últimos, el denominado de la cuenta larga, el cual termina en el solsticio de invierno del año 2012, con la consecuente transformación en la humanidad. Además de los conocimientos científicos y artísticos, los mayas nos transmitieron un legado espiritual que muestra una forma más profunda y consciente de comprender nuestro propio mundo, así como el camino del conocimiento de sí mismo, de la iniciación y del renacimiento interior. Es un sendero que nos conduce hacia las profundidades del Mayab, la tierra de los mayas, la tierra de los elegidos, nuestra tierra interior. 8