Nosotros decimos que el mundo es nuestra casa porque todos los hombres viven en el mundo, como una gran familia, en una gran casa. Pero la familia de los hombres está dividida, hay unos que viven como señores y los otros como esclavos. Es por eso que hay guerras, hay crisis y hay hambre. Por eso, la casa está en ruinas y corre el riesgo de volverse inhabitable. Por eso nadie se siente en el mundo como en su casa. Es preciso y urgente transformar el modo de vivir en el mundo y para conseguir esto muchos hombres trabajan y luchan. Toda la gente sabe estas cosas pero no a todos les gusta hablar de ellas y por eso hicimos este libro.
... Una historia antigua es la historia del niño al que le gustaban mucho las cosas Le gustaba una piedra, se llevaba la piedra a casa. Le gustaba una flor, se llevaba la flor a casa. Le gustaba un bicho, se llevaba el bicho a casa. Con el tiempo, la casa empezó a estar muy llena, pero no por eso dejaba de traer siempre más cosas. Se sentó a la puerta de su casa a pensar lo que tenía que hacer. Después de pensar por mucho tiempo, decidió que lo mejor sería vivir afuera, donde tenía todas las piedras y todas las plantas y todos los animales y también todas las cosas que no caben en una casa.
Él había descubierto que el mundo es nuestra casa. Vamos a experimentar una cosa, mañana cuando despiertes, abre los ojos y míralo todo bien.
Mira con atención y míralo todo, como si fuera la primera vez. Mira con atención y asómbrate de que las cosas sean como las vemos, sabiendo que podrían ser diferentes y seguramente mucho mejores. Mira con atención y también aprende lo que quieren decir las cosas.
Después levántate, sal a la calle y continúa mirándolo todo. Cuando se mira las cosas con atención, es difícil entender la historia del niño al que le gustaban mucho las cosas. Dónde iría a buscar las piedras, las plantas y los animales que todos los días se llevaba a casa? En las ciudades sólo hay paredes y calles asfaltadas y coches y gente con prisa. Cuando se ve alguna cosa que apetece llevar a casa se necesita dinero para comprarla. Es que la historia del niño al que le gustaban mucho todas las cosas es una historia muy antigua, del tiempo en que: el mundo, era nuestra casa.
Pero ahora el mundo ya no es nuestra casa. Por qué el mundo dejó de ser nuestra casa?
FASE ESPONTÁNEA Al principio los hombres formaban parte del mundo. Vivían como viven hoy los animales salvajes. Construían los instrumentos y se servían de ellos. Vivían en comunidades, del producto de su propio esfuerzo.
FASE HUMANISTA Cuando aprendieron a usar las manos y la inteligencia, los hombres se creyeron dueños de todo y comenzaron a destruir, sin saberlo, su propio mundo. Había hombres que hacían y usaban los instrumentos y vivían de su trabajo Pero también estaban los hombres que eran dueños de los instrumentos y vivían de las riquezas acumuladas por el trabajo de los otros.
FASE TECNOLÓGICA Ahora ya sabernos que destruimos demasiadas cosas, que hemos usado mal nuestra fuerza y que corremos el riesgo de autodestruirnos. En esta fase que vivimos hay hombres que construyen Y manipulan os instrumentos y viven de su propio esfuerzo. Además hay hombres que son los dueños de los instrumentos y deciden para qué sirven. Que viven del uso de las riquezas y los privilegios. Hay también los hombres que estudian e inventan los instrumentos y viven de su trabajo, de sus capacidades y conocimientos. Y hay además los hombres que sirven y defienden a los dueños de las cosas y viven de la denuncia y de la traición.
No podemos continuar fingiendo que ignoramos nuestros problemas. Tenemos que resolver las contradicciones de la fase tecnológica hasta construir una nueva fase que será la FASE FESTIVA. Todavía no sabemos cómo será, pero es mucho más que un deseo que todos tenemos. Es un proyecto que muchos hombres intentan poner en práctica con el riesgo de sus vidas. Es una lucha por todos los días. En la fase festiva llegaremos a un nuevo equilibrio con el mundo en que vivimos. Y no habrá más conflictos entre el uso de los instrumentos y el uso de las riquezas acumuladas por el trabajo de todos y tampoco entre la fuerza del trabajo y el poder del dinero.
Tenemos que asegurar el equilibrio de todas las cosas. Dejar espacio y abrigo para las aves. Restituir los ríos en el lugar de los ríos. Conservarla atmósfera respirable. Replantar los árboles en el lugar de los árboles. Mantener condiciones de vida para los insectos. Mantener el agua buena para los animales del mar. Dejar lugar en la tierra para los animales de la tierra.
Y no nos podemos olvidar de ordenar a los hombres. Pero no sólo espacio. Es preciso ordenar también el tiempo de VIVIR de cada hombre. El tiempo de trabajo...el tiempo de ocio
Dejando lugar para cada cual. No pueden trabajar unos todo el día, para que otros no hagan nada.
No pueden trabajar todos al mismo tiempo y descansar todos al mismo tiempo
Pero cómo vamos a hacer para arreglar el mundo? Tenemos la excavadora Tenemos la industria química
Tenemos el ordenador Tenemos la energía atómica
El mundo no está desordenado por falta de instrumentos ni de conocimientos. El mundo está desordenado porque hay hombres que se apoderan de todo...
...y hombres que no tienen nada.
Hay los que aprenden cada vez más y los que nunca podrán aprender
Hay los que no les importa. destruir todo para servir a sus intereses y los que siempre son víctimas de los intereses de los otros. Y también, porque ni todos piensan en la Era Festiva, ni todos la imaginan de la misma manera y muchos se esfuerzan por evitarla. A partir de aquí, no sabemos nada más
A no ser que el Mundo sea como un libro donde todo está escrito
Para que un día sea posible la Era Festiva, sabemos que, no podrán seguir existiendo tantas formas distintas de ser hombre, con medios y fines tan opuestos Que tenemos que construir una sociedad en la que todos puedan ser hombres con intereses comunes y en equilibrio con el mundo en que vivimos.
Estar en equilibrio con el mundo, y usar todas las cosas sin destruirlas. Y hacer crecer las plantas y los animales con nuestro trabajo y que no haya hombres con hambre y que no haya más razones para guerras y violencias, y vivir en el mundo como en nuestra casa y ser capaces de vivir nuestra única vida, como una Han hecho este libro: Julio Moreira, Sena de Silva, Cristina Reis y Margarita D' Orey, en Lisboa, Portugal. (1975). Editado en castellano por el Taller dimpres-sions, Dante Alighieri, 105 -Barcelona-32. D.L.8-38720-1977- ISBN: 84-400-1767-7- G.D.G.