Arquitectura sensorial El gusto, el olfato, el tacto, la vista, la audición y la arquitectura fueron algunos temas abordados por Juhani Pallasmaa en su texto Los ojos en la piel, en el cual explico y comparó estos cinco sentidos y los pone en relación con la arquitectura, espacios y con la vida cotidiana. Todo comienza cuando al leer el título Los ojos en la piel genera una inquietud al pensar que la piel tiene ojos, es así como al continuar la lectura e ir empapándonos de Pallasmaa y sus escritos nos plantea grandes preguntas sin respuestas: Cómo sería un arquitecto con cuatro sentidos en vez de cinco? O Has pensado como sería el mundo sin el sentido del tacto? Juhani nos nuestra muchas pinturas como los amantes de René Magritte donde los sentidos están completamente aislados y solamente el tacto es el que está presente en ese cuadro puesto que los dos amantes tienen la cabeza cubierta con una tela y solamente sienten el roce de una tela sobre la otra a través del tacto. Además la pintura llamada El metropolitano solitario de Herbert Bayer, que muestra dos manos con un ojo en cada mano, podría interpretarse como que los sentidos están conectados unos con otros y solos no funcionan, pero siempre, dentro de todo este mundo de los sentidos, está el que acompaña a todos los demás: el tacto. Con el podemos traspasar generaciones en generaciones, sentir materiales y texturas muy distintas, sentir cosas que ni la vista puede ver. Llega a ser muy importante a causa de su gran extensión, ya que se encuentra en toda la piel. En primera instancia podemos inferir que el título Los ojos en la piel quiere expresar la importancia del sentido del tacto. Al mencionar que tenemos ojos en la piel nos deja con una idea que la piel ve, y esto sería posible a través del tacto: Todos los sentidos incluida la vista, son prolongaciones del sentido del tacto; los sentidos son especializaciones del tejido cutáneo y todas las experiencias sensoriales son modos del tocar y, por tanto, están relacionadas con el tacto. El tacto es necesario para obtener alguna información del material que a la vista no permite acceder, como su aparente temperatura, dureza y textura. Esa información que la vista no capta muchas veces es la que abre la imaginación para poder crear lo que se busca. El tacto juega con el mundo de los
sentidos, por ejemplo si una persona es ciega, puede sentir y sabe dónde está o lo que es aquello que toca. Si no tiene el sentido del gusto no es algo primordial porque sin los sabores y olores se puede vivir normalmente pero el tacto va más allá de eso: con el nacen los primeros bosquejos de un arquitecto en una servilleta, con él te mueves por la ciudad sin cuidado y seguro, con él los ojos no solo ven si no observan. Es por esta razón que Pallasma dice que la arquitectura contemporánea está destruyendo a los arquitectos con sus edificios transparentes y con sensaciones de juventud eterna sin desgaste. Por el contrario en las obras antiguas se podía observas la edad y la historia que había detrás de esta estructura y poder sentir todo lo que ha vivido. Así demostramos que los arquitectos de estas generaciones no están construyendo con los sentidos en su totalidad, si no con los sentidos de la tecnología y del lujo: Los edificios de esta era tecnológica por lo general aspiran deliberadamente a una perfección eternamente joven y no incorporan la dimensión temporal ni los inevitables procesos mentales elocuentes del envejecimientos. Este miedo a las señales del desgaste y de la edad guarda relación con nuestro miedo a la muerte. Luego, podemos agregar que todas las personas pueden pensar que por la vista comienza todo. Si bien, es cierto que solo uno ve con los ojos, el tacto es el que te lleva al mundo que imaginas, el que quieres sentir, el que piensas, el que quieres recordar, etc. La intención no es desmerecer a la vista, es más, muchas veces lo que nos llama la atención comienza por la vista, pero no está demás dejar en claro que el ojo y el tacto se complementan muy bien y que en muchas veces tienden a tapar uno al otro, pero tiene muy distintas: El ojo es el órgano de la distancia y de separación, mientras que el tacto lo es de la cercanía, la intimidad y el afecto. El ojo inspecciona, controla e investiga, mientras que el tacto se acerca y acaricia. En la cita anterior se puede deducir que el ojo y el tacto están de la mano, como en la pintura El metropolitano solitario de Herbert Bayer. Estos dos sentidos la mayoría de las veces trabajan juntos, en otras palabras se podría decir que el ojo es el de los trabajos fríos y el tacto el de trabajos afectuosos. La vista permite observar la apariencia de las cosas mientras que el tacto nos da la posibilidad de comprobar aquello que hemos visto. Sin esta última, podríamos decir que
aquello que vimos es una simple ilusión puesto que no hay nada que nos permita corroborar lo observado ni hacernos una idea de la realidad, características y naturaleza de lo visto. Por último, el bienestar y la protección de las personas esta enraizado desde la prehistoria y a lo largo de muchas generaciones. Es un tema importante a la hora de la construcción de una vivienda. Cada cierto tiempo el confort va cambiando dependiendo de las generaciones ya que es el usuario quien se inclina por un tipo de modo de vivir. Pero el confort tiene que ser tratado con cuidado ya que tiene que mantener en calma todos nuestros sentidos: Una pieza de arquitectura no debería volverse transparente en sus intenciones utilitarias y racionales; tiene que mantener su secreto y misterio impenetrable con el fin de prender nuestra imaginación y nuestra emoción. Una vez captados nuestros sentidos, los arquitectos utilizan las capacidades para poder hacer una construcción autentica que crea espacios vivos más que espacios físicos: Las experiencias arquitectónicas auténticas consisten, pues, en, por ejemplo, acercarse o enfrentarse a un edificio, más que la percepción formal de una fachada; al acto de entrar, y no simplemente del diseño visual de la puerta; mirar al interior o al exterior por una ventana, más que la ventana en si uno como un objeto material; o de ocupar la esfera de calor más que la chimenea más que un objeto de diseño visual. El espacio arquitectónico es espacio vivido más que espacio físico, y el espacio vivido siempre transciende la geometría y la mensurabilidad. El trabajo del arquitecto consiste no solo en una simple construcción, sino que debe preocuparse por la experiencia, por lo vivido y lo sentido por cada humano: de nada le sirve no interesarse por aquello que afecta al sujeto para el cual crea. En conclusión, podemos decir que el tacto tiene una gran importancia en la arquitectura. El tacto es el sentido más importante debido a sus cualidades y a todas las cosas que podemos hacer con este sentido: caminar, escribir, acariciar, sentir, etc. Es el más antiguo y grande de los sentidos y con el recordamos generaciones pasadas debido a su historia en la estructura y a la materialidad en otras épocas, Tras grandes investigaciones la piel es el más antiguo y sensible de nuestros órganos, nuestro primer medio de comunicación y nuestro protector más eficaz. Es por esto que se le considera como el más importante
de los sentidos. Un arquitecto tiene que tener claro los conceptos de estos para poder generar un ambiente de confort para el usuario donde todos sus sentidos estén en el mejor estado y así poder disfrutar mejor de la estructura ofrecida.
Bibliografía Los amantes René Magritte, 1928 El metrópolis solitario Herbert Bayer, 1932 1. Página N 10 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL, 2. Página N 32 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL, 3. Página N 47 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL, 4. Página N 63 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL, 5. Página N 64 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL, 6. Página N 10 - Juhani Pallasmaa: Los ojos de la piel editorial Gustavo Gili,SL,
Los ojos en la piel Juhani Pallasmaa COMPRENSIÓN DE REFERENTES UNAB, sede Viña del mar Facultad de Arquitectura y Diseño Carrera de Arquitectura Nombre Alumno: Paula Mercado Martínez 2 semestre 2013