Es importante la confianza en la Empresa Familiar? Desde mi punto de vista, sí es importante. Te propongo una disertación alrededor de la confianza, a ver si estás de acuerdo: La confianza facilita la unión entre los miembros de la familia, la comunicación entre ellos y la toma de decisiones. La confianza permite a los miembros de la propia familia, padres, hijos, hermanos, primos vivir sus propios proyectos vitales a con mayor libertad. Si el padre o la madre confía en su hijo o hija será más fácil para los padres observar con ternura los avances de su prole por el ciclo vital. Si el hijo o la hija confían en su padre y su madre, será más fácil para los hijos orientar sus retos vitales con independencia de las expectativas que depositaron en ellos sus progenitores. Si los hermanos confían entre ellos gozarán de un grupo de apoyo muy importante. Y ello es importante si pensamos que los hermanos nos acompañan durante toda nuestra vida. La confianza también facilita la comunicación familiar, permitiendo que cada cual exprese abiertamente su parecer sin miedo a la crítica o el cuestionamiento. De esta forma se da pie a compartir ilusiones y tener ganas de construir un futuro juntos. La confianza también previene los malos entendidos y el enfrentamiento de los conflictos naturales que surgen entre personas que se encuentran en momentos diferentes de su ciclo vital. Además la confianza permite que la comunicación sea directa y vaya al grano, ahorrando circunloquios aparentemente sin sentido. También permite una comunicación sin ataques ni defensas y una clara intención de ponerse en el lugar del otro, tratando sobre todo de ayudar a que los miembros de la familia se desarrollen en plena confianza.
Finalmente la confianza en las personas facilita una toma de decisiones conjunta. Una toma de decisiones que sabes que no va a quedar en vacío. La confianza en que se ha tomado la decisión correcta, o al menos la mejor decisión en aquel momento con los recursos que se tenían al alcance en ese momento. Qué recursos son los que nos facilitan una toma de decisiones con confianza? Recursos como los siguientes: formación académica, experiencias profesionales de éxito, experiencias profesionales de fracaso, soporte económico, maduración biológica y psicológica, comprensión de la propia historia dentro de la historia familiar, red de contactos de colaboradores de confianza, equipo de profesionales, conocimiento del entorno, etc. Estos recursos disponibles en la persona adulta van evolucionando y ampliando su sentido a medida que coleccionamos fracasos. Fracasos que nos enseñan dónde están nuestros límites y qué estrategias dieron resultado y cuáles no. Fracasos que nos orientan y nos llenan de conocimiento para enfrentar situaciones más difíciles en el futuro. Lo que habitualmente llamamos fracasos no son sino experiencias que todavía no hemos convertido en conocimiento. Es posible aprender a generar confianza? Desde mi punto de vista sí. De nuevo te propongo una disertación a ver si estás de acuerdo:
Vivir en un entorno de confianza, implica vivir la confianza en uno mismo. Y vivir en confianza con uno mismo consiste en tratarse con indulgencia, permitirse el error al tiempo que uno ejercita la excelencia o impecabilidad de sus actos. Una fórmula sencilla para ganar confianza en uno mismo, consiste en calibrar las propias cualidades y posibilidades para cumplir aquello con lo que se ha comprometido. Y cuando uno se compromete es su deber y responsabilidad mover cielo y tierra para cumplir la promesa. A veces ello requerirá salir fuera de la zona de confort, pero es precisamente ahí, donde se construye la confianza en uno mismo, en la satisfacción del objetivo conseguido y del esfuerzo realizado. Y cómo podemos conocer nuestras cualidades y posibilidades? Sobre todo conociéndose a uno mismo, evaluar todos los recursos disponibles al alcance y valorar si con estos recursos y el tiempo de que disponemos podremos realmente cumplir. Hacer una sincera reflexión acerca de lo que uno sabe hacer y de lo que no sabe hacer. Y cuando aparece un reto nuevo que requiere adentrarse en terreno donde uno no sabe hacer, valorar si es posible aprenderlo, o si será necesario contar con ayuda de alguien que sepa, o simplemente, si excede ambas posibilidades, entender que uno no se puede comprometer con todo lo que le proponen. Qué relación existe entre la confianza y la comunicación? Dsede mi punto de vista, la comunicación es el vehículo de la confianza. Y en este sentido entendiendo la conducta como el elemento más poderoso en la comunicación, más poderoso incluso que el mensaje verbal. La promesa es un acto verbal, cumplir la promesa es un acto de conducta. Esa conducta que los demás observan es lo que genera confianza. Así, si entendemos la confianza como algo que comienza dentro de uno mismo, nuestra conducta es nuestro vehículo de comunicación con el exterior.
Qué relación existe entre la confianza y las emociones? De acuerdo a los expertos, para que una comunicación genere confianza, el mensaje verbal y el no verbal deben estar alineados. Controlar el mensaje verbal es fácil, pensar lo que vamos a decir y poner en palabras nuestros pensamientos es un ejercicio fácil. Sin embargo, el lenguaje no verbal funciona de un modo distinto. El lenguaje no verbal envía mensajes a nuestro interlocutor que son percibidos por sentidos como la vista, el oído y las sensaciones que internamente le provoca lo que estamos comunicando. En este sentido el lenguaje no verbal informa abiertamente y sin control deliberado, acerca nuestras emociones internas, que a su vez provoca una reacción emocional en la otra persona. De este modo el lenguaje no verbal se muestra como un medio de comunicación sincero y honesto con nosotros mismos y los demás. Las emociones que hay detrás de nuestra conducta no verbal no mienten y estas emociones guardan en su memoria la idea que nosotros tenemos de nosotros mismos, nuestros recuerdos tanto de promesas incumplidas, como de nuestros objetivos cumplidos Todo ello se pone en marcha en la comunicación. Si tenemos en nuestra memoria una historia de éxito, un éxito conseguido con nosotros mismos, con nuestros pequeños y grandes logros, entonces estaremos en condiciones de expresar abiertamente y sin miedo nuestras propias emociones, a través de nuestros mensajes no verbales. Entonces podremos acompañar el lenguaje no verbal con toda congruencia de un mensaje verbal que está alineado con los mensajes que nuestro cuerpo está enviando al exterior y al interior de nosotros mismos. Qué relación existe entre la confianza y el liderazgo?
Primero de todo cuando hablamos de liderazgo en empresa familiar, necesitamos hacer una diferencia entre los diferentes tipos de liderazgo: el liderazgo ejecutivo y el liderazgo emocional. El Liderazgo ejecutivo se muestra como un liderazgo propio de la persona que, por sus características personales, se pone al frente de la situación y asume su responsabilidad con el grupo, una responsabilidad que implica inspirar al grupo y tomar las acciones que sean necesarias para conseguir el objetivo común, o el objetivo individual negociado con el grupo. En otro orden, encontramos el liderazgo emocional, un liderazgo propio de los líderes a quien el grupo recurre cuando aparecen los naturales conflictos de la vida, conflictos a veces con uno mismo (ej: conciliar vida laboral con los proyectos personales) o conflictos con los otros. Este líder se preocupa por las emociones y los sentimientos de su grupo, los acoge, los apoya e inspira vías de superación personal, siempre dejando libertad a la persona para que elija su propio destino.
Frecuentemente encontramos estos dos tipos de liderazgo en una misma personas. Ahora bien, también es frecuente que estos dos tipos de liderazgo se encuentren en dos personas diferentes y sea el equilibrio entre este equipo de líderes los que mantienen las empresas familiares, puesto que en la historia de organizaciones tradicionales de empresa familiar el liderazgo ejecutivo coincidía en la figura del fundador y el liderazgo emocional en la figura de la madre. Además el líder frecuentemente tiene que hacer frente a situaciones completamente inesperadas, situaciones que exigen de ingenio e improvisación basadas en un amplio conocimiento tanto del entorno como de uno mismo, así como de las herramientas que uno tiene disponibles. Y para ejercitar la experiencia, no hay nada como hacer, hacer y hacer; prestando atención al aquí y ahora, y siempre tratando de mejorar el trabajo que se sabe hacer y atreverse con nuevos retos que nos sacan, a veces a la fuerza, de nuestra zona de confort. Finalmente, volviendo a la necesidad de trabajar la persona del líder, entender dónde somos fuertes, qué tipo de liderazgo es el que más va con nuestro estilo, tratando de cultivar modelos útiles de pensamiento, expresión de las emociones adaptadas a cada situación, así como la capacidad de llevar proyectos a la práctica. Todo ello nos lleva a mostrar un líder que es capaz de gobernarse a sí mismo con fuerza, energía y carisma.