REPORTE ANUAL: Febrero 2013 Febrero 2014 Presentamos el segundo reporte del Observatorio de derechos humanos LGBT y VIH/Sida, el cual está al servicio de la vigilancia y protección de los derechos humanos de las personas LGBT, incluyendo a aquellas que viven con VIH/Sida. Este reporte proporciona información sobre vulneraciones de derechos colectivos o individuales, registrados mediante el sistema informático del Observatorio, por el administrador del sistema, personas afectadas, informantes claves, promotores legales LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y trans), promotores PVVS (personas viviendo con VIH), organizaciones de la Sociedad Civil o ciudadanos/as que colaboran con denunciar injusticias. Adicionalmente, se utiliza la información proporcionada por el Consultorio Legal- cuya información puedes ver en nuestros materiales de difusión- a cargo de PROSA y LTGB Legal, así como también por notas periodísticas que recolectamos y analizamos. Definición de categorías de violaciones de derechos contempladas Muertes: Fallecimientos de personas LGBT y/o PVVS, ocasionados directamente (p.e crímenes de odio) u indirectamente (p.e acoso familiar que llevó al suicidio). Discriminación en servicios públicos: Cualquier acto discriminatorio que amerite una sanción, llevado a cabo en un establecimiento público. Incluye acciones como detención arbitraria, insultos verbales, evitación de atención sanitaria, entre muchas otras. Discriminación en servicios privados: Cualquier acto discriminatorio que amerite una sanción, llevado a cabo en un establecimiento privado, excluyendo espacios familiares. Incluye acciones como negativa de alquiler, impedimento de ingreso a centros de esparcimiento u ocio, entre muchas otras. Violencia: Incluye todo tipo de agresión -que no culmine en muerte- física (p.e golpes, disparos) o psicológica (p.e hostigamiento familiar, tratamiento psicológico forzado). Otros: Toda acción problemática o nociva que no clasifique en las categorías anteriores. Se trata de actos negativos diversos relacionados a un ámbito más íntimo, como disputas familiares, violencia dentro de la pareja. Además, incluye actos que pueden ser considerados más cercanos a una mala práctica que a un acto directo o exclusivo de discriminación por motivo de orientación sexual. Ejemplos de lo mencionado: juicio de alimentos, tenencia de hijos, chantaje de familiares o vecinos por orientación sexual o diagnóstico de vivir con VIH/Sida, disputas legales por herencia, entre otros casos. [1]
1. Poblaciones más afectadas Gráfico 1: Denuncias registradas según orientación sexual y/o identidad de género Como muestra el gráfico 1, la mayoría de denuncias registradas están relacionadas a hombres gay, seguidos de las mujeres trans, con exactamente la mitad del porcentaje del primer grupo mencionado. El porcentaje menor proviene de las personas heterosexuales PVVS, las personas bisexuales y los hombres trans. Las diferencias en números absolutos de casos por población se pueden deber a (a) frecuencia diferente de estos eventos al interior de cada población; (b) tamaños diferentes de estas poblaciones (no se tienen denominadores); o diferente probabilidad de denuncia de casos según la población afectada. El Observatorio ha recibido 97 denuncias de vulneraciones de derechos de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero (incluyendo a PVVS, dentro de las cuales contamos a personas heterosexuales) entre el mes de febrero de 2013 y febrero de 2014. 2. PANORAMA GENERAL: Ocurrencia de vulneraciones de derechos según orientación sexual o identidad de género Durante este primer año de funciones del Observatorio hemos registrado información proveniente de denuncias directas a nuestra plataforma, denuncias realizadas al consultorio legal situado en PROSA, revisión y monitoreo de material de la prensa limeña, así como de las redes sociales en [2]
relación a vulneración de derechos de la comunidad LGBT- que revela la ocurrencia de casos de los siguientes tipos: Asesinatos con ensañamiento, en los cuales se presume un móvil ligado a la orientación sexual de la víctima. El ensañamiento se expresa en formas de muerte que implican sufrimiento especial o destrucción del cuerpo de la víctima. Por ejemplo, la práctica de estrangulamiento, degollamiento, cortes múltiples, o disparo de múltiples balas; las víctimas pueden haber sido previamente maniatadas y torturadas, luego de lo cual el cuerpo puede ser descuartizado y/o arrojado en lugares desiertos de la ciudad. Estos crímenes son un ejemplo de lo que se denomina actualmente crímenes de odio. Caso ilustrativo: Un joven gay fue asfixiado, torturado, degollado, cercenado, descuartizado y, posteriormente, quemado en un colchón y arrojado a una carretera en Chachapoyas. Suicidios de personas (un caso de una persona de 15 y otra de 20 años) precedidos de maltrato familiar severo (expulsión de casa; hostigamiento de familiares - por ejemplo, se denunció un caso de lanzamiento de orina al rostro). Caso ilustrativo: Un adolescente de 15 años se quitó la vida en su vivienda. El motivo fue el hostigamiento que sufría de parte de su hermana, quien lo golpeaba y lo insultaba diciéndole maricón. Incluso llegó a tirarle orina. Además, el joven no se llevaba bien con sus otros hermanos, quienes también lo humillaban constantemente. Durante su sepelio, su madre declaró que la homosexualidad debería estar penada, pues existe la ley de dios. Actos de discriminación en servicios o espacios privados. Por ejemplo: impedir entre parejas de hombres o de mujeres expresiones de afecto aceptadas entre heterosexuales, en locales de entretenimiento o culturales; negativa a brindar el libro de reclamaciones ante reclamos; trato injusto y denigrante por personal en universidades privadas (insultos de docentes, eliminación de opción de becas, bajas calificaciones de manera injustificada); extorsiones y despidos a personas gays y lesbianas -algunas de las cuales son personas viviendo con VIH- dentro de empresas privadas; impedimento de ingreso a discotecas; desalojo de personas trans sin mayor sustento cuando ya habían pagado y alquilado alguna habitación; y burlas por parte de personal de empresas privadas. Caso ilustrativo: Una mujer trans y su pareja alquilaron un cuarto en una casa. A pesar de pagar la suma acordada con el arrendador, la pareja fue desalojada luego de unos días, alegando el arrendador como excusa su desagrado por la visita de otras mujeres trans a su casa, cuando nada de ello se había discutido como condición de contrato. [3]
Actos de discriminación en servicios o espacios públicos, tales como: burlas por parte de la Policía Nacional del Perú hacia activistas LGBT durante manifestaciones; censura de ciertos tipos de baile y vestimenta en universidad pública; violación de confidencialidad de personas PVVS en hospitales públicos; negativa de ligadura de trompas a mujer PVVS; hostigamiento a mujer PVVS en una Municipalidad; negativa de médicos de realizar procedimientos indicados a mujer trans, por el hecho de serlo, sin una justificación aceptable. Caso Ilustrativo: Una pareja de lesbianas se encontraba en la plaza principal de un distrito cuando, al parecer, ante el aviso de los vecinos, varios miembros del Serenazgo se acercaron para pedirles que se retirasen, aduciendo que estaban faltando el respeto a los demás al besarse entre mujeres. Al reclamarles que respetaran sus derechos, los serenos se retiraron de dicho espacio público. Actos de violencia, tales como: agresión física y/o psicológica por parte de familiares hacia PVVS al descubrir su diagnóstico; rociamiento con gasolina e intento de quemar vivo a un hijo por parte de un padre de familia al enterarse de que era gay; insultos constantes por parte de familiares hacia personas LGBT; cortes múltiples dentro de hostal a mujer trans, dejándola en estado de coma; agresión a puñetazos por parte de alumnos hombres y mujeres a una estudiante lesbiana en un colegio; envíos de estudiantes escolares al psicólogo para intentar curarlos, en contra de su voluntad; invasión de privacidad a pareja de lesbianas en un hostal, donde personal del local las golpeó brutalmente; machetazos en la cara a mujer lesbiana por parte del hermano de la pareja; golpizas salvajes a mujer trans por parte de pareja masculina; rompimiento de ambas piernas a mujer transgénero por parte de pareja, quien pertenece al Serenazgo. Caso ilustrativo: Un joven gay conoció a otro muchacho y se fueron juntos a un hostal. Una vez adentro, él fue agredido por otra persona con el pico de una botella rota, ralizandole varios cortes profundos en el cuerpo. La víctima de esta agresión bajó a hablar con el dueño del establecimiento, quien no sólo ignoró su queja, sino que permitió que el agresor escape, por lo que ambos empezaron a discutir. Durante la discusión, el dueño del hotel propinó un machetazo en la cabeza a la víctima de este incidente, causándole una herida profunda que no resultó mortal. Posteriormente, el agredido realizó la denuncia contra el dueño del hotel, el cual, a su vez, realizó una contradenuncia contra él, acusándolo de robo. La mayoría de vulneraciones de derechos registradas por el Observatorio se han manifestado, casi en igual nivel o porcentaje, a través de actos de discriminación en servicios privados, como en el ejercicio de violencia. Como muestra el gráfico 2, las expresiones más serias de daño (muerte y violencia) se han dado sobre todo en las poblaciones gay, lesbiana y de mujeres trans. [4]
Gráfico 2: Vulneraciones de derecho según orientación sexual o identidad de género Y en el caso de las muertes, estas se concentraron en mujeres trans (5, todas por asesinato) y en hombres gay (8, dos por suicidio, y seis por asesinato) como muestra el gráfico 3. Gráfico 3: Muertes según orientación sexual o identidad de género [5]
Gráfico 4: Subcategorías de la categoría otros, en porcentajes Como muestra el gráfico 4, en la categoría otros hemos registrado casos de: perjuicio a la salud en relación al VIH (contagios por negligencia médica o desabastecimiento de antirretrovirales); extorsión económica por parte de ex parejas al momento de terminar una relación sentimental; conflictos al momento de repartir la herencia entre hermanos al ser uno de ellos homosexual; violación de confidencialidad en relación al diagnóstico de ser portador del VIH (PVVS) por parte de vecinos o los propios familiares; amenazas de revelación de orientación lésbica de la madre cuando ésta inicia un juicio de alimentos al padre; disputa por la tenencia de hijos en caso de madres lesbianas por parte de sus ex parejas masculinas, quienes las descalifican como madres por el hecho de no ser heterosexuales. Caso Ilustrativo: Una madre lesbiana está litigando por la tenencia de los hijos con su esposo, porque éste se ha enterado que ella es lesbiana. Ambos están en medio de un proceso legal, en el que sólo a ella le han solicitado someterse a evaluaciones psicológicas. Esta categoría es la tercera más frecuente, y resulta la más complicada de analizar dada su naturaleza: ámbitos más íntimos y privados. En estos casos es frecuente que las denuncias sean realizadas por familiares o vecinos, y que luego se haya intentado retirarlas. Además, hay un hermetismo comprensible en torno a estas delicadas situaciones. 3. Denuncias relacionadas a Personas Viviendo con VIH/Sida En personas que viven con VIH/Sida, como muestra el gráfico 5, se ha registrado 27 incidencias, habiendo ocurrido el mayor número de estas en hombres gay (21, 78%), seguidos de heterosexuales (5, 18%), con un caso (4%) en lesbianas. [6]
Gráfico 5: Orientación sexual de personas viviendo con VIH/Sida (PVVS) afectadas De acuerdo al gráfico 6, las personas viviendo con VIH/Sida (PVVS) estarían sufriendo más discriminación en servicios públicos, así como en un ámbito más íntimo (familiar, de (ex)parejas y demás), los cuales hemos visto anteriormente en el rubro otros. Gráfico 6: Tipos de incidentes en personas viviendo con VIH/Sida (PVVS) 4. Fuentes de Registro y Acciones Tomadas en Casos Registrados Como muestra el gráfico 7, la mayoría de incidencias han sido referidas al Observatorio por fuentes externas, incluyendo el Consultorio Legal ubicado en la Asociación PROSA, reportes directos de promotores legales, y reportes de terceros. Las incidencias restantes han sido buscadas [7]
activamente por el equipo del Observatorio, a través de los reportes en medios, mediante la identificación de casos en redes, y por indagación activa con contactos. Gráfico 7: Fuentes de registro de denuncias Fuentes internas 38% Fuentes externas 62% El Observatorio trabaja conjuntamente con el Consultorio Legal de PROSA de manera articulada y bidireccional: por un lado, el Observatorio deriva los casos que ha registrado al Consultorio Legal para que se encarguen de todo lo relacionado al aspecto legal; por otro, el Consultorio Legal, quienes ofrecen asesoría legal gratuita, brinda información acerca de las denuncias que haya recibido, así como de las consultas legales relacionadas a vulneraciones de derecho a personas LGBT. Así, se inicie o no un proceso legal por diversos motivos (lo cual discutiremos a continuación), queda registrado el incidente, luego de la corroboración establecida en el protocolo del Observatorio. Gráfico 8: Situación actual de las incidencias denunciadas [8]
Según muestra el Gráfico 8, de las incidencias que hemos registrado: La mayor parte (48%) se encuentra en proceso legal, lo que incluye las siguientes opciones, entre otras: proceso de investigación judicial, proceso de conciliación, vía de prevención de delito, etc. El 22% desistió, usualmente por recomendación de los asesores legales, pues no habían pruebas suficientes, o no supieron donde denunciar, dejando pasar tiempo (por ejemplo, una persona se quejaba constantemente en el departamento de recursos humanos de su centro laboral, pensando que iba a tener algún efecto judicial). En el 15% de casos el denunciante perdió contacto con el Observatorio y/o el Consultorio Legal, sea porque prefirió no denunciar (a un familiar de primer grado, por ejemplo), porque sus vías de comunicación fueron se vieron bloqueadas (por ejemplo, cuando los familiares confiscan los teléfonos celulares) o porque simplemente perdió el interés. Finalmente, otro 15% de casos quedaron resueltos: no todos recibieron un fallo favorable, mas sí se conformaron con algún tipo de conciliación, oficial (dinero) o no oficial (pedida de disculpas por parte del agresor). En los casos resueltos tomamos en cuenta el restablecimiento del honor y que la persona victimada se dé por satisfecha. Gráfico 9: Distribución de casos denunciados legalmente según tipo Este gráfico demuestra que los actos discriminatorios en ámbitos privados no son solo los que más se están registrando en el observatorio, sino que, además, son los que más denuncian legalmente (por la vía correspondiente). Como sabemos, estos procesos judiciales pueden tardar años, pero el hecho de que se inicie una denuncia legal ya indica un clima de cambio: las personas afectadas parecen comprometidas a tomar estas acciones para evitar que acciones discriminatorias vuelvan a darse en el futuro en estos ámbitos.. [9]
Recalcamos que el Observatorio respeta la autonomía de las personas, y las denuncias proceden de acuerdo a la voluntad de las víctimas. Se asume que cada persona decide proceder según un análisis personal de costos y beneficios (individuales y sociales) de la denuncia. El Observatorio de Derechos Humanos LGBT y del VIH/Sida es un mecanismo para la vigilancia y promoción de los derechos humanos de las comunidades LGBT y de las personas viviendo con VIH/Sida, porque a través del recojo y sistematización de denuncias para generar datos verificables, alimenta una base de datos amplia, la cual es un recurso clave para cualquier iniciativa legislativa o política, la cual permitirá, además, organizar acciones de respuesta a uno o más niveles según su gravedad. Esta iniciativa surgió en el Proyecto Comunidades Vulnerables LGBT y VIH/Sida, auspiciado por la Embajada de Australia; y en sinergia con el Proyecto Fortalecimiento de los servicios legales en VIH/Sida en el Perú, realizado en colaboración con PROSA y LGBT Legal, con apoyo de IDLO. Ahora, gracias al apoyo de la Cooperación Técnica Belga (CTB), previamente a ONUSIDA y al Gobierno de Australia. Uno de los objetivos es avanzar en su integración con la sociedad civil. Con esto, se espera que pueda convertirse una herramienta al servicio de las comunidades LGBT y PVVS, para el apoyo de acciones de abogacía, comunicación y activismo cultural, orientadas a la plena inclusión social de estas comunidades, con el reconocimiento total de sus derechos humanos. [10]