COMITÉ DE DIRECCIÓN Bruselas, 5 de febrero de 2009 Punto 3 del orden del día La crisis Dónde estamos? Se pide al Comité de Dirección: que tome nota de este documento John Monks, General Secretary Boulevard du Roi Albert II, 5 B 1210 Bruxelles Tel: +32 2 224 04 11 Fax: +32 2 224 04 54 / 55 e-mail: etuc@etuc.org www.etuc.org
LA CRISIS: DÓNDE ESTAMOS? La crisis y la respuesta política hasta ahora 1. La gravedad de la crisis es evidente. Las pérdidas de empleos se cifran por decenas de miles y la tasa de desempleo aumenta rápidamente. En el momento actual, la Comisión prevé este año una reducción de la actividad económica, un crecimiento cercano a cero para el año próximo y una tasa de desempleo en el entorno del 10%, con 24 millones de parados en los 27 Estados miembros de la UE de aquí a 2010. A medida que el pesimismo aumenta, los signos de descontento sobre la manera en que las autoridades gestionan la crisis se manifiestan cada vez más, a lo que se une la cólera provocada por el comportamiento de numerosos bancos. 2. El origen es el proceso masivo de desendeudamiento del sector privado que se está llevando a cabo. Los bancos, al igual que los hogares y las empresas, tratan de reducir su deuda. En el caso de los bancos, esto se traduce en una restricción del flujo de crédito. Además, los hogares y las empresas reducen sus compras de bienes de consumo y de bienes de inversión duraderos. 3. El proceso de reducción del endeudamiento del sector privado llevará necesariamente varios años. A falta de una respuesta política adecuada, esto implica una demanda débil que da lugar a un crecimiento mediocre con una tasa de desempleo que se mantendrá elevada durante los próximos años. 4. Hasta ahora la respuesta política está intentando limitar el daño pero no está consiguiendo restaurar la dinámica de los préstamos y de la demanda. Los bancos y las empresas están siendo salvados pero los préstamos bancarios y la inversión empresarial siguen de capa caída: a. Los planes de rescate de los bancos aumentan la deuda pública entre un 1,5 y un 4,5% del PIB. Esto, hasta ahora, ha protegido al capital de base de los bancos de las pérdidas registradas por los activos tóxicos. Sin embargo, los bancos se han convertido en reacios al riesgo y ahora no sólo buscan estabilizar sino reducir sus posiciones respecto al endeudamiento. El resultado es una restricción de las condiciones de crédito y una reducción del volumen de préstamos y esto a pesar de los esfuerzos de recapitalización realizados por las autoridades públicas. b. Mediante la utilización de diferentes técnicas (una reducción de los adelantos de IVA, garantías sobre los créditos, regímenes de desempleo de corta duración), los planes de relanzamiento económico inyectan esencialmente liquidez en las empresas. Esto permite a las empresas resistir la ralentización repentina de la demanda y del flujo de ingresos que se suman a la crisis de los créditos. Sin embargo, en ausencia de una demanda suficiente para sus productos y servicios, las empresas se lanzarán a una masiva reestructuración del empleo. 5. Los salarios, en todo este asunto, están pasando por un momento difícil. La caída de la actividad económica ejerce enormes presiones a la baja sobre la formación de salarios. Ya están teniendo lugar discusiones sobre la congelación de los salarios nominales y los recortes salariales en diferentes países (países de Europa central y oriental, Reino Unido, España, Irlanda, otros ). Los recortes salariales, sin embargo, contribuirían a debilitar aún más la demanda, aumentando a la vez los riesgos de deflación. En ese caso, la ironía es que la débil formación de salarios y las crecientes desigualdades salariales están en el origen de la crisis de la deuda. 2
6. Paralelamente, está prevista una segunda serie de planes de rescate. Siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, el plan de rescate de los bancos británicos decidido a mediados de enero amplía ahora las garantías del gobierno a los activos del balance de los bancos británicos. A cambio de una prima, los bancos del Reino Unido pueden ahora suscribir un seguro contra las pérdidas de hasta el 90% de los activos tóxicos, y esto hasta 25 mil millones de libras. En cuanto a la economía real, ciertos gobiernos (por ejemplo, Alemania con un sobre de 100 mil millones de euros) están dando ahora garantías de crédito a los préstamos para las empresas, esperando así restablecer el acceso de las empresas a la financiación bancaria. Otros Estados miembros estarán obligados a seguirle, si quieren evitar que las empresas trasladen sus inversiones y sus puestos de trabajo hacia estados miembros que ofrezcan este tipo de garantía. 7. Hay que plantear varias preguntas: a. Se están extralimitando los gobiernos nacionalizando los riesgos y asegurando los activos tóxicos de los bancos y los miles de millones de inversiones del sector privado? Los mercados financieros ya están traduciendo los esfuerzos públicos para salvar a los bancos en primas con tipos de interés más elevados sobre las obligaciones del Estado. b. Están los agentes públicos reflotando actualmente los bancos y las empresas que se han debilitado por el enriquecimiento de sus propios directivos mediante bonos, recompra de capitales y planes de opciones sobre títulos (stock options)? Servirá el dinero público de garantía para permitir el uso y abuso de préstamos al sector privado para continuar con estos planes y financiar paracaídas dorados para los altos ejecutivos de las empresas con dificultades? c. Con el aumento de la presión política para recortar el gasto social a fin de mantener la viabilidad de las finanzas públicas ante el rápido incremento de los déficit y el alza de los tipos de interés en la zona euro, no corren los gobiernos el peligro de organizar una redistribución perversa del dinero de los contribuyentes a favor de los ricos? En estas condiciones, la restricción del crédito puede desembocar en recortes a la Europa social. d. Estamos arreglando las consecuencias (recorte del crédito) y no las causas (exceso de endeudamiento del sector privado) de la crisis? Con los hogares reduciendo su posición de deuda, y reduciendo por tanto las perspectivas de demanda global, será suficiente para impulsar la inversión en nuevas empresas ayudar a las empresas a acceder a la financiación? O la concesión de garantías de crédito a las empresas solo servirá para salvar una parte de los empleos existentes mientras se transfieren las inversiones y los empleos hacia otros Estados miembros de la UE que ofrecen garantías de crédito más generosas? 8. Paralelamente, la reforma del sector financiero sigue limitada a una propuesta de la Comisión para registrar las agencias de calificación y preservar un mínimo del 5% del riesgo, dejando abierta a los bancos la posibilidad de transferir el 95% del riesgo a los demás, reestructurando los valores en títulos respaldados por activos y revendiéndolos. También está en marcha un procedimiento de consulta pública sobre los fondos de alto riesgo, al que la CES ha respondido. Por último, algunos gobiernos han impuesto límites a los salarios de los ejecutivos a cambio de la financiación de capital, para constatar que la dirección de los bancos era reticente a pedir nuevos capitales en estas condiciones. 3
9. La respuesta del BCE ha sido recortar los tipos de interés pero demasiado poco, demasiado tarde. El proceso de desendeudamiento del sector privado resulta todavía más difícil, considerando que el tipo de interés del BCE está todavía en el 2% y viendo cómo se reduce el PIB nominal en 2009. Por ello, la CES ha estado pidiendo al BCE los mayores recortes en el tipo de interés. Tampoco ayuda en absoluto que el BCE haya intentado minar la creación de confianza que debía haberse generado por el plan de recuperación europeo, al haber declarado públicamente que la política fiscal es impotente porque un mayor gasto público provoca que las economías domésticas anticipen mayores cargas fiscales y ahorren más, empañando así el impacto del gasto en la demanda agregada. 1 10. Por último, la crisis amenaza también la cohesión económica de la Unión Europea. Los Estados miembros de Europa central y oriental, muy dependientes de los aportes de capitales de los bancos occidentales, se enfrentan a importantes limitaciones de crédito. En el caso de Letonia y Hungría, el FMI ha intervenido con sus condiciones tradicionales. Mientras que estos países han recibido financiación de la UE de un fondo de ayuda ampliado para balance de pagos, dicho fondo no existe para los miembros de la zona euro y habría que preguntarse qué pasaría si los miembros de la zona euro con elevados déficit de cuenta corriente y ahorro fuesen incapaces de financiar sus actuales necesidades elevadas de capital financiero. Más y mejores maneras de abordar las causas y no simplemente las consecuencias de la crisis 11. Para la recuperación económica es fundamental restaurar la dinámica de la demanda agregada. Mientras que el sector privado está ocupado en un profundo proceso de desendeudamiento, el único actor que puede asumir y conducir la demanda y el avance de la economía es el sector público. Para hacerlo de la forma más eficaz posible, los gobiernos se tienen que centrar en la inyección de nueva demanda en la economía puesto que los recortes fiscales y las ayudas gubernamentales en gran parte simplemente se ahorrarán, con el objetivo de disminuir el elevado endeudamiento de los hogares, reduciendo las posibilidades financieras de los gobiernos para intervenir y dirigir la economía. 12. Según las estimaciones de la Comisión, el impacto del plan de recuperación europeo es limitado puesto que las nuevas medidas sólo suponen un 0,5% del PIB. Ante una situación en la que la producción real será al menos un 4% inferior a la producción potencial, un estímulo de la demanda de sólo un 0,5% del PIB es inadecuado. Además, el componente de 46 mil millones ó 0,5% del PIB de la UE 15 en gasto dirigido a la inversión pública (nuevo y antiguo) también es insuficiente. La CES pide por tanto al Consejo europeo, a la Comisión y a los gobiernos nacionales que lancen un segundo plan de recuperación europeo con, al menos, un 1% adicional del PIB, centrado estrictamente en la inversión productiva y basado en tres pilares (inversión en la economía europea verde, inversión en nuestra base de capital humano, inversión en sectores sociales y en la atención a las necesidades de los ciudadanos europeos). 13. Para tratar las cuestiones de viabilidad de las finanzas públicas y de estabilidad del mercado financiero 2, los bancos centrales en Europa necesitan intervenir y apoyar 1 La llamada equivalencia Ricardiana 2 Evitar un hundimiento de las obligaciones del Estado cuando los inversores financieros sean menos reticentes a asumir riesgos y vuelvan a prestar al sector privado. 4
las inversiones del sector público comprando (indirectamente) obligaciones del Estado a bajos tipos de interés. Esto puede recordar reminiscencias de Weimar e hiperinflación, pero existen sin embargo numerosas buenas razones para que los bancos centrales en Europa se impliquen en una política de distensión cuantitativa. En efecto, el impacto de los recortes de los tipos de interés sobre la demanda agregada está limitado actualmente 3, los tipos no pueden reducirse más porque ya estamos próximos a la tasa de interés cero y hay riesgos de disminución de la estabilidad de los precios (deflación). La CES propone al Consejo y a la Comisión Europea que definan un determinado número de grandes proyectos de inversión de dimensión europea con un valor total del 1% del PIB de la UE en los sectores de las energías limpias y renovables, las infraestructuras y redes europeas, los materiales del futuro, los vehículos modernos y futuros sistemas de transporte El Banco Central Europeo y otros bancos centrales en Europa deben crear un servicio de crédito especial en favor de la inversión productiva que permita la compra de obligaciones que respalden dichas inversiones. De esta forma, la inversión pública que apoye el crecimiento futuro y el potencial de competitividad de la economía europea puede actuar como un nuevo motor de crecimiento basado en un acceso estable a la financiación. Además, estos proyectos de inversión de ámbito europeo podrían adjudicarse con el propósito de gestionar la diversidad económica tanto en el seno de la unión monetaria como en el conjunto de Europa. 14. Es urgente un New Deal social (Pacto social) para evitar que la crisis se agrave a corto plazo y para sustituir la deuda y el crecimiento generado por la burbuja por una política de redistribución como nuevo motor de la demanda agregada a medio plazo. La CES plantea las siguientes reivindicaciones: Las garantías de crédito público sólo pueden concederse a las empresas que no intentan reducir los niveles salariales y que respetan las condiciones de salario y de trabajo establecidas en los convenios colectivos. Para garantizar unas reglas del juego justas en la lucha contra las primas excesivas, las stock options y los paracaídas dorados de los ejecutivos, son necesarias medidas enérgicas coordinadas y de ámbito europeo contra estos sistemas. Habría que empezar por imponer la condición de que el dinero prestado mediante una garantía de crédito público no debe ser usado, bajo ninguna circunstancia, para financiar estos sistemas de retribución de los directivos. Un nuevo proceso político: en el contexto de la Estrategia Europea de Empleo: los Estados miembros, junto con los interlocutores sociales nacionales, deberían ser invitados a elaborar políticas que establezcan o refuercen un umbral mínimo de los salarios con una dinámica salarial en línea con los incrementos en las tendencias de inflación y productividad 4. 3 En las circunstancias actuales, los recortes de los tipos de interés simplemente ayudan al sector privado a desapalancar las posiciones de deuda existentes, no incitan a los hogares a gastar más asumiendo más deuda. 4 Tal como fue aprobado en la resolución de la reunión del Comité Ejecutivo de la CES de diciembre de 2008 sobre un Plan europeo de recuperación. 5
15. Para reforzar la dinámica de la demanda, la política fiscal debe comprometerse en la redistribución, desplazando los beneficios generados por los ingresos del capital y del patrimonio hacia los trabajadores de la clase media y los hogares. Teniendo en cuenta el nivel de integración económica y de competencia fiscal en Europa, esto supone una agenda europea que incluya coordinación fiscal, la lucha contra los paraísos fiscales, impuestos cero o próximos a cero, regímenes fiscales uniformes, y abordar cuestiones como el tipo mínimo de imposición y una base fiscal armonizada para los ingresos de las empresas, las plusvalías de los activos y los impuestos sobre las grandes fortunas 5. Además, la coordinación de la política fiscal europea permite igualmente tratar la cuestión de la sostenibilidad de las finanzas públicas. Para mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas cuando se aumenta la inversión pública como reacción a la crisis, serán necesarios nuevos recursos fiscales, que podrán encontrarse en aquellos ingresos y fortunas que hasta ahora se han beneficiado enormemente del capitalismo de casino. Una estrategia creíble de salida del endeudamiento público creciente pasa por la recuperación económica y la política fiscal distributiva, no por la liquidación del Modelo Social europeo. En resumen, necesitamos un New Deal social para los trabajadores europeos Aunque necesaria, la respuesta política inicial a la crisis financiera y económica está lejos de ser suficiente. Es necesario aumentar los esfuerzos y necesitamos construir un New Deal social para los trabajadores europeos, en la línea siguiente: Empleos: Inversión productiva para nuevos empleos mediante el lanzamiento de un segundo Plan europeo de Recuperación del 2% del PIB europeo, incluyendo grandes proyectos de inversión europeos financiados con obligaciones europeas (bonos) de crecimiento y respaldados por los bancos centrales europeos mediante la compra de estas obligaciones. Negociación colectiva: no a la congelación salarial y a los recortes en los salarios nominales. En cambio, es necesario fortalecer la negociación colectiva para convertir los salarios en un punto de referencia de la estabilidad de precios en tiempos de inminente deflación y en motor sostenible de la demanda y el crecimiento. Derechos: para las empresas que se enfrentan a dificultades, la consulta y la información de los trabajadores y sus representantes y la exploración de todas las alternativas al despido de trabajadores deben ser el primer recurso. La reducción del tiempo de trabajo, respaldada por ayudas al desempleo, tiene que generalizarse. No permitir que los trabajadores caigan en el abismo del desempleo. Fortalecer los sistemas de ayudas al desempleo a la vez que se extiende masivamente la formación y el reciclaje de trabajadores y se desarrolla una garantía especial para los jóvenes que abandonen la escuela o la universidad en 2009. Justicia distributiva: No a la distribución perversa de los gobiernos que consiste en reflotar a los banqueros y a los ejecutivos que han llevado a sus empresas a pérdidas poniendo toda la economía en riesgo mientras se enriquecían exageradamente. En cambio, necesitamos una voluntad europea amplia y coordinada de atacar estas primas, stock options y paracaídas dorados de los ejecutivos. Para ofrecer a los gobiernos medios para dirigir la economía e invertir las crecientes desigualdades, 5 Tal como fue aprobado en la resolución de la reunión del Comité Ejecutivo de la CES de diciembre de 2008 sobre un Plan europeo de recuperación 6
tenemos también la necesidad urgente de detener la competencia fiscal en el mercado interior. Estos argumentos, si los apoya el Comité de Dirección, serán la base de nuestras intervenciones en el Diálogo Macroeconómico y serán desarrollados en un plan para un New Deal social que se presentará en el Comité Ejecutivo en marzo. ******* 7